Qué ver en JERUSALÉN, pasión en la ciudad santa

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Una ciudad santa y sagrada para cristianos, judíos y musulmanes

Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo y, probablemente, la que más ha infuido en toda la humanidad: una ciudad santa para las tres religiones monoteístas del cristianismo, judaísmo e islam. Situada en las montañas de Judea, fue habitada desde tiempos inmemoriales. Según el Antiguo Testamento (compartido por cristianos y judíos), Jerusalén fue fundada por los ancestros de Abraham y erigida como capital de Israel por el rey David. Su hijo Salomón extendió la ciudad y comenzó a construir el llamado Templo de Salomón, destinado a albergar el Arca de la Alianza, que contiene las leyes que Yavé dio a Moisés en el Sinaí.

Muro de las Lamentaciones, Jerusalén
Iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén
Cúpula de la Roca, Jerusalén

La Judá de David y Salomón era reducida, pero cuando el Reino de Israel (localizado más al norte, en la región de Samaria) fue conquistado por los asirios, la mayoría se refugió en Jerusalén. Sedecías fue su último rey, depuesto por los babilonios que arrasaron la ciudad en el siglo VI a.C. Después pasaría a manos persas con Ciro II el Grande, y con el aqueménida Artajerjes I se reconstruyó la ciudad y Jerusalén volvió a ser un centro de culto judío. En el siglo IV a.C. fue Alejandro Magno quien conquistó toda esta región dentro de su vasto imperio, sucedido por los egipcios ptolemaicos y los seléucidas, quienes intentaron helenizar la ciudad.

El rey David en Jerusalén
Valle del Kidran, Jerusalén
Jerusalén

Por esta razón, los macabeos judíos se sublevaron y consiguieron establecer el reino macabeo o asmoneo, hasta que los romanos lo conquistaron en el 60 a.C., y tras disputas e invasiones, puso al frente al rey Herodes como rey de Judea, Galilea, Samaria e Idumea, vasallo de los romanos. Herodes fue llamado “el Grande” y embelleció la ciudad, ampliando considerablemente el templo de los judíos. Fue en esta época cuando cambió para siempre el transcurso de la Historia con la venida del Mesías: el año 0 es el nacimiento de Jesucristo, en la cercana Belén. Todos conocemos lo que narra la Biblia, y por ello Jerusalén es una ciudad sagrada: aquí murió Jesús en la cruz. Cuando Herodes murió, Roma asumió el control directo de lo que llamó la provincia de Judea, un lugar donde se había empezado a formar la Iglesia cristiana.

Jerusalén
Vía Dolorosa, Jerusalén
Jerusalén

Las guerras entre romanos y judeos hicieron que la ciudad fuera totalmente arrasada, y el emperador Adriano tuvo que reconstruirla desde cero, llamándola Aelia, con aspecto de una típica ciudad romana, prohibiendo la entrada a los judíos. Incluida dentro de la reformada provincia de Siria-Palestina, la conversión del emperador Constantino I al cristianismo hizo que se permitiera la entrada a Jerusalén de los cristianos, y se comenzaron a construir templos como el del Santo Sepulcro en el 326. Con el dominio bizantino, Jerusalén era una ciudad prácticamente cristiana en su totalidad y fue una de las ciudades de la pentarquía, las cinco autoridades religiosas cristianas, predominando el clero griego.

Vía Dolorosa, Jerusalén
Vía Dolorosa, Jerusalén
Iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén

En el siglo VII fue asediada por los persas sasánidas, quienes con ayuda de los judíos tomaron la cristiana Jerusalén. En estos momentos, en el 623 tuvo lugar la Hégira de Mahoma, y se dice que ascendió a los cielos desde la roca de Jerusalén. Fue a finales de este silgo VII cuando los omeyas construyeron la Cúpula de la Roca, y en el siglo VIII, la mezquita Al-Aqsa. Es por ello que Jerusalén se considera la tercera ciudad más sagrada para los musulmanes, después de La Meca y Medina, ambas en Arabia Saudí. Por cierto, los musulmanes llaman a la ciudad Al Quds (lo sagrado), y evitan referirse a ella como Yerushalayim. Los siguientes siglos estuvieron marcados por la dominación musulmana, entre turcos selyúcidas y fatimíes. No fue hasta el siglo XI cuando volvió a incrementarse la presión sobre Jerusalén, con la llegada de las cruzadas.

