Qué ver en KOTOR, el infinito deseo secreto
Para siempre mía: la ciudad más deseada del litoral montenegrino
Si observas la geografía de Montenegro verás que en su costa sobresalen una serie de accidentes en su parte más al oeste, con muchos entrantes, salientes y un auténtico laberinto costero. Se trata de las llamadas Bocas de Kotor, que aunque a menudo es referida como un fiordo, en realidad es una ría, ya que su origen geomorfológico es fluvial: por aquí el desaparecido río Bokelj llegaba al mar. Esta bahía de Kotor es muy angosta y rodeada por unos relieves tan vigorosos como puros precipicios, paredes casi verticales que encierran pueblos pesqueros y que en el pasado sirvieron como un refugio casi inexpugnable.
Esta costa siempre fue de vital importancia para los imperios y pueblos del mediterráneo. En tiempos romanos era conocida como Ascrivium, pero su creciente importancia llegó con el dominio bizantino cuando el emperador Justiniano I construyó las primeras fortificaciones de la ciudad, llamada Dekatera. Objeto de saqueo de varias incursiones musulmanas, el primer pueblo eslavo que la ocupó fue el búlgaro en el siglo XI, quienes después la cedieron al rey de Serbia. Sin embargo, la población no lo aceptó y decidieron unirse a la República de Ragusa. Pero Serbia siempre buscó una salida al mar, y un siglo después se hizo con la conquista de Kotor en el 1185, convirtiéndola en su puerto principal, y la ciudad creció considerablemente en importancia.
Kotor siguió cambiando de manos en esta región tan convulsa. A finales de siglo XIV, el rey de Serbia la perdió en detrimento de los húngaros y después fue recuperada por el rey bosnio Tvrtko I, cuando Bosnia era un reino potente. Sin embargo, poco después Kotor se alzó como una república independiente en 1391, algo que solo duraría unos treinta años, pues el acecho otomano por el Mediterráneo hizo que los propios ciudadanos de Kotor votaran unirse a la República de Venecia en 1420, como medio de protección, y estuvieron bajo este mando durante más de tres siglos. Fue el esplendor de Cattaro, su nombre en italiano, que desarrolló el arte y el comercio, así como la arquitectura y se configuró como una importante sede naval.
A finales de siglo XVIII, la veneciana Cattaro cayó ante los austríacos, y después sería parte del Imperio austrohúngaro hasta que este fue disuelto tras la II Guerra Mundial, en 1918. Fue entonces cuando se integró dentro de Yugoslavia y el dominio eslavo volvió a Kotor tras siglos. En la II Guerra Mundial fue ocupada por Mussolini para incluir a Cattaro en la gran Italia, pero fue vuelta a retomar por los yugoslavos, y así quedó hasta que Montenegro se declaró independiente en 2006. Kotor actuó durante la época yugoslava como un orgullo serbio, que había tomado esta ciudad como su gran puerto histórico. De hecho, a la entrada de la ciudad se lee “lo que pertenece a otros, no lo queremos; lo nuestro, no lo damos”.
Con apenas unos 13 000 habitantes, Kotor es el principal destino turístico de Montenegro, sobre todo gracias a los cruceros que paran aquí. La ciudad es el emblema de Montenegro, y por ello también es un lugar donde se palpa el sentimiento identitario montenegrino, con multitud de mezclas étnicas e históricas y confluido entre la montaña eslava y el litoral veneciano. Por ejemplo, se aprecia la convivencia de la fe católica y la ortodoxa, o de la lengua eslava con ciertas palabras en italiano o en dálmata, un idioma romance casi extinto. Kotor vive casi exclusivamente del turismo y la ciudad está llena de gente, tanto de turistas internacionales como de los propios montenegrinos o serbios que se acercan al mar en verano.
Realmente son una auténtica pasada Kotor y las Bocas de Kotor. Te sientes al llegar como a una ciudad escondida, al fondo de la bahía, protegida por imponentes montañas, repleta de construcciones venecianas. Kotor es la ciudad deseada del litoral montenegrino, como narra una canción: la “siempre mía, donde suenan las campanas, serás solo mía para siempre; donde el río ama al mar, siempre; allá arriba, por las colinas donde está mi vieja casa, iré contigo, mi deseo es permanecer“. Pero, es que además, alrededor de Kotor hay varios pueblos que casi le hacen sombra: Perast, llena de palacios y frente a dos islas de inusual belleza; Tivat, la localidad más moderna de Montenegro; y varios pueblos pesqueros. Te lo cuento todo en este artículo, ¡no te lo pierdas!
