Qué ver en PLOVDIV, el espíritu búlgaro para renacer

0 Comments


Habitada desde el 6000 a.C. de forma continua, el centro de la cultura búlgara ofrece un patrimonio arqueológico y renacentista que le han hecho valer ser la Capital Europea de la Cultura en 2019.

Situada en el valle del Maritsa, el principal y amplísimo valle central búlgaro, se dice que Plovdiv es “la ciudad más antigua de Europa”, ya que su asentamiento se ha mantenido continuo por más de 8000 años. Efectivamente, desde el 6000 a.C. se tiene constancia de población neolítica, con yacimientos en la colina de Nebet Tepe. Diversos pueblos tracios la poblaron sucesivamente y, tras un periodo de dominio persa, se erigió como la capital del reino tracio de Odryssa. Los griegos se referían a ella como Poneropolis, un “poblado de villanos”, popularizándola como una población de vagabundos y bandidos. Sin embargo, tenían sus ojos puestos en ella.

Calles de Plovdiv
Plovdiv
Plovdiv

Así pues, fue el rey macedonio Filipo II (padre de Alejandro Magno) quien conquistó la ciudad, que por aquel entonces se llamaba Kendrisia, y fundó en el siglo IV a.C. la llamada Filipópolis. Idas y venidas de control tracio y griego se sucedieron, hasta que los romanos la tomaron en el siglo I a.C. y la convirtieron en la capital de la provincia de Tracia. Su montañoso emplazamiento hizo que la llamaran Trimontium (tres colinas), aunque modernamente se le conoce por su sobrenombre de “la ciudad de las siete colinas“. Fue una época de esplendor, que la convirtió en “la más grande y bella de las ciudades” del Imperio, con numerosos edificios públicos y avances tecnológicos.

Teatro romano de Plovdiv
Plovdiv
Plovdiv

Las invasiones de pueblos bárbaros asolaron la ciudad, y fue recuperada por el Imperio bizantino. Los eslavos se habían asentado en el territorio cercano desde los siglos anteriores, y sería en el IX cuando Filipópolis fue incluida en el primer Imperio búlgaro. Sin embargo, su condición de frontera entre bizantinos y búlgaros hizo que cambiara de manos una y otra vez, y que fuera habitada por armenios y sirios que actuaban como mercenarios en un territorio cambiante. En los albores de la Edad Media y las cruzadas, y con la caída de Constantinopla a manos de los turcos, se llegó a erigir un Ducado independiente de Filipópolis, el cual sería finalmente absorbido por el segundo Imperio búlgaro.

Plovdiv
Plovdiv
Monasterio de Bachkovo

En el siglo XIV, Pulpudeva, nombre que recibía Plovdiv por los eslavos, una deformación de Filipópolis, fue conquistada por los turcos, que la siguieron nombrando Filibe. La ciudad se convirtió en capital del Eyalato de Rumelia y floreció como una de las principales ciudades de la región gracias a su comercio, junto a Sofía, Edirne y Tesalónica. Filibe era una ciudad multiétnica, con turcos, búlgaros, armenios, judíos… y los llamados “helenizados“. Estos eran esencialmente cristianos que se habían asociado a la Iglesia griega, que a principios de siglo XIX ya comenzaba a reclamar la independencia griega del Imperio otomano. Sus habitantes eran una mezcla cristiana de búlgaros y griegos, estos últimos autonominados así “más culturalmente que étnicamente”.

Plovdiv
Plovdiv
Plovdiv

El Imperio otomano comenzó su claro declive con la derrota en la guerra de 1878, y los rusos liberaron parte del territorio que llamaron Principado autónomo de Bulgaria; mientras que Plovdiv fue la capital de la gobernación de Rumelia Oriental, todavía bajo tutela de los otomanos. Sin embargo, en 1885 una rebelión popular proclamaba la unión de Rumelia oriental con Bulgaria, celebrado como el día de la Independencia y Reunificación. Por ello, se la conoce como una ciudad de fuerte carácter nacionalista y centro de la cultura búlgara, por ejemplo, aquí se estableció la primera imprenta en búlgaro, y tiene un extenso patrimonio del Renacimiento búlgaro (siglos XVIII y XIX), patente en numerosas casas muy bellas.

