CETINJE, la capital real e histórica de Montenegro
Cetinje es el corazón de la nación montenegrina
La historia de Cetinje (a veces escrito en español como Cetiña, aunque detesto ese nombre) no deja de ser algo reciente, pero de suma relevancia para el país. Hasta entonces, la mayoría del territorio de Montenegro lo ocupaba el llamado Principado de Zeta, que tenía su centro alrededor del Lago Skadar, donde desembocaba el río Zeta, que daba nombre al Principado y que quería decir “cosecha”. Zeta apareció como un vasallo de la Rascia, el Estado medieval serbio que surgió en las inmediaciones de Novi Pazar y que aglutinaba a las tribus serbias. Sin embargo, tras la muerte de zar serbio Stefan Uros en el siglo XIV, el Imperio serbio comenzó a desintegrarse y el Principado de Zeta se convirtió en independiente.
Fue en 1482 cuando Ivan Crnojević, Señor del Principado de Zeta, fundó Cetinje como una nueva capital para resguardecerse de los ataques otomanos. Así, mandó construir un castillo bajo la cruz del águila (Orlov Krs) y un monasterio. La razón de la ubicación fue su difícil acceso, a considerable altura cerca del Monte Lovćen, lugar que dio nombre al país: por su aspecto dominante y cubierto de densos bosques, Lovćen fue históricamente llamado el “monte negro”. Esto ayudó a que la ciudad resistiera durante siglos a diversos ataques, sobre todo de los otomanos y venecianos. Cetinje se convirtió en la cuna de la nación montenegrina y, por ejemplo, el obispado de Zeta fue elevado a categoría metropolitana, lo que significaba una mayor autonomía dentro de la Iglesia serbia.
A finales de siglo XV aquí abrió la primera imprenta de los Balcanes, ejemplo de su florecimiento e importancia. Le siguieron siglos de defensa ante sucesivos intentos de invasiones, hasta que en el siglo XIX volvió el esplendor. Fue el tiempo de Petar Petrović Njegoš, príncipe de Montenegro, que resistió al avance turco, consiguió expandir Montenegro y proponer la idea de unificar a montenegrinos y serbios en un mismo país, por lo que a menudo se le considera precursor del yugoslavismo. Con el reinado de Njegoš se construyeron edificios nuevos en la ciudad en una nueva arquitectura, que incluyeron numerosos consulados como el ruso, francés, británico, austrohúngaro, italiano… A mitad de siglo XIX fue capturada por los otomanos, pero solo durante unos años, y el Congreso de Berlín de 1878 reconoció la independencia de Montenegro como país soberano, lo que internacionalmente se reconoció a Cetinje como su capital.
Cetinje estuvo siempre especializada en producción de libros y periódicos, así como fueron famosas sus bibliotecas y museos. Con la llegada del socialismo yugoslavo, Cetinje se sumió en el siglo XX en declive, ya que las autoridades priorizaron a la entonces Titograd como capital de la RSS de Montenegro, en un área más fértil y de fácil acceso. Sin embargo, Cetinje resistió en el ideario como capital cultural, y así se reflejó cuando Montenegro alcanzó su independencia en 2006: según la Constitución del país, es definida como Antigua Capital Real, y es actualmente la residencia oficial del Presidente de Montenegro. Cetinje tiene hoy solo unos 15 000 habitantes, y la abrumadora mayoría de su población de identifica como montenegrina y como tal su idioma, explícitamente diferenciándose del serbio. Cetinje es, sin duda, el símbolo más nacionalista de Montenegro. Esto ha ocasionado a veces conflictos, por ejemplo en el verano de 2021 cuando la Iglesia serbia quería entronizar al nuevo patriarca aquí, en territorio muy montenegrino.
