TURIN, puerta de los Alpes y cuna de Italia
Al pie de los Alpes, la desconocida Turín presume de ser la cuna de Italia y el motor industrial del país
Injustamente desconocida y alejada del foco para muchos, Turín es una de las ciudades más importantes de Italia. Solo superada en población por Roma, Milán y Nápoles, esta ciudad piamontesa es una de las capitales económicas de Italia, además de ser la cuna del país. Cuenta con 900.000 habitantes, pero su área metropolitana supera los dos millones. Es la capital de la región del Piamonte, una de las más ricas e industrializadas de Italia y la de mayor calidad de vida del país. Piamonte significa al pie de los montes, y es que toda esta área está delimitada por las cumbres de los Alpes, y separándola del Valle de Aosta. Estos encierran la incipiente llanura padana, formada por el Río Po, que después continúa por la Lombardía hasta llegar a Venecia.
Fundada como campamento romano bajo el nombre de Augusta Taurinorum, de donde deriva su nombre Torino, después de la caída romana y las sucesivas invasiones bárbaras y mandatos de pueblos germánicos, fue la sede de la Casa de Saboya, cuando tuvo su mayor esplendor en el siglo XVI. Pretendida por los franceses y asediada en varias guerras, finalmente la Casa de Saboya, con el rey Víctor Manuel al frente y la ayuda del turinés Cavour, promovió la unificación italiana. Es por ello que a Turín y el Piamonte se le conoce como “la cuna de Italia”, al ser también la primera capital del país hasta que se incluyó a Roma. En el siglo XX, Turín llegó a ser una de las ciudades más industrializadas de Europa, ganándose su fama sobre todo en la fabricación de automóviles (FIAT desde el siglo XIX, Lancia, Alfa Romeo, Maserati), y otras compañías tan famosas como Lavazza, Martini, Ferrero (Ferrero Rocher, Nutella). Actualmente, Turín sigue ostentando su preeminencia industrial además de ser una bella ciudad al pie de los Alpes.
El centro de Turín es la Piazza Castello, donde puedes ver el Palacio Real, del siglo XVII, residencia de la Casa de Saboya. Próxima a ella está la capilla real de San Lorenzo. En esta plaza también se encuentra el Palacio Madama, del siglo XIII con su fachada del XVIII, otra de las residencias de la dinastía de Saboya. Posteriormente fue habilitado como una galería de arte y como parlamento del Reino de Piamonte-Cerdeña. Actualmente es el Museo de Arte Antiguo.
La ciudad conserva su trazado ortogonal, y es fácil orientarse por sus calles plagadas de cafeterías señoriales y muy bonitas, grandes heladerías italianas y edificios con la ropa tendida al más puro estilo italiano. Entre algunos edificios destacables están el Palacio Carignano, del siglo XVII, que fue la primera sede del Parlamento italiano. Actualmente es el Museo del Risorgimento; o el Museo Egipcio de Turín, uno de los museos de arte egipcio más importantes del mundo.
Posiblemente uno de los sitios más significativos de Turín sea la Catedral de San Juan Bautista, llamada simplemente como Catedral de Turín, del siglo XV. Su estilo es renacentista, con su bella fachada en mármol blanco, y barroco. Y su fama reside en que aquí se conserva la Sábana Santa o Santo Sudario, la sábana donde según la creencia, Jesucristo fue envuelto tras bajarlo de la cruz. Es una reliquia que en contadas ocasiones se expone, pero se puede ver el relicario.
Muy cerca de la Catedral está el Parque arqueológico de Turín, donde se encuentra la Puerta Palatina (entrada romana a la ciudad) y el teatro romano. Otros sitios interesantes de Turín son la Iglesia de la Gran Madre di Dio, en estilo neoclásico, cruzando el Río Po; la Basílica de María Auxiliadora, construida por San Juan Bosco y donde descansan sus restos y los de la Madre María Mazzarello y Santo Domingo Savio, figuras de gran devoción salesiana; la Basílica de Superga, del siglo XVIII, donde se hallan los restos de la dinastía saboyana, está situada en la colina de Superga; o el Santuario de la Consolata, en un impresionante barroco.
Pero si tuviéramos que elegir un símbolo de Turín, ese sería sin lugar a dudas la cúpula de la Mole Antonelliana. Con 167 metros, domina todo el skyline de la ciudad. Fue construida en el siglo XIX, como la cúpula de una sinagoga. Fue un símbolo de la libertad religiosa. Actualmente alberga el Museo Nacional del Cine. Se puede visitar su interior y subir por el ascensor para ver una panorámica de la ciudad, pero sus mejores vistas las puedes tener desde el Monte dei Capuccini. Es un monte (puedes subir en coche) donde está la Iglesia Santa María del Monte, y desde aquí verás toda la ciudad con la silueta de la cúpula. Verla al atardecer es un lujo.
Hay muchas más cosas que visitar en Turín. Entre algunas, el Parque y Castillo del Valentino, a orillas del Po, donde también está el burgo medieval; el Palacete de caza Stupingi, rococó del siglo XVIII para el regente de Saboya, situado a las afueras de Turín; o si te gusta el fútbol, visitar el campo de fútbol de la Juventus. Una excursión que nosotros realizamos fue al pueblo de Castelnuovo Don Bosco, donde está el Santuario Colle Don Bosco, la casa donde nació y diversos museos.