Casas renacentistas en Plovdiv
Calles de Plovdiv
Plovdiv

Desde la Reunificación, Plovdiv es la segunda ciudad más grande de Bulgaria (después de Sofía), con unos 350 000 habitantes y un área metropolitana que llega al medio millón. En el siglo XX creció industrialmente, sobre todo en el sector alimentario, tabaco y de banca. También fue especialmente importante en la traída de la democracia tras el régimen comunista búlgaro, pues aquí nació el movimiento de la reforma democrática. Todos los atractivos con los que cuenta Plovdiv hicieron que fuera elegida Capital Europea de la Cultura en 2019. Es una ciudad no demasiado grande que se puede ver en un día, pero que reúne un montón de sitios muy bonitos. Una ciudad con mucha vida en sus calles, y con un aspecto muy típico, con calles empedradas, casas de madera y ruinas antiquísimas, que la hacen, para la gran mayoría, la ciudad indispensable en Bulgaria y la más turística.

Plovdiv, una ciudad llena de vida
Plovdiv
Plovdiv

Qué ver en Plovdiv

1.-Foro Romano, Jardín del Zar Simeón y Odeón

El foro romano data del siglo I, construido bajo el reinado del emperador Vespasiano. Albergaba los edificios administrativos de la antigua Filipópolis, por lo que era el centro de la ciudad romana. Este se puede ver en la Plaza Tsentralen, frente al Hotel Ramada y la oficina de correos. Aquí hay una parcela en estado bastante deficiente. Más adelante, en mitad de la plaza hay un par de columnas y una sección de calle mejor rehabilitadas. También la estatua a Gyuro Mihailov y otros héroes, soldados búlgaros que lucharon contra los otomanos por su independencia. En el otro lado de la plaza verás el Jardín del Zar Simeón, un extenso parque donde se encuentra la estatua de Filipo II, y también las conocidas como Singing Fountains, unas fuentes con espectáculo de luces. Por último, siguiendo hacia el norte, al comienzo de la calle Alexander I, podrás ver el tramo norte del foro y el odeón. El Odeón era un teatro secundario de Filipópolis, con unas 350 butacas, que fue construido entre los siglos II y V. Esta parte está mucho mejor que la anterior.

Foro romano de Plovdiv
Monumento a Gyuro Mihailov, Plovdiv
Jardines del zar Simeón, Plovdiv
Foro romano en Plovdiv
Odeón y foro romano, Plovdiv

2.-Calle Alexander I: Ayuntamiento, Estatua de Milo, ruinas del circo e Iglesia de Santa Marina

La calle Alexander I es la principal de todo Plovdiv ya que discurre norte-sur por el centro de la ciudad, y está llena de tiendas y terrazas. Este es el corazón y el centro de la vida de Plovdiv, con bonitas fachadas y colores pastel. En una de ellas, la que está junto a la Plaza Stefan Stambolov, podrás ver un mural de hermanamiento entre Plovdiv y Leningrado, de la época comunista. En esta plaza se encuentra también el Ayuntamiento de Plovdiv. Más adelante verás el letrero de Plovdiv 2019 y logo de su candidatura como Ciudad de la Cultura Europea, junto a la popular estatua de Milo. Este era un vecino sordo, que siempre deambulaba por la ciudad y decían que era muy “simpático”. Dicen que si le tocas la rodilla tendrás suerte en el amor, y si le cuentas un deseo al oído se cumplirá. Otra cosa interesante en esta calle es entrar al H&M, y no precisamente para comprar ropa, sino para ver en su sótano ruinas del antiguo circo romano. Si prefieres comprar, puedes acercarte al Centro Comercial Excelsior, que también está aquí. Por último, en este sector puedes visitar la Iglesia de Sveta Marina, del siglo XVI, que tiene frescos del Antiguo Testamento en su fachada, y un campanario de 1870.

Calle Alexander I, Plovdiv
Milo y Plovdiv
Ruinas en H&M, Plovdiv
Iglesia de Santa Marina, Plovdiv
Ayuntamiento de Plovdiv
Calle Alexander I, Plovdiv

