Qué ver en PÉCS, los lazos de la cultura erudita
Más de “cinco” razones por las que visitar la ciudad de la cultura húngara
En mitad de la fértil y perfectísima llanura panónica, los romanos fundaron el asentamiento Sopianae, cuya principal actividad era la elaboración del vino. Sopianae fue creciendo, con una importante comunidad cristiana, y se convirtió en la capital de la provincia Valeria, dentro de Panonia. A finales de siglo IV, los ataques hunos debilitaron a los romanos y comenzó su retirada. Tras la sucesión de los pueblos bárbaros, la zona fue habitada por los ávaros, y a finales de siglo VIII, Carlomagno conquistó el área incluyéndola dentro del Sacro Imperio Romano Germánico, dependiente de la diócesis de Salzburgo.
La ciudad se llamaba por aquel entonces Quinque Basilicae o Quinque Ecclesiae, ya que al construir la ciudad, la hicieron con los restos de cinco capillas cristianas. La ciudad estaba habitada mayoritariamente por ávaros y eslavos, quienes eran vasallos de los francos. Cuando llegaron los húngaros, en el siglo X, estos mantuvieron un estilo de vida seminómada a lo largo de toda la llanura panónica, y se cuenta que en Pécs tenían su “cuartel de invierno”. Fue convertida en sede episcopal en el siglo XI, y en estos tiempos del Reino de Hungría es cuando aparece el nombre Pécs, significando “cinco”, lo que mantenía su esencia originaria.
El rey húngaro Luis I escuchó al arzobispo de la ciudad y fundó en 1367 la Universidad de Pécs, la más antigua de Hungría y la quinta más antigua de Europa. La relación entre la religión, cultura y poder estuvo muy bien plasmada en Pécs. El gran poeta medieval Janus Pannonius se convirtió en el nuevo arzobispo de Pécs, y comenzó un periodo de esplendor cultural de referencia en toda Hungría. Sin embargo, en el siglo XVI el avance turco por el sureste de Europa era imparable, y tras la batalla de Mohács en 1526, las tropas de Suleimán el Magnífico capturaron Pécs. Los otomanos fortificaron la ciudad y convirtieron las iglesias en mezquitas, por lo que la entonces Peçuy era una típica ciudad otomana.
El dominio de los turcos no duró demasiado aquí, pues en el XVII los germanos comenzaron a vencer a los otomanos y acabaron reconquistando Pécs en 1686 tras un asedio en el que la ciudad fue quemada y arrasada. La composición de la población cambió con la llegada de nuevos pobladores, que hizo que a finales de siglo XVII la mayoría fueran croatas, además de húngaros y una importante minoría alemana. Esto hizo que la ciudad no apoyara la revuelta contra los Habsburgo, iniciada por el liberador húngaro Rakoczi. La ciudad vivió en el XVIII un periodo de estabilidad que hizo prosperar su economía, basada en el vino y la industria. A finales de siglo, la reina Mª Teresa de Habsburgo la convirtió en una ciudad libre real.
En el siglo XIX, la industria siguió desarrollándose, como la del papel y el acero, o la minería de carbón, lo que atrajo más población. La ciudad fue brevemente ocupada por los croatas durante la Revolución de 1848, y durante el tiempo del Imperio austrohúngaro, la ciudad incrementó sus conexiones férreas con el resto del imperio. Durante la I Guerra Mundial fue ocupada por los serbios, antes de ser devuelta a la mermada Hungría. Tras la II Guerra Mundial, liberada por los soviéticos, la mayoría de los alemanes que residían en la ciudad fueron expulsados, a pesar de que hoy son la principal minoría en Pécs. En 1998, la ciudad recibió de la UNESCO un premio por la paz, por su tolerancia y convivencia con las minorías, y la acogida a los refugiados de las guerras yugoslavas.
