Qué ver en PARÍS, la ciudad de la luz y el amor

Luz. Amor. Elegancia. Glamour. La Belle Époque. París es algo propio.
La tribu de los parisios (llamados así porque se cree que adoraban a la diosa Isis) es el antecedente más antiguo conocido de París, los cuales se establecieron en la Isla de la Cité, en mitad del río Sena. Fueron conquistados por los romanos y las tropas de Julio César en el siglo I a.C., y le dieron el nombre de Lutecia, aunque siguió siendo llamada como París, en honor a la región que le daba nombre. Con el declive romano, fueron los francos al mando de Clodoveo los que le arrebataron Lutecia, y formalmente le dieron el nombre de París, haciéndola capital de su reino. París se fortificó por los temores de las incursiones vikingas, y creció al albor de la exportación de los vinos de la región, que motivó la creación de una “Hansa parisina“, comerciantes marítimos, por los que la ciudad sigue llevando en su escudo un barco.



La capital de Francia tuvo una influencia que no hizo más que crecer, a pesar de las revueltas internas, constituyéndose como una de las ciudades medievales más importantes de Europa. Se consagró como una ciudad de arte gótico, y la segunda en población, después de Constantinopla, del continente europeo. La ciudad siguió viviendo tumultos con las guerras de religión, entre los católicos y los protestantes (como los hugonotes), que tuvieron graves consecuencias para la población. París siempre fue una ciudad reivindicativa, y eran muy frecuentes las rebeliones, barricadas y levantamientos populares. La más famosa de todas ellas, la Revolución Francesa, que comenzó en 1789 con la toma de la Bastilla. Esta era una cárcel que fue tomada por los revolucionarios, y que significó el inicio del desmantelamiento del Antiguo Régimen y la monarquía francesa.



La Revolución Francesa hizo que se constituyera una Asamblea Nacional, que se suprimiera el feudalismo, y que se aprobaran la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, así como la redacción de una constitución por la que regirse. Finalmente, el rey Luis XVI fue guillotinado y se instauró la primera república. Como podéis imaginar y habréis estudiado, la revolución francesa tuvo repercusiones en todas las partes de Europa, motivando otras revoluciones inspiradas en ella. Poco después, Napoleón I se proclamó emperador en 1804 en Notre Dame. Tras las guerras napoleónicas y su derrota, el Congreso de Viena de 1815 restauró la monarquía borbónica en Francia, que pronto quiso volver al absolutismo. La Revolución de 1830 volvió al marco de establecer una Constitución, y el rey de Francia pasó a llamarse “rey de los franceses”. Este sentir inspiró a Delacroix en su obra La libertad guiando al pueblo.



En 1848 tuvo lugar otra revolución, que volvía a los principios de la Revolución Francesa, en la que se proclamó la segunda república francesa. Fue breve, pues el sobrino de Napoleón dio un golpe de estado y volvió a instaurar el segundo Imperio francés, denominándose Napoleón III. Mientras tanto, Francia había iniciado la conquista de territorios como Argelia, impulsado el comercio con las colonias, y todo ello repercutió en una mejora sustantiva de las infraestructuras y riqueza de París. Las autoridades habían percibido cómo las estrechas calles y el plano tan irregular facilitaba las revueltas, por lo que el barón Haussman remodeló la ciudad bajo las órdenes de Napoleón III, demoliendo barrios enteros y construyendo grandes avenidas que permitían un mayor control del espacio cívico. Estas remodelaciones acaecidas en París fueron imitadas en numerosas ciudades europeas, lo que se conoció como bulevares haussmanianos.



Sin embargo, Napoleón III no sobrevivió a la guerra franco-prusiana y, tras el asedio de París por Prusia, y ser capturado, se proclamó la tercera república francesa en 1870. Fue entonces cuando comenzó el periodo conocido como la Belle Époque, cuando París se industrializó y se vivía un periodo de paz, ayudado por un enriquecimiento proporcionado por el vasto territorio colonial que Francia llegó a poseer, en todos los continentes. París fue la cuna y el refugio de los artistas europeos. Lugar de nacimiento de las vanguardias, se labró una fama artística de los mayores literatos, pintores, músicos y bailarines. La sociedad emanaba un aire de libertad, con el auge de la moda y la alta costura, prendas exóticas, el cabaret y, en definitiva, el placer. París se alzó como la ciudad más moderna, y acogió dos exposiciones universales que la promocionaban al mundo.



