RENO, la gran pequeña ciudad y el idílico LAGO TAHOE
Reno es la entrada norte a Nevada: casinos, alcohol y armas. El Lago Tahoe es un remanso contradictorio de la paz de los paisajes y la adrenalina de los deportes que puedes practicar en él
Situada en el Estado de Nevada, “la pequeña ciudad más grande del mundo”, como apunta su gran letrero, cuenta con 225.000 habitantes. Reno se localiza en el noroeste de Nevada, muy próxima a la frontera con California. El nacimiento de Reno está asociado al descubrimiento de metales preciosos como el oro y la plata. Después se desarrolló como lugar de servicios (hotel, restaurantes) para los viajeros que cruzaban EEUU de punta a punta. En el siglo XIX también supuso un auge con la llegada del ferrocarril (Central Pacific Railroad), momento en el cual se funda Reno como ciudad. Actualmente es la parada más importante entre el norte de California y Salt Lake City, en Utah. En 1931 se aprobó la legalización del juego, y desde entonces es famosa por sus casinos, y entre ellos destaca Harrah’s, el fabricante de máquinas tragaperras más grande del mundo, y otros como El Dorado, Circus o Silver Legacy.
Visité Reno en un fin de semana que tenía libre, en un día improvisado que amanecí en Yosemite, y acabé durmiendo en Sacramento. Realmente, Reno no tiene mucho que ver y no era un sitio destacado, pero me resultaba curioso ver cómo era este pueblo y el contraste entre un Estado y otro de los EEUU, sobre todo en material de juego y armas. California es muy restrictiva en estos aspectos, y el cambio respecto de Reno es brutal. Aquí todo el mundo puede jugar en los casinos y apostar cuanto quiera, o comprar armas sin hacerte demasiadas preguntas. Me acuerdo que estaba viendo las armas y el encargado empezó a venderme una, a lo que dije que solo estaba viendo y que si podía hacer una foto. Su respuesta fue “¿De dónde vienes?” Y le dije “De España”. Y entonces empezó a decirme “ohhh qué pena que allí no podéis tener armas, qué putada… bueno entonces te dejo que eches una como recuerdo, ya que no te puedes llevar una”.
En Reno no hay nada que ver como tal, simplemente pasear por Virginia Street bajo el Arco de Reno, construido en 1927 para promocionar la exhibición de Transcontinental Highways; acercarte si quieres visitar el Museo Nacional del Automóvil y ya gastar el tiempo en comprar, jugar en casinos o comer en sus restaurantes y bares. Es muy pequeñito, y todo esto se reduce a las calles aledañas a donde está el arco. Cuando fui había un mercadillo de todo tipo de productos y una sección con comidas italianas.
En los alrededores puedes hacer más actividades, como los descensos por el río Truckee, jugar en campos de golf, o ir de compras en muchos outlets. Pero sobre todo destaca la cercanía al Lago Tahoe, un lago de agua cristalina situado entre California y Nevada. Es conocido por ser un destino turístico de primer orden entre los californianos, básicamente por sus deportes acuáticos y esquí en las proximidades. También, entre Reno y el Lago Tahoe está Carson City, capital del Estado de Nevada, que apenas sobrepasa los 50.000 habitantes. Fundada también por la minería en el siglo XIX, esta ciudad es meramente administrativa y tiene poco o nada que ver. Yo ni paré aquí.
La ciudad más importante del lago es South Lake Tahoe, con poco más de 20.000 habitantes, y está dividida entre el Estado de California y el de Nevada, con lo que implican sus leyes. A un lado encontrarás casinos, armas y alcohol y en otra no. El Lago Tahoe es un sitio donde hay muchos campings de caravanas, pueblecitos y resorts turísticos, y no hay “nada que ver” aquí, simplemente disfrutar del aire, la montaña y el lago, con todas las actividades que ello ofrece: todo tipo de deportes acuáticos, windsurf, paseos a caballo, esquí, rutas en bicicleta… Quizá la postal más bonita sea Emerald Bay, un recoveco del lago donde hay una pequeña isla. Para llegar aquí, la carretera es bastante sinuosa pero es muy bonita, ya que discurre entre el propio Tahoe y el Cascade Lake.
El lago cambia mucho de una estación del año a otra. En invierno se restringe mucho su acceso debido a las copiosas nevadas que caen en él, con lo que asegúrate antes de venir. Igualmente, las carreteras que se acercan al lago suelen estar llenísimas de gente y suele haber atascos, de todos los domingueros y turistas de fin de semana que vienen de todas partes de California.