Qué ver en Kotor
1.-Torre Kampana, murallas y puertas de la ciudad
Kotor se encuentra en un triángulo fortificado, al pie del monte de San Juan. Aquí verás las murallas de la ciudad, entre las que destaca la Torre Kampana. También sus diferentes puertas, siendo la más conocida la puerta del mar (Vrata od mora), la más importante de la ciudad, construida en el siglo XVI. La Vrata od Skurde es la puerta que da hacia el canal del norte.
2.-Plaza de armas y torre del reloj
Accediendo por la puerta del mar llegarás a la plaza de armas (Trg od Oružja), donde se encuentra la imponente torre del reloj, del siglo XVII. También está el palacio del rector, del siglo XVII, hoy convertido en el Hotel Cattaro. También el Teatro Napoleón, uno de los teatros más antiguos de los Balcanes. Hasta hace poco funcionó como Ayuntamiento, hoy también es parte del Hotel Cattaro.
3.-Iglesias de Santa Clara, San Nicolás y San Lucas
Por el norte de la plaza verás una larga calle en la que se encuentran varias iglesias. La primera es la iglesia de Santa Clara, parte de un monasterio franciscano del siglo XVIII, con una bonita cúpula visible desde muchos puntos de la ciudad. Cerca está el bazar de la ciudad, parte del antiguo monasterio dominicano de San Nicolás. Un poco más adelante ya verás la imponente iglesia de San Nicolás (Svetog Nikole), que se encuentra justo al lado, y es presidida por una gran bandera serbia. Se levanta sobre el antiguo monasterio dominicano del siglo XVI, que fue destruido por un incendio. Después se construyó la actual iglesia ortodoxa en el siglo XIX, en un estilo neobizantino. En esta plaza se encuentra también la pequeña iglesia de San Lucas, la que fuera el principal templo católico hasta que también se instaló un altar ortodoxo y servía a las dos confesiones en tiempos de dominación otomana.
4.-Iglesia de Santa María
Continuando por la calle llegarás hasta la iglesia de Santa María (Sv Marije Koledate), románica, probablemente una de las más antiguas (dicen que del siglo VI), aunque el edificio actual es del siglo XIII. Desde aquí parte uno de los senderos que te llevan hasta el monte de San Juan.
5.-Museo del mar
El museo del mar es un punto muy destacado de Kotor. Se encuentra en el antiguo palacio de Gregorina, de estilo barroco, construido en el siglo XVIII con piedra de la croata Korcula; y en su interior hay colecciones de objetos marítimos, documentos históricos, etc.
6.-Catedral de San Trifón
La Catedral de San Trifón (Sv Tripuna) es católica y sede del obispado croata. San Trifón es el patrón y protector de la ciudad. Data del siglo XII y fue construida en un estilo románico. Se ubica en una bella plaza desde donde parte el otro sendero al monte de San Juan, y también donde están los históricos Archivos de Kotor.
7.-Palacio Pima
Este palacio es uno de los ejemplos de palacios nobiliarios. Fue construido en el siglo XVII en estilo renacentista y barroco, hoy es un bar.
8.-Calles de Kotor
Kotor es una ciudad pequeñita pero llena de callejones, pequeñas plazas, iglesias que te sorprenden en tu camino, y muchas terrazas. Déjate llevar y piérdete por sus calles, e intenta conocer sus gatos, ya que la ciudad es famosa por cuidar mucho de ellos.
9.-Iglesia de Nuestra Sra. de la Salud
En el camino de ascenso al monte San Juan está esta iglesia ortodoxa que conforma una de las postales más típicas de Kotor, ya que por su posición en la ladera del monte de San Juan su silueta se funde con la bahía de Kotor. Data de 1518.
10.-Castillo de San Juan
El monte de San Juan era el lugar de una antigua fortaleza desde tiempos ilirios, reconstruida por los bizantinos, y renovada en tiempos venecianos. Hoy se encuentran las ruinas del castillo y de la Iglesia de San Juan. Hay que pagar por acceder a este sendero (desde abajo en la ciudad), y no deja de ser bastante cansado, sobre todo si hace calor. La ruta es también conocida como la escalera de Kotor, por su pendiente y largos escalones. Las vistas son muy bonitas desde aquí.
