LVIV, la cuna del nacionalismo ucraniano
Lviv tiene sabor a café, tiene un aroma a Centroeuropa y tiene unas fachadas que aspiran a ser el nuevo destino turístico de moda
Llamada Leópolis en español, Lviv es su nombre en ucraniano, o Lvov en ruso. Su nombre deriva de “león”. Cuenta con casi 800.000 habitantes. Fundada por príncipes de la Rus de Kiev, pronto pasó a control polaco, donde vivió una gran etapa de esplendor como nudo comercial. Bogdan Jmelnytsky, un líder cosaco que se sublevó contra los polacos y propició una unión ucraniana no destruyó la ciudad porque era muy bella y había estudiado allí. Después pasó a manos del Imperio Austrohúngaro para integrarse tras su disolución en Polonia. Ocupada primero por soviéticos en su “repartición de Polonia”, y después invadida por los nazis, fue recuperada por los soviéticos tras finalizar la guerra e integrada dentro de Ucrania. Los polacos que vivían en Lviv fueron trasladados a Wroclaw, tradicional ciudad alemana que desde entonces es parte de Polonia. Fue un intercambio.
Lviv es una ciudad muy interesante que queda en el centro de Europa. Es una ciudad histórica polaca, ya que pasó siglos bajo su mandato. De alta importancia medieval como nudo comercial, al igual que Cracovia, Lviv es la hermana desconocida, la tercera ciudad polaca que quedó bajo dominio de la URSS y que espera a ser descubierta. Situada en el oeste ucraniano, esta es la región más nacionalista del país y donde mejor se ha preservado su cultura, a menudo dispersa entre los Cárpatos y a salvo de las influencias polacas, rusas o austríacas. Es en Lviv donde surge la rebelión contra el dominio polaco, y donde también se intenta repeler a soviéticos. Actualmente, debido a la tensión con Rusia, Lviv no es nada aconsejada para turistas rusos, y tampoco se aconseja hablar en este idioma en la ciudad, algo que se interpreta como un gesto maleducado.
Qué ver en Lviv
Llegamos a Lviv procedentes de Kiev, en un tren nocturno con literas, a la bella estación de trenes de 1904, en estilo modernista. El día estaba lluvioso lo que le daba un aire melancólico a la ciudad, algo que se acrecentaba con los coches tan retro que circulaban. La estación se encuentra algo alejada del centro, pero a una distancia fácil de caminar y por el camino se pueden hacer algunas paradas en sitios de interés.
Comenzamos visitando la iglesia neogótica de Santa Olga y Elizabeth, de principios de siglo XX. Muy cerca de aquí se encuentra el polémico monumento a Stepan Bandera, erigido en 2007. Fue un líder que luchó por la independencia Ucraniana, realizando matanzas de polacos y luchando contra los rusos. Aunque fue encarcelado por los nazis, que también trataban de eliminar al pueblo ucraniano, después recibió ayuda de estos para que luchase contra los soviéticos. Por todo esto es una figura muy controvertida, muy querida por nacionalistas ucranianos y la ultraderecha, pero ampliamente rechazada por rusos, polacos y por el Parlamento europeo.
Más adelante, en lo alto de una colina está la Catedral de San Jorge, del siglo XVIII, en estilo barroco-rococó.
Seguimos avanzando por la Avenida Horodotska, pasando por la iglesia de Santa Ana, hasta que llegamos a uno de los iconos de Lviv: la ópera. Fue uno de los lugares elegidos para hacer la Eurocopa de 2012, y sin duda, es muy bonita. Es del siglo XIX y fue erigida en tiempos del Imperio Austrohúngaro. En su amplia plaza también hay un monumento al escritor Shevchenko.
Nos metemos ya de lleno en pleno casco histórico. Lviv es una ciudad muy bella, de calles empedradas, con un aire muy romántico, tranquilo y que invita a pasear tranquilamente, a la vez que te puedes tomar tantos cafés como quieras en sus abundantes y bellas cafeterías, o admirar las abundantes iglesias que tiene. El centro de todo es la Plaza del Mercado, donde está el Ayuntamiento en medio. La plaza está bordeada de bellas fachadas de los siglos XV y XVII, pero también de interiores como el patio italiano. Las mejores vistas se tienen desde lo alto de la torre del Ayuntamiento, se puede subir andando o en ascensor. Desde allí tendrás muy buenas vistas de la plaza.
Una de las atracciones más interesantes de Lviv es la cafetería Kriyvka, en el costado sur de la plaza. Se trata de una cafetería ubicada en unos sótanos, y ambientada en una estética de guerra. De hecho, todo el personal son militares ucranianos (supongo que retirados) que portan uniforme y armas, y para entrar te preguntan una contraseña que es “Slava Ukraina” (Gloria a Ucrania). No se puede grabar esta parte, de hecho nos dieron un manotazo en la cámara. Después de la contraseña te invitan a un chupito y comienzas a bajar por el sótano, entre armas y simbología militar, muy vinculada a Stepan Bandera. Otro sitio donde tomar un buen café es en la esquina sureste de esta misma plaza, donde hay una cafetería que tiene una mina de café en sus sótanos, y se puede hacer todo el recorrido.
Pasear por las calles de Lviv es una delicia. Hay muchas cafeterías, mercadillos, tiendas muy cuidadas, flores… Desconecta y piérdete.
En Lviv hay muchísimas iglesias. Algunas de las más interesantes son la Iglesia dominicana, del siglo XVIII en estilo barroco; la iglesia de San Miguel; la Iglesia bernardina, la Catedral latina y la capilla de la familia Boim, de estilo manierista; o la Catedral armenia del siglo XIV, con unos frescos muy bonitos. Todas están situadas en el centro y a poca distancia.
Por último, también puedes visitar el Palacio Potocky, en la calle Copérnico, en un estilo barroco francés; y la Universidad frente a un bello parque.
