ELAFONISI y BALOS, el paraíso de Creta

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Además de por su antiquísima historia, Creta es conocida por sus aguas cristalinas

De entre todas las playas de la isla de Creta, hay dos que destacan por su belleza: Elafonisi, su punto más suroccidental; y Balos, en la parte noroccidental. Ambas están cercanas a la ciudad de Chania/La Canea, por lo que lo más fácil es alojarte aquí como hicimos nosotros.

ELAFONISI

Había conocido esta playa desde hacía años por internet, en fotos paradisíacas, que nunca había podido olvidar, y este fue uno de los grandes hitos del viaje por Creta. Elafonisi se sitúa al sur de la isla, en su parte más occidental, y llegar a ella puede hacerse algo largo. La carretera que parte desde Chania es estrecha y con curvas, que pasa por sitios como la garganta de Topolia. Cuidadito con el coche al conducir. Además, es muy transitada y podrás encontrar numerosos puestos de productos típicos como miel, así como de comida y bebida. Por todo el camino irás viendo el típico paisaje cretense, montañoso con olivos y cedros, y pequeños pueblos donde comprar todo lo necesario para ir a la playa.

Vamos a la playa en Creta
Camino a Elafonisi
De vuelta de Elafonisi
Garganta de Topolia

Tras una hora y media llegamos a Elafonisi, donde empezamos a ver diversos parking. Nosotros continuamos hasta el que hay justo a pie de playa, y entre árboles dejamos nuestro coche. A pocos metros ya descubrimos esta joya de playa: muy amplia, de arena blanquísima, y con un mar transparente. Recuerdo que ni siquiera parecía azul, sino que era transparente tal cual. Eso sí, había bastante gente en tumbonas y sombrillas, también había un par de chiringuitos, socorristas… vamos, que no es una playa salvaje, más bien todo lo contrario.

Elafonisi
Elafonisi
Elafonisi
Elafonisi

Elafonisi quiere decir “la isla de los ciervos“, y realmente lo bonito es el complejo que forma la playa con la isla que hay enfrente, la propia Elafonisi. La isla y la costa están muy cerquita, y se puede acceder andando ya que hay muy poca profundidad y hay bancos de arena que las unen. Esta parte me pareció muy bonita, y también hay unas rocas que estaba chulo subir a ellas (aunque para ello sí que había que pasar una parte algo más profunda). Las corrientes forman como una plataforma de arena en la que había una lámina de agua de apenas unos centímetros, como si fuera un suelo inundado, una piscina natural. La arena, con cierta tonalidad rosácea, algo característico de Elafonisi. Al fondo, el paisaje de las montañas cretenses con su vegetación mediterránea.

Elafonisi
Elafonisi
Elafonisi
Elafonisi

Al cruzar toda esa parte de arena ya se llega a la isla, donde hay mucha menos gente. Aquí se podían ver rocas sumerigas en el agua, que conformaban un paisaje espectacular. La isla es más grande y continúa hacia el oeste donde se alza con mayor altitud. En lo alto de ella se puede ver una placa que conmemora una masacre de griegos ocurrida durante la Guerra de Independencia griega en 1824. Un contingente de población griega esperaba para ser evacuada en barco a las islas Jónicas, escondiéndose en esta parte de la isla. Los otomanos, establecidos en la playa, no se habían dado cuenta, hasta que uno de sus caballos cruzó los bancos de arena y los descubrió. Fueron asesinados o vendidos como esclavos a Egipto. En 1907 también naugrafó aquí un barco de vapor de pasajeros, el Imperatrix.

Elafonisi
Elafonisi
Elafonisi
Elafonisi

Las fotos no hacen justicia a lo bonita que era la playa, de verdad. Elafonisi nos encantó. Incluso el camino en coche se nos hizo llevadero viendo el paisaje y parando en algunos miradores.

Elafonisi
Elafonisi
Elafonisi
Elafonisi

BALOS Y GRAMVOUSA

La playa de Balos, o Laguna de Balos, es otro cantar. Los paisajes son probablemente los más bonitos de toda Creta, pero para ir hasta esta playa hay que bajar y subir andando por una ruta de montaña… que se las trae. Habrás visto que Creta tiene dos penínsulas estrechas y alargadas como dos cuernos, en su parte más noroccidental. Balos se encuentra en la de la izquierda, y se tarda en llegar una hora y cuarto desde Chania… entre olivos, por la bahía de Kolpos, hasta que la carretera se vuelve un camino de arena… transitado por simpáticas cabras. Esta parte fue muy divertida, y creíamos que iba a ser un trayecto chulo, hasta que llegamos al parking y vimos que estábamos casi en lo más alto de la península. Tocaba bajar andando.

