KOSICE, el secreto mejor guardado de la cultura eslovaca

La ciudad más eslovaca del país se mantiene oculta en los itinerarios por Centroeuropa, pero su riqueza de antaño saca a relucir sus atributos turísticos

Kosice es una de esas ciudades que, no se sabe por qué, pero pasa desaperciba en el mapa. La actual segunda ciudad en importancia de Eslovaquia con 250.000 habitantes remonta sus orígenes a la primigenia Villa Cassa, que cobró auge como ciudad comercial en la Edad Media llamándose Cassovia y Kassa. Fue una ciudad muy rica, llegando a ser la primera ciudad amurallada del Reino de Hungría. Aquí convivían húngaros católicos con eslovacos y alemanes luteranos, lo que ocasionó guerras y llevaron a Kosice como una de las principales ciudades que lucharon en la Guerra de los Treinta Años. A finales de siglo XIX, Kosice comenzó a industrializarse, sobre todo con industrias mineras de hierro.


Kosice es considerada la capital de los eslovacos, ya que es “la ciudad más eslovaca”. Aunque Bratislava es la capital del país, ha sido tradicionalmente una ciudad de húngaros, mientras en Kosice era una ciudad habitada principalmente por eslovacos y el centro cultural de este pueblo. Ya en el siglo XIV destacó como tal al recogerse los primeros estatutos del gremio de eslovacos. Igualmente, Kosice es la ciudad con el mayor centro histórico de Eslovaquia, lo que le valió ser en 2013 la Capital Europea de la Cultura y la primera ciudad eslovaca en conseguirlo. Visité la ciudad en 2014, y encontré una ciudad muy bella y muy cuidada que me sorprendió mucho: una de esas joyas ocultas que nadie visita pero tiene un gran encanto.


Qué ver en Kosice
Con un sabor muy centroeuropeo, el centro de la ciudad es la calle Hlavna Ulica, que de norte a sur parte el centro histórico en dos. En esta calle principal verás a cada lado bonitas casas de colores con profusos adornos, es donde están los palacios de los nobles y la burguesía.





En el centro de la calle se abre una especie de isla, donde, empezando por el sur, verás el escudo de la ciudad. Kosice fue la primera ciudad del mundo en tener un escudo de armas.



Tras él se encuentra el icono de Kosice que divisarás desde todas las calles: la Catedral de Santa Isabel, la mayor catedral del Reino de Hungría. Comenzó a construirse en el siglo XIV y su estilo es gótico. Su tejado es precioso, al igual que su campanario en la Torre de San Urbano. Separada de ella se encuentra la Capilla de San Miguel.





El siguiente edificio que cierra la isla central es el Teatro estatal, construido en el siglo XIX. Y entre este teatro y la catedral se encuentra un bonito jardín con una fuente que cambia de intensidad sus chorros de agua al compás de la música. Fue realmente precioso escuchar melodías de Tchaikovsky en aquel jardín, en un día lluvioso.



Detrás del teatro, y ya volviendo a juntarse la calle Hlavna está la columna de la Inmaculada Virgen, del siglo XVIII para conmemorar la salvación de la epidemia de la peste negra, tal y como ocurre en otros pueblos del Centro de Europa como en Timisoara o Cesky Krumlov.

Otro de los puntos notables de interés en el Palacio Jakabov, situado en la calle perpendicular a Hlavna, la calle Mlynska. Se encuentra en el extremo este, pegado al parque de la ciudad en dirección a la estación. El Palacio Jakabov se construyó en estilo neogótico en 1899, en un estilo que recuerda mucho a Transilvania. Fue la residencia del presidente de Checoslovaquia acabada la II Guerra Mundial.


Cerca de Jakabov, hacia el sur (calle Puskinova), se encuentra la sinagoga de Kosice; y un par de calles más al norte, en la calle Hrnciarska, la casa memorial de Ferenc Rakoczy, héroe nacional húngaro.


Más adelante de este último lugar se abre una calle muy pintoresca, donde hay muchas tiendas de artesanía y pintura, además de algunas pequeñas iglesias.


Volviendo a Hlavna, en el norte de esta calle se encuentra la Corte Judicial de Eslovaquia, que tiene su sede aquí en Kosice. También está el Museo de Historia Natural, el Museo de Eslovaquia del Este y la iglesia de madera de Kozuchovce.




Por último, al sur de Hlavna está el centro comercial Aupark, donde también puedes pasar un buen rato comprando y aprovechando los bajos precios eslovacos; y el monumento a los soldados soviéticos que liberaron estos territorios de los nazis.



Cómo llegar a Kosice
Llegamos a Kosice desde Presov en autobús, el día que hicimos la excursión a Bardejov. Al día siguiente, cogimos un tren rumbo a Budapest desde la estación de tren. Ambas estaciones (bus y tren) están una al lado de otra. Cuidado aquí y en el parque que hay inmediatamente después (el parque de la ciudad, en el camino hacia el centro): hay bastantes gitanos pidiendo y llegan a ser muy insistentes, hasta el punto de ir siguiéndote. Sobre todo había niños, uno de ellos intentó agarrarnos un bolso.

A pesar de ser la segunda ciudad en Eslovaquia, no se encuentra bien conectada. Tiene un aeropuerto con algunos vuelos internacionales. La mejor forma de desplazarte a pueblos cercanos es en autobús. Para ir a a Bratislava el tren es la mejor opción aunque tarda 6 horas, hay horario relativamente frecuente. Para ir a Budapest el tren tarda 3 horas y media y solo había 2 al día. Nos costó alrededor de 20€.
Por último, en Kosice nos alojamos en el TBS Studio, un apartamento que encontramos en Booking, en la calle Strojarenska. Estaba bastante bien de precio y por ser céntrico, aunque era muy pequeño.
