Qué ver en LJUBLJANA, el hechizo de los dragones

Una ciudad con aspecto de pueblo, silenciosa y limpia, que acoge en su corazón a un tranquilo río. Ljubljana es aquella ciudad olvidada en la península de los Balcanes que parece sacada de un cuento, alejada de recuerdos de guerras y que cuenta con el encanto de sus dragones protectores.
Situada en el centro del país, Ljubljana ocupa una posición privilegiada: en un valle al pie de los Alpes julianos, corredor que conecta los polos austríaco e italiano con el mundo balcánico. Esta puerta de entrada a los Balcanes ha sido desde antaño apetecida, y de hecho aquí se estableció el campamento romano de la Legio XV Apollinaris en el siglo I a.C. Posteriormente, los romanos fundaron la colonia de Iulia Emona, que pervivió hasta que fue arrasada por los hunos en el siglo VI. Diversos pueblos se sucedieron ocupando la ciudad, incluidos los antiguos eslovenos, pasando por los francos y la conquista del rey bohemio.



Los Habsburgo austríacos tomaron el control en el siglo XIII, y desde entonces, por más de cinco siglos fue Laibach, su nombre histórico. La región era conocida como Carniola, y este era un ducado de la corona austríaca. La ciudad floreció como un centro de las artes, y tras sufrir un terremoto, se reconstruyó en un estilo renacentista, incluyendo una muralla. A pesar del dominio austríaco, la mayoría de la población era eslovena, y aquí se imprimieron los primeros libros en esloveno. También fueron quienes le dieron el nombre a la actual ciudad, derivado de “ljuba”, que significa “amada”. Ljubljana siempre fue una ciudad de las artes, que atesoró el gusto por los libros y nuevas corrientes que llegaban, como el barroco.



Con la expansión napoleónica, Ljubljana fue elegida capital de las Provincias Ilirias. La derrota de Napoleón llevó a la ciudad de vuelta al dominio del Imperio austríaco, pero también fue la capital del interno Reino de Iliria. En la ciudad se celebraron importantes congresos europeos dentro de la Restauración de fronteras y, como parte integral del Imperio austríaco, se potenció la llegada del ferrocarril desde Viena, y su conexión con el puerto de Trieste. La derrota del Imperio austrohúngaro en la I Guerra Mundial hizo que fuera desgajada de este imperio y que se integrara dentro del nuevo Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos.



Durante la II Guerra Mundial, Ljubljana fue ocupada por la Italia y Alemania, y era un punto de tensión entre colaboracionistas y los partisanos yugoslavos. Por un lado, el paneslavismo que intentaba reunir a los eslavos del sur en un Estado… pero por otro, la mayor relación del territorio de la Carniola con Austria, y más escasa con el resto de los Balcanes. Desde la creación de Yugoslavia, Ljubljana fue la capital de Eslovenia, la región más rica y próspera del país, étnicamente más homogénea y más cercana a la órbita europea occidental que el resto de sus compatriotas. El auge de los nacionalismos de unos y otros hizo que fuera la primera república yugoslava que declaró su independencia en 1991.



La independencia eslovena comportó algún episodio de guerra y muertes, pero fue más acotado y breve que en los otros casos. Ljubljana rápidamente atrajo la inversión y, además de no haber sufrido casi daños, comenzó a enriquecerse y a erigirse como una ciudad moderna. El país logró rápidamente entrar en la Unión Europea, y Ljubljana alcanzó niveles de vida europeos, incluso superando la media del club. Aunque es la capital y mayor ciudad del país, solo tiene 300 000 habitantes y su aspecto es de una ciudad pequeña. A pesar de ello, da gala de destacada presencia farmacéutica, bancaria y cultural, además de un centro de educación y ciencia.



Me encanta Ljubljana. La he visitado tres veces: en 2007, 2016 y 2023. Mi primera vez allí fue como visitar algo idílico, muy cuidado y elegante, un lugar que uno se pregunta por qué es tan desconocido si es tan bello. Una ciudad que mezcla un pasado muy austríaco con la influencia balcánica. Después comenzó a aflorar en el turismo, pero siempre que he vuelto es una maravilla: tranquila, bella, con ambiente muy amable y acogedor… Una delicia. Y envuelta en un halo de misterio: por su símbolo, el dragón, que está por todas partes, su calmado río serpenteante bajo la mirada de un imponente castillo… y si hay nieve, una postal más de cuento. Te dejará “hechizado”.