Cerca de Kissamos
Camino a la península de Gramvousa
Camino al parking de Balos
Cabras en la península de Gramvousa

La ruta desde el parking hasta la playa nos llevó un buen rato. Y sobre todo, con el calor que hace en Creta en verano, era insufrible. Reconozco que no íbamos preparado para todo esto, jaja. Pero bueno, comenzamos a bajar y no pudimos cancelarla, porque las vistas eran tan bonitas que había que ir sí o sí. Hacia arriba, las montañas con las cabras; y hacia abajo, ya se veía un paraíso ante nuestros ojos: la isla de Tigani unida a tierra por arena, formando una serie de piscinas y playas que es lo que se conoce como Laguna de Balos. La península en sí se llama Gramvousa, que también da nombre a dos islas (aparte de Tigani) que hay hacia su oeste: Imeri Gramvousa (la más grande y turística) y Agria Gramvousa, y que se veían a lo lejos. El origen del nombre de Gramvousa viene por la mujer del último pirata que habitaba estas costas. Te contaré más adelante.

Laguna de Balos
Camino a Balos
Laguna de Balos
Isla de Gramvousa

Es que es un paisaje espectacular, con tantas tonalidades entre el blanco y el azul: perfecto para una postal griega. Primero estuvimos en la parte de la laguna, a la izquierda, donde cubre poquito y el agua está como embalsada. Era muy tranquilo, aunque había peces y bichos bajo la arena que nos inquietaban. Fuimos hasta la parte de la derecha, donde están los yates. Aquí cubría más y el mar tenía una tonalidad turquesa muy chula. Fue una auténtica gozada estar de una playa a otra. Eso sí, tuvimos suerte porque llegamos temprano en la mañana. Poco después paró un catamarán con un montón de gente que abarrotó la playa. Y, al subir, nos dimos cuenta que fuimos unos privilegiados por aparcar en el parking… la fila de coches aparcados seguía por todo el camino de tierra kilómetros atrás. Menuda suerte.

Laguna de Balos
Laguna de Balos
Laguna de Balos
Laguna de Balos

Así pues, Balos nos pareció una maravilla. No tan buena playa como Elafonisi para el baño, pero sí el mejor paisaje de Creta. También guardaba una historia bastante curiosa, en la que fue conocida como un refugio pirata. Fue en el siglo XVII cuando los venecianos tuvieron que entregar Creta a los otomanos, aunque retuvieron algunos fuertes en islas estratégicas, con el objetivo de proteger sus rutas comerciales. Gramvousa fue una de ellas… hasta que un capitán napolitano fue sobornado y la vendió a los otomanos en un acto de traición, tuviendo que exiliarse en Constantinopla y siendo conocido allí como “el capitán Gramvousas”. Sin embargo, incluso con el dominio otomano, estas islas eran frecuentemente tomadas por los insurgentes cretanos. Así, en los albores de la Guerra de Independencia griega, Gramvousa fue tomada por estos y, al ser sitiados por los otomanos, tuvieron que recurrir a la piratería, haciendo que la isla fuera la base pirata por excelencia de toda Creta.

Gramvousa
Gramvousa
Gramvousa
Gramvousa

Hay excursiones que te llevan en barco hasta Gramvousa, que es la isla que hay frente a Balos y Tigani. Nosotros solo la vimos de lejos, ya que no lo teníamos previsto, pero puede ser un muy buen complemento para la visita a Balos. Gramvousa guarda una rica historia, hasta el punto que en 1828, cuando acabó la Guerra de Independencia griega, fueron los propios griegos, con ayuda de británicos y franceses, los que tuvieron que destruir los barcos piratas y poner la isla bajo control. En ella se puede ver hoy en día los restos de un fuerte veneciano del siglo XVI y otras construcciones bélicas. Por su parte, cerca del cabo Korykon, en la laguna de Balos, es donde se encontraba el templo de Apolo. Si es que dioses y piratas escogían los mejores sitios para vivir…

Laguna de Balos
Laguna de Balos
Laguna de Balos
Laguna de Balos

Volvimos a subir todo el camino, quemándonos y sin haber comido, hasta nuestro coche. Pero fue una experiencia muy chula, con unos paisajes que, sin duda, son el paraíso de Creta.

Laguna de Balos
Laguna de Balos
Camino a Balos
Laguna de Balos

 

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Elafonisi

 

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