Mezquita Al-Aqsa, Jerusalén
Cúpula de la Roca, Jerusalén
Jerusalén

Las cruzadas pretendían recuperar la llamada Tierra Santa, que había caído en manos musulmanas, para devolverla a dominio cristiano. Auspiciadas por los papas romanos y con el apoyo de las grandes potencias europeas (sobre todo, franceses), consiguieron crear el Reino de Jerusalén en el siglo XI, un Estado católico latino que duró más de doscientos años, y que acogió a pobladores llegados de todas partes: griegos, armenios, búlgaros, georgianos, egipcios, sirios, maronitas, coptos, húngaros… hasta que finalmente el ayubí Saladino conquistó la ciudad. Sin embargo, las cruzadas templarias seguían sucediéndose para recuperar Jerusalén: con la Sexta Cruzada volvió a pasar a manos del Sacro Imperio Romano Germánico.

Jerusalén
Jerusalén
Jerusalén

Tártaros, ayubíes, mamelucos, mongoles… sumados a los intentos cruzados guerrearon por controlar la ciudad durante los siglos siguientes, en los que la población se redujo considerablemente, mientras la Orden del Santo Sepulcro seguía perviviendo como bastión cristiano. Finalmente, en el siglo XVI fue conquistada por el Imperio otomano, dentro de la región de Palestina, y la ciudad resurgió con la construcción de sus murallas (las que hay actualmente), renovación de sus infraestructuras, y crecimiento al albor del comercio que se realizaba entre Damasco y Egipto. La ciudad creció y se formaron nuevos barrios, empezaron a asentarse embajadores que buscaban el beneficio y protección de sus minorías, y la ciudad era un crisol de ciudadanos de todas las partes del mundo.

Iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén
Jerusalén
Jerusalén

El Imperio otomano perdió en la I Guerra Mundial y Jerusalén fue ocupada por los británicos, quienes administraron la región como un mandato de la Sociedad de Naciones. Aquí pudiera comenzar el origen reciente de los conflictos actuales, cuando los judíos reclamaban un Estado propio, en un contexto de persecución nazi y de exilio judío, y las reivindicaciones musulmanas de liberación frente al colonialismo británico e inmigración judía. Después de la II Guerra Mundial, los conflictos aumentaron entre todos los actores implicados, lo que derivó en el plan de la ONU de 1947, de la partición en dos Estados: árabe y judío, quedando Jerusalén en dominio internacional. Los británicos abandonaron Palestina, y el plan fue rechazado por los árabes, quienes comenzaron un asedio. Los israelíes declararon la creación del Estado de Israel en 1948 y comenzó la guerra árabe-israelí.

Muro de las Lamentaciones, Jerusalén
Jerusalén
Jerusalén

A pesar de lo estipulado en el plan de la ONU, Jerusalén fue tomada en su parte occidental por Israel y en su parte oriental (incluyendo la ciudad vieja) por Jordania. El armisticio de 1949 estableció la línea verde que confirmaba esta separación. Tras la Guerra de los Seis Días de 1967, Israel tomó el control de la ciudad vieja de Jerusalén, además de la península del Sinaí. En el 1973 se produjo la guerra del Yom Kippur, que fue sellada con los Acuerdos de Camp David de 1979 y la paz entre Israel y Egipto (y la devolución del Sinaí). En 1980 se proclamó la Ley de Jerusalén por los israelíes, que establecía que era su capital eterna e indivisible, algo que fue declarado nulo por la ONU, aconsejando trasladar las embajadas a Tel Aviv. En 1987 se produjo la primera Intifada, rebeliones palestinas contra los israelíes, conocidas por ser multitudinarias, con lanzamientos de piedras y tácticas de guerrilla.

