TROODOS, entre monasterios y pueblos del interior de Chipre
Bosques, monasterios y pequeños pueblos en el corazón de Chipre
Situados en el corazón de Chipre y ocupando todo su interior, los montes Troodos constituyen el principal y más importante sistema montañoso de Chipre: tanto que es como la columna vertebral de la isla. Aquí se encuentra el punto más alto de Chipre: el Monte Olimpo con casi 2000 metros de altitud. Los Troodos se formaron debido a la colisión de las placas africanas y europea, y albergan una geología tan impactante en cuanto a la tipología y composición de rocas que permitió a los científicos desarrollar la teoría de la expansión del suelo marino.
Troodos es un lugar de fuertes pendientes, ya que constituyen un auténtico macizo insular. Es un espacio de baja densidad, donde hay pequeñitos pueblos en emplazamientos en pendiente, y algunos ríos que reducen su caudal casi al máximo en época estival, pero también forman alguna cascada que otra. Todo este paraje también es el gran refugio de la flora chipriota: aquí están las mayores extensiones de bosques mediterráneos de Chipre, incluyendo especies como cedro chipriota o la encina dorada, que fue proclamada como árbol nacional de Chipre y símbolo del país.
Siendo la región más interior de Chipre, y por su naturaleza montañosa, desde la Antigüedad fue explotada para extraer el cobre, que también dio nombre al país. Además, durante las incursiones piratas árabes, fue el refugio de los habitantes que se trasladaron aquí desde la costa. Ello hizo que desde el siglo XI se configurara como un lugar donde la fe ortodoxa y el arte bizantino proliferaron: las montañas Troodos son famosas por albergar iglesias y monasterios bizantinos, los cuales están protegidos por la UNESCO y son Patrimonio de la Humanidad, conocidas como las iglesias pintadas de Troodos.
Este es un lugar abocado al turismo rural, que ha obtenido algunas distinciones de premios resaltando su excelencia y el auge que están cobrando en los últimos años. También es el lugar donde nieva en Chipre, y cuenta con resorts de montaña y pistas de esquí. Por tanto, un punto a tener en cuenta si visitas Chipre y quieres conocerlo a fondo, no solo en los lugares más turísticos de sol y playa. A mí me gustó conocer el Chipre más rural, auténtico, alejado del turismo de masas y conocer pequeños pueblitos con encanto. Debido al covid, muchos monasterios estaban cerrados y no pudimos entrar, pero fue un buen día entre las enrevesadas curvas de la geografía de Chipre.
Qué ver en Troodos
1.-Monasterio de Stavrovouni
El monasterio de Stavrovouni es uno de los lugares más santos de Chipre, ya que se dice que aquí se conserva un trozo de la cruz de Jesucristo. También es uno de los monasterios más antiguos de todo el mundo, ya que se dice que fue fundado por Santa Elena, madre del emperador Constantino, en el siglo IV. Se encuentra en lo alto de una colina, que antiguamente también era conocida como el Olimpo, y que domina gran parte del territorio circundante. Cuando fuimos se encontraba cerrado por el covid, una auténtica pena. Y advierto que pone bien grande que no se permite la entrada a mujeres… Cerca de aquí hay varias iglesias más, como la Panagia Stazousa.
2.-Léfkara
También lo verás escrito como Pano Léfkara, y es uno de los pueblos más típicos de los Troodos. Su nombre quiere decir algo así como “roca blanca” y hace gala a su paisaje: casitas blancas en un entorno semiárido. Léfkara es un pueblo con importancia histórica: se dice que se trajo desde Asiria el arte del encaje y bordados, y que Leonardo da Vinci compró aquí una tela para el altar de la Catedral de Milán. También, con el periodo veneciano, estos cogieron la tradición y la llevaron hasta Burano, en Venecia. Léfkara llegó a ser el principal asentamiento de Chipre en el siglo XVI, con el dominio veneciano, aunque la población no estaba muy contenta con sus gobernadores. Por ello fue que con la invasión otomana, muchos se entregaron sin oponer resistencia, lo que fue duramente castigado por los venecianos. Fruto de ello es que una gran población turcochipriota se quedó a vivir en Léfkara, y también la tradición de elaborar delicias turcas. Algo que, tras la crisis entre las comunidades turca y griega hizo que tuvieran que abandonar Léfkara y dirigirse hacia el norte.
Léfkara es un pueblo muy bonito, de aire tranquilo y sosegado, y de aspecto muy tradicional. Sus calles están empedradas y hay callejones con mucho encanto, llenos de plantas y jardines. La iglesia principal del pueblo, llamada de la Santa Cruz, también me pareció muy bonita y data del siglo XIV. Cerca de aquí también puedes visitar las ruinas neolíticas de Choirokoitia, ya que este entorno estuvo poblado desde los primeros pasos de la humanidad.