Cetinje me pareció un pueblo: realmente su aspecto es ese, de casas bajitas, con pequeños jardines, y en una extensión bastante reducida. Parece mentira que esto fuera una capital, cuando lo que parece es una aldea. Sin embargo, fue muy agradable visitar Cetinje, ya que parece un pueblo de cónsules, con palacetes que servían de pseudo embajadas, casas coloridas, residencias oficiales de las diferentes dinastías… y además, la cercanía a puntos de interés tales como el Monte Lovćen, o el Lago Skadar, que me parecieron sublimes. Eso sí, en verano hacía bastante calor y la ciudad no dejaba de estar algo desierta, como si todo el mundo estuviera en la costa. En este artículo te cuento los mejores lugares que ver en Cetinje.
Qué ver en Cetinje
1.-Mausoleo de Petar Petrović Njegoš
Quizá lo más conocido sea visitar este impresionante mausoleo, situado en el Monte Lovćen. Se llega por una carretera bastante serpenteante desde Cetinje, que se encuentra a 21 km. El entorno es muy bonito, con bosques negros y rocas calizas vigorosas. Hay que pagar entrada para acceder, pero merece la pena. Se sitúa a casi 1700 metros de altitud y es el mausoleo a más altitud del mundo. Aquí se encontraba una iglesia en estilo bizantino mandada construir por el mismo Petar Njegoš en 1845 para servir como lugar de descanso eterno y donde se encontraba enterrado hasta que durante la I Guerra Mundial, Austria-Hungría decidió levantar aquí una estatua al emperador Francisco José y trasladó los restos de Njegoš al Monasterio de Cetinje. Después se abrió un debate sobre qué hacer con sus restos, y finalmente la antigua iglesia fue demoliada en época comunista fue demolida y se construyó este mausoleo. Este lugar ocupa un lugar destacado en el folclore montenegrino, mencionado también en el himno oficial del país.
Hay que aparcar abajo en la carretera y subir una escalinata de 466 escalones hasta llegar al mausoleo. El mausoleo está presidido por unas cariátides, banderas de Montenegro y una estatua de Njegos, así como su tumba en el interior, muy austero. Un poco más adelante hay una plataforma circular conocida como el Mirador Guvno, que ofrece una vista al “mar de piedras”: y es que el territorio de Montenegro es eso, un sinfín que casi parece un malpaís calizo. Al fondo se veían los incendios que asolaban el verano de 2021.
2.-Vlaška Crkva
Ya en el pueblo de Cetinje, el primer punto que visitamos fue la Iglesia Vlaska. Se trata de una iglesia ortodoxa serbia, construida en 1450 en una antigua necrópolis. Este era el barrio de los pastores (llamados Vlah), que cuidaban del ganado de Ivan Crnojevic. La valla que la protege está hecha de rifles de otomanos capturados.
3.-Baja Pivljanina y Njegoševa
La Baja Pivljanina y Njegoseva son las dos calles principales de Cetinje. Aquí podrás ver sus casitas bajas, algunas de colores, al igual que algunas plazas arboladas y en general, un aire de descanso y sosiego placentero.
4.-Teatro Real Zetski dom
El Teatro Real fue el primero de Montenegro, edificado en 1910 cuando oficialmente se configuró el país como un reino, y se le llamó casa de Zeta, en honor a los tiempos pasados. Al su lado se encuentra el Ayuntamiento de Cetinje, en un edificio que retrotrae a tiempos comunistas.
5.-Palacio Azul
Es la residencia oficial del Presidente de Montenegro. Fue construido en 1895 en un estilo imperial, aunque de dimensiones muy modestas, por el príncipe Danilo de Montenegro, y sirvió como ejemplo de arquitectura para otros edificios de importancia del país.
6.-Museo del Rey Nicolás y Monumento a Ivan Crnojević
Este edificio de color rojo fue el antiguo palacio de la familia real montenegrina, construido en 1867 con ciertos aires de neoclasicismo, que se trasladó aquí desde la Biljarda. Después pasó a ser un museo, llamándose del Rey Nicolás, situado en la Dvorski Trg, con numerosas terrazas. En esta plaza también se encuentra la estatua de Ivan Crnojević. Su breve biografía narra que fue apresado como rehén por la dinastía bosnia de los Kosaca hasta que fue liberado con ayuda de los venecianos y su padre expulsó a los serbios del Principado de Zeta. Después ascendió como gobernante de Zeta y estableció alianzas con Venecia para impedir el avance turco por el Mediterráneo.
