Colores entre los fiordos, así es BERGEN

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Bergen es un encantador pueblo rodeado de fiordos. Ciudad pesquera por excelencia, es considerada la ciudad más bonita de Noruega

Calles de Bergen

 

Con 300.000 habitantes, Bergen es la segunda ciudad más grande de Noruega y quizá la más importante históricamente. Fundada en el siglo XI, ha sido la capital antigua de Noruega hasta el siglo XIII y continuó siendo la ciudad más grande hasta el siglo XIX. La historia de Noruega a menudo estaba representada por Bergen, ya que era esta su principal ciudad y donde las tradiciones noruegas se conservaron más a salvo de los dominios danés y sueco. Importante puerto comercial, el bacalao como su producto estrella. También es famosa por ser la ciudad más lluviosa de Europa, con más de 2000 mm anuales. Hoy en día Bergen es una ciudad con aspecto de pueblo muy tranquilo, cuidado y limpio, que sirve como base fantástica para conocer los fiordos noruegos. Dicen que Bergen es la ciudad más bonita de Noruega, y yo estoy de acuerdo.

Puerto de Bergen
Calles de Bergen

 

Qué ver en Bergen

El centro de Bergen es el muelle, que tiene en la plaza adyacente el mercado de pescado más famoso de Noruega, el Fisketorget. Aquí verás muchos puestos de pescado, mariscos, y restaurantes para comer. Los precios son desorbitados. Hay carne de ballena, salchichas de reno, de castor, de alce…

Fisketorget
Salmón noruego en la Fisketorget
Salchichas de muchas clases de carne

 

Al otro lado de la calle está la Plaza Vagsallmenningen, donde suele haber puestos de souvenirs, y en este barrio de calles estrechas e irregulares están la Korskirken, una antigua iglesia de piedra muy bonita, y la Catedral de San Olaf.

Plaza Vagsallmenningen frente al Fisketorget
Korskirken
Piano en la Korskirken

 

Desde aquí se puede continuar hacia el sur para descubrir parte de la ciudad más moderna. Desde Fisketorget ya verás una amplia avenida peatonal, la Torgallmenningen, donde se encuentra el monumento a los hombres del mar. Esta calle comercial es bastante larga y destaca por ser un punto de encuentro, sobre todo frente a la piedra azul, bajo la fachada del Bergens Tidende, uno de los periódicos más importantes del país.

Monumento a los hombres del mar
Bergens Tidende

 

Pronto verás el Byparken, un bonito jardín con muchas flores que se abre al estanque de la ciudad, el Lille Lungegardsvannet. Es una zona muy relajada donde hay mucha gente tirada en el césped. Me encantó estar aquí y observar la ciudad y las casas al fondo. En este espacio también está el Museo KODE.

El bonito Byparken
Estanque de Bergen
Museo KODE

 

Nos dimos un paseo por la zona que hay más al sur, siguiendo la Christiesgate, pasando por la Iglesia de San Pablo y llegando hasta la Universidad de Bergen y la Johanneskirken. Es un barrio residencial, de casas bonitas y esporádicas esculturas. Sobre todo me llamó la atención que había muchas estructuras que tiraban el agua por los escalones, y es que aquí el agua sobra.

Iglesia de San Pablo
Johanneskirken

 

De vuelta a la piedra azul, ahora vamos en sentido opuesto, hacia el oeste para ver el Teatro nacional, del siglo XIX. Aquí había un grupo de despedida de soltero haciendo muchos juegos. Bergen nos pareció una ciudad que aunque muy tranquila, es alegre.

Teatro nacional de Bergen

 

Detrás del teatro se abre el barrio de Nostet, que fue de lo que más nos gustó de la ciudad. Es un barrio de casas típicas de colores y de madera, te puedes perder callejeando por este sitio. Observábamos los interiores desde las ventanas, los bancos y cojines que tenían cada casa a pie de calle, y en definitiva, el modo de vivir noruego que nos pareció una delicia.