3.-Monasterio de Machairas y museo de Grigoris Afxentiou
El Monasterio de Machairas está dedicado a la Virgen María y fue fundado en el siglo XII. La leyenda dice que un icono pintado por el apóstol San Lucas fue robado y traído a Chipre desde Asia Menor. Este icono fue escondido en las montañas hasta que dos palestinos lo encontraron en el 1145, abriéndose paso entre el bosque y la maleza a machetazos, por lo que el icono se le llamó “Machairotissa”, que quiere decir como “machete”. Posteriormente, el monasterio se hizo con la propiedad de todo el paraje montañoso de alrededor. Al lado de este monasterio se encuentra un museo de especial relevancia, dedicado a Grigoris Afxentiou, un líder grecochipriota y revolucionario, miembro del EOKA (el ejército de liberación grecochipriota que luchaba contra el dominio británico). El señor del museo nos contó que Grigoris pasó escondido mucho tiempo en cuevas en estos parajes, mientras los británicos bombardeaban y quemaban todo, esperando para tender emboscadas. Es considerado un héroe nacional.
4.-Fikardou
Fikardou es un pequeño pueblo casi deshabitado, y su origen viene de cuando la población chipriota hubo de refugiarse en el interior de la isla. Su nombre quiere decir “los valientes fugitivos”, ya que también eran perseguidos por su fe ortodoxa. El pueblo ha vivido de la producción de frutas y olivos y tiene un aspecto muy tradicional y mediterráneo. En el pueblo también hay un memorial a los héroes grecochipriotas que murieron durante la invasión turca de 1974.
5.-Pedoulas: Monasterio Kikkos e Iglesia del Arcángel Miguel
El pueblo de Pedoulas es conocido por albergar varias iglesias, como la Panagia Podythou, Iglesia de la Virgen, del siglo XVI; o la Iglesia del Arcángel Miguel, del siglo XV. También es indispensable el Monasterio Kikkos, oficialmente llamado Monasterio del Real Santo y Stavropégico de la Panagía de Kikkos, o también más simplemente como Monasterio del Arcángel Miguel. Este es uno de los centros espirituales más importantes de la isla, y su origen remite a una importante leyenda que lo dota de mayor relevancia. Se dice que un viejo ermitaño curó al emperador de Constantinopla y a su hija, y a cambio recibió el icono de la Virgen de Constantinopla para que lo albergara en este paraje, en mitad de los bosques de Chipre. Es, por ello, un lugar muy emblemático y que contiene numerosos frescos e iconos bizantinos.
6.-Platres
Platres es uno de los pueblos con más historia de los Troodos, y ya se mencionaba desde los periodos franco y veneciano. También lo verás llamado como Pano Platres, y siempre ha estado dedicado al pastoreo y a la producción de vino, así como a otras cosechas de frutas. Se encuentra en un pequeño valle en el interior de los Troodos, donde un pequeño río lleva agua de forma constante todo el año. Este entorno más húmedo hizo que fuera apetecido como lugar de descanso por los británicos cuando estos controlaban Chipre. Hoy en día, Platres es uno de los lugares más turísticos de estas montañas, ya que está cercano a las pistas de esquí que hay en invierno (sí, en Chipre nieva y se puede esquiar también). Realmente me pareció un pueblo sin más, pero es verdad que las construcciones de los edificios eran bonitas, de piedra, que nos recordaba que en invierno debe hacer frío; y también había muchos restaurantes y terrazas muy acogedoras.
7.-Centro de visitantes de Troodos
En los montes Troodos hay un montón de rutas de senderismo por hacer. Quizá lo mejor sea acercarse hasta el centro de visitantes de Troodos, en un entorno boscoso y bien acondicionado, donde se respira un aire fresco de brisa mediterránea. Algunas de las rutas que quería hacer era ir hasta la Cascada Caledonia, la más famosa del lugar; o también al puente Tzelefos (situado en el Valle de Diarizos).
8.-Omodos
Omodos es un pequeño pueblo famoso por la producción de vino, que también alberga un festival de este producto en agosto. Como te conté en este articulo de Limassol, el vino producido por estos lares era considerado “el vino de los reyes y el rey de los vinos”. En el pueblo también se encuentra un monasterio del siglo XVII en honor a la Santa Cruz, con un patio muy bonito, y presidido por una bandera griega, como es usual en todo el país (y especialmente en los Troodos por su pasado de liberación grecochipriota). Alrededor de todo el pueblo hay un montón de viñedos, y el pueblo en sí es bastante acogedor: lleno de terrazas, bares, heladerías, mercadillos… en general, bien merece una visita.
¿Te vienes a Troodos?
