NESEBAR, la perla del Mar Negro
La antigua Mesembria es una ciudad de raíces griegas con glorioso pasado bizantino
Situada en un emplazamiento privilegiado, una isla que posteriormente se unió a tierra, Nesebar es la antigua Mesembria, una de las ciudades griegas más importantes del Mar Negro. Su origen se remonta, como es común en la región, a los tracios, quienes desde el II milenio a.C. se asentaron en lo que llamaron Menebria. Su auge le vino cuando fue colonizada por griegos dorios, quienes la llamaron Mesembria. La ciudad fue un nudo comercial entre los mares Negro y Egeo, y llegó a acuñar su propia moneda. A menos de 30 km en línea recta por mar, su máxima competidora era la casi siamesa ciudad de Sozopol: la rivalidad entre ambas era constante.
En el siglo I a.C. fue conquistada por los romanos, pero sobre todo alcanzó su esplendor con el dominio bizantino: Mesembria llegó a ser uno de los bastiones más importantes de este imperio. Gran parte de su patrimonio bebe de esta influencia bizantina, lo que atestigua su glorioso pasado. Fue codiciada arduamente por los búlgaros, quienes finalmente la conquistaron en el siglo X, y comenzó a extenderse el término eslavizado de Nesebar. Entre idas y venidas entre búlgaros y bizantinos, Mesembria fue incluso conquistada por los cruzados en el siglo XIV, quienes habían tomado Bizancio.
1453 fue el año de la caída de Constantinopla a manos de los otomanos, y también de la toma de Nesebar. Le siguió un periodo de declive, donde se conservó el patrimonio pero la ciudad perdió su esplendor. Con la independencia búlgara en 1878, Nesebar siguió incluida en la Rumelia Oriental, que no se uniría al resto de Bulgaria hasta 1885. Fue entonces cuando proliferó la construcción de casas de madera, en un estilo renacentista búlgaro, que es una de las señas de identidad de la ciudad. Al igual que sucedió en Sozopol, la ciudad estaba poblada mayoritariamente por griegos, quienes abandonaron la ciudad tras las guerras balcánicas de principios de siglo XX.
Nesebar hasta entonces era un pueblo de pescadores, casi despoblado ya que la población había huido, pero las décadas siguientes vieron una enorme transformación hacia un gran centro turístico. Su fabuloso entorno y clima más cálido hicieron que se construyera el mayor resort turístico de la costa del Mar Negro, llamado Sunny Beach, al norte de Nesebar. Este es el mayor centro turístico de playa de Bulgaria, junto con Golden Sands en Varna. También se llevó a cabo la rehabilitación y conservación de la ciudad antigua, que fue incluida en 1983 como Patrimonio de la Humanidad. Es una de las ciudades con mayor número de iglesias per cápita del mundo, se llegaron a contar 42.
Nesebar tiene hoy unos 14 000 habitantes, pero acoge una gran actividad turística que la sitúa en la cabeza de visitas del país. Es llamada “la perla del Mar Negro“, y yo soy muy escéptico a nombrar ciudades con nombres tan genéricos, pero es que Nesebar es una auténtica perla: pequeñita, rodeada de mar, muy coqueta, y con auténticas joyas ocultas y antiquísimas. Me encantó la ciudad, y he de decir que la prefiero sobre Sozopol. Además, la vi con mucha vida incluso para ser temporada baja. Por todo ello, considero que es un lugar imprescindible en tu viaje por Bulgaria. Además, puedes combinarlo con otras localidades cercanas como Pomorie o Burgas. A continuación te cuento qué ver en Nesebar.
Qué ver en Nesebar
Aparqué mi coche tierra adentro, por la avenida Ivan Vazov (aparcar es dificilísimo), y desde ahí bajé hasta el istmo que unió a la antigua isla con tierra, fue construido de una manera artificial. El molino de viento es uno de los símbolos de Nesebar, que fue construido en el siglo XIX por los griegos que habitaban aquí, y cuando se fueron fue desmantelado. Rehabilitado posteriormente en los años 70, es muy bonito, pero una lástima que cuando fui estaba reparándose. Además, me gustó ver que en la parte moderna de la ciudad (donde aparqué) también había edificios nuevos que simulaban esta construcción, otra muestra más de su simbolismo.
Continué andando por el istmo hasta llegar a las murallas de la ciudad, que han ido sucesivamente reconstruyéndose, las últimas datan de los siglos XI-XIII, y entraron en deterioro durante la época otomana. Al inicio de la ciudad, donde se encontraba la puerta, hay un letrero de “Nesebar Patrimonio de la Humanidad”. También verás, a la izquierda, la estatua de San Nicolás, patrón de los pescadores, en busca de una nueva tierra sosteniendo una paloma. Tras pasar las murallas, puedes visitar el Museo Arqueológico de la ciudad.
Siguiendo en línea recta por la calle Mesembrija llegarás al punto más bonito de la ciudad, para mí. Es la Iglesia del Cristo Pantócrator, construida en el siglo XIV en un estilo bizantino. Su decoración es riquísima y muy colorida en su exterior. Algo más adelante está también la Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XI, con frescos en su interior. Después, verás restos de termas romanas y otras iglesias como la de San Spas o la del Sagrado Salvador, del siglo XVII (en Nesebar hay pequeñas iglesias en cada esquina).
Seguidamente, otro de los puntos más bonitos es la Iglesia del Arcángel Miguel, del siglo XIV. La verdad es que todas ellas son parecidas, del estilo bizantino característico. Se encuentra entre calles muy estrechas y típicas, que alternan construcciones bien remodeladas y bonitas con otras que están bastante cochambrosas. Al lado de esta iglesia también verás la de Sv. Paraskeva, del siglo XIV, mejor conservada.
Desde aquí fui hasta la Iglesia de la dormición de Theotokos, construida justo cuando Nesebar se incorporó a Bulgaria en el siglo XIX, por lo que es más reciente. Desde aquí se puede recorrer el paseo por el norte de Nesebar, que tiene unas vistas muy bonitas a Sunny Beach. En este espacio más amplio y elegante se puede ver una torre de un viejo molino y los restos de la Basílica de la Santa Madre de Dios Eleusa, del siglo VI, que formaba un complejo monástico.
Mi siguiente punto fue la Iglesia de Santa Sofía, que era justo el centro de la ciudad antigua y se localiza en el corazón de Nesebar. Data del siglo VI, aunque reconstruida en el siglo IX. Es grandísima e impresionan sus columnas, y tenía su suelo hecho con mosaicos. Desde aquí seguí recorriendo el pueblo contemplando sus casas de madera negras, su bonito paseo con la playa de la ciudad vieja de Nesebar al fondo; y también la Iglesia de San Esteban, del siglo XI, reconstruida en el XVIII.
Desde ese lugar me dirigí hacia donde se encuentra el teatro, de época helenística. Sobre él se encuentra la Iglesia de San Juan Aliturgetos, del siglo XIV, llamada así porque no fue consagrada, se dice que porque murió un constructor y no se permitía sacralizar un lugar donde hubiera habido una muerte. Más adelante de este espacio está el puerto pesquero, con multitud de barquitos y enmarcado por las imponentes y antiguas murallas de Nesebar. Esta parte tenía un encanto muy bonito.
Por último, si vienes en verano no olvides acercarte a sus playas. Tanto al sur, donde está la playa de Nesebar sur, como al norte, donde está Sunny Beach (Slanchev Bryag). Aquí también puedes visitar la Iglesia de St. Vlasiy y el Barco pirata Black Sam, o acercarte hasta el Cabo Emine.
¿Te quedas con Nesebar o Sozopol?
