#BiH #CROACIA Los lagos de PLITVICE y BIHAC (Bosnia y Herzegovina)

0 Comments


Los lagos de Plitvice son la joya natural de Croacia. El invierno confundía los límites entre agua y cielo. La excursión la completamos con la visita a Bihac, ciudad de Bosnia y Herzegovina.

 

A la hora de planificar la Balkan Race decidí dejar fuera el litoral balcánico, ya que este debe visitarse en verano para disfrutarlo mejor. Como íbamos a finales de invierno, visitamos el corredor balcánico interior (depresiones danubiana y Sava). Sin embargo, los lagos de Plitvice se sitúan en el centro de Croacia, y pillan a mitad de camino tanto si haces el recorrido de la costa como si haces el del interior. Es verdad que los lagos lucen muy diferente según la época del año, y que en verano hay más recorridos abiertos, horas de luz y tonalidades más bonitas (también, masificación de turistas). Pero en invierno, Plitvice ofrece otra cara. Habíamos llegado en una semana muy lluviosa, y el parque había estado cerrado los días anteriores por avenidas del río. La intensa niebla, un frío tremendo y una llovizna entre agua y nieve hacía que estuviéramos solos en aquel idílico paraje, disfrutando de unas aguas que eran como un espejo gris combinadas de sectores verde-turquesa.

No dejaba de ser algo peligroso
Así estaban los caminos debido a las lluvias y nevadas

 

Emprendimos la ruta desde Zagreb, en un autobús que previamente habíamos comprado en buscroatia.com. Por el camino, pasamos por Karlovac, una ciudad del centro de Croacia con una importante industria. Desde aquí cogimos una carretera mucho más estrecha y de montaña que nos llevaría hasta la zona de los lagos de Plitvice. Por esta parte veíamos casas abandonadas, asaderos bajo la lluvia y muchos bosques. El autobús nos dejó en una parada en la que había una caseta de madera, y desde ahí teníamos que andar hasta la entrada al parque.

Karlovac
Hornos de leña en el camino

 

Los Lagos de Plitvice son Patrimonio de la UNESCO desde 1979. Su formación se debe al relieve kárstico, algo que es común en todos los alpes dináricos, la cadena montañosa yugoslava. Este tipo de composición origina formaciones como dolinas, grutas, simas, y en definitiva, un paisaje “carcomido” que es aprovechado por los cursos de agua, al ser la roca más soluble y volátil que otro tipo de roquedo. En los Balcanes hay ejemplos de este tipo de formaciones, como las grutas de Postojna en Eslovenia, los relieves de Durmitor en Montenegro, o los paisajes calizos de Herzegovina. Pero aquí, en Plitvice, el río atraviesa este relieve encajado entre montañas para crear piscinas naturales e incontables cascadas, que hacen un conjunto de lagos comunicados de gran belleza. Hay en total 16 lagos son nutridos por el agua superficial y subterránea, con formaciones de travertino y una formidable biocenosis, entre la que se encuentran osos, lobos y linces.

Primera vista de Plitvice
Descubriendo Plitvice

 

Habíamos llegado a primera hora para aprovechar bien el día, y había una niebla que apenas nos dejaba ver las cascadas que teníamos enfrente. Fue una sensación maravillosa, de comprobar cómo el agua estaba en los tres estados físicos: líquida, vapor de agua por la energía potencial, y sólida por los pequeños copos de nieve que estaban cayendo y que en algún pico habían cuajado. Era una mezcla entre la quietud y el silencio, y el movimiento de la naturaleza, que no cesaba de suministrar agua y de desbordar cada centímetro del parque.

Solitario Plitvice
Momento intenso
El impresionante color de las aguas

 

Había incontables cascadas. Y eso que solo pudimos hacer parte del recorrido, porque los demás estaban cercados y no se podía pasar; o había señales de riesgo de inundación o imposibilidad de cruzarlos. Continuamos andando hasta llegar al lago principal, donde cogimos el barco que te lleva a la otra orilla del lago. No tengo palabras para describir ese paisaje. Una mañana tan gélida, con ausencia de viento y una niebla que impedía la visión. Era como atravesar una nube. O atravesar un espejo. Nadie hablaba. No sabía dónde estaban los límites. Las siluetas de los bosques negros se dibujaban difusas a lo lejos, y las cascadas aparecían cuando te acercabas como si la tierra sangrara agua.

El barco que atraviesa el lago Kozjak
Límites
Quietud gélida
Incontables cascadas
Surcando estos lagos

 

Después de ver la inmensa cantidad de peces que había en el agua, y de jugar con un par de patos mientras desayunábamos, salimos por la otra entrada del parque. Fuimos a un hotel a calentarnos un rato porque estábamos helados, y se nos ocurrió la idea de pisar suelo bosnio… al fin y al cabo, Bihac estaba solo a escasos kilómetros de Plitvice. Así que hablamos con el recepcionista del hotel para ver si había algún bus para ir… nada. Así que llamó a un hombre que vino con su furgoneta y nos llevó de visita a Bosnia y Herzegovina.

Lagos de Plitvice
Pato en Plitvice

 

Toda esta región se encuentra dentro de la llamada Krajina, que es la zona de Croacia donde los serbios son mayoría, y que durante la guerra declararon su independencia de Croacia para unirse a Serbia. La guerra se centró mucho aquí, donde se minaron grandes extensiones de terreno y se utilizaron los complejos hoteleros como barricadas. El sitio de Bihac fue uno de los más famosos.