Jerusalén
Sinagoga Hurva, Jerusalén
Jerusalén

En 1993 se firmaron los Acuerdos de Oslo, que prevían la creación del autogobierno palestino y la delimitación del territorio de Cisjordania en tres áreas: A, administrada exclusivamente por la Autoridad Nacional Palestina (comprende únicamente el espacio urbano de las ciudades como Ramala, Belén, Nablus, Jericó…); B, administrativamente palestina pero militarmente israelí; y C, completamente administrada por Israel. A ello hay que sumarle la Franja de Gaza, que compone los Territorios Palestinos pero actualmente gobernada por Hamás. En lo que respecta a Jerusalén, fue anexionada por Israel en su totalidad, y tanto israelíes como palestinos la reivindican como capital de sus respectivos Estados. La ciudad agrupa en torno a un millón de habitantes y siempre está en el punto de mira internacional por todos los conflictos que tienen lugar casi diariamente.

Jerusalén
Explanada de las Mezquitas, Jerusalén
Jerusalén

Diría que visitar Jerusalén es algo obligado en la vida. No hay lugar en el mundo con tanta trascendencia como este, y que actualmente esté tan convulso, es un epicentro de sentimientos, pasiones y todo tipo de emociones. Es seguro pasear por la ciudad y visitarla, y en ningún momento hay sensación de inseguridad ciudadana, pero hay que estar muy atento de cuándo es buen momento para venir aquí. Sobre todo porque suele haber rachas de inestabilidad y tensiones entre judíos y palestinos, y eso puede derivar en lanzamientos de cohetes, atropellos, redadas, acuchillamientos, ataques terroristas… en un marco de intifadas y bombardeos a uno y otro lado. Hay que estar alerta y seguir las indicaciones. Nosotros visitamos la ciudad en 2023, en un periodo de creciente tensión y con amenazas de una nueva intifada. A pesar de ello, la ciudad estaba inundada de tours organizados de personas de todas las partes del mundo.

Tejados de Jerusalén
Judíos escoltados pasando por la Explanada de las Mezquitas, Jerusalén
Muro de las Lamentaciones, Jerusalén

Para viajar a Jerusalén, lo más adecuado es volar hasta el Aeropuerto de Ben Gurion Tel Aviv (TLV), desde donde puedes tomar un tren que en poco tiempo te dejará en Jerusalén. Se puede pasar de un lado a otro de la ciudad sin problema. Eso sí, los mismos habitantes tienen sus restricciones. Por ejemplo, solo los taxistas musulmanes podían conducir por ambos lados (los judíos no podían entrar en la parte este). Eso nos tuvo un buen rato intentando encontrar un taxista que nos llevara desde la estación de tren hasta nuestro hotel, que estaba en Jerusalén Este. Nosotros nos alojamos en el Hotel Jerusalem Panorama, con unas vistas chulísimas hacia la ciudad. Sobre el tiempo que pasar aquí: nosotros estuvimos un día y medio y lo vimos “casi” todo. Digo casi porque es imposible ver todo, son incontables las iglesias, monasterios, ruinas… hay que elegir y tener más o menos claro qué se va a ver. Eso sí, suma más días para realizar excursiones a sitios como Belén.

Jerusalén
Jerusalén
Jerusalén

Jerusalén nos pareció una pasada por la cantidad de historia que hay aquí. Literalmente a cada paso, se puede recorrer la pasión de Cristo; y sentir los restos de la ciudad más sagrada para el judaísmo. La parte occidental “israelí” es más moderna, con calles más amplias y cercano a las estaciones de transporte. También hay más ocio nocturno, mercados y más vida en general. La parte oriental “palestina” es más tradicional, una típica ciudad musulmana con comercios abiertos todo el día y noche, y más en pendiente (cuesta más desplazarse). Entre medias, la ciudad vieja está dividida en barrios de distintos orígenes (judío, musulmán, cristiano y armenio) y es donde están la mayoría de atractivos. A continuación te cuento qué ver en Jerusalén… y un consejo: déjate llevar, perderte y volver a encontrar, mira los carteles de las calles… porque Google Maps no funciona/acierta demasiado bien por aquí.

