KRUJË, LEZHË y SHËNGJIN, núcleo y gloria de Albania
Skanderbeg nació, venció y murió aquí
Albania es un país desconocido y poco desarrollado al turismo, pero con una larga historia. Entre su poco turismo, parece que se concentra en el sur en las playas, y también en las principales ciudades, pero parece como si más arriba de Tirana hubiera poco que ver. Precisamente esta parte es el núcleo albanés por excelencia, la región que se rebeló contra los otomanos y que comenzó a expandirse por el resto del territorio. Krujë (o Kruja) suele ser una excursión popular desde Tirana y estaba en mi mente. Sin embargo, mi viaje salía desde Shkodër y por el camino encontré dos puntos fantásticos, Lezhë (o Lezha) y Shëngjin, que me sorprendieron y después comprendí su legado. En este artículo te cuento qué ver en Lezhë y Krujë, incluyendo una excursión al puerto de Shëngjin.
En toda esta región habitata el legendario pueblo de los ilirios. Se cree que Krujë fue lugar de la llamada Albanopolis, el asentamiento ilirio más importante en tiempos prerromanos, ubicado en un territorio montañoso en mitad de Albania. Lezhë se encuentra muy cerca del mar y los humedales costeros que forma el delta del río Drin, aunque un poquito metida adentro. Griegos provenientes de Sicilia al mando de Dionisio I fundaron esta ciudad en el siglo IV a.C., que la llamaron Lisos. Su riqueza se atestigua en el acuñamiento de monedas con inscripciones de Lissitan. Los griegos describían este lugar como el centro de la verdadera Iliria, de hecho, ya se contaban asentamientos fortificados. En el siglo III a.C. los griegos macedonios conquistaron este área y Lisos fue su salida al Mar Adriático, aunque fue retomada por los ilirios y Lisos llegó a ser la residencia del rey ilirio Gentio.
Los romanos conquistaron este territorio, Lissus siempre fue fiel al César, y contó con el puerto de Nymphaeum (donde hoy está Shëngjin) como su gran salida al mar, actuando este también como puerto de la ciudad de Scutari. Con la captura romana, Krujë se especializó en productos de vestimenta y armamento, lo que también supuso el incremento de la riqueza de la ciudad. Después llegó la etapa de los bizantinos, llamándola Kroai. En el siglo XII, Kroai fue la capital del Principado de Arber, que después se transformó en el Reino de Albania, un incipiente Estado medieval. Por entonces, Krujë era conocida como Croia en latín. En los siglos siguientes, bizantinos y serbios se disputaron el control de la ciudad. Con el desmoronamiento del Imperio serbio en el siglo XIV, surgieron numerosos principados que se enzarzaron en luchas entre ellos. Paralelamente, el Imperio otomano avanzaba por los Balcanes aprovechando estas debilidades. En el 1395 los otomanos consiguieron conquistar Kroia, aunque siempre fue lugar de revueltas y su control fue inestable. Mientras tanto, los venecianos se habían hecho con el control de Lissus, que la llamaron Alessio.
Y, justo en esta etapa, surge el nombre de Skanderbeg. Jorge Castriota, Gjergj Kastrioti, nació en Krujë en 1406 y fue un noble y militar albanés, considerado el héroe nacional de Albania. Hijo de príncipes de los pequeños señoríos albaneses medievales y cristianos, fue capturado como rehén por los otomanos y llevado a Edirne, donde se convirtió al islam y luchó del lado de los otomanos destacando como un gran combatiente. Sus victorias le valieron el apodo del “nuevo Alejandro Magno“, por lo que los turcos lo llamaron Iskander Bey, que quiere decir Príncipe Alejandro, de lo que viene su apodo de Skanderbeg. Sin embargo, en 1443, en una ofensiva otomana contra la ciudad serbia de Nis, Skanderbeg se rebeló junto a otros cientos de soldados albaneses contra los otomanos, y huyó a Albania. Aquí reclamó su posesión de las tierras albanesas, para lo que comenzó a organizar a los turbulentos principados albaneses.
