Recorriendo Macedonia en invierno: el cañón MATKA
El Río Treska forma el bonito paraje del cañón Matka, donde podrás disfrutar de un agradable paseo en barco por un paraje natural de montaña y visitar cuevas
El cañón Matka es una excursión muy popular entre los macedonios. Está situado en las afueras de Skopje, en las montañas Suva. El río Treska discurre por estos relieves kársticos, inscribiéndose en una garganta con paredes de elevada altitud. Está cerrado por una presa, por lo que el lago formado es artificial. Es desde aquí que salen las barcas y kayaks para recorrer el cañón Matka.
Para llegar hasta aquí, hay que pasar por una serie de pueblos entre los que nos llamó la atención Glumovo. Eran pueblos muy humildes, de albaneses, entre los que veíamos niños llegar del colegio, pastores con sus rebaños, y casas en estado precario. Eso sí, las mezquitas eran muy nuevas y contaban con letreros digitales en sus minaretes.
Poco después ya llegamos a Matka. Aquí el aparcamiento está bastante concurrido. El paseo es ameno hasta llegar a la presa, poco después ya empiezan a verse las barcas y la iglesia de San Andrés, de 1389. Matka es un lugar muy querido por los macedonios y el lugar donde se han grabado varios videoclips como el de Elena Risteska – Usni kako temno mastilo. Sus aguas cristalinas, su neblina por las mañanas y la travesía entre las angostas paredes os harán vivir una bonita experiencia. Hay senderos para recorrer a uno y otro lado del río, aunque estos son bastante difíciles y no merecen tanto la pena como el paseo en barco o kayak. La razón estriba en visitar las cuevas formadas debido a esa característica de las rocas calizas: la formación del paisaje kárstico con estalagmitas, estalactitas y que es hábitat de numerosas especies como varias clases de murciélagos. La más famosa es la Cueva de Vrelo, que fue propuesta como maravilla natural y es la cueva sumergida más profunda del mundo.
http://www.youtube.com/watch?v=xsR22IV-83I
El paseo en barca, que sale desde el embarcadero a pie de la iglesia, incluye la visita a Vrelo. El paseo fue muy bonito, y también se disfruta de la fauna del lugar, con varias especies de aves muy interesantes. La cueva de Vrelo era bastante bonita, con mucha mierda de murciélago, y debido a que era invierno no pudimos visitarla entera porque el agua había sumergido gran parte de la parte acondicionada para andar.
Volvimos disfrutando de los paisajes otoñales de aquel paraje natural tan bonito.
Otras partes de Macedonia que recorrimos en coche fueron los trayectos desde Skopje a Bulgaria, donde pasamos por campos de cultivo muy amplios, y el trayecto que queríamos hacer desde Tetovo a Ohrid, pero que no pudimos finalizar por la impresionante nevada que cayó. Las carreteras macedonias están en un estado regular, y no nos fiábamos ya que el coche había patinado varias veces, así que dejamos Ohrid para otra ocasión.