COPENHAGUE, una ciudad de cuentos marítimos
Los diez mejores sitios que ver en Copenhague de la mano de los diez cuentos más famosos de Hans Christian Andersen
Érase una vez un puerto con una gran pesca de arenques… y así es como los vikingos fundaron Copenhague en el siglo X. Copenhague quiere decir “puerto de los mercaderes” y no fue hasta el siglo XV cuando fue nombrada como capital de Dinamarca, trasladándose desde Roskilde. Desde entonces, no ha hecho más que crecer, debido a su posición estratégica como paso del Mar del Norte al Mar Báltico. Dinamarca es un pequeño país en la actualidad, pero en el pasado llegó a ser la máxima potencia escandinava, prueba de ello es que actualmente Groenlandia y las Islas Feroe pertenecen a Dinamarca, y Noruega e Islandia estuvieron bajo su soberanía hasta hace pocos siglos. También dominó amplias partes de Suecia, país con el que ha mantenido una gran rivalidad. Actualmente cuenta con dos millones de habitantes.
Copenhague me pareció una ciudad coqueta, con unos canales y fachas de colores muy pintorescas y un ajetreo de ciudad vibrante, que resulta en una sensación acogedora. Personalmente, me pareció mucho más bonita que Oslo o que Helsinki, pero no llega al nivel de Estocolmo. Aquí vivió y murió en el siglo XIX Hans Christian Andersen, probablemente el escritor de cuentos más famoso del mundo. Y como homenaje, te invitamos a recorrer Copenhague en diez cuentos escritos por él.
1. “La Sirenita” de Copenhague
No hay mejor lugar que este para empezar a leer el cuento de “La Sirenita”, Den Lille Havfrue en danés, que es el monumento emblemático de Copenhague. Suele causar controversia, pues a algunos les parece muy bonito y a otros les decepciona y es muy criticado. Se trata de una escultura de una sirena en bronce, inaugurada en 1913 y encargada por el dirigente de la cerveza Carlsberg.
Es realmente pequeña, y está situada a pocos metros del paseo marítimo, en una zona cuyo fondo está ocupado por fábricas, lo que desluce el lugar. Ha sufrido varios ataques vandálicos y es una pena verla con frecuentes graffittis. Es el punto interesante más lejano en Copenhague, por lo que lo visitamos en primer lugar para ir retrocediendo. Hasta aquí llegamos en el autobús urbano 26.
2. “El soldadito de plomo” en Kastellet
La historia del soldadito de plomo nos lleva hasta Kastellet, una ciudadela fortificada que data del siglo XVII. Está situada a poca distancia de la Sirenita, siguiendo el paseo marítimo hacia el sur (hacia el centro de Copenhague). En Kastellet verás edificios militares, cañones defendiendo la plaza y un molino de viento muy bonito. Además, antes de la entrada (se realiza por el lado sur) podrás ver la bella Iglesia de San Alban, una postal muy típica danesa. Justo al lado está la Fuente del Gefion, también donada por Carlsberg como la Sirenita, pero esta es más grande.
3. “La princesa y el guisante” en el Palacio de Amalienborg
Desde St Alban’s puedes ir por la calle Amaliegade o Bredgade hacia el centro de Copenhague. Nosotros elegimos Bredgade para visitar por el camino la Catedral de San Óscar, católica en estilo neoclásico del siglo XIX. Fue utilizada como capilla privada para los diplomáticos católicos (principalmente austriacos) ya que en Dinamarca no había libertad religiosa, debían ser todos luteranos.
A poca distancia de ella está la famosa Iglesia de Mármol, llamada oficialmente Iglesia de San Federico (Frederiks Kirke), aunque conocida como Iglesia de Mármol (Marmokirken). Es un templo luterano construido en el siglo XVIII por el rey Federico V. Está inspirado en la Basílica del Vaticano y tiene la mayor cúpula de Escandinavia.
Desde aquí ya verás al fondo la amplia plaza de Amalienborg, la residencia de invierno de la familia real danesa. Y como actualmente viven aquí, qué mejor sitio que para leer el cuento de “La princesa y el guisante”. Amalienborg es un palacio en estilo rococó, establecido cuando se mudaron aquí desde Borgen debido al incendio. Son cuatro edificios enfrentados en una gran plaza y en ellos hay guardias reales de un lado a otro.
Frente a Amalienborg se encuentra, al otro lado del mar, la Ópera de Copenhague, inaugurada en 2005 y en un flamante diseño nórdico, que recuerda a las de Oslo y Reykjavik.
