Ruta por ISLAS FEROE: Vagar, Streymoy y Eysturoy
Vágar, Streymoy y Eysturoy son las principales islas de las Feroe
Las Islas Feroe son un archipiélago situado a mitad de camino entre Islandia y Noruega. Con un total de 18 islas, resulta complicado llegar hasta aquí e incluso moverse entre ellas debido a su geografía, por lo que es muy recomendable planear una ruta para poder recorrer el país bien. En este artículo general te cuento cómo moverse por las islas, cómo conducir y más sobre su historia y economía, así como los 10 sitios más bonitos que ver. Pero una vez que ya hemos hablado de generalidades… vamos a emprender la ruta que te cuento en este mismo artículo. Las islas de Vágar, Streymoy y Esyturoy son el corazón de las Islas Feroe. Son las más grandes y pobladas, y las mejor comunicadas. Aquí se encuentran todos los servicios: de aeropuerto, alquiler de coche, y la capital Torshavn. Por tanto, son las usualmente más visitadas.
VÁGAR
La isla de Vágar es la tercera más grande de las Feroe, situada en la parte más occidental y al sur del archipiélago. Por aquí pasarás sí o sí, ya que es donde se encuentra el Aeropuerto de las Islas Feroe. Quizá porque está situada más al sur que las demás, el paisaje no es tan verde y es algo más pajizo (claro que, cuando fuimos nosotros era el tiempo del deshielo). Sørvágur, con 1.000 habitantes es la tradicional localidad en importancia de la isla. Situada al fondo del fiordo de su nombre, Sørvagsfjørður, frente a ella puedes ver los drangar: acantilados solitarios en el mar, como islotes rocosos. Son los de Tindhólmur, Gáshólmur, Skerhólmur… A mí me gustó mucho verlos desde el bello pueblo de Bøur, que con 70 habitantes es una delicia de localidad. Un pequeño pueblo de casas descendiendo la pendiente del acantilado, con una bonita playa frente a su iglesia de 1865.
Continuando hacia el oeste llegarás (tras pasar por un largo túnel) hasta Gásadalur, de solo 13 habitantes. Este es uno de los sitios más bonitos del país, un pequeño pueblo encaramado en un acantilado y con la cascada Múlafossur que se precipita hacia el Atlántico. Los fuertes vientos de la zona hacen que la cascada vuele e incluso dificulta que llegue al mar. Además, suele formar arco iris.
Justo al lado del aeropuerto se encuentra el lago más grande de las Islas Feroe, con 3,4 km2. Cuidado con el nombre, ya que suele originar discusiones entre los lugareños, que prefieren llamarlo Sørvagsvatn (los de Sørvagur) y Leitisvatn (los de Midvagur). Esta es una de las fotografías que parecen sacadas de un mundo imposible, ya que se trata de un lago situado a 40 metros de altura sobre un acantilado pegado al mar, lo que da la sensación de que está suspendido casi en el aire. Claro está, estas fotografías están tomadas con drones desde las alturas, y estando allí no pude dejar de sentirme algo decepcionado. El lago desagua en el Atlántico mediante la cascada Bøsdalafossur, y se puede recorrer toda esta zona andando, incluyendo cruzar esta parte del lago entre las rocas. El acantilado Trælanípa es de una especial belleza, donde hay muchas aves anidando. Debido al creciente turismo que está llegando a las islas últimamente, están acondicionando los senderos por aquí y hay que pagar una entrada de 200 kr por persona, lo cual fue bastante caro.
Miðvágur, con 1.000 habitantes, es actualmente el pueblo más grande de la isla, donde hay varios supermercados y gasolineras. Para acceder a Sorvagsvatn, hay que desviarse hacia la derecha en el cruce de la iglesia y seguir las indicaciones hacia Traelanípa. Ahí llegarás por un camino de tierra hasta una caseta donde podrás dejar el coche.
Sandavágur es la siguiente localidad, de 900 habitantes. Un clérigo de su iglesia fue el que materializó el idioma feroés en escrito, lo que se representa en una piedra con runas. Además de por esto, es bonita por ver desde lejos el Trøllkonufingur, una roca aislada vertical que parece un dedo de un troll (me recordó a las que hay en la playa de Vík, Islandia). Digo verlo desde lejos porque es como mejor se aprecia, y realmente el camino en coche hasta el pue de Trollkonufingur es bastante peligroso, muy estrecho y entre acantilados.
Desde Vágar pasarás por el Vágatunnilin (5 km por debajo del mar) hasta llegar a la isla de Streymoy.
STREYMOY
Streymoy es la isla más grande y poblada de las Feroe. A pesar de esto, creo que es la isla que “menos cosas tiene que ver”, comparada con las demás. El principal atractivo está en la capital Torshavn, que te cuento haciendo click en este artículo. También es muy interesante ir hasta Kirkjubøur, un pueblo cerca de Toshavn y que te cuento también en el anterior enlace. Además de estos dos lugares, en Streymoy te aconsejo ir a:
Saksun, un pueblo muy característico situado en la parte noroeste de Streymoy. Para acceder a ella lo harás por una carretera que discurre por el interior de la isla, recorriendo un valle bastante bonito. Saksun se encuentra en el interior de una antigua bahía y se trataba de un importante pueblo pesquero, hasta que una gran tormenta llenó de arena y cerró la bahía, formando un lago. Entonces Saksun fue parcialmente abandonado, y solo volvieron los habitantes que se dedicaban a la ganadería. Actualmente solo residen aquí 8 de ellos. Resulta muy bonito ver el paisaje en el que se encuentra, además de tomar unas buenas fotografías de las casas y granjas con el tejado cubierto de hierba frente a la bahía.
