Tesoros eslovacos: los montes TATRA y el Castillo de SPIS
En la cima de los Cárpatos se encuentran lagos glaciares y resorts de esquí. En esta región de Spis, el Castillo de Spis es uno de los más bonitos de Centroeuropa
Nuestro día empezó en Bratislava, donde desde la estación de trenes tomamos uno hacia la estación de Poprad-Tatry, en el norte central del país. Tras verdes paisajes y abundantes ríos, llegamos a Poprad, la ciudad más grande de esta zona al sur de los Tatras, con poco más de 50.000 habitantes. La ciudad también cuenta con un aeropuerto internacional, Poprad-Tatry.
Aquí están los Montes Tatra (Tatry en eslovaco), que son los montes más altos de la cordillera de los Cárpatos, y en los cuales está el pico Gerlachovsky con 2655 metros, en Eslovaquia pero muy cerca de la frontera con Polonia. Al otro lado de las montañas, en el norte, se encuentra Zakopane, la capital de invierno de Polonia y con bellas iglesias de madera. Los Tatras cercanos a Poprad son a menudo son llamados Altos Tatras (Vysoke Tatry) para diferenciarlos de otros sectores. Aquí hay osos pardos, linces, ciervos y marmotas…. En todo el área de Vysoke Tatry, hay asentamientos diseminados como Stary Smokovec. Aquí está el principal resort turístico de los Tatras, sobre todo con un turismo de deportes de invierno y que configura el principal atractivo turístico de Eslovaquia, y el más visitado después de la capital Bratislava. De hecho, se ha intentado varias veces que fueran sede de los Juegos Olímpicos de Invierno.
Para llegar a estos pueblos, desde Poprad existe una línea de ferrocarril eléctrico muy moderna y muy económica (creo recordar que el billete eran 2€). Tiene dos líneas: hacia Tatranska Lomnica y hacia Strbske Pleso. Puedes consultar el mapa y llegar hasta la parada donde quede tu hotel más cercano y hacer el senderismo que te apetezca. En concreto, recomiendo el lago glaciar de Strbske Pleso, con una postal mágica. Un hotel alpino, de tejado de madera triangular se alza frente a las aguas cristalinas reflejándose en él. Los patos nadaban tranquilamente en aquella quietud, y que aunque era julio, tenía como fondo escénico los picos nevados.
Desde aquí volvimos a Poprad para tomar un autobús al cercano pueblo de Spisske Podhradie (salen desde la estación de autobuses que está al salir de la estación de tren a la derecha). Spisske Podhradie se encuentra en la región de Spis, que fue un condado del Reino de Hungría, con notable presencia de colonos alemanes. Actualmente es una de las regiones más pobres de Eslovaquia, y con presencia de muchos habitantes de etnia gitana. Cuando llegamos al pueblo el autobús nos dejó en la plaza principal y estaba todo oscuro (eran las 23.00), todo cerrado salvo un bar donde nos tomamos un zumo para cenar (lo único que había) y muchos niños gitanos en la calle. Fuimos andando hasta nuestro alojamiento, la A+S Penzion Podzamok, que era la casa de una abuela que la alquilaba… todo estaba apagado y vacío. ¡Pero tenía que ser allí! Hasta que llamamos y salió una viejecita, que solo hablaba eslovaco… nos pareció entender que se había creído que no íbamos a llegar y ya había apagado todo.
Por la mañana, vimos la magnífica ubicación que tenía aquella casa. Era una de aquellas casitas con flores y con un jardín que estaba justo enfrente del Castillo de Spis. El Castillo de Spiš fue construido en el siglo XII en estilo románico. Dentro de la fortificación había dos palacios, tres basílicas y más capillas. En el siglo XVIII fue abandonado y un incendio lo llevó a la ruina. Actualmente es uno de los castillos más bonitos e importantes de Centroeuropa, y que ha servido como escenario para muchas películas.
El pueblo de Spisske Podhradie solo tiene 4.000 habitantes, y como os he contado, es muy humilde. En la otra parte del pueblo está el Convento de Spis (Spišská Kapitula) , con una catedral del siglo XIII en estilo románico y gótico. En toda esta región hay más pueblos pequeñitos con patrimonio declarado de interés por la UNESCO. Son Levoča, Kežmarok, Žehra y Stará Ľubovňa.
Nosotros elegimos coger un autobús hasta Presov, la tercera ciudad del país con 100.000 habitantes y que también es bastante bonita, pero nuestra elección iba más allá: el perdido pueblo de Bardejov.