La sal moderada de TUZLA y excursión a SREBRENIK
Tuzla es famosa por sus depósitos de sal y por su carácter moderado durante la desintegración yugoslava
La fundación de Tuzla está ligada a la sal: de hecho, su nombre quiere decir “mina de sal” en turco. Su nombre antiguo también hace referencia a esta realidad, pues era Salines en tiempos romanos. En el siglo X se atestigua un fuerte bizantino con tal nombre, y posteriormente, en la Edad Media, la ciudad fue conocida como Soli y perteneció al Reino de Bosnia, y después al Imperio otomano, quien la controló por más de 400 años. A finales de siglo XIX fue ocupada por el Imperio austrohúngaro, y después de la disolución de este, se integró en Yugoslavia. Durante el comunismo de Tito se desarrolló como polo industrial, con la central térmica (la más grande del país) como símbolo, situada justo a la entrada de la ciudad, alimentada con carbón de los abundantes depósitos que se encuentran cercanos a la ciudad.
En los albores de la desintegración yugoslava, en Tuzla fue el único municipio del país donde no ganaron los nacionalistas, y lo hicieron los moderados. Por ello, Tuzla ganó la fama de ser una ciudad moderada, más ligada a una amistad con lo yugoslavo sin ser rupturista. A pesar de ello, cuando Bosnia y Herzegovina declaró su independencia y esta fue reconocida por la ONU, la ciudad fue sitiada por el ejército serbio y las atrocidades también llegaron aquí. La más conocida fue la “masacre de Tuzla”, en la que en 1995, un obús disparado desde las montañas, posiciones serbias, impactó en la calle principal y mató a 71 personas, la mayoría de ellas jóvenes.
Tras la firma de los acuerdos de paz de Dayton, Tuzla fue elegida como base para el despliegue de fuerzas de pacificación internacionales, teniendo en cuenta su pasado más moderado y su carácter multiétnico, reflejado en la geografía administrativa (unas fronteras muy recortadas entre las entidades serbobosnia y croatobosníaca). Actualmente, la mayoría de la población es bosníaca, más del 70 %. Tuzla, con más de 110 000 habitantes, es la tercera ciudad más grande de Bosnia y Herzegovina, tras la capital Sarajevo y Banja Luka, la capital de facto de la entidad serbobosnia. Por su posición, recibió a una gran cantidad de refugiados de la guerra, por lo que su población real es bastante mayor. La ciudad es un referente en el norte de Bosnia en cuanto a la producción industrial, la educación y el turismo. A continuación te cuento qué ver en Tuzla, y también incluyo la excursión a Srebrenik, considerada la fortaleza mejor conservada del país (¡muy chula!)
Qué ver en Tuzla
1.-Calle Turalibegova y mezquita
La calle Turalibegova es una de las principales de Tuzla, peatonal y con muchos locales comerciales y de restauración. Aquí puedes ver las estatuas de Meša Selimović e Ismet Mujezinović, escritor y pintor famosos de Tuzla. Al principio de esta calle está la mezquita de Turalibegova, o mezquita del campo. Fue construida en 1572 y debido al hundimiento del suelo por la extracción de sal ha tenido que ser reconstruida en varias ocasiones.
2.-Trg Kapija
Continuando por Turalibegova llegarás hasta una confluencia de calles que forman una pequeña plaza, presidida por un pequeño edificio verde, conocido como Kapija. Fue aquí donde ocurrió la masacre de Tuzla, donde cayó el proyectil que mató a 71 personas en 1995, la mayoría de ellas jóvenes, pues este era y es un lugar de reunión y estaba muy frecuentado cuando ocurrió la desgracia, a las 20.55.
3.-Mezquita de la Čaršija
La mezquita Čaršijska (también llamada Hadži Hasanova) es la principal y más bonita postal de Tuzla. Se encuentra en la plaza del genocidio de Srebrenica, donde también hay una fuente otomana muy bonita, que en parte, recuerda algo a Sarajevo. Data de 1548, de tiempos otomanos.
4.-Trg Slobode
La plaza de la libertad es muy amplia y se encuentra frente a la mezquita antes nombrada. Con un imponente edificio que contiene los nombres históricos de la ciudad, y muchas terrazas para tomar algo.
