HONDARRIBIA y HENDAYA, las hermanas del Bidasoa
Dos ciudades, española y francesa, fronteras de alma vasca
Situada en el norte de España, junto a la frontera francesa y siendo la “última ciudad del Cantábrico”, se encuentra la ciudad vasca de Hondarribia, llamada en castellano Fuenterrabía. Hondarribia se encuentra en la desembocadura del río Bidasoa y muy cerca de San Sebastián, a unos 20 km, por lo que suele ser una excursión común si haces un viaje por tierras donostiarras. Undarribia era el nombre de la población primigenia, que el rey navarro reconoció perteneciente a San Sebastián. Sin embargo, con la conquista castellana del territorio vasco fue cuando en 1203 se fundó propiamente la ciudad, que revestía gran interés estratégico: por un lado, el contacto con Francia en el inmediato paso antes de los Pirineos; y por otro, frenar la salida al mar de Navarra y ser un importante puerto castellano en el Cantábrico.
Su valor hizo que la ciudad fuera repetidamente atacada por los franceses, por lo que se amuralló y constituyó un emplazamiento defensivo de primer orden. Fue sitiada en numerosas ocasiones y tomada por franceses y navarros, aunque siempre volvió a manos castellanas. En el siglo XVII se produjo su asedio más famoso, en el marco de la Guerra de los Treinta Años, por el que se le otorgó a la villa el título de Muy noble, muy leal, muy valerosa y muy siempre fiel. También fueron importantes los asedios por parte de los carlistas en el siglo XIX. Actualmente tiene una población de unos 16 000 habitantes, aunque junto con las cercanas Hendaya e Irún forman un consorcio transfronterizo que llega a los 100 000 habitantes. Es uno de los puertos pesqueros más importantes del País Vasco, y una de las localidades más visitadas debido a su importante patrimonio.
Comenzamos nuestro paseo aparcando el coche en el Parking de la Alameda, al sur, y entramos a la ciudad por la Puerta de Santa María, con un escudo de la villa muy bonito. Toda esta parte es el Alde Zaharra, el casco histórico, amurallado y donde se encuentran la mayoría de monumentos. En la calle Mayor, Nagusi Kalea, se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad, y el Palacio de Zuloaga, del siglo XVIII, que ahora alberga la biblioteca y el Archivo histórico. Al ladito está la Plaza del Obispo (Apezpiku), que fue de las que más me gustó. Desde aquí verás una torre muy bonita, se trata de la Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, a la que se accede por Nagusi Kalea. Es de estilo gótico del siglo XV, con su torre barroca del siglo XVIII.
Al final de la calle llegarás a la Plaza de Armas, donde se encuentra el castillo de Carlos V, que actualmente es el Parador. Su nombre viene porque, en tiempos de este rey, se amplió la fortaleza de la ciudad y el rey llegó a alojarse aquí. Desde aquí parte la calle de San Nicolás, también bastante típica. Nosotros continuamos hacia el norte, por la Calle Javier Ugarte, donde hay un mirador hacia el Bidasoa muy bonito. Desde aquí ya fuimos descendiendo hacia la parte baja de la ciudad.
Y llegamos a la Plaza de San Cristóbal, que marca el acceso a Portua, o el barrio de la Marina, otro lugar muy bonito. Era el barrio tradicional de los pescadores, y aquí puedes ver las bonitas casas de estilo vasco, con balcones de madera de llamativos colores y adornados con flores. En concreto, las calles Santiago Kalea y San Pedro Kalea son las más importantes.
Volvimos a la parte alta por la calle de Santiago de Compostela, para acceder a la Plaza Gipuzkoa. Esta plaza también es muy bonita, con casas encaladas y travesaños de madera muy típicos. En ella se encuentra el Palacio de Eguiluz, una casa señorial donde Felipe el Hermoso y Juana La Loca se hospedaron en su viaje a Flandes. Desde aquí nos dirigimos a visitar las murallas en la parte oeste de Hondarribia, en concreto, la Puerta de San Nicolás y el Baluarte de la Reina, los más monumentales y mejor conservados, con una pasarela sobre los jardines.
Nuestra última parada en Hondarribia fue la playa, muy extensa y luminosa, donde también se encuentra el puerto deportivo, o el cercano mirador del Faro de Higuer. Desde aquí tuvimos una panorámica muy buena de la Bahía de Txingudi, y pusimos rumbo a la localidad hermana de Hendaya, que ya pertenece a Francia. Su población es prácticamente similar, y su historia ha estado en consonancia al ser las dos ciudades frontera de España y Francia, con la misma alma vasca.
Hendaya está al otro lado del Bidasoa, en la Bahía de Txingudi, poblada por numerosas embarcaciones. Esta parte fue históricamente francesa, constituyendo la tradicional frontera con España. Al igual que Hondarribia, su posición hizo que fuera lugar de numerosas conquistas, esta vez por parte española, incluso con la destrucción de la entonces fortaleza de Gaztelu Zahar. La ciudad comenzó a cobrar protagonismo con la llegada del ferrocarril en 1863, en el trayecto Madrid-París, que dinamizó su economía, incluyéndola como un destino de balneario, al estilo de la cercana Biarritz.
Durante la guerra civil española fue un destino muy común de los exiliados. Pero, sobre todo, es muy conocida por ser el lugar donde Franco y Hitler se encontraron en 1940, para negociar la participación de España en la II Guerra Mundial. Esto sucedió en la estación de trenes de Hendaya. Además de visitar este punto histórico, fuimos a la parte histórica de la ciudad, donde se encuentra la Iglesia de San Vicente, el Ayuntamiento y la Place de la République. Cerca de aquí se encontraba la anterior fortaleza, en la que ahora solo se puede visitar el frontón de pelota vasca.
Muy cerca de aquí se encuentra el Monumento a los caídos en 1914-1918, de la I Guerra Mundial. Desde esta zona se tienen unas vistas muy bonitas de Txingudi y de Hondarribia al fondo. Continuamos por el paseo de la Bahía de Txingudi hasta la parte más moderna de Hendaya, que es la cercana al mar y donde se desarrolló su turismo de balneario. Aquí las calles principales son la Avenida des Mimosas y el Bulevar de la Mer. La playa de Ondarraitz es preciosa, con su casino a pie de playa, que ciertamente recuerda a todos los de la costa atlántica francesa. Este fue nuestro recorrido por Hendaya, nos quedó por visitar el Castillo d’Abbadie, que se encontraba cerrado.
Desde aquí pusimos rumbo a San Juan de Luz, y continuamos a otras ciudades como Biarritz o Bayona. Te lo cuento en los próximos artículos.
