Castillos y pueblos medievales en la cara norte de los Pirineos. Visitamos Foix, Tarascon, Montségur, Mirepoix y Carcasona.
Foxum ya era en tiempos romanos la denominación de una pequeña aldea surgida en torno al promontorio calizo, centro de la ciudad. Posteriormente, Carlomagno construyó un oratorio al pie del promontorio en el siglo IX, y que en el siglo X se convirtió en una abadía consagrada a San Volusiano, quien fuera arzobispo de la ciudad de Tours. Este fue el origen consolidado de Foix, que se erigió como un condado. El condado de Foix controlaba también Andorra, en conjunto con los obispos de Urgell, e históricamente controlaron el principado. La relación con los territorios aragoneses era fluida, y de hecho su escudo es muy similar al de Aragón, al igual que con los condes catalanes que, a menudo, estaban emparentados. El condado de Foix jugó un papel importante frente a la contención del avance musulmán en Francia. Los siglos XIII y XIV supusieron el momento álgido de Foix, cuando su influencia se prolongaba hasta la corte del rey de Francia. En el siglo XV, el conde de Foix fue también el rey de Navarra y pasó a dominio francés.
Uno de los lugares más destacados del catarismo, pues su castillo fue un refugio para los cátaros occitanos alrededor del siglo XI, cuando estos sufrían la cruzada contra ellos. Los cátaros o albigenses creían en la dualidad Dios/Satanás, y creían que la salvación se conseguía evadiendo el mundo material, por lo que eran muy puritanos. Creían en la reencarnación y existía el “Perfecto”, aquel que seguía todas las indicaciones alejadas del mundo terrenal. Además, tenían visiones muy diferentes de la llegada de Jesucristo al mundo y practicaban la castidad. La Iglesia los consideró herejes y estuvieron perseguidos, aunque sobre todo en el sur de Francia (regiones de Occitania y Languedoc) encontraron la protección de ciertos condes vasallos de Aragón, como el caso de Foix. Os recomiendo el libro Historia del rey transparente para conocer más sobre los cátaros, y que se desarrolla en toda esta región. Además, engancha y es uno de mis libros favoritos.
La ciudad de Foix actualmente tiene unos 10.000 habitantes, aunque contando sus alrededores puede llegar a los 50.000. Se trata de una ciudad pequeña, aunque la más importante dentro de su departamento (Ariège). Foix es una ciudad importante en la historia francesa y su castillo es uno de los monumentos más destacados del país, por lo que a veces se la considera un “pueblo museo“. Eso no impide que todo el departamento sufra los efectos de la despoblación, y a menudo se organizan marchas y huelgas para protestar por el mantenimiento de los servicios y tratar de incentivar la economía. A mí me pareció una ciudad bonita, de calles muy típicas: estrechas, coloridas, con bonitos ventanales… Bajo la estampa del castillo alzado en el promontorio y un ambiente frío, invernal, me pareció un bonito refugio que evocaba tiempos pasados.
En concreto, en Foix destaca el castillo de los condes, del siglo XI y cuyas torres fueron construidas en diferentes momentos de los siglos XIII a XVI (la redonda es la más moderna). También la iglesia de San Volusiano, en su estilo gótico y en una bonita plaza. La Place Pyrène es una de las más bonitas de Foix porque desde aquí se ve el castillo espectacular. Pero, sobre todo, debes perderte por las calles de la ciudad y descubrir pequeñas plazas, rincones donde tomar un café, pasear por las Allées des Villotes, donde hay un pequeño kiosko con terrazas…
Tarascon-sur-Ariège
El bonito pueblo de Tarascon se encuentra a mitad de camino entre Foix y Andorra. Atravesado por el río Ariège, quizá lo más bonito sea ver este río flanqueado por el paseo fluvial y su torre. Cuenta con unos 3.000 habitantes y es muy reducido, pero me resultó agradable pasear por aquí y sentir el ambiente invernal, refugiarme en sus panaderías, comer en su terraza mirando al río… A mis padres también les encantó cuando lo visitaron en verano. En sus alrededores hay varias cuevas importantes, que contienen tanto restos arqueológicos prehistóricos (puedes visitar el Parc de la Préhistoire, la Grotte de Niaux) o de la II Guerra Mundial (Grotte de Bedeilhac, inmensa, donde todavía hay un avión).
Montségur
Montségur se encuentra a tan solo 21 km de Foix y muy cercano a Tarascon, aunque su acceso te llevará tiempo, pues se encuentra en lo alto de un monte y las carreteras son muy secundarias y enrevesadas. Actualmente tiene apenas 100 habitantes, pero su castillo fue uno de los más importantes del llamado “país cátaro”. Entre 1243 y 1244, la pequeña ciudadela de Montségur sufrió un sitio extraordinario, pues era uno de los últimos reductos del catarismo y muchos se habían refugiado allí. Finalmente, más de 200 defensores del pueblo fueron quemados en el llamado Prat dels cremats y significó la pérdida de poder de los cátaros, que no tuvieron otra salida que la muerte, tras la cruel tortura inquisitoria, o quedar escondidos en bosques de forma clandestina.
Mirepoix
Mirepoix se encuentra a mitad de camino entre Foix y Carcasona y es considerado uno de los pueblos más bonitos de esta región. En el siglo XIII se consideraba el “centro de la herejía” ya que se encontraban aquí la mayoría de casas de “Perfectos” de la zona, y aunque recibía la protección de su señor, posteriormente fue conquistada por los cruzados. Hoy tiene unos 3.000 habitantes pero es un bonito pueblo medieval, donde destacan sus casas de madera, la plaza des Couverts, su catedral gótica en honor a San Mauricio, la casa de los cónsules, puerta medieval y puente… Sin duda, ¡merece una visita!
Carcassonne / Carcasona
Carcasona es una de las ciudades más conocidas del sur de Francia, con unos 50.000 habitantes. Aunque de origen romano, fue especialmente importante cuando el Rosellón estaba controlado por la corona de Aragón, y perdió importancia estratégica cuando este pasó a Francia. Su mayor atractivo es su ciudadela, conocida como la Cité, uno de los sitios más visitados de Francia. Esta sirvió como refugio para los cátaros de la región, y la que se ve actualmente es una renovación del siglo XIX. En Carcasona puedes visitar su catedral, la basílica de St Nazaire, o el Canal de Midi… Yo no he estado todavía, a pesar de su cercanía y de haber viajado a otros sitios que están próximos a Carcasona. Mis padres sí y estas son sus fotos.