Qué ver en Perast
Perast es una localidad muy cercana a Kotor, a unos escasos 12 km, por lo que a menudo es considerada como una extensión de este. Su nombre deriva de la tribu iliria de los Pirusti, y se encuentra justo en mitad de la bahía de Kotor, plantada en el centro, por lo que dominaba el tráfico de navíos. Siempre fue un pueblo pesquero, que crecía a expensas de la importante Kotor. Poco a poco fue enriqueciéndose y fruto de ello es que numerosos nobles establecieron sus palacios aquí. Hoy es un pueblecito de unos 250 habitantes, pero lleno de turistas ya que se encuentra justo enfrente de dos islas muy bellas, que son una de las imágenes más típicas de las Bocas de Kotor.
Aparcamos nuestro coche cerca del Pirate Bar, muy concurrido y un buen lugar para tomar un refresco. Aquí hay muy buenas vistas de las dos islas de Perast, y salen barquitos hasta una de ellas, que es la que se puede visitar. Estas dos islas son la de Gospa od Škrpjela (Nuestra Señora de las Rocas), la única isla artificial del Adriático. Únicamente era un islote rocoso que se fue ampliando ya que dos marineros venecianos encontraron aquí un icono de la Virgen María en 1452. En ella se encuentra la Iglesia católica de la Madonna dello Scarpello. Y la otra es la de Sveti Đorđe (San Jorge), que es una isla natural, donde se encuentra el monasterio benedictino de San Jorge, del siglo XII.
De vuelta, seguimos paseando por Perast y vimos el Museo de la ciudad de Perast, situado en el Palacio Bujovic, del siglo XVII. Más adelante, la Iglesia de San Juan Bautista, como escondida entre las propias casas, formando una imagen muy típica de la vida en Perast. Este pueblo parece que guarda una mezcla entre la vida más tradicional y pausada, con la aparición del turismo y un paseo repleto de terrazas, hoteles y tiendas.
Al fondo se veía el Palacio Zmajevic, y la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, católica con un esbelto campanario del siglo XVII. Perast está coronado por la Fortaleza sv. Kriza, también visible al fondo. Delante, en el paseo, está el Palacio Smekja, como la mayoría de construcciones de por aquí, en piedra blanca. Por detrás también estaba el Palacio Krilovic, y más adelante, la pequeña iglesia del apóstol San Marcos.
Y quizá el centro de Perast sea la Iglesia de San Nicolás, construida entre los siglos XV y XVII, siendo su campanario el más vistoso de Perast con 55 metros de altura. Me recordó a Split, ya que esta arquitectura veneciana es común en la costa dálmata. Si sigues más adelante, seguirás viendo palacios como el Palacio Brajkovic-Martinovic, Palacio Viskovic, Palacio Mazarovic… e iglesias como la ortodoxa de la Natividad o las ruinas de un antiguo monasterio católico.
Qué ver en Tivat
Tivat se encuentra algo más afuera de las Bocas de Kotor, situado en una península adyacente. Aunque toda esta parte lleva tiempo recorrerla porque hay que bordear toda la costa, de Kotor a Tivat hay poco porque la carretera transcurre por el istmo y es casi recta (aunque hay bastante tráfico). Tivat tiene unos 14 000 habitantes y su importancia reside en que es uno de los municipios más ricos de Montenegro, y más modernizados. Aunque es una ciudad también con historia, poco queda de un pueblo antiguo, prácticamente se reduce al Palacio Bucha, en una antigua fortaleza y con un museo. Y es que sobre todo está volcado a un turismo de gama más alta. Aquí se encuentra Porto Montenegro, una antigua base naval que fue transformada en una marina de yates por un multimillonario canadiense, y que ahora recibe a los turistas más pudientes de Montenegro.
Porto Montenegro es un espacio muy cuidado, muy bello, donde todo está cuidado al milímetro, con numerosas fuentes modernas, terrazas glamourosas, personal de seguridad a pocos metros… en definitiva, algo bastante diferente a otros puntos turísticos de Montenegro. Muy cerca de aquí está el Aeropuerto de Tivat, uno de los dos internacionales que tiene el país. El más grande y con más tráfico es el de Podgorica, aunque el de Tivat mantiene conexiones con Moscú y Belgrado, quienes son los mayores inversores del turismo en Montenegro y atrae a adinerados visitantes. En los alrededores de Tivat puedes visitar el Manastir Prevlaka y la Playa Plavi Horizonti, o acercarte hasta el pueblo pesquero de Lepetane, situado en la parte más estrecha de la bahía de Kotor.
¿Te vienes a Kotor?