La I Guerra Mundial hizo que Francia sufriera numerosas bajas, pero fue peor la II Guerra Mundial: cuando Hitler llegó a París y obligó a la rendición de Francia, instaurando el gobierno colaboracionista de Vichy. Tras la victoria aliada en 1945, el general Charles de Gaulle lideró el gobierno provisional que dio lugar a la cuarta república francesa. Desde entonces, París ha seguido siendo lugar de revueltas, contra guerras coloniales, de emancipación argelina, o numerosas huelgas (archiconocidas por la educación, transportes, pensiones, etc.). París es una de las capitales políticas de la Unión Europea, ya que es uno de los países que más han marcado el rumbo de la UE junto con Alemania. Ello le ha valido que también haya estado en el punto de mira de los ataques terroristas, como Bruselas. En concreto 2015 fue un año fatídico, con los atentados de Charlie Hebdo y Bataclan.



Actualmente, la capital de Francia cuenta con más de 12 millones de habitantes en su área metropolitana, siendo la segunda más grande de Europa después de Londres. París es una ciudad global y una de las más importantes del mundo. Francia es muy macrocefálica y dependiente de París, y aquí se concentran la mitad de las grandes empresas de Francia, y algunas de las más grandes del mundo, concretamente en el barrio de negocios de la Défense, el principal barrio de negocios de Europa. También es el destino turístico más importante del mundo, y es que París ofrece una carta de atracciones de todo tipo, apoyadas en un patrimonio desbordante y una cultura tan variada que impregna cada parcela. París es sinónimo de glamour, lujo, moda, gastronomía sibarita, elegancia… la llamada “la ciudad de la luz” lo merece por criar las artes, la cultura, la educación y la elegancia de su arquitectura.



Para gran parte del mundo, París es también la ciudad del amor. Sobre todo, por las románticas películas, el cine de autor, el romancitismo de la pintura, el aire bohemio, y la libertad, el refugio sexual… Aunque para los propios franceses, París es mucho más diferente: una ciudad bastante odiada y detestada, saturada de turistas, muchísimos inmigrantes (el modelo de absorción de la inmigración ha sido nefasto, con algunos barrios realmente peligrosos y casi al margen de la ley), contaminación… Para ellos, la ciudad del amor no es en absoluto París, sino Venecia. Por último, París siempre ha tenido fama de guerrera y reivindicativa, cuna de las revoluciones, por lo que no es de extrañar que si vienes, te encuentres con alguna manifestación o revuelta.



He tenido la oportunidad de visitar París frecuentemente. Personalmente, me encanta Francia y el ir a París ha sido, en muchas ocasiones, sentirse como en casa. Y, paradójicamente, quizá sea por eso que no tengo tantas fotografías como de otros sitios. Mi primera vez fue en el año 2000. Después he visitado la ciudad en 2005, 2007, 2011, 2013, 2014 y 2022. París es inmensa y siempre hay cosas que descubrir, sitios a los que volver en diferentes épocas y experiencias nuevas que vivir. Como te decía, París es una experiencia para los sentidos y para el intelecto. Es una de esas ciudades a las que hay que venir al menos una vez en la vida, y repetir… porque siempre te quedará algo por ver, y siempre descubrirás algo nuevo. A continuación te cuento una selección de lugares que ver en París.



30 lugares que ver en París
1.-Ayuntamiento de París
El Ayuntamiento de París ha estado en esta plaza desde el siglo XIV. Destruido en varias ocasiones por las revueltas parisinas, el edificio actual data de 1882, con una fachada neorrenacentista muy bella, y decorada con importantes personajes de la historia como Voltaire. En invierno se suele poner aquí una pista de hielo y es muy bonito. Muy cerca de aquí está la Torre de St Jacques o de Santiago, único vestigio de una iglesia del siglo XVI, destruida durante la Revolución Francesa.




2.-Centro Pompidou
Siguiendo el bulevar du Renard, llegarás hasta uno de los puntos más conocidos de París: el centro Pompidou, icono de las vanguardias. Estéticamente es muy… raro, o te gusta o te disgusta, y fue inaugurado en 1977. Alberga el Museo Nacional de Arte Moderno, uno de los más reconocidos del mundo junto con los de Nueva York y Londres. Fue emplazado donde antes se encontraba el mercado Les Halles. La estación de tren sigue conservando este nombre, y es la más céntrica de París, por lo que nosotros la tomamos mucho para ir al aeropuerto y a Disneyland. Además, por la noche había mucho movimiento por aquí. Hay un par de iglesias por aquí curiosas: la de Saint-Merri, frente a la plaza Stravinsky, de 1862; y la Iglesia de San Eustaquio, de 1632, en un estilo gótico y renacentista, muy bonita, e importante históricamente, lugar de bautizos y funerales reales se hicieron aquí.




