Un puente sobre el Drina en VIŠEGRAD
Višegrad es considerada el centro espiritual de la Republika Srpska
Višegrad se encuentra atravesada por el río Drina, en el costado este de Bosnia muy cerca de la frontera con Serbia. Toda esta región es conocida como el Podrinje, que constituye la cuenca del Drina (como también te contaba en este artículo de Srebrenica). Se trata de un área muy montañosa, donde este río crea un pequeño y estrecho valle, que en algunos tramos se convierte en un auténtico cañón. La región de Višegrad perteneció durante la Edad Media a Serbia, y prueba de ello es el monasterio de Dobrun, del siglo XIV, que se encuentra muy cerquita de aquí. Sin embargo, el auge de Višegrad llegó con la dominación otomana, que sucedió desde 1454. Por aquel entonces, Višegrad era un importante centro de comercio en la ruta entre Sarajevo y Estambul, y su famoso puente fue construido en esta época.
Posteriormente, tras el dominio austrohúngaro y el condominio serbio-croato-esloveno, en la II Guerra Mundial, los croatas asesinaron a miles de serbios cerca de Višegrad y tirando sus cuerpos al Drina. Pasada la época yugoslava y durante la Guerra de Bosnia, Višegrad era de vital importancia: el lugar de una importante central hidroeléctrica y porque era la ruta básica de conexión entre Sarajevo y Užice, que llega hasta Belgrado. En 1992, el ejército yugoslavo comenzó a bombardear la ciudad, especialmente los barrios donde habitaban los bosníacos (que hasta entonces, habían constituido algo más de la mitad de la población). Después de que el control serbio fuera efectivo, una brutal limpieza étnica y otras atrocidades fueron perpetradas contra los bosníacos.
Desde entonces, Višegrad está bajo dominio de la Republika Srpska, la entidad serbobosnia del país. Muy pocos bosníacos han vuelto o sobrevivieron, y en torno al 90 % de la población es serbia, siendo el total de habitantes unos 10 000. La ciudad, aparte del turismo que genera por su famoso puente, es considerada “el centro espiritual” de la Republika Sprska. Aquí el famoso cineasta Emir Kusturica construyó Andrićgrad, una “ciudad” dedicada al Premio Nobel de Literatura Ivo Andrić, por lo que el panorama cultural de la ciudad es bastante notorio. En la orilla izquierda del Drina puedes visitar la casa donde vivió Ivo Andrić.
Lo más bonito, sin ninguna duda, es el puente Mehmed Paša Sokolović, construido por orden de este visir, que gobernaba sobre los Balcanes bajo mandato otomano. Fue terminado en 1578 y representó una proeza de la ingeniería de la época. Desde 2007 está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y no es para menos: un puente majestuoso de 11 arcos y 180 metros de longitud. El puente es todo un símbolo, y que inspiró a Ivo Andrić a escribir “Un puente sobre el Drina“, la novela por la que se le concedió el Premio Nobel en 1961 y que narra la historia durante siglos de la ciudad, con la consiguiente división de familias y acercamientos, teniendo el puente como símbolo. También puedes realizar un paseo en barca por el Drina.
Una vez se cruza hacia el centro de la ciudad, hay una plaza donde se suelen poner puestos de souvenirs y donde aparcan autobuses, etc., y también un pequeño museo. Enseguida verás un monumento en honor a los soldados serbobosnios caídos en la Guerra de Bosnia, todo un signo de que esta ciudad es un bastión serbio. Siguiendo por la avenida principal, la Kralja Petra I Karađorđevića, verás un par de mezquitas (aunque tienen muy poca afluencia), y pronto te encontrarás con el pequeño río Rzav, afluente del Drina. A la otra parte del Rzav está la casa de la cultura, con una locomotora de vapor (durante el tiempo austrohúngaro se construyó una línea que llegaba hasta Mokra Gora, Serbia), y el mercado de la ciudad.
Y el corazón de la ciudad es la “islita” que se forma entre el Drina y el Rzav, en cuya punta está la ciudad de Andrićgrad. Esta fue construida por Emir Kusturica y abierta en 2014, por lo que todo es muy reciente. Como podéis adivinar, está dedicada a Ivo Andrić, y podréis ver su estatua, además de otras atracciones como cines, salas de exposiciones, etc. La calle principal (llamada Mlade Bosne, joven Bosnia, nombre de la organización que luchaba en contra del dominio austrohúngaro) tiene unos murales muy bonitos, relatando escenas históricas como mostrando a Gavrilo Princip, quien asesinó al archiduque austríaco Francisco Fernando y detonó la I Guerra Mundial. Hay muchos rincones con terrazas y cafeterías, patios que recuerdan a un estilo más bizantino, otros puramente más eslavos.
Algo más adelante está el Ayuntamiento, y otras estatuas como la de Nikola Tesla. Al final de todo está la plaza de Petra II Petrovića Njegoša, el rey serbio que en el siglo XIX comenzó a promulgar la unificación de serbios basada en la etnia y la religión, y que también era poeta y escribió algunas composiciones muy aclamadas de la literatura serbia. En esta plaza se encuentra su estatua, con referencias al territorio de Kosovo. Y detrás, la flamante nueva iglesia del zar San Lázaro. Todo muy nuevo, bastante chulo.
Por último, en Višegrad puedes visitar la Iglesia Rodjenja Presvete Bogorodice, en la parte alta de la ciudad (subiendo unas escaleras), se ve desde todos lados. La iglesia data de finales de siglo XIX, cuando se liberó del imperio otomano. En su cementerio, hay muchas tumbas de serbios que murieron durante la guerra de Bosnia. Como veis, Višegrad es un lugar muy importante para la Republika Srpska, aunque también controvertido por la glorificación de un pasado que también tiene muchas sombras.
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