El 28 de noviembre de 1443, Skanderbeg conquistó el castillo de Krujë, apostató de su fe musulmana, juró venganza e izó la primera bandera albanesa de la historia, que vino traída por los cielos de un águila bicéfala. Krujë se configuró como un lugar heroico cuando en un primer asedio, el ejército comandado por Skanderbeg de unos 2000 soldados derrotó a los 100 000 del sultán otomano Murad II. Además, Skanderbeg gozó de buenas amistades y apoyos, como el Papa y otros Estados cristianos como Venecia, Nápoles y Aragón, que lo veían como una contención frente al avance musulmán por Europa y el Mediterráneo y evitaba que el sur de Italia también fuera tomado por estos. Alessio era veneciana por aquel entonces, y aprovechando su condición de “neutral” ante los otomanos hizo que fuera elegida por Skanderbeg como lugar de reunión de los nobles y señores albaneses para preparar su ofensiva contra los turcos. Lezhë fue así la sede de la llamada Liga de Lezhë, que data de 1444.
En 1468 falleció en Lezhë Skanderbeg, que se encontraba para reunirse con la Liga de Lezhë por segunda vez, y fue enterrado en la Iglesia de San Nicolás. Krujë se mantuvo bajo control albanés hasta 1477, tras un cuarto asedio otomano en el que la ciudad sucumbió y sus habitantes fueron masacrados. El Imperio otomano se extendía y se asentaba por estos lugares. Krujë fue lugar de resistencia albanesa, y ya en el siglo XX fue abiertamente antiotomana, varios batallones hubieron de asentarse aquí para estabilizarla. En las décadas siguientes, se fue consolidando la rebelión nacida y se fueron ganando terrenos a los otomanos desde esta parte de Albania central. El puerto de Shëngjin sí fue leal a los otomanos ya que había una notable presencia militar aquí. Al igual que Shkodër, Shëngjin fue reclamada por Montenegro como parte de su territorio, pero tuvo que cederla a Albania en virtud de los tratados internacionales.
Con la independencia albanesa, en 1924 el gobierno albanés renombró la ciudad de Shëngjin (que significa San Juan) como Wilson, en honor al presidente de los EEUU que había apoyado la independencia de Albania. En la II Guerra Mundial, la Italia fascista ocupó el puerto de Shëngjin, renombrándola como San Giovanni di Medua, como punto de entrada para ocupar el resto del país. Con la liberación, Albania se sumió en un periodo comunista en el que aisló del mundo y se destruyeron casi la totalidad de edificios religiosos, y solo se abrió al mundo tras su caída en 1992. Como te conté en este artículo, Albania es un país de enorme diversidad religiosa, aunque en el norte es donde se encuentra la mayoría de la población católica. Lezhë tiene unos 65 000 habitantes y la amplia mayoría de ellos son católicos. Krujë tiene hoy unos 60 000 habitantes y siempre tuvo mezcla de religiones: católicos, ortodoxos, musulmanes y también un gran culto pagano, pero desde el siglo XX ganó gran importancia la secta sufí Bektashi.
Por su parte, Shëngjin tiene solo unos 8000 habitantes, pero es imprescindible para Albania ya que es el único puerto más al norte de Durrës, por lo que es muy importante para el país y para su región norte. Un lugar de destacada importancia industrial y turística, sobre todo recibe turistas kosovares ya que es la playa que les pilla más cercana; y una apuesta para ser un nuevo foco de turismo como la Riviera albanesa. Se encuentra en un importante golfo al norte del país, rodeada de montañas y solo accesible desde Lezhë por una pequeña carretera que discurre entre lagunas: estas componen la Reserva Natural de Kunë-Vain-Tale, en el delta del río Drin.
Krujë me pareció un pueblo bonito, con una destacada importancia del mítico castillo de Skanderbeg y sede del Museo de este héroe nacional, que es casi venerado en Albania y parece un lugar de peregrinaje. Además, es famosa por su bazar tan colorido con muchos productos de artesanía. Lezhë me pareció una ciudad escondida, algo más empobrecida, pero que guarda tesoros tan notables como la tumba de Skanderbeg. Por último, Shëngjin me pareció un lugar donde descubrir la Albania más auténtica, alejado del turismo y solo visitado por el turismo nacional. Pasar un día de playa aquí fue algo que recuerdo con mucha energía e ilusión. Quizá lo más tedioso sean las carreteras, ya que las pobres infraestructuras hacen que el trayecto sea pesado, con retenciones, accidentes e imprevistos. Pero, seguro que este artículo te parece interesante por lo desconocido del lugar.