Bergen
Bergen

 

Rodeamos el barrio para pasear cerca del mar y con Bryggen al fondo, desde donde se obtienen las mejores vistas. Era casi hora de atardecer, y decidimos subir a Floyen para verlo desde allí. Para ello cogimos el funicular (Floybanen), que sale desde el centro de la ciudad, un poquito más arriba de la Fisketorget, lo verás fácilmente.

Vistas de Brygge
Brygge
Floibanen

 

El monte Floyen, es una de las montañas que rodean Bergen y la más accesible mediante el Floybanen, el funicular. Desde aquí se obtienen unas vistas impresionantes desde la ciudad, y es un muy buen lugar para ver atardecer ya que el sol se esconde justo por detrás de la ciudad, al estar mirando al oeste. Hay mucha gente viendo atardecer, y sobre todo nos sorprendió que cuando se puso el sol, un grupo de personas mayores se pusieron a cantar una canción de despedida al sol en noruego. ¡Fue genial!

Subiendo por el funicular
Gente esperando la puesta de sol
Atardecer sobre Bergen
Bergen desde Floyen
Coro cantando al sol

 

Además, mientras que no se ponía el sol hicimos un poco de senderismo por los alrededores. Aprovecha para pasear entre bosques, ver letreros de “No alimentéis a los troles” que te hacen estar en silencio, y descubrir lagos cercanos en una quietud asombrosa.

No alimentéis a los troles
Paseando entre bosques
Lagos cercanos a Floyen
Senderismo en Floyen

 

La mañana siguiente amaneció con una espesa niebla y llovizna característica de Bergen, a pesar de ser agosto. ¡Traed abrigo aunque sea verano! Esta mañana visitamos Bryggen, el casco histórico de Bergen. Son unas casitas de madera en vivos colores del siglo XVIII. Conocido hasta mediados del siglo XX como Tyskebryggen (muelle alemán), su nombre hacía referencia a que era aquí el lugar donde se asentaban los comerciantes de la Liga Hanseática. Ahora las casas son tiendas, y no son solo la fila que hay a primera vista: entra por las estrechas calles de madera y encontrarás más.

Bryggen
Bryggen de noche
Noche en Bryggen

 

Cerca de aquí está la Iglesia de Santa María (Mariakirken), el edificio más antiguo de Bergen, del siglo XII en estilo románico y construida en piedra, y próxima a ella, la Fortaleza de Bergenhus, que era la residencia de los reyes de Noruega cuando Bergen era la capital. Aquí también están las ruinas de la antigua catedral de Bergen.

Iglesia de Santa María
Casas cerca de la Iglesia de Santa María
Bergenhus
Ruinas en Bergenhus
Bergenhus

 

Completamos nuestra mañana paseando por el puerto y contemplando los fabulosos barcos que había atracados, antes de regresar al aeropuerto. Bergen nos encantó.

Barcos en el puerto
Hasta la vista Bergen

 

Llegada a Bergen

Llegamos a Bergen como escala desde Cracovia y con destino Alicante, con la compañía Norwegian. Nos buscamos una escala amplia que nos permitió estar en la ciudad un día entero. Llegamos a mediodía y visitamos el centro de la ciudad, pequeño y compacto; subimos a Floyen para ver atardecer y dormimos en el Hostal YMCA, muy céntrico y bien de precio para los precios de Bergen (33€ la cama en habitación compartida). A la mañana siguiente visitamos la fortaleza y Bryggen, y a mediodía regresamos al aeropuerto.

Bergen se sirve de un aeropuerto internacional (BGO) ubicado a varios kilómetros al sur. Es curioso que cuando llegas al aeropuerto te recibe un letrero que pone “Bergen?”, con el humor nórdico de reírse de ellos mismos y preguntarse “¿De verdad vienes aquí?”. Para ir de BGO al centro es muy fácil ir en uno de los frecuentes autobuses que pasan, lo compramos con Tidebuss.

La geografía noruega

 

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