Qué ver en Ljubljana
1.-Stari trg y el puente de los zapateros
Esta es la parte sur de la ciudad vieja, al pie del cerro del castillo. Es una zona donde, si vas en coche, se puede aparcar más fácilmente, alrededor de la Iglesia de San Florian. La calle Stari trg es la principal, y casi que empieza en la iglesia de San Jacob, una iglesia jesuita del siglo XVII. Muy cerquita está el puente de los zapateros o Šuštarski most, muy bonito con unas columnas y vistas sobre el río Ljubljanica, para ir abriendo boca. Al otro lado del río está el Museo de la ciudad.



2.-Ayuntamiento de Ljubljana
Siguiendo por la Stari trg llegarás hasta la Mestni Trg, que es uno de los lugares indispensables de Ljubljana. Esta es la “plaza de la ciudad”, algo curva, que está presidida por el Ayuntamiento de Ljubljana. Me recordó a un estilo alpino, es del siglo XV. Frente a él está la Fuente Robba, de 1751, que es conocida como “los tres ríos de Carniola”, ya que sus tres figuras representan a los ríos que discurren por la histórica región de Carniola (hoy Eslovenia): Sava, Ljubljanica y Krka. Está inspirada en la Plaza Navona de Roma.



3.-Catedral de San Nicolás
Desde la anterior plaza verás la catedral al fondo, esta es la de San Nicolás. De color amarillo, con su cúpula verde y sus dos torres, es uno de los símbolos de Ljubljana. Data del siglo XVIII y es típicamente barroca, con un interior muy decorado. Fuera, podrás visitar el Mercado Central si tienes suerte y no está lloviendo-nevando como la última vez que fui. Justo enfrente de esta plaza, Vodnikov trg, verás el funicular por el que puedes subir al castillo.



4.-Puente de los dragones
Al otro lado de la anterior plaza, puedes cruzar el río por el puente de los dragones, o Zmajski most. Fue levantado en el 1901, sustituyendo a uno de madera. Como te contaba, el dragón es el emblema de la ciudad. Su historia se retrae a la mitología griega y a la historia de Jasón y los argonautas, que llegaron hasta aquí y vencieron a un dragón, salvando a una virgen que tenía secuestrada. Este puente está custodiado por cuatro dragones en bronce, que según dicen, mueven la cola cuando una virgen cruza el puente. Tras cruzarlo, puedes aprovechar para pasear junto al Ljubljanica por la margen norte, donde hay varias estatuas como la de una rosa carnívora, un sátiro, un lobo…




5.-Plaza Preseren
Y llegarás hasta el punto neurálgico de Ljubljana: la plaza Preseren, en honor al poeta esloveno más famoso, y también defensor de su pueblo. Esta es una plaza donde confluyen algunas de las calles más importantes de la ciudad, sobre todo verás que se enfoca hacia el Tromostovje, o tres puentes simultáneos que cruzan el río. La plaza está presidida por la Iglesia de la Anunciación, franciscana del siglo XVII en un tono rosa pastel muy bonito. En la plaza también podrás ver la Casa Hauptmann, de 1873, con decoración de cerámica muy bonita, que recuerda al estilo secesión vienés; o la Farmacia Central en el Palacio Meyer, al otro lado del puente.




6.-Ópera de Ljubljana y más museos
Aquí aprovechamos para comer en un centro comercial donde había bastante oferta, y seguimos para aprovechar las horas de luz y visitar este barrio al noroeste de la plaza anterior, donde hay grandes e importantes instituciones y edificios. En concreto, primero pasamos por la ópera eslovena, de 1892, en estilo neorrenacentista. Fuimos después a la Galería Nacional, el museo más importante del país, del 1918. También está por aquí el Museo de Arte Moderno, con la escultura de los Manifestantes en primer término; y el Museo de Historia Natural.