3.-Palacio de los Inválidos
El Palacio Nacional de los Inválidos, del siglo XVII y barroco, fue construido como residencia militar para los veteranos que se quedaban sin hogar, y conocido por estar Napoléon enterrado allí. Actualmente es un conjunto de museos militares, donde se pueden visitar las tumbas de grandes personalidades.


4.-Rue de l’Université
Llegando a la Torre Eiffel, las redes sociales y los pósters de cine han hecho que esta postal sea una de las más codiciadas de París. La Rue de l’Université ofrece una perspectiva muy bonita, de elegantes edificios con el fondo de la Torre Eiffel. En realidad la podrás ver desde las calles aledañas, aunque desde esta se ve mejor. Y verás a un montón de gente haciéndose fotos.


5.-Torre Eiffel
Y aquí llega la Torre Eiffel, el monumento más visitado del mundo. Fue construida para la Exposición Universal de 1889 y mide 300 metros. Es un ejemplo de la arquitectura del hierro, símbolo de modernidad para aquella época. Se puede subir andando o en ascensor, y las vistas son espectaculares. Abre de 9.30 a 22.45 (las escaleras las cierran a las 18.00). El ascensor a la 2ª planta cuesta 17,10 €, y la cima 26,80 €. Si quieres subir por escaleras, vale 10,70 € y puedes ir hasta la segunda planta. Los jardines que la rodean se llaman Campo de Marte, y en verano hay mucha gente haciendo picnic por aquí.



6.-Paseo por el Sena en bateau mouche
Una ciudad que aparece como escenario de cada historia romántica, de cada aventura amorosa… no podría faltarle un paseo romántico en el río Sena. Pasear a bordo de un “bateau mouche” (un barco mosca) es algo muy bonito, mientras contemplas las siluetas de París.



7.-Plaza de Trocadero
Este es el mejor mirador de la Torre Eiffel, una plaza elevada (tendrás que subir unas escaleras si vienes de cruzar el río) presidida por la estatua del mariscal Foch, el comandante francés en la I Guerra Mundial. Un lugar donde hay que tener algo de cuidado de que no te roben, por la cantidad de gente que hay.




8.-Arco del Triunfo
El arco del triunfo más famoso del mundo es este de París, construido por Napoleón en 1836 para conmemorar su victoria en la Batalla de Austerlitz, contra Austria y Rusia, y que significó el fin del Sacro Imperio Romano Germánico. El arco es grandísimo, con 50 metros de altura y 45 de ancho, y bajo él está la tumba del soldado desconocido. Desde aquí arranca la gran avenida de los Campos Elíseos.




9.-Campos Elíseos
París es la ciudad de la luz, y también está genialmente iluminada. Pasear por los Campos Elíseos a la luz de sus farolas es una experiencia única. Esta es la principal avenida de París, de casi 2 km de largo, y llega hasta la Plaza de la Concordia, ya en pleno centro de París. Los Campos Elíseos vienen de la mitología griega, y era el lugar de descando de los héroes, similar a un paraíso. Y en la cultura popular han quedado de algo parecido: una avenida super glamourosa, llena de preciadas firmas donde los más famosos compran y pasean, plagada de cafeterías, terrazas, teatros… Y donde también tiene el Tour de Francia ciclista su meta final.



10.-Petit Palais, Grand Palais y Puente de Alejandro III
A mitad de la avenida de los Campos Elíseos, verás la estatua de Charles de Gaulle, y dos palacios muy bonitos: el grande y el pequeño (Grand y Petit). El Grand Palais está temporalmente cerrado (2022-2023), y fue construido en 1897 para albergar la Exposición Universal de 1900, en un estilo ecléctico. Suele acoger exposiciones y eventos políticos. Frente a él se encuentra el Petit Palais, también construido por el mismo propósito y en la misma fecha, que en su interior alberga el Museo de Bellas Artes de París. Es muy parecido al Palacio CEC de Bucarest, y ambos fueron construidos simultáneamente. Un poquito más allá verás el Puente de Alejandro III, súper bonito y bien decorado, del siglo XIX, en honor al zar ruso (Francia y Rusia tradicionalmente mantuvieron muy buenas relaciones). Da directamente a la explanada de los Inválidos.




