AIX-en-PROVENCE, la capital de la Provenza
Ciudad castiza, Aix en Provence es una ruta artística y de restauración en la Provenza francesa
Aix-en-Provence, o en idioma provenzal Ais de Provença, ha sido la capital histórica de la Provenza francesa. La ciudad fue fundada por los romanos en el 123 a.C. como Aquae Sextiae, y célebre después de la batalla de mismo nombre contra los pueblos germánicos. Aix creció como la más importante de su provincia romana, aunque su mayor auge le llegó en el siglo XII con el dominio compartido entre los condes de Barcelona y Anjou, cuando fue un centro de aprendizaje y artístico. En el siglo XV pasó a la corona francesa y fue proclamada como la capital de la región provenzana. Hoy en día cuenta con cerca de 150 000 habitantes y es importante desde el punto de vista de la producción de productos como el aceite, el chocolate, las almendras o el vino.
Es famosa por ser la ciudad de nacimiento de Cézanne, quizá el pintor posimpresionista más famoso, y ciudad de residencia de Émile Zola, famoso escritor francés. Además, también es conocida en Francia por tener muchas fuentes (de hecho, su nombre fundacional fue atribuido a las surgencias de manantiales). Aix-en-Provence me pareció una ciudad provinciana, castiza y auténtica. Estaba llena de plazas y terrazas con un montón de gente comiendo y bebiendo, fuera la hora que fuera. Pero también vi mucha gente pobre pidiendo en la calle, y barrios visiblemente degradados, marginados y con abundante inmigración. En general, me pareció una ciudad para hacer una excursión si te sobra tiempo, o si quieres ir en un plan relajado a probar su gastronomía, sus vinos y pasar horas en sus terrazas, pero no un destino turístico en sí.
Si decides visitar la ciudad, aquí te dejo unas sugerencias sobre qué hacer:
Ante todo, pasear por sus calles y sus terrazas. Verás las típicas ventanas de madera de color azul pastel, seña de identidad provenzal. Los edificios suelen ser de baja altura, en piedra y enlucidos en un tono pálido característico. La plaza más bonita, para mi gusto, es la Place des Augustins, donde está la fuente del mismo nombre. Como te he contado, Aix es conocida por sus fuentes y entre ellas destaca la fuente de los cuatro delfines, y también otras situadas en el Cours Mirabeau.
El Cours Mirabeau sigue el trazado de la antigua muralla, y donde ahora se ubica un amplio paseo flanqueado por árboles y casas señoriales. Aquí se encontraba la brasería Les deux garçons, sitio muy frecuentado por Cézanne, Émile Zola y Hemingway. Este largo paseo acaba en la Fuente de la Rotonda, con sus tres estatuas dedicadas a la agricultura, las bellas artes y la justicia.
La Catedral del Santo Salvador es uno de los puntos centrales de la ciudad. Se construyó sobre el antiguo foro romano y tiene elementos que van desde el siglo V hasta el XVII, aunque lo más llamativo es su portada gótica y su claustro. El Ayuntamiento (Hôtel de ville) es otro de los puntos donde más gentío suele haber. Preside la plaza del mismo nombre, y se trata de un bello edificio del siglo XVII con una torre del reloj, del siglo XVI. En uno de sus lados está el almacén de grano, que también sirvió como mercado.
Aix-en-Provence es una ciudad de callejuelas y pequeñas plazzas. Es famosa la Place d’Albertas, nacida de la demolición de los edificios colindantes para que la casa del marqués d’Albertas tuviera sol. A mí me pareció bastante decadente, desangelada y ruinosa, parecía que fuera una plaza de un extrarradio de Timisoara. La que sí me gustó mucho más es la Place des Cardeurs, que está a rebosar de gente. Esta sí la vi más bonita por la cantidad de terrazas que había y por el espacio que enmarcaban las fachadas.
Es cierto que no estuve demasiado tiempo en Aix-en-Provence. Otras cosas que visitar son la iglesia de St Jean de Malta, del siglo XIII y donde están enterrados los condes de Provenza, el Pavilion Vendôme, o el campo de concentración de Les Milles, donde el gobierno de Vichy recluyó a los judíos en la II Guerra Mundial. Pero, sobre todo, si eres un amante del arte, debes visitar sus museos. Empezando por el taller de Cézanne, y por la ruta de este pintor, también puedes vistiar la Bastide du Jas de Bouffan, la casa de campo de Cézanne. Otros museos son el Centro de Arte Caumont, el Museo Granet, o la Fundación Vasarely si prefieres el arte contemporáneo.