Poco tiempo después llegamos a la frontera, y después de cruzarla, algo había cambiado. El paisaje estaba coronado por mezquitas en lo alto de las colinas, algo que nos anunciaba que Bosnia y Herzegovina es un país de confesión mayoritariamente musulmana. También se notaba mucho más pobre que Croacia. Además, según nos iba explicando el chico que conducía, los bosnios dejan las casas sin acabar la fachada para decir que “están todavía en construcción” y así no pagar el impuesto de vivienda. El aspecto es de casas a medio hacer, pero por dentro están totalmente acondicionadas. Algo similar ocurre en Kosovo. También nos iba contando que la nieve que se veía en las montañas había caído esa noche, y yo le fui preguntando cosas sobre geopolítica y política interna del país, algo que me gusta mucho. Realmente, no cree que Bosnia y Herzegovina sobreviva como un Estado. Y os cuento el porqué.

Paisaje bosnio
Territorio bosnio
Casa en Bosnia y Herzegovina

 

Bosnia y Herzegovina es el país que sufrió más crudeza en la guerra debido a su multiculturalidad. Desde siglos, diferentes etnias y culturas han vivido en este espacio, pero la guerra cambió todo. Al declarar la independencia, los serbobosnios (serbios que vivían en Bosnia) intentaron unirse a Serbia y masacrar a los bosníacos (como se llama a los bosnios musulmanes). Por su parte, los bosniocroatas (croatas que vivían en Bosnia), también quisieron repartirse el trozo de Bosnia que les tocaba (principalmente al sur, la región de Herzegovina). El resultado es que los bosníacos estaban atrapados, y prueba de ello fue la masacre de Srebrenica y otras más. En 1995, los Acuerdos de Dayton pusieron paz haciendo que Bosnia y Herzegovina sea un Estado con dos entidades bien separadas: la República Srpska (habitada por serbobosnios) y la Federación de Bosnia y Herzegovina (habitada por bosníacos y croatas). Ambas se reparten el territorio prácticamente en un 50-50%, coincidente con la línea de alto de fuego; y funcionan como entidades separadas, con policías diferenciadas, parlamentos diferenciados, televisiones diferenciadas, etc. Todo ello supone un escollo casi insalvable para los acuerdos con la UE, ya que muchas legislaciones son contradictorias, y siempre debe haber tres representaciones políticas para los tres grupos étnicos. No hay un sentimiento de identidad nacional, y la República Srpska planea un referéndum desde hace años que probablemente llegue a realizarse en los años venideros.

Bien, pues por todo esto necesitaba pisar suelo bosnio. Bihac, con poco más de 50.000 habitantes se encuentra dentro de la Federación de Bosnia y Herzegovina, por lo que es de mayoría bosníaca. A pesar de su reducido tamaño, es una importante ciudad ya que es la más grande dentro del cuadrante noroccidental, y es un punto turístico para descensos por el Río Una.

El sitio de Bihac duró tres años (del 1992 al 1995) y fue llevado a cabo por el ejército serbobosnio, que controlaba también la Krajina como escribí antes. Bihac era y es como un enclave bosníaco en medio de mayoría serbia, y junto a la frontera croata, que ayudaron a los bosníacos. Total, un cóctel que derivó en cerca de 5000 desaparecidos.

Bihac
Perros callejeros
Río Una en Bihac

 

La ciudad de Bihac tiene poco que ver. Pero me parecía interesante por toda la historia reciente que guarda y que he escrito. Nuestro conductor nos dejó en el puente sobre el río Una, donde comimos lo que habíamos traído en las mochilas en compañía de los abundantes perros callejeros que había por la ciudad. El río tenía los colores parecidos a Plitvice, así que fue bonito comer allí. La ciudad se encontraba con edificios en construcción, y se notaba el descenso del nivel de vida en comparación a los demás sitios que habíamos visitado en la Balkan Race. Los perros nos seguían por la ciudad.

Visitamos en Bihac una iglesia que se encontraba bombardeada, y solo quedaba el campanario, la nave estaba destruida. Justo afuera había una torre de defensa que sí estaba intacta o reconstruida.

Centro de Bihac
Torres defensivas
Iglesia bombardeada en Bihac
Centro de Bihac

 

El centro de Bihac alternaba lo moderno y reconstruido con bloques más desfasados. En la plaza principal había un mercadillo donde vendían coranes, alfombrillas para rezar, y demás utensilios, por lo que cambié en el banco dinero para conseguir unos marcos convertibles (moneda de Bosnia y Herzegovina) y comprar algo. También nos tomamos una cerveza en una cafetería muy bonita marqueteada de madera entera. Entramos a un centro comercial que parecía que estaba abandonado, y después fuimos a ver la mezquita Fethija, en el centro del pueblo. Estuvimos andando más rato por Bihac hasta que decidimos llamar a nuestro conductor y pedirle que nos regresara a Plitvice.

Mezquita Fethija
Mezquita Fethija

 

Cuando llegamos a Plitvice, la niebla había desaparecido, y pudimos volver a visitar el parque. Esta vez, quizá porque se veía más, nos metimos por alguno de los caminos que estaban “cerrados”, y que se encontraban medio inundados. Pudimos ver las cataratas muy cerca, solo con nuestra presencia. Fue mágico. De aquí, esperamos a que pasara nuestro autobús de vuelta a Zagreb.

Plitvice sin niebla
El agua como espejo
Impresionantes cascadas

 

¡Cuéntanos qué te ha parecido esta excursión entre la naturaleza y la historia!

Plitvice en invierno
¿Qué valoración le das a este destino?
Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

One Reply to “#BiH #CROACIA Los lagos de PLITVICE y BIHAC (Bosnia y Herzegovina)”

  1. Viajar adentrandote en cada país, en cada rincón donde describes es precioso. Vivo contigo tus aventuras, las disfruto y también , cómo cualquier madre también las sufro. Haces que sienta que yo he estado contigo en todas tus aventuras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *