Donde la magia es auténtica: VENECIA. Los canales del amor
Entre canales, góndolas y un patrimonio artístico que te dejará boquiabierto, la ciudad más romántica es una obra viviente. Venecia solo hay una.
Construida sobre 118 islas y con 455 puentes, la emblemática ciudad veneciana cuenta con 260.000 habitantes. Una de las ciudades más influyentes en la historia europea, es la capital del Véneto, una de las regiones más ricas del país y que desde 2012 promueve un referéndum de autodeterminación para independizarse de Italia.
En esta ciudad nació Marco Polo, célebre viajero y comerciante que en el siglo XIII emprendió la “Ruta de la Seda”. Y es que Venecia siempre fue una ciudad de comerciantes marítimos, que en los siglos XV y XVI alcanzó un enorme poder en el Mediterráneo, llamada como la República de Venecia o la Serenissima. Su imperio dominaba el Adriático, con posesiones en la costa balcánica -muchas aún conservan su denominación italiana: Istria, Spalato (Split), Ragusa (Dubrovnik), Durazzo (Durres)- y en las islas del Mediterráneo como las jónicas, griegas o Chipre. Después cayó bajo dominio austríaco, y posteriormente fue invadida por Napoleón, hasta que acabó incorporada a Italia bien entrado el siglo XIX.
Venecia destacó por el poderío y la influencia de la Iglesia, los comerciantes y sus políticos, que hicieron de la ciudad un criadero de artistas en todas las disciplinas. Tintoretto, Tiziano, Canaletto, Veronés y muchos más vinieron a esta ciudad atraídos por su fomento del arte; o el mismo Vivaldi, nacido en esta ciudad. Incluso en la actualidad, Venecia es un referente para las artes con la Bienal de Venecia o el Festival Internacional de Cine de Venecia. La llegada de toda esta aristocracia motivó que el Carnaval de Venecia fuera una de las fiestas más famosas de la Europa medieval y moderna, donde venían para divertirse (en todos los sentidos) protegidos por una máscara que ocultaba su identidad.
Mis impresiones de Venecia
Venecia es una ciudad singular y única en el mundo. Visitarla es un deber, y a ser posible, en distintas épocas del año. Mi primera vez fue en 2007. Visité Venecia con mi familia, en una ruta por Italia y Eslovenia. Era verano y la ciudad estaba a rebosar de turistas. Muchísima gente y mucho agobio. Además, hacía un calor que unido a una bruma era muy agobiante. No corría nada de viento por aquellas calles… y esperar el vaporetto con tantísima gente era insoportable. La verdad es que no disfruté demasiado de Venecia aquella vez. Volví en enero de 2014, y fue muy diferente. Hacía bastante frío y viento, pero la ciudad estaba casi desierta. Eso nos permitió movernos con mucha más soltura, disfrutar cada rincón, comer en restaurantes sin problema… y fotografiar la ciudad, y pasear sin agobios: una delicia. Debido a que en verano era temporada alta, aquella vez no dormimos en Venecia y lo hicimos en un pueblo ya en tierra; sin embargo, en invierno los precios eran más asequibles y dormimos en pleno centro. Fue muy bonito descubrir aquellas calles, pequeños canales y pasadizos por la noche, sin nadie, y con aquel escenario frente a nosotros. Y es un muy buen recuerdo que tengo, pues Venecia es la ciudad de los enamorados por excelencia. ¡No hay otra ciudad que la supere en este aspecto!
Qué ver y hacer en Venecia
Lo mejor que hacer en Venecia es no seguir ninguna regla y perderte. Mi mejor consejo es que lleves apuntado lo indispensable y te dejes sorprender. Lo más bonito es pasear por sus estrechas calles, cruzar los pequeños puentes sobre tantos y tantos canales, y descubrir en cada esquina una iglesia nueva, una fachada impresionante o una postal de góndolas mágica.
El punto central es la Plaza de San Marcos. Data del siglo IX, aunque su forma actual data de los siglos XII y XIII. Es el centro neurálgico de la ciudad, donde se han desarrollado los principales eventos y con presencia de la Basílica de San Marcos y el Palacio Ducal. Además, en esta plaza se encuentra la Torre del Reloj, el Campanario de San Marcos, la Biblioteca Marciana y muchas cafeterías y restaurantes donde cada molécula vale a precio de oro. A menudo suele inundarse esta plaza, bien por las lluvias o por la marea alta. Cuando esto sucede colocan unos bloques sobre los que ir andando.
La Basílica es de culto católico y estilo bizantino veneciano. Data del siglo XI, reformada en el XVII en un gótico italiano. Se construyó para albergar las reliquias del evangelista San Marcos, quien es el patrón de Venecia (y su león, presente en la bandera y el símbolo de la ciudad). El Campanario es desde donde Galileo mostró al dux (regente de Venecia) su telescopio en el siglo XVII. En el Palacio Ducal, además de sus bellas salas y exposiciones de renombre, destaca el Puente de los Suspiros, conocido porque los prisioneros suspiraban al cruzar este puente que les llevaba a prisión.
Frente a esta plaza se halla la isla y la Basílica de San Giorgio Maggiore. También, frente a esta plaza está la Punta della Dogana, donde está la Basílica de Santa Maria della Salute, del siglo XVII para pedirle a Dios la protección ante la peste negra. Es un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca, con su característico matiz veneciano con aquellos mármoles tan blancos y formas redondeadas.
El Puente de Rialto también suele servir como unión de las dos partes de la ciudad que están separadas por el Gran Canal. Este puente fue construido en el siglo XVI, era el único que cruzaba el Gran Canal. Era (y sigue siendo) una zona eminentemente comercial, con muchos puestos de orfebrería, joyería, etc.
Hay muchos más puentes, palacios e iglesias que ver, sobre todo en los barrios de San Marco y San Polo. Algunos de ellos son el Palacio Ca’ Foscari: palacio gótico sede de la Universidad Ca’ Foscari, del siglo XIX; Iglesia de San Roque, en San Polo; Ca’ D’Oro, del siglo XV, mansión de transición del estilo gótico al renacentista; Palazzo Ca’ Rezzonico; Basílica de Santa Maria dei Frari, gótica, en ladrillo rojo, del siglo XIV…
Otras visitas que puedes hacer de Venecia es el Arsenal de la ciudad, o una excursión a las islas vecinas de Murano, con su célebre fabricación de cristal; o Burano, una isla que destaca por sus tejidos y sus casas de colores. Explora sus barrios más residenciales y aprovecha para comprar en mercadillos de frutas y verduras (en góndolas), o disfrutar de la marcha de la ciudad.
Cómo llegar a Venecia
Venecia está conectada a tierra (a la ciudad de Mestre) por el Puente de la Libertad, que llega hasta Piazzale Roma, donde puedes dejar el coche en un aparcamiento. En Venecia el único transporte es el vaporetto, el barco-taxi o la góndola. Hay dos aeropuertos que sirven a Venecia: el más cercano de ellos es el Aeropuerto de Marco Polo (VCE), el más cercano y conectado mediante ferrocarril y bus hasta Mestre; y mediante barcas-taxi al centro de Venecia; y el Aeropuerto de Treviso (TSF), situado a 36 km de la ciudad, donde vuelan compañías de bajo coste como Ryanair o WizzAir.