Qué ver en Krujë, Lezhë y Shëngjin
KRUJË
1.-Bazar de Krujë
La parte más turística de Krujë empieza aquí, así que busca un lugar donde aparcar y adéntrate en el bazar, que está lleno de camisetas, alfombras, cascos, objetos históricos, instrumentos de música… además por aquí está la Mezquita de Murad Bey, que sobresale al fondo con su minarete. También hay un montón de restaurantes, por si decides comer por aquí.
2.-Castillo de Skanderbeg: Museo Nacional Gjergj Kastrioti
Al final del bazar llegarás a la puerta de la ciudadela de Krujë. Kalaja e Krujës es el castillo de Krujë, quizá la fortaleza más emblemática de todo el país. Fue aquí donde el héroe nacional Skanderbeg venció a los otomanos. En su recinto también se encuentra el tekke Bektashi, una rama sufí islámica, y el hamam. Hay que pagar entrada para entrar al museo, pero es gratis ver el recinto. Aun así, recomiendo visitar el museo, ya que tiene algunas cosas de mucho interés. El Museo de Skanderbeg fue fundado en 1982 e incluye colecciones de objetos del siglo XV de la época de Skanderbeg y las guerras albanesas-otomanas. Entre ellas, me encantó ver la sala de la espada y el casco de Skanderbeg.
3.-Mezquita Fatih Sultan Mehmet
Justo delante del castillo renovado en museo, dentro de la ciudadela, están los restos de esta mezquita, que se construyó en honor al sultán otomano Mehmet II dentro del castillo de Krujë. Hoy solo queda en pie su minarete. Por aquí al lado también está el letrero de las letras de Kruja.
4.-Museo etnográfico
A poca distancia, hacia abajo en la pendiente, se encuentra este museo que me pareció muy bonito, en la casa de la familia Toptani, de 1764. Contiene objetos artesanales de más de 500 años de antigüedad.
5.-Calles de la ciudad vieja de Krujë
Más abajo del museo etnográfico hay callejuelas con muros de piedra, que componen una idea de una ciudad tradicional otomana.
6.-Vistas desde Emiliano Rooms
Y algo más arriba de la fortaleza, verás una torre desde donde se tienen unas vistas muy bonitas. Aquí está el hostal y restaurante de Emiliano Rooms, con una panorámica de Krujë muy chula. Por último, en Krujë puedes visitar Sari Salltik, un tekke bektashi que se encuentra a las afueras.
LEZHË
7.-Tumba de Skanderbeg y Castillo de Lezhë
El lugar indispensable en Lezhë es el mausoleo de Skanderbeg, que se encuentra sobre las ruinas de la antigua Iglesia de San Nicolás, donde fue enterrado el líder. Esta después se transformó en la Mezquita Selimie, cuando a pesar de los esfuerzos de Skanderbeg, los otomanos tomaron el territorio. Además, cuando encontraron la tumba de Skanderbeg, hicieron amuletos con sus huesos. Esta parte era el corazón de la ciudad vieja, y las ruinas que hay son restos de la ciudad iliria reconstruida como la Lissus romana. Arriba domina la ciudad el castillo de Lezhë, ya un emplazamiento defensivo ilirio, pero ampliado por los venecianos y otomanos.
8.-Plaza de Gjergj Fishta
Gjergj Fishta fue un poeta albanés, una de las figuras más importantes de su Renacimiento. Católico ferviente, fue uno de los impulsores de la democracia en Albania en el siglo XX. En esta plaza se encuentra el monumento a su libro Lahuta e Malsisë (El laúd de la montaña), de 1902, muy famoso en Albania.
9.-Ciudad de Lezhë
El resto de la ciudad de Lezhë me pareció más impersonal, pero también representativo de cómo es una ciudad albanesa. El río Drin pasando por ella, limpiazapatos por las calles, algunos edificios muy modernos junto a otros destartalados…
SHËNGJIN
10.-Playa de Shëngjin
Y, por último, Shëngjin: una playa que parece que se está desarrollando, con mucha actividad y donde me di un baño delicioso, mientras el vendedor de mazorcas pasaba por mi lado. ¡Siempre apetece un baño en la costa albanesa!
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