PTUJ, un carnaval sobre el Drava
Dicen que Ptuj es la ciudad más antigua de Eslovenia
Ptuj tiene fama en Eslovenia de ser la ciudad más antigua, ya que se dice que está habitada desde la Edad de Piedra. La historia de Ptuj comienza con la fundación romana de Poetovio, que fue el asentamiento de una legión romana creada por Julio César para controlar la Panonia. En el siglo V fue saqueada por los invasores hunos (antecedentes de los húngaros) y controlada por los eslavos hasta que cayó en dominio franco y después del Sacro Imperio Romano Germánico, bajo el nombre histórico de Pettau. Vinculada desde el siglo IX a Austria, tras la I Guerra Mundial fue incorporada a este país (el 86 % de la población era germanoparlante), pero tal y como sucedió con Maribor, una revuelta la posicionó en el lado esloveno. En la II Guerra Mundial, Hitler volvió a invadir Ptuj y la repobló con alemanes del Tirol, aunque estos fueron expulsados de nuevo con la victoria aliada, y desde entonces la ciudad está habitada por eslovenos.
Ptuj es hoy un pueblo de unos 23.000 habitantes y, junto con ser la ciudad más antigua de Eslovenia, tiene gran fama en el país por sus carnavales. Estos se llaman Kurentovanje y duran diez días en primavera, y su origen es un rito pagano eslavo para lograr la fertilidad y conmemorar la llegada de la primavera. Estos kurant o kurenti son personajes en lana de oveja, que recorren la ciudad con máscaras, lengua roja, cencerros, rabos y lazos, y van casa por casa haciendo ruido para ahuyentar a los espíritus y al invierno. Me hubiera mucho gustado poder visitar la ciudad en estas fechas, pero fui en verano. Debo reconocer que Ptuj me encantó, lo vi un pueblo muy cuco y cuidado, con fachadas de colores encantadoras, y unos panoramas de la ciudad que me cautivaron. ¡Así que recomendadísimo en tu viaje en Eslovenia! A continuación te cuento qué ver en un día en Ptuj.
Después de aparcar mi coche y tomarme algo en el Bar Divino, comencé a recorrer la ciudad. Ptuj es pequeñita y se puede ver en unas horas. La primera plaza que encontré fue la Mestna trznica, una plaza muy amplia donde suelen poner mercadillos o hacer desfiles de carnaval, aunque ahora solo estaba con algunas terrazas. Desde aquí ya verás el punto neurálgico de la ciudad: la Iglesia de San Jorge (cerkev sv. Jurija). Desde el siglo IX se tiene constancia de la construcción, aunque la actual data de los siglos XIII-XIV. Su campanario es conocido como la Mestni stolp, la torre de la ciudad.
La plaza que se encuentra frente a la iglesia se llama Slovenski trg, y está llena de bonitas casas, así como del Teatro municipal que es muy bello. En esta plaza también se encuentra el monumento a Orfeo (Ortejev spomenik). Se trata de una estela romana de mármol de casi 5 metros de altura, y es el monumento más antiguo de todo el país. Este monumento es en realidad la lápida de quien era el alcalde de Poetovio en el siglo II, y después era utilizada como picota para los ajusticiamientos. En su relieve se pueden ver escenas del mito de Orfeo.
Desde aquí puedes seguir la calle Presernova, que tiene muchos bares y es una de las más bonitas de la ciudad. Discurre desde aquí hacia el oeste, te aconsejo recorrerla ya que es una bonita subida al castillo. Al fondo verás el monasterio dominicano y unas vistas sobre el río Drava. Desde aquí, comienza la subida hacia el castillo de Ptuj, su parte más famosa. Este fue construido en el siglo XII para defenderse de las incursiones húngaras. Ahora es un museo regional.
Desde el castillo hay unas vistas muy chulas hacia la ciudad de Ptuj. El castillo es muy bonito por dentro, sobre todo su patio con arcadas y su pozo. También hay una parra que fue traída de la misma Stara Trta de Maribor (la parra más antigua del mundo). Como veis, por toda esta zona, la tradición vitivinícola es muy importante. Para bajar del castillo seguí un pasadizo cubierto de madera (que me recordó mucho al de Sighisoara, en Rumanía), que se convierte en una calle empedrada muy bonita, con unos arcos (que también me recordaron a Tallin, Estonia) y llega hasta la plaza Slovenski. También puedes hacer el recorrido a la inversa, como te guste más.
Desde aquí seguí, por un costado del teatro, por la calle Murkova hasta llegar a la Mestni trg, la plaza donde se encuentra el bello Ayuntamiento de Ptuj. Este edificio es uno de los más bonitos de la ciudad, de principios de siglo XX en un estilo modernista, por un arquitecto vienés. El resto de la plaza tiene varias cafeterías y más parras… aquí disfruté bastante contemplando el paisaje urbano ¡y tomando algo!
Después recorrí la calle Krempljeva hasta llegar a la Iglesia de San Pedro y San Pablo, y pasé por las plazas Cvetkov y Vrazov. Estas no tienen nada de especial, pero fue bonito recorrer sus calles y descubrir alguna estatuilla en los cruces de todas ellas. Por último, y otra de las mejores cosas, es cruzar el puente sobre el Drava, y tomar unas fotos desde el otro lado del río. Desde aquí puedes ver una panorámica de Ptuj con su castillo dominante, semejante a como ocurre en Bratislava.
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