4. “El ruiseñor” en Nyhavn
Desde Amalienborg cruzamos por la Plaza de Santa Ana hasta Nyhavn, quizá la calle más fotografiada de Copenhague. El cuento del ruiseñor, aquel en el que el amor es libre y va y viene, nos acerca a Nyhavn, que significa “Puerto Nuevo”. Este fue un canal abierto en el siglo XVII para que los mercaderes llegasen al centro de Copenhague, y era frecuentado por marineros y comerciantes, y un lugar de tabernas, prostíbulos y demás instalaciones. Hoy en día, estas coloridas fachadas son el lugar de restaurantes, cafeterías y heladerías, que hacen de este lugar un bonito paseo, a pesar del intenso frío que hace cuando se levanta el viento. Al principio de Nyhavn está el ancla en recuerdo a la II Guerra Mundial, un común lugar de encuentro.
5. “El traje nuevo del emperador” en el Castillo de Rosenborg
Para leer “El traje nuevo del emperador” hemos de trasladarnos a un lugar con marcada impronta, y este es el Castillo de Rosenborg, construido en el siglo XVII en estilo renacentista. Fue la antigua residencia de verano de los reyes de Dinamarca, aunque ahora es un museo. Se trata de un castillo muy bonito rodeado de un foso y un puente de madera. Todo el alrededor son los jardines del rey (Kongens Have) un buen lugar para pasear. Y también es curioso presenciar el cambio de guardia, que arranca desde las afueras del Castillo de Rosenborg y recorre el centro de Copenhague hasta llegar al Palacio de Amalienborg.
6. “Pulgarcita” paseando por las calles del centro de Copenhague
Y es que entre todas las enrevesadas calles de Copenhague es imposible no sentirse como Pulgarcita, aprovechando cada rincón y cada esquina para descubrir algo nuevo. Sugerimos un recorrido que empiece en Kongens Nytorv, justo al lado de Nyhavn. Esta plaza se traduce como “Nueva plaza del rey” y está dominada por la estatua de Cristian V a caballo. Aquí puedes ver el Teatro Real, fundado a mediados de siglo XVIII; el Palacio de Charlottenborg, del siglo XVII, una gran mansión sede de la Academia Real de Bellas Artes; o el bonito quiosco y primer teléfono público de Copenhague.
Desde Kongens Nytorv arranca Stroget, la principal calle peatonal de Copenhague. Aquí encontrarás muchas tiendas de ropa y de regalos, además de algunas como Lego, que son daneses. Hay muchas pequeñas plazas interesantes, además de iglesias por ver.
Nosotros visitamos la Iglesia de San Nicolás, que me recordó a Riga, muy cerca de Hojbro Plads; la Rundetaarn o Torre Redonda, un observatorio astronómico. Esta torre se puede subir por su rampa y llegar hasta el telescopio que hay arriba. Al lado está la Iglesia de la Trinidad. También la Grabrodretorv, una de las plazas más antiguas de la ciudad, entre Rundetaarn y la Catedral de Nuestra Señora (Vor Frue Kirke). Esta es la catedral luterana de Copenhague, del siglo XIX en estilo neoclásico. Antiguamente era la catedral católica, hasta que el pueblo decidió seguir a Lutero y se eliminó el “Santa”, dejando referencia a la Virgen María pero convertida en “Nuestra Señora”.
Desde aquí fuimos a la plaza Nytorv, donde estaba el antiguo ayuntamiento, utilizado hasta el incendio de 1749. Esta plaza la domina el Palacio de Justicia. Era la plaza de los carniceros y aquí se realizaban ejecuciones hasta el siglo XVIII, donde hay un podio octogonal de piedra.
Por último, si vas siguiendo Stroget, llegarás a la Plaza del Ayuntamiento…
7. “Las zapatillas rojas” en la Plaza del Ayuntamiento (Radhuspladsen)
Y seguramente ya vayas algo cansado, y te recuerde el cuento de “Las zapatillas rojas”, de aquella joven que no podía parar de bailar. ¡Pero tú si puedes descansar! Y puedes hacerlo frente al Ayuntamiento de Copenhague, un bello edificio que data de principios de siglo XX en un estilo romántico nacionalista. Contiene un reloj astronómico y una estatua de Absalón, además de estar plagado de banderas danesas. En la plaza también está la fuente Salto del Dragón; y en uno de los edificios que rodea a la plaza hay un termómetro exterior, que marcaba 0ºC cuando estuvimos nosotros en abril, y a mediodía. Os podéis imaginar el frío que hacía por la noche. En esta plaza también está la estatua a Hans Christian Andersen.
8. “La cerillera” en Tivoli
La cerillera puede servirnos para ver el contraste entre las clases y acercarnos al parque de atracciones más famoso de Europa. Fue abierto al público en 1843, cuando Dinamarca era una monarquía absoluta para que el pueblo se divirtiese y no pensara en la política. Es uno de los iconos de Copenhague y en él puedes montar en todas las atracciones, ver espectáculos y pasear por sus jardines. La entrada cuesta alrededor de 13€.
9. “La reina de las nieves” en el Palacio de Christiansborg
Y hablando de reyes y reinas, llegamos hasta la que fue residencia de la monarquía danesa hasta el siglo XVIII, cuando un incendio hizo trasladar la costa hasta Amalienborg. Desde entonces es la sede del Parlamento danés, y es conocido como Borgen. Construido en un estilo neobarroco, su estructura y su color oscuro llaman la atención en un entorno rodeado por jardines y cuyo acceso se realiza mediante un puente sobre el canal. A poca distancia se encuentra la Biblioteca Real de Copenhague, con la estatua del filósofo Kierkegaard; y el Edificio de la Antigua Bolsa, que nos pilla de paso para alcanzar nuestro último cuento.
10. “El patito feo” en Christiania
Nos adentramos en el barrio de Christianshavn, un lugar de Copenhague bastante típico y menos frecuentado por los turistas, donde visitamos la Iglesia de Nuestro Salvador (Vor Frelsers Kirke), iglesia barroca del siglo XVIII famosa por su torre en espiral con una escalera de caracol exterior.
Y por último alcanzamos Christiania, que viene como anillo al dedo para recordar el cuento de “El patito feo”. La denominada “Ciudad Libre de Christiania” es una comunidad de 1000 residentes autoproclamados Estado Libre. Christiania surgió en 1970 cuando se ocupan unos terrenos abandonados pertenecientes al ejército danés. Estos okupas reclamaron la zona como suya y empezaron su estilo de vida peculiar: aquí se permite el consumo y la venta de drogas tales como marihuana y hachís.
Christiania es un sitio especial y tiene sus propias leyes, que hacen que viva algo fuera de la ley. Por ejemplo, tienes que andar con cuidado ya que no se permiten fotos en algunos lugares. Por ejemplo, la calle principal está llena de puestecillos donde venden toda la droga y la tienen expuesta abiertamente, mostrando el país de procedencia y sus características. A la entrada de esta calle suele haber varios hombres en chándal advirtiendo de que no se pueden echar fotografías. Obviamente, no hice ninguna. En el resto de lugares sí se pueden fotografiar, y está lleno de instalaciones con graffittis, tiendas libres de impuestos, bares y restaurantes, todo en un ambiente muy okupa, donde había bidones para calentarse las manos; o pistas improvisadas de patinaje. Me recordó, en cierta medida, a Metelkova en Ljubljana, Eslovenia.
Y es que muchas veces, lo menos turístico se convierte en un reclamo turístico. Una analogía del patito feo.
Cómo llegar a Copenhague
Copenhague cuenta con el Aeropuerto de Kastrup (CPH), que ofrece vuelos baratos a muchos lugares de Europa y es uno de los aeropuertos más transitados del mundo. Se puede llegar desde el Aeropuerto al centro mediante metro. También puedes volar hasta el aeropuerto de Malmö (MMX) y cruzar hasta Copenhague. En Copenhague opera muy bien el transporte público, tanto autobús como tren y metro. Pero sobre todo es el lugar para las bicis, las verás por todas partes y es un medio muy frecuentado.
Precios y alojamiento en Copenhague
Los países nórdicos son de los más caros del mundo y no es de extrañar que Copenhague sea una ciudad muy cara. Un café y una magdalena o galleta te suele costar en torno a 10€. El alojamiento es bastante caro, en 2018 me alojé en el Hotel Nebo, situado al sur de la Estación Central de trenes de Copenhague. Tenía baño compartido y está cercano a la estación de trenes central. En 2019 volví a la ciudad y me alojé en el Hotel Windsor, en Norrebro. Este me pareció de mejor ubicación, pero igualmente, algo cutre (aunque el precio es de los baratos que puedes encontrar: 92 € / hab doble).
Excursiones desde Copenhague
Puedes visitar otros puntos de Dinamarca cercanos como: realizar una excursión a Frederiksberg, muy cerca de Copenhague; o ir al castillo de Hamlet (Kronborg) en Helsingor; visitar la antigua capital danesa de Roskilde; visitar el castillo de Frederiksborg en Hillerod: o cruzar el Estrecho de Øresund y poner un pie en Suecia. Te explico esta última excursión a Escania: Lund y Malmö en este artículo.