7.-Parque Tívoli
Entre todo lo anterior, nos acercamos hasta el Parque Tívoli, el más amplio de Ljubljana (5 km2) y su pulmón. Aquí hay una mansión que es conocida como el castillo Tivoli, todo rodeado de grandísimos jardines. Cuando fuimos estaba todo nevado, pero alcanzamos a ver la Kip dečka s piščalko, una estatua que representa a un niño pastor tocando la flauta, que representa la fuerza y resistencia del pueblo esloveno. Es el símbolo de la televisión del país, por ejemplo. Además, cerquita está la Iglesia San Cirilo y Metodio, la iglesia ortodoxa de la ciudad, construida en época yugoslava. El parque es muy extenso, pero si decides visitarlo entero, al norte se encuentra el Museo de Historia Contemporánea.



8.-Trg Republike
Y desde aquí volvimos a pasar entre museos para llegar a la Plaza de la República, emblema del progreso en la época socialista yugoslava, y exponente de este tipo de arquitectura. Aquí está el monumento a la revolución, y frente a estos dos rascacielos, se encuentra el Parlamento esloveno. Está frente a la plaza de los héroes nacionales (Narodnih herojev). Aquí vimos la Grobnica narodnih herojev, la tumba que honra a los caídos en la II Guerra Mundial.



9.-Kongresni Trg
Nos dirigimos ahora hacia el Park Zvezda, donde hay varias estatuas bonitas. Al lado está la Kongresni Trg, con unas vistas impresionantes hacia el castilo. Aquí destaca el edificio de la Universidad de Ljubljana, de 1919 y la más antigua del país; el edificio de la filarmónica, y la iglesia ursulina Sveta Trojice (de la Trinidad), del siglo XVIII, con una imponente fachada.



10.-Modernismo y buenas vistas
Volvimos al centro para pasear por sus calles más céntricas, incluyendo la Copova, y la Slovenska, donde está el rascacielos Nebotičnik, donde hay un buen mirador de la ciudad. Pasamos por la calle Miklošičeva, donde vimos ejemplos del modernismo en el Hotel Union y en la fachada de la Casa Vurnikova.



11.-Metelkova
Nos dirigíamos al barrio de Metelkova. Se trata de un antiguo complejo militar que fue abandonado, y en 1993 algunos voluntarios evitaron su derribo. Actualmente es un lugar de celebración de conciertos y cultura alternativa. Su aspecto, lleno de graffittis, y con una cultura del reciclaje underground, es muy llamativo. Aquí hay bares de todos los tipos, y también su público: desde estudiantes hasta sin techo. Creo que no es peligroso, pero iría con cuidado, sobre todo hay gente que se molesta si sacas fotos. Se encuentra cerca de la calle Metelkova, al este de la estación de trenes.




12.-Museo etnográfico y Museo de Arte Contemporáneo
Al lado de Metelkova están estos dos museos, uno de arte contemporáneo muy chulo y moderno (que fue un refugio muy necesario para el frío), y el etnográfico.



13.-Castillo de Ljubljana
Al otro lado del puente se alza la colina del castillo. El Castillo de Ljubljana (Ljubljanski grad) se remonta a tiempos romanos, cuando fue utilizado como fortaleza por su ejército. El actual castillo data del siglo XII, aunque ha sufrido varias remodelaciones. Se puede acceder en funicular desde la plaza Krekov, aunque también se puede subir andando por senderos que parten un par de calles más al noroeste de esta plaza, o en coche y dejarlo en el parking de arriba. Todo está muy bien indicado. Desde arriba se pueden apreciar unas vistas muy bonitas de la ciudad.



14.-Excursiones desde Ljubljana
Ljubljana está en el centro de Eslovenia y es muy fácil hacer excursiones teniendo como base la capital. Por ejemplo, el punto más visitado es el Lago Bled, que puedes combinar con el de Bohinj y el pueblo de Radovljica. También está muy cerca el pueblo de Skofja Loka y Kranj; acercarte hasta Maribor y Ptuj; visitar el castillo de Predjama; o visitar la costa, en localidades como Piran. Para más info, visita este artículo sobre toda Eslovenia.
¿Te vienes a Ljubljana?