Jerusalén Oeste
Jerusalén Este desde la ciudad vieja
Monte de los Olivos, Jerusalén

Qué ver en Jerusalén

1.-Panorámica de Jerusalén

La mejor panorámica de Jerusalén la tienes desde el Monte de los Olivos, en lo alto del cementerio judío. Los judíos creen que el Mesías entrará por la puerta de la Misericordia, por lo que están enterrados mirando a ella. Esta es la puerta de la muralla que da a este lado y que supuestamente sellaron los musulmanes para impedir su entrada. Es una pasada ver toda la ciudad con la cúpula dorada que sobresale entre las pequeñas casas, y la imponente muralla que encierra todos los barrios. Desde nuestro hotel, el Jerusalem Panorama, también se veía muy bien, pero lo mejor es desde donde están las tumbas de los profetas Hageo, Zacarías (aunque este parece que está en el valle del Kidran) y Melequías, frente al hotel Seven Arches. La mejor hora para verlo es por la mañana, ya que por la tarde también fuimos (andando, y cuesta mucho) pero las fotografías no salían bien por el sol.

Cementerio judío, Jerusalén
Jerusalén desde el Hotel Panorama
Jerusalén
Jerusalén

2.-Valle del Kidran

Comenzamos el día yendo desde el hotel a la ciudad vieja, y pasamos por el Valle del Kidran o del Cedrón. Hay que bajar por un camino hacia el valle, poblado por olivos, donde verás el Pilar de Absalón, hijo del rey David; y más adelante, la tumba de Benei Hezir o tumba de Santiago, y al lado está la de Zacarías. Todas ellas muy chulas. Llegamos hasta la puerta de Dung, por donde se accede hasta la explanada de las mezquitas.

Valle del Kidran, Jerusalén
Pilar de Absalón, Jerusalén
Tumba de Benei Hezir y de Zacarías, Jerusalén
Puerta de Dung, Jerusalén

3.-Explanada de las Mezquitas

La explanada de las mezquitas o el Monte del Templo es uno de los lugares más sagrados de Jerusalén, por lo que si visitas la ciudad ajústate a su horario de apertura: de 7.30 a 10.30 y 12.30 a 13.30, y cerrado viernes y sábados. Este lugar se corresponde con el monte donde Yavé pidió a Abraham sacrificar a su hijo Isaac, y donde posteriormente se levantó el Templo de Salomón. Este fue destruido y solo queda uno de sus muros, el llamado Muro de las Lamentaciones, del que te hablaré después. Y, a la misma vez, este espacio es donde Mahoma ascendió al cielo, por lo que en su interior se puede visitar el santuario de la Cúpula de la Roca, con su imagen dorada tan característica, la chiquitita cúpula de la Cadena, y la Mezquita Al-Aqsa, sagrada para los musulmanes. Hay que pasar controles de seguridad para acceder, y es que es un lugar muy convulso. Por ejemplo, suele haber incidentes cuando hay disparos a la policía, encerramientos en la mezquita de Al-Aqsa, lanzamiento de pirotecnia, y visitas consideradas provocativas. Los judíos tienen prohibida la entrada para rezar, pero sí como visitantes o para transitar. Justo cuando fuimos, delante de nosotros pasó un grupo de judíos escoltados por militares israelíes. No se puede entrar ni a la cúpula ni a la mezquita. La verdad es que es un espacio muy extenso y un remanso de paz entre tanto ajetreo del resto de la ciudad.

Cúpula de la Roca, Jerusalén
Mezquita Al-Aqsa, Jerusalén
Cúpula de la Roca, Jerusalén
Cúpula de la Roca, Jerusalén

4.-Muro de las lamentaciones

En la Plaza Kotel se puede acceder al único vestigio del Templo de Salomón, que es lo que se llama como el Muro de las Lamentaciones. Hay espacios diferenciados para hombres y mujeres, e impresiona ver la cantidad de judíos rezando frente al muro, es su lugar más sagrado. Hay teorías que dicen que el Arca de la Alianza que contenía está oculta en el subsuelo, otras que está escondida en el Monte Nebo, y otras que fue trasladada a África… Aquí puedes ver los rollos de las escrituras, y más artilugios que desconozco de la religión judía. También puedes pasar por un túnel donde hay librerías, pergaminos y más gente rezando. Algo más al norte hay otra sección llamada “pequeño muro de las lamentaciones” donde también hay gente rezando, aunque es bastante pequeña.