11.-Plaza de la Concordia
La Plaza de la Concordia es uno de mis sitios favoritos de París. Una plaza grandísima (la más grande de París y la segunda de Francia tras la de Burdeos) con bonitas farolas, que de noche es una delicia. Cuando fui la última vez estaba lloviendo a mares y apenas la pudimos disfrutar. Antaño un lugar de ejecuciones, está presidida por el obelisco de Luxor, que fue traído desde el egipcio Templo de Luxor en 1836. En la plaza verás dos fuentes muy bonitas, que conmemoran el comercio y la navegación francesas. En los costados de la plaza se encuentran algunos de los hoteles más antiguos y lujosos del mundo.




12.-Iglesia de la Madelena
Desde la Plaza de la Concordia parte la Calle Real que te lleva hasta la Iglesia de la Madeleine, un magnífico templo neoclásico de 1842. Fue planificada por Napoleón como un templo griego en honor a su gran armada.


13.-Plaza Vendôme
Presidida por la columna Vendôme, es un lugar exclusivo de tiendas muy caras y hoteles de alto standing, con un urbanismo clásico parisino y uno de los lugares más exclusivos del mundo del siglo XIX. De hecho, aquí está el Hotel Ritz, también célebre por ser el lugar donde se alojaba Lady Di. La columna de Vendôme, también erigida en 1810 para conmemorar la Batalla de Austerlitz, y en su cúspide tiene la estatua de Napoleón. Fue realizada con el metal fundido de los cañones de los perdedores Austria y Rusia, y con unos relieves que narran los momentos bélicos.


14.-Ópera Garnier
La Ópera Garnier, de 1875, es uno de los edificios más elegantes del mundo. su estilo neobarroco e imperial, de tiempos de Napoleón III, es sobrecogedor (y también lo son sus interiores).


15.-Galerías Lafayette (mirador desde la última planta)
Las Galerías Lafayette son la mayor superficie comercial de Europa, y los que más ingresos generan. Tienen establecimientos en varias ciudades del mundo, pero estas de París son las originales. Unos grandes almacenes cerrados por una cúpula de cristal modernista, creados en 1895, que son el sinónimo del lujo y las compras exclusivas. Venir aquí es un must si te gustan las compras, pero aunque no seas un comprador nato también te gustará: ver su estilo refinado, su arquitectura… y sobre todo, subir a su terraza, donde hay un mirador que podrás ver los tejados de París (y es gratis).




16.-Palacio Real
El Palacio Real de París es uno de esos sitios que a veces pasa desapercibido, pero que ha sido uno de los lugares fundamentales en la historia de Francia. Construido como residencia del cardenal Richelieu en 1624, ha sido residencia real y sede del gobierno. El transcurso de la historia ha hecho que sus estilos sean una mezcla entre barroco, neoclásico, neobarroco… y que albergue en su interior a teatros, galerías, jardines, etc. Un lugar muy elegante y chulo.



17.-Museo del Louvre
El Museo del Louvre es quizá el museo más famoso del mundo, tanto por las obras que contiene como por sus historias y cinematografía. El lugar es el antiguo Castillo del Louvre, una de las fortificaciones de París, que fue transformado en un palacio, y convertido desde 1793 en un museo. Aquí podrás recrear tu vista varios días, pues alberga colecciones anteriores al impresionismo, desde restos arqueológicos (prácticamente de todas las civilizaciones) hasta pinturas renacentistas, barrocas, etc. La más conocida es La Gioconda de Da Vinci, “la Mona Lisa”. Otras obras destacadas son las de Vermeer, Rubens, Van Eyck, Delacroix, Giotto, Fra Angelico, Caravaggio, Sanzio, Tiziano, Rembrandt, Miguel Ángel… Su fachada con la pirámide de cristal es muy conocida, y controvertida. Abierto de 9.00 a 18.00, con un precio de 17 €. Recomendable reservar para evitar colas larguísimas.



18.-Jardín de las Tullerías y Museo d’Orsay
Situado frente al Louvre, es un parque que en su origen era el jardín del desaparecido palacio de las Tullerías. Fue abierto al público en el siglo XVII y es el jardín francés más reconocido, donde se realizan eventos como desfiles de moda, exposiciones de arte, etc. También podrás ver numerosas esculturas, además del Arco del Triunfo del Carrusel, también construido por Napoleón para festejar sus victorias. Frente a este espacio, en la otra orilla del río, está el Museo de Orsay, el otro gran museo de París, que contiene las obras a partir del impresionismo, o llamadas de la Belle Époque.


19.-Conciergerie
Bordeando el río Sena, y contemplando sus bellos puentes (Pont des Arts, Pont Neuf), verás ya la Isla de la Ciudad, que tiene en su punta la Conciergerie como un bastión. Esta es una fortaleza gótica, que fue la residencia de los reyes de Francia desde el siglo X hasta el XIV, cuando fue transformado en una prisión. Como curiosidad, tuvo un gran papel durante la Revolución Francesa, ya que era la antesala de la guillotina, y donde fue recluida María Antonieta.




20.-Sainte Chapelle
Uno de los lugares más bonitos que ver en París es visitar la Sainte Chapelle o Santa Capilla. Recuerdo que cuando vine en mi viaje de estudios con el instituto, esta era una parada obligatoria. Es el templo más sagrado de París, una obra maestra del gótico francés, que se apoya en unas vidrieras enormes y muy coloridas. Desde el siglo XIII se consagró por albergar reliquias de Jesucristo y es un lugar de cierto peregrinaje muy querido. Abierto de 9 a 17, su precio es de 11,50 €.

21.-Catedral de Notre Dame
Esta catedral, icono del gótico francés, fue construida entre los siglos XII y XIV y fue el lugar de coronación de Napoleón como emperador. Conocidísima por las obras de Victor Hugo, el jorobado de Notre Dame y sus gárgolas, así como por el fatídico incendio de 2019.




22.-Barrio Latino
La fuente de St Michel te da la bienvenida al barrio, que está lleno de comercios de souvenirs, pero también de terrazas y lugares donde comer. Este animado barrio está lleno de bares, terrazas y brasseries donde probar las especialidades de la cocina francesa, quizá la de más renombre mundial.


23.-Panteón de París y Jardín de Luxemburgo
El Panteón, de finales del siglo XVIII, es uno de los primeros monumentos en estilo neoclásico, en semejanza al Panteón de Roma. Con el nombre de “todos los dioses”, aquí están enterrados los personajes más relevantes de la historia francesa como Voltaire, Rousseau, Marie Curie o Victor Hugo. Detrás de él se abre el conjunto de la Universidad de la Sorbona, la principal institución educativa de Francia. Muy cerca de aquí están los Jardines de Luxemburgo y su palacio.




24.-Plaza de la Bastilla
La Plaza de la Bastilla es el lugar donde actualmente tienen lugar actos de reivindicación. Se encuentra donde anteriormente se localizaba la fortaleza de la Bastilla. Aquí fue donde comenzó la Revolución Francesa en 1789, y donde estuvo instalada la guillotina. En su bulevar se suele poner un mercadillo típico que nos gustó mucho, ya que parecía muy local y sin demasiados turistas.



25.-Montmartre: Iglesia del Sagrado Corazón
Si después de comer te han entrado ganas de un café… el mejor sitio para tomarlo y disfrutar de su aroma es Montmartre. Montmartre es un barrio situado en la colina de igual nombre, famoso por ser el lugar donde vivían la mayoría de artistas en el siglo XIX y XX. Es esta la cuna del impresionismo, de la vida bohemia. Pissarro, Picasso, Modigliani o Van Gogh vivieron aquí. Es también donde está ambientada la película de Amélie, o donde vivió Edith Piaf. El barrio está lleno de venta ambulante de cuadros, terrazas y cafeterías, y un aroma muy bohemio de artistas callejeros. En este barrio se alza la Basílica del Sagrado Corazón (Sacre Coeur), data de finales de principios de siglo XX, construida en un estilo neobizantino, y también es uno de los puntos más altos de la ciudad.




26.-Place du Tertre y Muro de Je t’aime
Recorrer Montmartre sin prisa es lo mejor que puedes hacer. Pararte a buscar perspectivas, tomar cafés, comprar algún cuadro… El centro del barrio es la Place du Tertre, donde podrás hacer todo esto. Otros rincones bonitos del barrio son el Muro de Je t’aime, donde está “Te amo” en muchísimos idiomas, la estatua de Dalida, cantante icónica francesa (dicen que si le tocas los pechos tendrás suerte en el amor), el Museo de Montmartre…




27.-Café des Deux Moulins
Otro de los lugares más queridos por los cinéfilos y los bohemios es visitar el Café des Deux Moulins, que aparece en la película de Amélie. Si quieres otro lugar donde tomar algo, prueba a visitar la Rue de l’Abreuvoir con la cafetería la Maison Rose, un sitio muy cuqui.