Sin embargo, en la época más reciente este carácter de acogida parece haber cambiado. En una fácil llanura, y situada en plena ruta de migrantes que desde 2014 fue utilizada desde Próximo Oriente hasta Europa, la ciudad hizo ilegal a los homeless. A su vez, el gobierno de Hungría comenzó a construir vallas en la cercana frontera, entre Hungría, Serbia y Croacia. En otro aspecto, la ciudad es conocida por sus fábricas, por la porcelana de Zsolnay, que es el orgullo de la ciudad; por la elaboración de la cerveza, y sobre todo, por ser “la ciudad de la cultura” de Hungría, gracias a su famosa universidad y su arte otomano. Ello le valió que en 2010 fuera la Capital Europea de la Cultura.
Visitamos Pécs en 2023, en un invierno gris que envolvía a la ciudad. Recuerdo que las carreteras que nos llevaron hasta Pécs estaban fatal y muy anticuadas, pasando por pueblitos dormidos muy solitarios. Nos quedamos en la casa Fehérház Alkalmi Szálló, regentada por una familia acogedora, estuvimos de maravilla cenando nuestras cosas del supermercado, en esa calle tan estrecha pero donde se podía aparcar gratis, cerca de la muralla. Tenía expectativas muy altas con Pécs, y quizá por eso no salí tan maravillado de la ciudad como esperaba, pero también fue porque el invierno hizo que varias fuentes estuvieran cerradas, o que hubiera poca vida por la calle.
Qué ver en Pécs
1.-Calle Kiraly
Comenzamos nuestro recorrido por Pécs desde nuestro alojamiento bajando por la calle Majorossy, viendo el contraste entre fachadas elegantes y otras destrozadas, hasta que llegamos a los albores de la calle Kiraly. Esta es la calle peatonal más importante de Pécs. Aquí paramos a desayunar en unas panaderías muy ricas, y seguimos recorriéndola, parando en la Iglesia de la Transfiguración del Señor, también llamada la Iglesia del Liceo. Fue transformada en mezquita durante la época otomana, y después se volvió a construir como iglesia, esta data del 1741 en un estilo barroco. También vimos el Kurosz, una estatua que se puso en 1996.
2.-Teatro Nacional de Pécs
Algo más adelante te encontrarás con este bonito teatro que abrió en 1895. Un edificio majestuoso y colorido, de lo más bello de la ciudad, que además tiene unos edificios a los lados que también son elegantes. Por ejemplo, el Hotel Palatinus, que también sirve como balneario, cerquita está la estatua del poeta Sándor Weöres.
3.-Szechenyi tér y Mezquita de Pasha Qasim
Y ya llegamos al centro neurálgico de Pécs, la plaza Szechenyi (como no podía ser de otra manera). Una plaza preciosa, jalonada de edificios tan bonitos como el Ayuntamiento o el Gobierno regional de Baranya, con tejas que simulan los motivos de porcelana de Zsolnay. Este fue el lugar donde se ponía el mercado de la ciudad, y ahora está presidida por la estatua ecuestre de János Hunyadi, gobernante y comandante húngaro que hizo frente a los otomanos en el siglo XV. En el centro está la columna de la Trinidad, que como en todas partes de Centroeuropa, conmemoran la supervivencia ante las plagas. También verás el termómetro, barómetro e higrómetro de Pécs, de 1908, me pareció bonito.
Y sobre todo, lo más llamativo es la Mezquita Pasha Qasim. Sus orígenes los tiene en el siglo XIII, cuando el rey húngaro Andrés III viajó a Tierra Santa y se trajo como reliquia la mano derecha de San Bartolomé. Construyó a su vuelta la iglesia gótica de San Bartolomé, pero con la conquista otomana, estos la transformaron en la mezquita en honor al Pasha Gazi Qasim en 1543. Tras su expulsión, se volvió a transformar en una iglesia barroca, y aunque quitaron el minarete, el edificio que se mantiene hoy es el del siglo XVI. Recomiendo entrar a visitarla, para ver la mezcla de elementos musulmanes y cristianos, así como las vidrieras bonitas.