3.-Estadio Trimontium y Mezquita Dzhumaya

Al final de la calle Alexander I llegarás a una plaza donde se encuentra una de las reliquias más chulas de Plovdiv. Se trata del estadio o circo romano de Trimontium, que fue construido en el siglo II por el emperador Adriano, y fue una de las estructuras más grandes de todos los Balcanes. Se construyó siguiendo el modelo de Delfos, y actualmente se puede ver la sección norte, que se encuentra a un nivel más bajo (hay que descender unas escaleras). En la plaza hay una maqueta y paneles que explican todo. Aquí verás también la impresionante Mezquita Dzhumaya. En este lugar se encontraba la antigua catedral de Sveta Petka, que fue reemplazada por la mezquita Dzhumaya en 1364, bajo reinado del sultán turco Murad I. El edificio actual es de mediados de siglo XV, cuando Murad II construyó esta fantástica mezquita de nueve cúpulas, que la hace una de las más bonitas de los Balcanes (me atrevo a decir que la que más). El interior es precioso, y ambas veces que la visité, fueron súper amables y aunque estaba cerrada, nos la abrieron para que la pudiéramos ver (se puede preguntar a cualquier hombre que haya por allí cerca y ellos te indican). Aquí también puedes tomar algo en la Pastelería Dzhumaya, típica turca, con unos dulces buenísimos. Bulgaria es un país mayoritariamente ortodoxo, pero alberga una importante comunidad turca, heredera de la población otomana que quedó aquí, y que a menudo se hacen llamar pomaks. A veces ha habido incidentes, como en 2014 cuando nacionalistas y hooligans atacaron esta mezquita.

Estadio de Trimontium, Plovdiv
Mezquita Dzhumaya, Plovdiv
Estadio de Trimontium, Plovdiv
Plovdiv
Mezquita Dzhumaya, Plovdiv
Mezquita Dzhumaya, Plovdiv

4.-Museo Regional Arqueológico y barrio de Kapana

Desde este lugar puedes seguir hacia el norte siguiendo la Calle Rayko Daskalov, que también está llenísima de gente. Hacia la derecha se abre el barrio de Kapana, conocido por ser el barrio hipster de la ciudad, con numerosos cafés, terrazas y un estilo muy bohemio. También restaurantes baratos donde comer (también mucha comida turca). Desde aquí me dirigí hacia el Museo Arqueológico de Plovdiv, establecido en 1882 como el Museo de Rumelia Oriental, y alberga una fabulosa colección de arte tracio. En su plaza se encuentra el Monumento a la Unificación del pueblo búlgaro, por parte del Principado de Bulgaria y la Rumelia Oriental. Muy cerquita también puedes visitar el Museo de Ciencias Naturales.

Monumento a la Unificación, Plovdiv
Museo Arqueológico de Plovdiv
Kapana, Plovdiv
Kapana, Plovdiv
Kapana, Plovdiv

5.-Iglesia de Sveta Bogoroditsa, Iglesia de San Nicolás e Iglesia San Dimitr Solunski

Después de callejear un poco, puedes subir las largas escaleras hacia la Iglesia de la Asunción de la Virgen María, más conocida como Sveta Bogoroditsa. Aquí ya entrarás de lleno en el Plovdiv antiguo, sobre la colina de Taksim. En este lugar existía una pequeña iglesia en el siglo IX, que fue convertida en un monasterio, pero destruidos con la conquista otomana en el 1371. No fue hasta 1844 cuando se construyó la Iglesia de Sv. Bogoroditsa, aún bajo dominio otomano pero ya con mayor libertad, y este edificio jugó un papel clave en el nacionalismo búlgaro. Aquí, el 25 de diciembre de 1859 y el 10 de enero de 1860, el obispo de Plovdiv celebró la misa en búlgaro y anunció la independencia de la Iglesia búlgara. Plovdiv se convirtió entonces en el centro independentista y radical, consiguiendo el reconocimiento de su Exarcado en 1870, un antecedente de la independencia (1878). Frente a ella puedes encontrar la Iglesia de San Nicolás, una capilla que está independiente, construida en 1355 por el gobernante búlgaro, aunque la actual data de 1835. También, algo más adelante, puedes encontrar la Iglesia de San Dimitr Solunski.

Iglesia de Sveta Bogoroditsa, Plovdiv
Iglesia de San Nicolás, Plovdiv
Iglesia de Sveta Bogoroditsa, Plovdiv

6.-Teatro Romano

El fabuloso teatro romano fue construido en el siglo I, por el emperador Domiciano, y podía acoger a 7000 espectadores. Con el proscenio bastante bien conservado, recuerda al de Mérida.​ Se ha convertido en la postal más típica de Plovdiv, y es que es el mayor ejemplo del patrimonio antiguo de toda Bulgaria. ¡Es una maravilla!

