Perlas históricas en SEGOVIA
Segovia condensa en un reducido espacio perlas romanas, góticas, palaciegas…
Los orígenes de Segovia se remontan al pasado celtíbero, y continuó siendo importante con la presencia romana y visigoda. Después quedó prácticamente despoblada con la llegada de los musulmanes, hasta que en el sigo XI con la Reconquista se comenzó a repoblar. Su desarrollo se asoció, sobre todo, al comercio de la lana y el pastoreo trashumante. También por ser la corte de la dinastía castellana de los Trastámara, hasta la llegada de los Habsburgo. Aquí se proclamó a Isabel la Católica como reina de Castilla. Desde entonces, Segovia ha vivido prácticamente en una atonía demográfica (ahora cuenta con apenas 50.000 habitantes), con escasa industrialización y, en los últimos años, casi se podría decir que dependiente de Madrid.
Sin embargo, Segovia es una de las ciudades más bonitas de España, y prueba de ello es que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985. Situada cerca de la umbría de la Sierra de Guadarrama, es una ciudad compacta y llena de tesoros que descubrir. También por su gastronomía (el célebre cochinillo asado), y todo ello atrae a miles de visitantes cada año. Su centro histórico, además, está lleno de bares y restaurantes, y la visita se hace muy agradable. En este artículo te cuento algunos lugares que visitar en Segovia si decides visitar esta ciudad castellana.
El acueducto de Segovia es el símbolo de la ciudad, y es que es considerada la obra de ingeniería romana más espectacular de España. Su fecha de construcción debe situarse a finales de siglo I o principios de siglo II, y está construido por grandes bloques de piedra, sin necesidad de usar argamasa. La parte más visible mide unos 800 metros, pero su longitud total es de unos 15 km. Cuenta con 170 arcos y 29 metros de altura, y traía el agua desde una fuente hasta la ciudad. Es realmente espectacular verlo, atravesando la plaza más céntrica de la ciudad, y sobre todo, verlo de noche iluminado. Al lado se encuentra la escultura de la loba capitolina.
La calle Juan Bravo es la más concurrida y la que se puede recorrer de punta a punta pasando por sus lugares de mayor interés. Pronto encontrarás la Casa de los Picos, un edificio del siglo XV con unos imponentes picos de granito y un patio renacentista. Después llegarás a la Plaza de Medina del Campo, con la estatua de Juan Bravo, el líder de las revueltas de los comuneros castellanos; y frente a la Iglesia de San Martín.
La siguiente plaza es muy bonita, la Plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad, un bonito kiosko, y un mercado semanal con unas vistas muy bonitas hacia la catedral. La Catedral de Santa María es conocida como “la dama de las catedrales”, y tal apodo le hace justicia: es preciosa. Del siglo XVI, es una mole gótica, con imponentes vitrales y un bonito claustro, fue la última construida en este estilo en España.
Siguiendo nuestro camino, pasaremos por la Plaza de la Merced, con la Iglesia de San Andrés al fondo. Y pronto llegaremos a otro de los lugares emblemáticos de la ciudad: el alcázar de Segovia, situado en un peñasco. Recuerda a un castillo muy imponente, de película, como si estuviéramos en Francia. Data del siglo XII y su estilo es un gótico temprano. Su construcción fue como una sede de los reyes castellanos, en especial de Alfonso X. Sus jardines son muy bonitos por su geometría. A su entrada se encuentra el monumento a los héroes del 2 de mayo. Por cierto, Segovia fue una de las ciudades más castigadas por la guerra, los franceses la dejaron arruinada.
Segovia está llena de iglesias románicas muy bonitas. También puedes visitar algunas de ellas, que están en el centro, como la Iglesia de San Esteban y el Palacio Episcopal, la de San Millán, San Clemente… o a las afueras, donde encontrarás conventos como el de San Juan de la Cruz, el Monasterio de Santa María del Parral, el Santuario de Nuestra Señora de Fuencisla, la Iglesia de la Vera Cruz (donde hay unas bonitas vistas hacia el alcázar)… También es notorio el Monasterio de San Antonio el Real, que sirvió como antiguo pabellón de caza de Enrique IV. Sus techos son impresionantes, en un estilo mudéjar, y también lo es su claustro.
Y, por último, uno de los lugares más bonitos que ver y que está muy cerca de aquí (13 km) es el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso. Este es un palacio real construido en el siglo XVIII por Felipe V, el primer borbón de España, al estilo de los que por aquel entonces se hacían en Europa: inmensos, extensos jardines, estilo refinado rococó, fuentes monumentales… sin duda, un lugar donde pasear y perderse un buen rato.