28.-Moulin Rouge
Una de las cosas que más representa a París es la libertad. El ritmo de París es frenético y fue un lugar donde el destape tuvo su mayor acomodamiento. Situado a las faldas de Montmartre se halla el Moulin Rouge, el más famoso cabaret parisino. Muchos de los artistas impresionistas de Montmartre eran asiduos a estas variedades, como Tolouse-Lautrec.



29.-Disneyland Paris
No hay nada mejor para sacar el niño que llevas dentro como ir a Disneyland Paris o Eurodisney. Este parque temático, de atracciones y espectáculos abrió en 1992 y es uno de los lugares más visitados. Sueño de todos los niños, el recinto es inmenso y dividido en varias partes. Un lugar mágico para todos aquellos que quieran revivir las clásicas películas Disney o probar las nuevas atracciones del momento. El icono del parque es el castillo de la Bella Durmiente. Puedes alojarte dentro del parque en el hotel Disneyland, de color rosa pastel, o en alguno de los varios hoteles que hay fuera del parque, todos tematizados.



Para ir a Disneyland en transporte público es facílisimo: basta tomar el RER A en Les Halles, en dirección Marne-la-Vallie-Chessy. No es nada caro y estás en un santiamén y sin preocupaciones. Con un día suele ser suficiente para hacerte una idea general y montarte en muchas atracciones… pero ten en cuenta que suele haber largas colas en cada una de ellas y se te va tiempo. Si te gustan mucho los parques de atracciones, quizá dos días sea mejor. También puedes visitar los Disney Walt Studios. Yo reconozco que no soy nada de parques de atracciones, pero este es otra cosa. Es chulísimo, y muy bonito si vienes en pareja o con niños, hay espectáculos y desfiles chulísimos… que me encanta, vamos. ¡5 veces que he estado!



30.-Palacio de Versalles
Versalles, el palacio real de Luis XIV, está en las afueras de París. Su estilo barroco es impresionante y sirvió como modelo a otros palacios de la realeza europea, como el de Drottningholm en Estocolmo, Schonnbrunn en Viena, o el de Peterhof en San Petersburgo. Del siglo XVII, sus tres palacios y jardines ocupan una superficie de 67.000 m2. Su interior es asombrosamente recargado y lujoso, siendo la Galería de los Espejos su sala más famosa y ostentosa.

Viajar a París
París se sirve de tres aeropuertos. El principal es Charles de Gaulle (CDG), situado más céntrico, el más accesible y la mejor opción para viajar a París. El tren RER B tarda solo media hora, vale unos 11 € y te deja en la estación de Les Halles, justo en el centro. Puedes tomarlo en la T3 de CDG o en la T2, en la parada del TGV. El aeropuerto de Orly (ORY) se encuentra más al sur, pero está bien conectado mediante tren y autobús a París, no sería mala opción. Por último, el aeropuerto de Beauvais (BVA) se sitúa bastante más al norte, a una hora y media de París como mínimo. Es utilizado por las compañías de bajo coste como Ryanair, y su accesibilidad es menor. Sin duda, si puedes evitar Beauvais, mejor que mejor. Además, es pequeñísimo y se colapsa rápido.



Alojarse en París suele ser muy caro. Lo más barato son albergues, o algún apartamento por Airbnb… y aun así, es decididamente caro. Si buscas algo barato, tendrás que irte a las afueras y pillar algún hotel tipo Ibis, o Formula1, pero esta opción te va a dejar dependiente del transporte público. También ten cuidado de qué parte eliges, hay zonas realmente deprimidas y muy inseguras (evita el distrito 19, o banlieues como St Denis). Si quieres alojarte en el centro, va a ser más caro y lo más asequible está en estado bastante cutre. La última vez me alojé en el Sully Hotel, y lo bueno es que estábamos en el centro, pero un quinto sin ascensor, pequeño y con una cama bien cutre… No sé si merece la pena. Eso sí: una delicia ir andando a los sitios y desayunar y cenar por allí. Para moverte por París, no tengas miedo en utilizar el metro. Lo que sale más asequible es comprar 10 tickets de golpe, y si vais dos personas, a poco que lo cojáis, ya los habéis gastado.


¿Es París tu ciudad favorita? Yo creo que está entre mis finalistas.
