Qué ver en el LAGO LEMAN [Évian. Castillo de Chillon]
Compartido entre Francia y Suiza, este gran lago alpino es uno de los lugares más codiciados para veranear
El Lago Léman es un lago compartido entre Suiza y Francia, formado por el Río Ródano. Este río nace en las montañas de Valais, en Suiza, y tras formar este lago vuelve a escurrir por Ginebra como río hasta su desembocadura en el Mediterráneo. Es un lago alargado, de 72 km de longitud, en el que podrás encontrar numerosos pueblecitos donde parar a disfrutar del lago. Su clima fresco, sus paisajes imponentes dominados por las montañas de los Alpes y unas aguas cristalinas han hecho de este sitio uno de los preferidos por las clases más adineradas para pasar sus vacaciones.
El territorio suizo abarca desde Ginebra, toda la parte norte, hasta llegar al extremo este del lago. En esta ribera encontrarás pueblos como Nyon, un pueblo con un centro histórico muy bonito; Lausana, sede del Comité Olímpico Internacional; Vevey, sede de Nestlé y otros muchos pequeños que, simplemente, ofrecen unos paisajes relajados y espectaculares.
Cerca de Montreux, y dominando el lago desde el extremo este se alza el imponente Castillo de Chillon. El Castillo de Chillon fue desde época romana un emplazamiento defensivo. Su posición es estratégica, ya que se encuentra en el umbral entre el corredor suizo hacia Francia y Alemania; y el corredor suizo del valle del Ródano hacia Valais e Italia. Dese aquí se domina el Lago Leman y las costas suizo-saboyanas. Su origen se remonta al siglo X, aunque su construcción actual data del siglo XIX. Fue usado como bastión de la Casa de Saboya durante gran parte de su historia, y después fue conqusitado por los berneses, quienes estuvieron hasta el siglo XVIII. Aunque Suiza destaca por sus atractivos naturales, no está mal recordar el patrimonio histórico que ofrece, y Chillon quizá sea su mejor exponente. La entrada vale en torno a 10 €, y las vistas son espectaculares.
La ribera sur del Lago Léman pertenece a Francia. Más concretamente, a la histórica región de Saboya, un reino que dominó gran parte de los Alpes y los pasos en el corazón del continente, hasta que fue anexionado por Francia. Su influencia en Francia e Italia fue tal que la dinastía de la Casa de Saboya llegó a reinar en Italia e incluso en España. La bandera de Saboya es muy parecida a la de Suiza, salvo que su cruz llega a todos los costados (como Dinamarca). Esta parte es aún más relajada. Las carreteras son más estrechas y los pueblos, más pequeños. El más grande de ellos es Thonon-les-Bains, aunque es Évian el más famoso. Tampoco debes olvidar visitar el fantástico pueblo de Yvoire. Évian es un pequeño pueblo de 8.000 habitantes, célebre por ser un destino de balneario de las clases más pudientes europeas desde hace siglos. Sus surgencias de agua también le valieron para exportar la marca de agua Évian, una de las más caras y con mayor prestigio internacional. También cuenta con un importante casino, símbolo de su riqueza.
En resumen, lo mejor para visitar el Lago Léman es recorrerlo en coche, sin prisas y parando en cada pueblo que encuentres. Puedes visitar pequeños pueblos históricos, castillos, centros de balnearios, casinos, bañarte en sus playas de piedras o practicar algunos deportes acuáticos. Y sobre todo, ¡disfrutar de las vistas y del aire tan puro!