7.-Biljarda y Monasterio de Crnojevići
La Biljarda era otra residencia oficial real, mandada construir por Petar Njegos en 1838 como la “casa nueva”, aunque finalmente se la conoció como la “casa del billar”, ya que en su habitación principal había una mesa de billar, el juego favorito del príncipe-obispo. Tiene la apariencia de un castillo medieval, con torres circulares, y servía también como residencia de visitantes. Sirvió como residencia real hasta que la familia se mudó al palacio rojo, donde hoy está el Museo del Rey Nicolás. Frente a ella se encuentran las ruinas del primigenio monasterio de Cetinje, fundado en el 1484 por Ivan Crnojević y destruido en la guerra entre los turcos y los venecianos del siglo XVII.
8.-Monasterio de Cetinje
Y un poquito más adelante, ya aparece el imponente Monasterio de Cetinje, en honor a San Pedro. Este edificio fue construido en 1701 donde se encontraba la antigua corte de Ivan Crnojević. En él se encuentran los restos de San Pedro de Cetinje y la mano derecha de San Juan Bautista, entre otros.
9.-Trg Revolucije y Museo Nacional de Montenegro
La Plaza de la Revolución se encuentra en el otro costado de la Biljarda, formando un bonito jardín. Está presidido por el edificio del Museo Nacional, que fue establecido en 1896 y contiene una de las mejores colecciones de armas de los Balcanes.
10.-Palacio Djukanović y Ministerio de Cultura
Volviendo a la calle Njegoseva, en su parte más al norte encontrarás algunos edificios de interés. Uno de ellos es el Palacio Djukanovic, de 1910, en un estilo neorrenacentista, para el presidente del Consejo de Estado del Reino de Montenegro. Tiene cuatro figuras femeninas en la entrada, que representan las cuatro estaciones, así como dos leones. Más adelante, también puedes ver el imponente Ministerio de Cultura, el único que no se encuentra en Podgorica y que se instaló aquí ya que Cetinje es la capital cultural de Montenegro.
Dos excursiones desde Cetinje
Y aquí te propongo dos excursiones muy próximas entre sí, en dirección al Lago Skadar, lugar del que provenía Zeta y de suma importancia histórica.
11.-Excursión a Rijeka Crnojevića
Rijeka Crnojevica fue el nuevo nombre que tomó el hasta entonces Obod, un pequeño pueblo al que se trasladó Ivan Crnojevic con su corte, huyendo del avance otomano y antes de elegir Cetinje como un lugar más inexpugnable. Aquí se encuentra el puente de Danilo (Danilov most), también llamado Most na Rijeci Crnojevica. El puente es de 1853, construido por el príncipe Danilo, que sustituía a uno de madera construido por Njegos. La llegada a Rijeka Crnojevica fue algo delicada, ya que la carretera era muy estrecha, en mal estado y con arbustos que impedían la visión (sumado a que había incendios por todas partes); y además, en su entrada hay unos edificios muy ruinosos que parecían presagiar que nos estábamos adentrando en un lugar peligroso. Afortunadamente, no fue así y el pueblo a la orilla del río es bastante bonito, aunque solo tiene la estampa del puente.
12.-Excursión a Pavlova Strana
Y un poquito más adelante, llegamos a uno de los lugares más bonitos de Montenegro: el mirador de Pavlova Strana. Desde la altitud de la carretera, se observa el gran meandro del río Crnojevica, en honor al tan nombrado Ivan Crnojevic, que solo tiene unos 12 km y fluye hasta el Lago Skadar en su parte norte. Me pareció sublime este entorno natural, bastante pantanoso, que casi parecía envuelto en una leve bruma. Observar el atardecer desde aquí es una pasada. Por cierto, también hay excursiones en barco que salen desde el pueblo de Rijeka Crnojevica.
¿Conocías la historia de Cetinje?