Muro de las lamentaciones, Jerusalén
Muro de las lamentaciones, Jerusalén
Muro de las lamentaciones, Jerusalén
Muro de las lamentaciones, Jerusalén

5.-Zoco al-Qattanin y Calle Al-Wad

Verás que la ciudad vieja de Jerusalén es un entramado rocambolesco de callejones y pasadizos muchos de ellos cubiertos, en los que hay un sinfín de tiendas, tanto de recuerdos como de alimentación. En la parte más cercana al muro de las lamentaciones está el Zoco al-Qattanin, y la calle Al-Wad, llenas de comercios. Toda esta parte es el barrio musulmán, aunque las banderas israelíes estén por todas partes colgadas. Otra parte muy bonita de Jerusalén es justo al salir de la Mezquita de Omar y del Santo Sepulcro, con un pórtico muy chulo.

Al Qattanin, Jerusalén
Jerusalén
Jerusalén
Jerusalén

6.-Via Dolorosa

Y desde aquí comenzamos la ruta de la Vía Dolorosa, el viacrucis con sus catorce estaciones que Jesús recorrió con la cruz hasta el lugar de su muerte. Fuimos directamente al primer punto: la puerta de los Leones, donde se encontraba el Pretorio y donde le pusieron la cruz a Jesús. Verás que al empezar la calle hay un memorial con las catorce placas de las escenas de las estaciones. También, en cada una de ellas, están marcados los números romanos del orden, desde la 1ª en la puerta de los Leones hasta la 14º en la Iglesia del Santo Sepulcro. En la segunda estación puedes ver la Iglesia de la Flagelación, donde fue azotado. En la tercera hay una capilla armenia, donde sufrió la primera caída. La cuarta corresponde a la Iglesia Nuestra Señora del Espasmo, donde se encontró con su madre. En la quinta, hay una marca en la pared donde Simón el Sirineo le ayudó con la cruz. En la sexta, Verónica secó su cara. En la séptima hay una capilla con unos grabados rojos, aquí fue donde cayó por segunda vez. La octava corresponde al Monasterio griego de San Charalembos, donde Jesús dio consuelo a unas mujeres. Te cuento las siguientes más adelante.

Puerta de los Leones, Jerusalén
Vía Dolorosa, Jerusalén
Segunda estación, Iglesia de la Flagelación, Jerusalén
Tercera y cuarta estación, Jerusalén
Quinta estación, Jerusalén
Sexta estación, Jerusalén
Séptima estación, Jerusalén
Octava estación, Jerusalén

7.-Piscina de Bethesda e Iglesia de la Virgen María

La piscina de Bethesda es el lugar donde Jesús curó a un paralítico. El lugar fue transformado en unos baños y después comenzaron a construirse templos aquí, el último, la Iglesia de Santa Ana en el 1856, obsequiada por el sultán otomano a los franceses (verás su bandera). Está muy chulo ver todas las ruinas. Puedes encontrar la piscina de Bethesda nada más empezar la Vía Dolorosa, al lado de la primera estación. Al lado encontramos una iglesia ortodoxa donde dicen que nació la Virgen María.

Lugar de nacimiento de la Virgen María, Jerusalén
Piscina de Bethesda, Jerusalén
Iglesia de Santa Ana, Jerusalén
Piscina de Bethesda, Jerusalén

8.-Iglesia copta

Retomamos la Vía Dolorosa con la novena estación, que corresponde a la tercera caída de Jesús. Se encuentra en la Iglesia copta, regida por los etíopes, y me pareció muy muy bonita. En su patio ya podrás ver la parte de atrás de la Iglesia del Santo Sepulcro, donde están el resto de estaciones.

Iglesia copta de Jerusalén
Iglesia copta de Jerusalén
Iglesia copta de Jerusalén
Iglesia copta de Jerusalén

9.-Iglesia del Santo Sepulcro

El lugar más sagrado del cristianismo, donde se encuentran las cinco últimas estaciones del viacrucis. La iglesia por fuera no es de una belleza descomunal, pero es antiquísima y ha sido atacada y rehabilitada en tantos momentos que es una reliquia. Lo más bonito es su interior y la devoción que se respira. Nada más entrar verás la 10º estación: la Piedra de la Unción, donde Jesús fue preparado y despojado para ser colgado en la cruz. En la 11º fue clavado, y en la 12º significó su muerte. Se puede visitar yendo hacia la derecha, subiendo unas escaleras donde estaba el Monte Calvario, aquí se ubicó la cruz. Hay una fila larguísima para arrodillarse. En la 13º fue bajado, y la 14º fue su sepultura, en una pequeña capilla donde yació su cuerpo. Aquí una cola larguísima para entrar, es un auténtico jaleo. Dentro de la misma iglesia puedes ver, en su nivel inferior, la capilla armenia de Santa Helena, con un estupendo mosaico, y la capilla siria de San José Arimatea.

Iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén
Iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén
Iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén
Iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén

10.-Pasear por los tejados

Al salir de la Iglesia del Santo Sepulcro vimos la Mezquita de Omar, y seguían sucediéndose las calles llenas de tiendas. Nos dirigimos hacia una escalera que hay entre las calles Habad y St Marks, para subir a los tejados de las casas de Jerusalén y tener otra perspectiva de la ciudad. Fue algo que me gustó mucho.

Mezquita de Omar, Jerusalén
Tejados de Jerusalén
Tejados de Jerusalén
Tejados de Jerusalén

11.-Sinagoga Hurva y Cardo romano

Al bajar de los tejados nos encontramos en la calle principal del Cardo romano, donde hay todavía ruinas de este periodo. Frente a este lugar se abre el barrio judío, donde hay varias sinagogas muy importantes como la Hurva, o el conjunto de sinagogas sefardíes. Un lugar donde dimos varias vueltas y nos perdimos un poco, parando de vez en cuando a tomar un refresco bien frío.

Sinagogas sefardíes, Jerusalén
Sinagoga Hurva, Jerusalén
Sinagoga Hurva, Jerusalén
Cardo romano, Jerusalén

12.-Cenáculo e Iglesia de la Dormición de la Virgen

Abandonamos la ciudad vieja, saliendo por la Puerta de Sion, para conocer otro de los puntos de mayor interés de Jerusalén: el cenáculo donde Jesús y los Apóstoles tuvieron la Última Cena. En este lugar poco se puede adivinar de este hecho, porque es una habitación casi vacía con un mihrab, ya que fue transformada en mezquita. Únicamente hay una escultura de un tronco de olivo. Y las vistas desde arriba que son muy bonitas, hacia la Iglesia de la Dormición de la Virgen María, donde se dice que murió.

Puerta de Sion, Jerusalén
Iglesia de la Dormición de la Virgen, Jerusalén
Cenáculo, Jerusalén
Cenáculo, Jerusalén

13.-Tumba del Rey David

En este lugar también se encuentran varios restos arqueológicos de la ancestral ciudad de David, y aquí está la tumba de este rey, un lugar de peregrinaje de los judíos.

Tumba del rey David, Jerusalén
Tumba del rey David, Jerusalén
Jerusalén
Vistas hacia la Iglesia de la Dormición de la Virgen, Jerusalén

14.-Patriarcado armenio

Volvimos a entrar en la ciudad vieja por la misma puerta de Sion, y esta vez fuimos hacia la izquierda para visitar el barrio armenio. Aquí verás varios restaurantes armenios y banderas armenias, y también el patriarcado armenio, donde está la Catedral de Santiago.

Patriarcado armenio, Jerusalén
Catedral de Santiago, Jerusalén
Barrio armenio, Jerusalén
Barrio armenio, Jerusalén

15.-Torre de David y Puerta de Jaffa

Terminando el barrio armenio, yendo hacia el norte, llegarás hasta la Torre de David, que se alza imponente sobre la Puerta de Jaffa. Esta es una zona muy animada, pues es la puerta que conecta a la ciudad vieja con la parte más moderna israelí. Puedes dar un paseo por las murallas y subir hasta la torre, desde donde hay unas vistas muy chulas. Hacia el norte verás el barrio cristiano, donde hay un montón más de iglesias y monasterios, además del patriarcado latino.

Torre de David, Jerusalén
Jerusalén
Vistas desde Torre de David, Jerusalén
Torre de David, Jerusalén

16.-Calle Jaffa y Plaza Zion

Salimos de Jerusalén por la Puerta Nueva, y enseguida vimos la plaza Tzahal con las letras de Jerusalén. Aquí empieza una avenida muy larga, la calle Jaffa, decorada con un montón de banderas israelíes. Era una parte muy animada con un montón de bares y de terrazas, también con músicos cantando en la calle. La Plaza Zion era la más animada y un lugar que nos gustó mucho.