4.-Fuente Szolnay e Iglesia de San Sebastián
En la parte sur de la plaza se encuentra la Iglesia de San Sebastián, capuchina, del siglo XVIII. Frente a ella se encuentra la fuente Szolnay, símbolo de la ciudad, que honra al dueño de la fábrica de porcelana. Tiene cuatro toros que recuerdan al escudo de la ciudad, en colores brillantes y bonitos. Una pena que debido al frío estuviera cubierta.
5.-Kossuth tér
Continuamos hacia el sur y llegamos a la plaza de Kossuth Lajos, presidida por la estatua de este político húngaro que defendió la independencia respecto del poder de Austria. En esta plaza se encuentra la sinagoga de Pécs, del siglo XIX, una de las más bonitas en estilo húngaro, junto a la de Subotica.
6.-Mezquita Jakovali Hassan
Cambiamos ahora de parte de la ciudad, recorriendo la avenida de Rakoczi, hasta llegar a uno de los puntos más chulos de Pécs. Se trata de la mezquita Jakovali Hassan, del siglo XVII, considerada la mezquita que se ha mantenido más intacta desde la época otomana, pues sigue teniendo esa función. A su entrada está la estatua del cronista otomano Ibrahim Peçevi.
7.-Baños Memi Pasha e Iglesia de San Francisco
Estos baños otomanos del siglo XVI son los más grandes que han sobrevivido de ese periodo en toda Hungría. Frente a ellos se encuentra la Iglesia de San Francisco. La leyenda dice que Memi Pasha, un gobernador otomano, se enteró que cincuenta niños estaban cautivos en esta iglesia gótica (construida en el XIV), por lo que mandó a sus soldados a rescatarlos, y por ello transformó esta iglesia en mezquita y construyó los baños, además de una madrasa, como un comedor social. Tras la derrota otomana, fue reconvertida en iglesia franciscana, su aspecto actual es del XVIII. Frente a ella está la estatua de San Francisco (Szent Ferenc).
8.-Barbacana y Murallas de Pécs
Comenzamos a subir levemente hasta llegar a una parte más alta de Pécs, donde vimos la Barbakán, una torre defensiva del siglo XV. Bordeando la parte norte de la ciudad puedes apreciar más segmentos de la muralla que rodeaba la ciudad, como en la Szentágothai János stny.
9.-Catedral de Pécs
La Catedral de Pécs, en honor a San Pedro y San Pablo, está donde antaño se encontrara una iglesia romana del siglo IV, que se fue ampliando con Esteban I de Hungría. En el siglo XI, después de un incendio, se construyó el edificio en estilo románico, y más tarde se le añadieron torres góticas. Después de los daños ocasionados durante el control otomano, se volvió a reformar en estilo neorrománico a finales de siglo XIX. Hoy en día, la catedral es espectacular e imponente, con cuatro torres muy altas que dan un aspecto macizo y colosal. La puerta de entrada, conocida como “la puerta dorada” es muy bonita, y su interior es muy lujoso. Al lado de la catedral está el palacio arzobispal, del siglo XII; y detrás de ella, las estatuas de los doce apóstoles. Por último, aquí también podrás ver ruinas de las otras basílicas de Quinque Basilicae, como la de Santa María, justo en todo este recinto; u otra cercana que hay cerca de la puerta central.
10.-Universidad de Pécs y necrópolis paleocristiana
En el reciento de la catedral verás también las ruinas de la antigua universidad, con una piedra que pone “Universidad medieval“. Al lado hay un monumento que simboliza la fundación de la universidad en 1367 y la alianza entre rey y arzobispo. También tienes que visitar la necrópolis paleocristiana, con tumbas y mausoleos del siglo IV, fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Otro lugar interesante es la Cella Septichora, un almacén romano del siglo IV. Por último, en las inmediaciones de este lugar podrás ver museos como el Csontvary, de pintura; o el Vasarely, más contemporáneo.
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