El castillo teutónico de MALBORK y la playa de SOPOT
En este artículo te propongo realizar dos excursiones interesantes desde Gdansk, muy accesibles. Sopot, para visitar las turísticas playas de la costa de Polonia; y Malbork, quizá el castillo teutónico más famoso.
SOPOT
Sopot es la localidad más turística de Pomerania, una región natural que comprende la costa alemana y polaca del mar Báltico situada entre el Vístula y el Oder. Esta es una costa baja y arenosa, debido a que el continente está compuesto por la Gran Llanura Europea y el mar Báltico un mar cerrado que recibe el aporte de numerosos y caudalosos ríos, que además forman restingas y cordones arenosos que encierran lagunas y bahías. Además, las aguas del Báltico son muy poco salinas por el aporte de agua dulce inmenso de los ríos. Sí, comprobado: la probé en Jurmala, Letonia.
Comenzó siendo un pueblo de pescadores y dependiente de una abadía, pero en el XVI se convirtió en la ciudad balneario de Gdansk y donde veraneaba la burguesía de esta ciudad. En el siglo XIX, cuando fue anexionada a Prusia, se construyeron sanatorios de aguas termales. La importancia de Sopot era tal que el káiser Guillermo II siempre veraneaba aquí. Con las Guerras Mundiales, Sopot sufrió la misma suerte que Gdansk. Actualmente, tiene unos 38.000 habitantes pero su importancia va más allá, al ser la localidad veraniega por excelencia de la costa polaca, y en gran medida por el tan famoso Festival de la Canción de Sopot, que cada año reúne a miles de asistentes y a estrellas del pop europeo.
Para llegar a Sopot puedes tomar uno de los frecuentes trenes que salen desde Gdansk Glowny. En el billete, elige Trojmiasto (sirve para Gdynia, Sopot y Gdansk) y bájate en la estación Sopot central. Desde aquí hay poca distancia hacia el bulevar Monte Cassino, que es la calle principal del pueblo. Pronto verás la Iglesia de San Jorge, y más adelante, la Krzywy Domek, la casa ondulante.
Sigue el paseo hasta el mar, mientras ves tiendas, bares, heladerías… y llegarás hasta la plaza del mercado, donde hay una galería de arte y centro comercial. Detrás de ella hay una gran plaza que se abre al muelle. Hay que pagar para caminar sobre el muelle, pero para acceder a la playa no hace falta, basta con irte a la izquierda o derecha. El muelle de madera es el más largo de Europa, de 515 metros. Recuerda, en cierta manera, a los que hay en la costa de California. Ya solo te queda disfrutar de la playa y bañarte en las aguas frías y de escasa profundidad de Sopot. A mí me gustó mucho la experiencia.
MALBORK
El pueblo de Malbork tiene unos 40.000 habitantes, y llegar hasta aquí es muy fácil en tren, tanto desde Gdansk como desde la misma Sopot. Es famoso por su castillo, fundado en 1274 con el nombre de Marienburgo, y que fue la capital del Estado de los Caballeros Teutónicos. Su nombre, el castillo de María, se debe a que la patrona de estos caballeros era la Virgen María. Emplazado a la orilla del Río Nogat, es el castillo de ladrillo más grande del mundo. Su estilo es el gótico báltico, y se asemeja a otros como el de Trakai, en Lituania, o Mir, en Belarús.
Esta orden, llamada del Hospital de Santa María de Jerusalén, se fundó en la tercera cruzada para retomar la tierra santa, y además de extender el cristianismo por las tierras paganas del Báltico, monopolizaba el comercio del ámbar y cobraba peajes por el tránsito fluvial. Cuando la Orden cesó su dominio territorial, quedó en manos polacas y fue una residencia de los reyes. En la II Guerra Mundial se destruyó la mitad del castillo, lo que ahora puede verse en tonos más claros, y los más oscuros son los originales.
La entrada al castillo son 45 PLN, aunque si lo visitas en un lunes como nosotros, la entrada es gratis y solo tienes que pagar por llevar la audioguía (obligatoria, 7 PLN). El castillo es muy extenso y tiene varias partes. Está rodeado de un gran foso que impedía el fácil acceso, y dentro del recinto había otro foso que protegía el castillo principal y lo aislaba de otras dependencias. Dentro del castillo principal está el palacio del Gran Maestro, con multitud de salas y más patios.
Te sugiero cruzar el puente hasta el otro lado del río para tener unas magníficas vistas del castillo. Además, en el pueblo de Malbork, pequeñito y apacible, en su plaza principal puedes ver la estatua de Kazimierza Jagiellonczyka (Casimiro IV Jagellón), quien fue gran dique de Lituania y rey de Polonia, y fue el que derrotó a los teutones para incorporar sus territorios.