El otro pueblo interesante que os recomiendo es Tjørnuvík, el pueblo más al norte de Streymoy. Sobre unos 70 habitantes residen en el pueblo. Es otra de las localidades históricas de las Islas Feroe, como lo atestiguan las tumbas vikingas que se encuentran en su valle. La bahía lo enfrenta al mar abierto, lo cual se traduce en tempestades pero también en unas condiciones muy buenas para el surf. Además, lo bonito de Tjornuvik no es solo el pueblo en sí, sino el camino que lleva hasta él, descubriendo al pueblo alojado en el fondo de la bahía.
Bordeando Streymoy por el noreste, las vistas hacia la vecina Eysturoy son muy bonitas. Desde su playa podrás ver los Risin og Kellingin (El gigante y la bruja), unas formaciones rocosas que se encuentran cerca de Eidi (isla de Eysturoy). La leyenda cuenta que, una vez, los gigantes de Islandia estaban envidiosos de las Islas Feroe y querían conquistarlas, así que enviaron a este gigante y la bruja (que eran marido y mujer) para ello. Llegaron a este lugar, y la bruja comenzó a trepar el acantilado con una cuerda, con el fin de amarrarlas y cargarlas en la espalda del gigante. Sin embargo, cuando tiró, se desprendieron rocas y la isla no se movió. Así pasaron toda la noche, sin darse cuenta que llegó la luz del sol y se convirtieron en piedra, como era su condición. Además, en el camino a Tjornuvik puedes parar en Fossá, la catarata más alta de las Islas Feroe con 140 metros.
En el resto de Streymoy hay otros pueblos también bonitos, aunque más cotidianos, como el caso de Kollafjordur, que forma casi un continuo urbano a lo largo del fiordo, donde también hay bastante industria. Otros fiordos como el de Kaldbaksbotnur son muy bonitos, todos ellos repletos de cascadas… la tierra sangra agua. Desde Streymoy a Eysturoy pasaremos por el puente de Streymin.
EYSTUROY
Eysturoy significa “isla del este” y es la segunda en población y superficie del archipiélago. En Eysturoy están algunos de los sitios más variados de las Islas Feroe. En primer lugar, nos dirigimos hacia Eiði (700 habitantes), desde donde se tienen unas vistas muy bonitas hacia Streymoy y la carretera que va a Tjornuvik. Sin duda, en las Feroe es mágico contemplar cómo las islas surgen del océano como auténticas montañas volcánicas, donde la pendiente es constante y tapizada de vegetación herbácea. Las numerosas ovejas se funden entre la niebla, mientras campan por paisajes imposibles. También nos llamaron la atención los campos de fútbol de Eidi, con un contraste de planicie absoluta.
De Eidi fuimos hasta Gjógv, que con apenas unos 50 habitantes es quizá el pueblo más bonito del archipiélago. Se trata de un asentamiento cuyas casas tienen colores vivos, y su ubicación en el fondo del valle y con un puerto asomado a una garganta (de donde viene su nombre), no podía ser mejor. Las ovejas campan a sus anchas por las calles del pueblo, que, además está recorrido por un riachuelo. Me pareció muy idílico Gjogv, y me recordó a Seydisfjordur en Islandia.
Al final de una serpenteante carretera (donde hay unas vistas impresionantes) se encuentra Funningur, (60 habitantes) que es el primer asentamiento vikingo en las Islas Feroe. Fue Grimur Kamban, quien escapó de la tiranía del rey noruego Harald I. El fiordo que lleva su nombre, Funningsfjørdur, acaba en un pequeño asentamiento donde hay unas cuantas almadrabas para el pescado. Desde aquí fuimos hasta Elduvík, un pueblo que no teníamos pensado visitar, pero leímos que se estaban haciendo obras para mejorar el acceso y nos pareció interesante ir hasta allí: si estaban invirtiendo, algo habría… y la verdad es que nos gustó bastante. Un pueblo bastante tranquilo pero con más aspecto de pueblo que otros, las casas más agrupadas, más aspecto de calles típicas feroesas.
En Eysturoy visitamos también la parte más al sur de la isla. Realmente no habíamos leído que allí hubiera nada turístico, pero sí que había varios recursos de información, actividades… Llegamos hasta Runavík, el centro de este lugar. Toda esta zona me dio el aspecto de ser donde más dinamismo económico hay, donde se está trasladando la población. Aquí se encuentra la compañía más grande el país: Bakkafrost, de salmón congelado, y parecía una zona muy residencial e industrial. También están construyendo otro túnel submarino (Eysturoyartunnilin) para unir esta zona a Torshavn. Seguimos el camino hasta Æðuvík, el último pueblo, por medio de un terreno con aspecto volcánico reciente, sin duda diferentes al resto de las Feroe.
Otros lugares interesantes de Eysturoy son Fuglafjørdur o Leirvik, pueblo donde comienza el Nordoyatunnilin que conecta con las islas del norte, las cuales te explico en este artículo.