El mágico lago de BLED y alrededores: BOHINJ y RADOVLJICA
Un recorrido por los lagos más turísticos de Eslovenia: el mágico lago de Bled y el oscuro lago de Bohinj; además visitamos el cercano pueblo de Radovljica
BLED: un lago de origen glaciar
A unos 50 km de la capital Ljubljana se encuentra una de las zonas más turísticas de Eslovenia: el famoso lago de Bled. Este lago perfecto se encuentra entre montañanas, donde los Alpes se prolongan para llamarse Alpes Julianos a su entrada al país balcánico. El lago es de origen glaciar, y su fama reside en que en mitad de él se encuentra una isla que lo hace aún más bello. La isla de Bled es la única isla de Eslovenia, y puedes acceder a ella remando en barca. En ella está la iglesia de la Asunción de María, del siglo XV en estilo barroco. Si te ves con fuerzas puedes recorrer el sendero y darle la vuelta al lago: es pequeño y se tarda unas tres horas. Yo visité Bled por primera vez en marzo de 2016 y hacía un día gris, con niebla y frío, donde el lago se ocultaba tras las imponentes montañas con un halo misterioso. Volví en 2020 en verano y esta vez había muchísima gente: un agobio, imposible de aparcar.
Bled es un pueblo pequeño, de apenas unos 5.000 habitantes y no hay mucho que hacer allí, más que realizar compras y comer. El principal atractivo turístico es disfrutar de las vistas del lago, subir a su castillo, y si se quiere y puede (cuando yo fui en invierno no había servicio de barcas) remar en barca hasta la isla de Bled. El castillo de Bled está al norte del lago, por lo que si vas andando desde el pueblo de Bled, queda bordeando el lago hacia la derecha. Pronto verás unos jardines y unas escaleras con musgo, que te llevarán después de esta caminata hasta el castillo. Hay que pagar para entrar, creo recordar que unos 9 €, realmente, no me entusiasmó demasiado. Por dentro es un castillo normal: es bonito ver la plaza de armas, tiendas de vino, y demás estancias, pero nada especial. Eso sí, las vistas son las más bonitas que se pueden tener del lago. Y si a eso le sumas que empezó a nevar… ¡se volvió muy especial!
BOHINJ, el lago oscuro
Cerca de Bled, al norte, se encuentra la garganta Vintgar, o Blejski Vintgar, un cañón de 1,6 km de elevadas paredes y con cascadas. Reconozco que no lo visité porque el día anterior había estado en las gargantas de Tolmin y estas me parecían más atractivas, y por eso las elegí. Pero si no puedes ir hasta el Valle del Soca, Vintgar puede ser muy buena opción. En mi última visita veraniega, desde Bled me dirigí hacia Bohinj, por la carretera 209 que es muy bonita, y pasa por unos campos eslovenos y pueblos muy típicos como Bitnje, y entre ellos Bohinjska Bistrica, el más grande de esta zona. Pero si quieres ver el lago, lo mejor es que te dirijas hasta Ribčev Laz.
El lago Bohinj es el lago más grande de Eslovenia con más de 300 hectáreas. Su origen también es glaciar, y se alimenta de las aguas que provienen de las montañas del Triglav. Estas son las más altas del país y símbolo nacional, que te cuento en este artículo. Sus aguas son muy puras aunque suelen tener un color oscuro, ya que por la altitud de estas montañas el cielo suele estar encapotado. Es un lugar también muy frecuentado por los visitantes de verano, que sobre todo vienen a practicar deportes en él, y a pasar el día en las zonas de picnic que hay alrededor del lago.
RADOVLJICA, pueblo con murales
El pequeño pueblo de Radovljica se encuentra muy cercano a Bled, ya al este y prácticamente situado en la autovía que lo enlaza con el resto del país, por lo que puede ser una muy buena opción para completar tu excursión a estos lagos. Desde el siglo XIII ligado a Austria, Radmannsdorf en alemán, apenas tiene unos 6.000 habitantes y su aspecto verdaderamente recuerda a los pueblos de Centroeuropa. Desde aquí nace el Sava, que posteriormente discurre por otras ciudades balcánicas como Zagreb o Belgrado.
La plaza principal de Radovljica es la Linhartov trg, donde hay varias casas burguesas con sus murales exteriores representando históricas escenas. También el monumento a Josipini Hočevar, una mujer empresaria y mecenas que contribuyó al desarrollo del pueblo. También se encuentra el museo de la apicultura, la casa de la costurera… Por último, la iglesia de San Pedro, del siglo XIV-XV. Por último, al sur de la plaza Linhartov hay un mirador muy bonito hacia las montañas y el campo.