Teatro romano de Plovdiv

7.-Casa Lamartine

En todo este barrio alto puedes ver un sinfín de casas históricas renacentistas, construida la mayoría por la burguesía mercader. Empezarás a ver las Casas del Renacimiento búlgaro, de comerciantes que se enriquecieron durante esta época gracias a la encrucijada de caminos que es Bulgaria. Sobresalen por su arquitectura en la que los pisos superiores sobresalen cada uno un poco más, y están apoyados en contrafuertes de madera. Lo mejor es que te dejes perder y descubras calles y edificios chulos, pero hay ciertos que debes ver porque son los mejores ejemplos. Uno de ellos es la Casa Lamartine, construida en 1830, y que era la residencia de Georgi Mavridi, representante del gremio de mercaderes. El nombre de Lamartine le viene porque el poeta francés Alphonse de Lamartine se quedó aquí en 1833 y se enamoró de la casa.

Casa Lamartine, Plovdiv
Casa Lamartine, Plovdiv

8.-Iglesia de San Constantino y Santa Elena

Quizá la iglesia más importante de todo este barrio sea la de San Constantin y Santa Elena, ya que es la más antigua. Su historia se retrotrae al siglo IV, cuando se dice que fue el lugar donde los mártires Severian y Memenos fueron decapitados por ser cristianos. Cuando el territorio fue conquistado por los otomanos, se eliminó la cúpula y el campanario, pero siguió funcionando como iglesia. Se restauró en 1832 y en 1836 se erigió su campanario de nuevo, muy característico y visible desde todo el barrio. Como curiosidad, la iglesia tiene dos plantas, una para hombres y otra para mujeres.

Iglesia de San Constantino y Santa Elena, Plovdiv
Iglesia de San Constantino y Santa Elena, Plovdiv
Iglesia de San Constantino y Santa Elena, Plovdiv

9.-Puerta Hisar Kapia

Uno de los sitios más bonitos que ver en Plovdiv es la puerta Hisar Kapia, que literalmente significa la “puerta del castillo”. Ya aquí hay restos de la muralla romana (siglo II), siendo la actual del siglo XI, aunque renovada después. Esta era una de las tres entradas principales a la antigua Plovdiv. A la izquierda incluso puedes ver unos restos romanos que forman la torre redonda sur. En este lugar verás una bonita casa estilosa y refinada de color rojo, se trata de la Casa Georgiadi, otra de las famosas en Plovdiv. Fue construida en 1848 y era la casa de un rico comerciante y sastre. Aquí se puede visitar una exposición sobre la época del renacimiento nacional búlgaro. Casi pegada a ella se encuentra otra mansión burguesa, la Casa de Nedkovich, de 1863. Puedes seguir por la Calle Tsenko Lavrenov, hacia abajo, y visitar la Iglesia Sveta Nedelya, de 1578.

Hisar Kapia, Plovdiv
Torre redonda cerca de Hisar Kapia, Plovdiv
Casa Georgiadi, Plovdiv
Iglesia Sveta Nedelya, Plovdiv
Hisar Kapia, Plovdiv

10.-Museo etnográfico

Cruzando la Hisar Kapia, y siguiendo desde San Constantino y Elena hacia el norte, pronto verás el maravilloso Museo Etnográfico de Plovdiv, situado en la Casa Kuyumdzhiogh, la que era la casa de este mercader, construida en 1847. El museo tiene seis exposiciones distintas con numerosos objetos, y un jardín muy apacible dentro de la maraña de calles antiguas de Plovdiv.

Museo Etnográfico de Plovdiv
Museo Etnográfico de Plovdiv
La torre de Constantino y Elena desde el Museo Etnográfico de Plovdiv

11.-Nebet Tepe

Sigue andando hacia el norte y llegarás hasta uno de los sitios más mágicos de Plovdiv. Primero, pasarás por la calle Doctor Stoyan Chomakov, donde se encuentra la Casa Nacho Kulturala. Es un lugar súper típico, una calle muy estrecha en la que los balcones de las casas casi se tocan. Poco después llegarás a la colina de Nebet Tepe, lo que originariamente fue el asentamiento neolítico y tracio de la ciudad. Este fue el lugar donde se ubicaba la fortaleza, que sucesivamente se fue sustituyendo según los nuevos conquistadores (de hecho el nombre de Nebet Tepe significa “la colina de los guardias”), por lo que las excavaciones han encontrado restos de todas las eras. Desde aquí hay unas vistas sublimes hacia todo Plovdiv.