Plaza Tzahal, Jerusalén
Jerusalén
Calle Jaffa, Jerusalén
Plaza Zion, Jerusalén

17.-Plaza Davidka y Mercado Machaneh Yehudah

Más adelante, esta calle llega hasta la Plaza de David, y poco después está el mercado Machaneh Yehudah, que es un sitio muy chulo que ver en Jerusalén. Un mercado cubierto con un montón de puestos, gente muy animada y en plan de fiesta, y la verdad que todos ellos muy simpáticos.

Plaza Davidka, Jerusalén
Mercado Machaneh Yehudah, Jerusalén
Mercado Machaneh Yehudah, Jerusalén
Mercado Machaneh Yehudah, Jerusalén

18.-Puerta de Damasco

Volvimos a la ciudad vieja y lo hicimos por la puerta de Damasco, una de las más bonitas de Jerusalén. Aquí suele haber un mercado con un montón de puestos, tanto dentro como fuera de las murallas. Más adelante se puede ver la cueva de Sedecías, aunque estaba cerrada cuando fuimos; y la Puerta de Herodes, que me pareció bastante normalita.

Mercado en la Puerta de Damasco, Jerusalén
Mercado en la Puerta de Damasco, Jerusalén
Puerta de Damasco, Jerusalén
Mercado en la Puerta de Damasco, Jerusalén

19.-Sepulcro de María y Gruta de Getsemaní

Nuestro siguiente lugar fue de nuevo salir por la puerta de los Leones, e ir a los jardines de Getsemaní, fuera de la ciudad vieja. Aquí se encuentra uno de los lugares más bonitos de Jerusalén: el sepulcro de María, donde se dice que fue enterrada la Virgen, ahora regida por los armenios. A su lado, la gruta de Getsemaní, donde Jesús solía rezar con sus apóstoles.

Sepulcro de María, Jerusalén
Sepulcro de María, Jerusalén
Sepulcro de María, Jerusalén
Gruta de Getsemaní, Jerusalén

20.-Basílica de las Naciones en Getsemaní (Monte de los Olivos)

A poca distancia del punto anterior, y mirando hacia la ciudad vieja, verás una flamante iglesia con unos mosaicos muy bonitos. Aquí se dice que está la roca donde Jesús oró antes de ser arrestado por los romanos. Se levantó aquí una iglesia que fue destruida sucesivas veces, la actual es del siglo XX y lleva el nombre de “todas las Naciones” porque fue sufragada con fondos de numerosos países, entre ellos España. Todo este monte es el Monte de los Olivos, y en el jardín de esta iglesia puedes ver unos cuantos de ellos, con inscripciones muy bonitas.

Basílica de las Naciones de Getsemaní, Jerusalén
El beso de Judas en Basílica de las Naciones de Getsemaní, Jerusalén
Olivos en Getsemaní, Jerusalén
Basílica de las Naciones en Getsemaní, Jerusalén

21.-La tumba del jardín

Otro lugar que visitamos (ya al día siguiente) fue la Tumba del Jardín, el lugar en el que según los evangélicos yació Jesús. Es un lugar muy bonito, con jardines apacibles, y donde se puede ver una tumba. Como ves, hay muchas interpretaciones de cada hecho…

La tumba del jardín, Jerusalén
La tumba del jardín, Jerusalén
La tumba del jardín, Jerusalén

22.-Otros lugares que ver en Jerusalén

Hay muchos más lugares que ver en Jerusalén. Quizá me faltó más tiempo para visitar el Monte los Olivos bien. Lo intentamos pero cuando llegamos muchas de las iglesias habían cerrado ya (suelen cerrar a las 6 de la tarde). Entre ellas, la Iglesia Dominus Flavit, donde Jesús lloró el Domingo de Ramos a su entrada a la ciudad; la Iglesia de María Magdalena, una iglesia típica rusa del siglo XIX; o la Capilla de la Ascensión, chiquitita en lo alto del Monte, con unas maderas verdes. Además, también está el Museo del Holocausto Yad Vashem, más a las afueras (hacia el oeste). Y claro está, no puedes obviar una excursión a Belén, lugar de nacimiento de Jesús.

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