Visitar MILFORD SOUND, el fiordo más bello del mundo
Un impresionante fiordo remoto y defendido por 1500 metros de paredes verticales, donde nadan focas, delfines y pingüinos
Piopiotahi es el nombre en maorí de Milford Sound, considerado el fiordo más bello del mundo. Para que os hagáis una idea de sus dimensiones, su longitud es de 16 km y las montañas que lo flanquean se elevan hasta 1.500 metros. Se encuentra en Te Wahipounamu (el lugar de las aguas de la piedra verde), un espacio que abarca gran parte de la isla sur de Nueva Zelanda y que incluye grandes Parques Nacionales como el de Fiordland (en el que se encuentra este fiordo) o el de Aoraki/Monte Cook.
En todo este espacio hay presencia de jade, una roca de color verde muy apreciada. Una leyenda maorí cuenta la formación del jade y de Piopitahi. Se dice que un gobernante maorí fue abandonado por sus tres esposas y comenzó a buscarlas. Cuando llegó a Piopiotahi, escuchó un extraño sonido y se adentró en él, donde encontró a una de sus esposas convertida en jade. Se inclinó sobre su cuerpo petrificado y sus lágrimas cayeron en el jade, originando el valle cubierto de lágrimas. Este fiordo es bien recóndito, y el mismo Capitán Cook pasó dos veces por la costa del mar exterior, pero no se dio cuenta del mismo. No sería hasta 1823 cuando un cazador de focas lo descubrió y lo nombró en honor a su pueblo galés. En 1877 llegó el primer colono y se establecieron un par de cabañas, llamándolo “el ermitaño de Milford”, que después daría lugar al primer hotel de aquí.
Milford Sound se encuentra a 295 km de Queenstown, la ciudad más próxima y centro turístico. Para visitar Milford Sound puedes contratar una excursión desde Queenstown (hay multitud de operadores), que te incluyen el autobús hasta el fiordo y un crucero por sus aguas. La otra opción es ir en tu propio coche, teniendo en cuenta que se tardan 4 horas en llegar… las cuales se pueden convertir en algunas más si vas parando para contemplar los paisajes, algo que seguro harás. Yo elegí hacer esta última y, aunque sea una paliza, la recomiendo totalmente. Los paisajes son sobrecogedores y la experiencia de conducir por esta carretera es única. Si decides ir en tu coche, no olvides contratar el crucero por tu cuenta. Yo lo hice con Jucy, que solo me costó 69 NZD.
La carretera hasta Te Anau es muy bonita (como todas las de la isla sur) y relativamente fácil. Te Anau es un pueblecito de 2.000 habitantes, y es importante porque es el último pueblo antes de llegar a Milford Sound. Reposta aquí gasolina, pues después tampoco hay más. Después de este pueblo, los 121 km que lo separan del fiordo los recorre una carretera muy sinuosa, que atraviesa los alpes neozelandeses y ofrece unos paisajes… que sin palabras, me parecen de los mejores que he visto en mi vida.
Como te dije, sal con tiempo para poder parar en todos estos sitios. Podrás ver modelados de circos glaciares, numerosos ríos, lagos… todo envuelto en una niebla que dota al paisaje de mayor espectacularidad. También tendrás que pasar el Homer Tunnel, de 1200 metros de longitud. Conducir por aquí también lleva su tiempo: adelantar caravanas y autobuses por esta ruta es casi un deporte de riesgo.
Una vez que llegas a Milford Sound, el aparcamiento es gratuito pero limitado. Si no tienes, tendrás que dejar el coche mucho más atrás y luego andar bastante. Aviso: lleva repelente. En esta zona a orillas del Mar de Tasmania, está plagado de moscas de arena que son muy muy molestas. En todos sitios venden repelentes pero se aprovechan y los tienen muy caros. Hay aseos, un centro de visitantes y un bar, que también tiene precios muy altos. Es mejor si llevas tu comida y todas tus cosas y aprovechas el día para ir de picnic. Igualmente, lleva algún chubasquero. Es el lugar más húmedo de Nueva Zelanda y uno de los más húmedos del mundo con una precipitación media anual de casi 7.000 mm. Puede llover en cualquier momento.
Los cruceros suelen durar 2 horas y te llevan por todo el fiordo hasta el exterior al mar. Dependiendo del precio incluyen comida o no. Disfruté mucho de esta experiencia, sobre todo de estar al pie de estas murallas rocosas… uno se siente muy pequeño. Son 1500 metros de paredes verticales hasta el mar. Algunas de estas montañas tienen nombres curiosos, como El Elefante o El León, ya que dicen que se asemejan a estas formas.
El paisaje glacial es una maravilla. Amplios valles en forma de U que actualmente cuentan con impresionantes cascadas… que parecen pequeñas hasta que estás debajo de ellas. Hay muchas y es que el terreno rezuma agua. En sus aguas nadan focas, delfines y pingüinos, sobre una profundidad de 330 metros.
¿Qué pensáis de este fiordo?
Que paisajes para soñar despierto, gracias por su publicación y difusión.
Muchas gracias a ti por leerme 🙂