5.-Calle Gradska y Šarena džamija
La calle Gradska parte desde la Trg Slobode hacia el norte, y también está muy concurrida de tiendas y terrazas. Al final de la calle se encuentra la Šarena džamija (mezquita colorida), también llamada de Atik Behram Bey. Cuando fui se encontraba en rehabilitación, financiada por Turquía (como en gran parte de los Balcanes), pero es considerada la más antigua de la ciudad. Delante de ella se encontraba la madrasa de Behram-begova, de la que ahora solo un monumento queda en pie.
6.-Gradski park y catedral ortodoxa
En el parque de la ciudad, bastante extenso, se dan cita muchas personas para pasear, y también los alumnos de las escuelas cercanas para jugar. En el centro del parque está la estatua a Tvrtko I Kotromanic, quien fuera el primer rey de Bosnia de 1353 a 1391, cuando el reino de Bosnia, emancipado de Hungría, alcanzó su máxima extensión. También se encuentra al lado la catedral ortodoxa de la dormición de la Madre de Dios, que data de 1926, en un estilo serbio-bizantino.
7.-Piscinas de sal Pannonica y mezquita Džindijska
Quizá el atractivo por el que es más conocida Tuzla, se trata de los únicos lagos salados del continente europeo. Estos tienen un origen natural, pero dependen del nivel del subálveo. Otros fueron acondicionados para el uso turístico, para servir como piscinas. Actualmente, en verano es cuando el Ayuntamiento los llena y están previstos con escalerillas, duchas, tumbonas… vamos, para tener la playa justo en el centro de la ciudad. ¡La lástima es que cuando fui estaba todo sin acondicionar! Por su parte, la mezquita de Džindic, o tambíén llamada Huseina Čauša, es única: parece como una casa, con un minarete construido 1700 en madera.
8.-Mercado de Tuzla y Solni trg
El mercado de Tuzla (Gradska pijaca) es muy grande y con multitud de productos, me encantó recorrerlo. Y sus vendedores, muy simpáticos. Al lado está la plaza Solni trg, donde había mucha gente con cachimbas.
9.-Puente Tabasnice
El puente Tabasnice, con unas curiosas figuras humanas que sostienen globos de luz, atraviesa el río Jala. En esta parte me llamó la atención que eran las 12 del mediodía y a la misma vez tocaban las campanas del monasterio franciscano de San Pedro y San Pablo, y llamaban a la oración desde la mezquita Jala.
10.-Memorial de la masacre de Tuzla
Un poquito más allá de los lagos panónicos se encuentra un extenso parque que sirve como memorial a la masacre de Tuzla, con la bandera blanca y el escudo tradicional bosnio y la flor de lis, tomado como emblema por los bosníacos. Era un lugar muy relajado, con amplias escalinatas, cuidado, y lleno de gente haciendo picnic o tomándose fotos. Está como en la ladera de un pequeño monte, y dando un breve paseo también se llega a la pequeña iglesia ortodoxa serbia de San Jorge.
Bonus track: excursión a Srebrenik
El municipio de Srebrenik (no confundir con Srebrenica), está al norte de Tuzla y tiene unos 40 000 habitantes. La mayoría de ellos residen en el valle, pero el principal atractivo está en la ciudad vieja, o Stari grad, sobre un peñasco algo más al interior y con un imponente castillo, considerado un monumento nacional en Bosnia y Herzegovina. Srebrenik fue mencionado por primera vez en el siglo XIV, y se debatió entre conquistas húngaras y bosnias. Con el reinado del rey bosnio Tvrtko I, alcanzó su mayor importancia y se constituyó como un punto estratégico, en el paso hacia Tuzla. En el siglo XV, fue uno de los principales escollos para los otomanos, que no conseguían tomar Srebrenik una y otra vez.
La mayoría de la población, casi su totalidad, es bosníaca, y en el pueblo hay erigidos memoriales en honor a los bosníacos asesinados en la guerra, con su imponente flor de lis. La fortaleza es impresionante, muy bonita. Se alza ante todo el territorio, en el extremo del peñasco y domina todo el valle del tío Tinja, afluente del Sava. La entrada vale muy poco (no recuerdo si 2 marcos), merece la pena. Las actuales murallas datan del siglo XVIII pero están muy bien conservadas. Su nombre viene de plata, así que vendría a ser algo como “castillo plateado”, algo que también ocurría con Gjirokaster, Albania. Quizá sea por el color de su piedra, y que envuelto entre la niebla, da la sensación de verdadera plata… A mí me encantó visitarlo y contemparlo desde todas sus perspectivas. ¡Totalmente recomendado!
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