Nebet Tepe, Plovdiv
Nebet Tepe, Plovdiv
Nebet Tepe, Plovdiv
Plovdiv
Plovdiv

12.-Casa Balabanov y Casa Museo Hindliyan

Y volviendo al laberinto de calles empedradas y casas que crecen como champiñones, dos de ellas merecen distinción. La primera es la Casa Balabanov, de exterior rosado, construida a principios de siglo XIX por el rico comerciante Hadzhi Panayot Lampsha, aunque su nombre lo toma de su último dueño, el también comerciante Luka Balabanov. Dicen que su interior es el más bonito de todo Plovdiv. Casi al lado verás la Casa Hindliyan, de 1835, un comerciante que viajaba mucho a la India, por lo que lo llamaron “Hindlian” o “Hindiuglu”, aunque era de una familia armenia muy rica. Su color es azul y rosado, y tiene un patio interior súper bonito.

Casa Balabanov, Plovdiv
Plovdiv
Plovdiv
Casa Hindliyan, Plovdiv
Casa Hindliyan, Plovdiv

13.-Basílica episcopal de Filipópolis

La basílica episcopal de Filipópolis es uno de los sitios más chulos que ver en Plovdiv. Aquí puedes visitar las ruinas de una iglesia paleocristiana del siglo IV, y que es una de las más grandes de todos los Balcanes. Era muy grande, y todavía quedan los maravillosos mosaicos del suelo. Al lado puedes ver la moderna Catedral de San Luis, llamada en honor a Luis IX de Francia, y que data de 1861 en estilo neoclásico. Además, más adelante (siguiendo por el Bulevar Maria Luiza) podrás ver otro ejemplo de ruinas paleocristianas, una iglesia menor conocida como “Pequeña basílica romana“, del siglo V, y también la Iglesia de Sveta Petka, de 1888.

Iglesia Sveta Petka, Plovdiv
Pequeña basílica romana, Plovdiv
Gran basílica arzobispal de Filipópolis, Plovdiv
Gran basílica arzobispal de Filipópolis, Plovdiv
Plovdiv
Catedral de San Luis, Plovdiv

14.-Colina de Danov y Alyosha

Uno de los lugares más bonitos para ver atardecer es la Colina de Danov, casi en el centro de la ciudad, donde también hay una torre de reloj. Recuerdo estar aquí con mi amigo Zaro viendo las luces quietas y frías de Plovdiv. Otro lugar interesante, en otra colina, es el memorial Alyosha, que representa a un soldado soviético y conmemora las víctimas de la II Guerra Mundial. El monumento fue instalado en 1957, y aunque ha habido intentos por retirarlo, los ciudadanos incluso hicieron guardia para evitarlo. Por cierto, Alyosha es también el nombre del himno de Plovdiv.

Atardecer en Plovdiv desde Danov
Tardes relajadas en la Colina de Danov, Plovdiv
Plovdiv

15.-Monasterio de Bachkovo

Y casi que dejo lo más bonito para el final, porque el monasterio de Bachkovo es una auténtica maravilla. A menudo opacado por el monasterio de Rila, se podría considerar el segundo más importante del país. Se encuentra a unos 25 km al sureste de Plovdiv, y merece una visita sin dudas. Hay un amplio aparcamiento, al que sigue un extenso mercadillo de productos típicos… solo por esto ya mereció la pena. Fue en el 1083 cuando un soldado georgiano-armenio fundó el monasterio, que sobrevivió a la invasión turca, pero fue más tarde saqueado y destruido. La restauración y aspecto actual datan de 1601.

Mercadillo de Bachkovo
Monasterio de Bachkovo
Monasterio de Bachkovo
Monasterio de Bachkovo
Monasterio de Bachkovo

El patio es muy bonito y tranquilo, con la Iglesia de la Virgen María en el centro, de 1604, con un iconostasio fabuloso. En el otro patio, está la Iglesia de Sveti Nikola, de 1834. Todo el lugar está lleno de frescos y pinturas que representan diferentes escenas bíblicas e históricas, incluyendo la representación del antiguo monasterio. A mí me encantó, uno de los mejores de los Balcanes sin duda.

Monasterio de Bachkovo
Monasterio de Bachkovo
Monasterio de Bachkovo
Monasterio de Bachkovo
Monasterio de Bachkovo

¿Te ha gustado Plovdiv?

Plovdiv

 

 

¿Qué valoración le das a este destino?
Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *