Qué ver en ALBANIA, el país de las águilas
Playas paradisíacas, ciudades otomanas y un medio natural casi intacto a muy buen precio
Albania es uno de los países más desconocidos de Europa. Una de las razones quizá sea el aislamiento que este país tradicionalmente ha vivido, algo que es un hecho físicamente: Albania es un país muy montañoso y naturalmente es de difícil acceso. En estos lugares habitaban las tribus ilirias, que después se mezclarían con griegos y romanos. Iliria fue una provincia romana hasta que después fue controlada por bizantinos, eslavos y finalmente, otomanos, bajo quienes estuvieron la mayor parte de la historia. Fue en este tiempo cuando el islam comenzó a penetrar en los Balcanes, y de esta época surgen leyendas como la de Skanderbeg, el héroe nacional a quien se le atribuía una vista y fuerza de águila y que ganó tantas batallas defendiendo a los albaneses (algo que te he contado en los artículos sobre Pristina y Tirana). Él fue quien empezó a utilizar la bandera albanesa, y hay que recordar que el nombre de Albania en albanés es Shqipëria, que quiere decir “tierra de las águilas”, y los shqiptarë, los descendientes de las águilas.
Con la desmembración del Imperio otomano, Albania accedió a la independencia en 1912, aunque después fue ocupada por los italianos que desde siglos atrás habían pretendido estos territorios como zona de expansión. Con el fin de la II Guerra Mundial, Albania entró en la órbita comunista bajo el liderazgo de Enver Hoxha, quien se enemistó incluso con la URSS y solo tenía relaciones con los comunistas chinos. Por ello temía una invasión desde todos lados y construyó búnkeres por todas partes en Albania: en playas, en el campo, en las ciudades. Albania fue el último país europeo donde el comunismo cayó (no lo hizo hasta 1992), y se dio paso a una gran crisis económica donde los albaneses emigraron en masa hacia Italia, principalmente desde el puerto de Durrës. A esto le siguió una estafa piramidal que empobreció el país aún más y motivó muchas revueltas. Desde la entrada en el siglo XXI, Albania ha ido mejorando poco a poco y luchando contra el crimen organizado y la corrupción, hasta el punto de que desde 2018 es un candidato oficial a la Unión Europea, y se están haciendo notables reformas para entrar al club.
Albania es considerado el segundo país más pobre de Europa tras Moldavia, aunque está progresando mucho y desarrollándose rápidamente. Es un gran aliado de Kosovo, que son prácticamente el mismo pueblo (muchos albaneses y albanokosovares desean la unión de estos dos países), de los EEUU, Croacia, Alemania y los escandinavos. También mantiene muy buenas relaciones con Bosnia y Herzegovina y con Turquía, países de mayoría musulmana y con la que comparte gran parte de su historia. Albania destaca por una convivencia pacífica entre las religiones, no hay enfrentamientos entre las tres confesiones religiosas y distribuidas casi por igual: ortodoxa, musulmana y católica, y a menudo los edificios religiosos comparten plaza o calle. Las relaciones no son tan buenas con otros de sus vecinos, en gran parte por la idea de la Gran Albania (territorios con amplia presencia de albaneses en Montenegro, Macedonia y Epiro, Grecia), como Serbia (por la disputa kosovar) o con Grecia (tensiones con las minorías griegas en el sur).
El paisaje de Albania
Albania es un país tremendamente montañoso. Todo el país está surcado de montañas, bastante altas, y las llanuras apenas se pueden encontrar en el centro del país (área de Fier – Tirana) o como estrechas llanuras litorales. Es un país, en general, bastante verde (sobre todo en el norte e interior), y más seco en el extremo sur. Los valles son muy amplios y en ellos se practica una intensa agricultura, la cual es bastante tradicional y no obtiene elevados rendimientos por el momento. Había muchas plantaciones de maíz y de tabaco, también de marihuana. La ganadería también sigue siendo tradicional, con presencia de rebaños de cabras por todas partes, y también de algunas vacas. Al ser un país no demasiado industrializado, muchas partes están muy limpias: el agua de los mares como en la Riviera albanesa, de los ríos y lagos… que contrastan con las edificaciones del país. Hay pueblos bien preservados casi intactos desde hace siglos (como Gjirokastër o Berat) y pueblos desperdigados construidos a base de bloques de edificios que, por lo general, están muy viejos y destartalados, y que suelen estar muy sucios.
Algo que nos llamó la atención de Albania es la falta de planeamiento urbano: cada uno hace lo que quiere. El dominio público no sé si existe, porque brilla por su ausencia. Restaurantes que se apropian de la playa, playas privadas, o restaurantes que se construyen en el nacimiento de un riachuelo y desvían el agua para que pase por el tejado. Por último, algo que verás en todos sitios, son construcciones inacabadas. Se ve que los albaneses empiezan a construir cuando tienen algo de dinero, y si después se quedan sin él, lo abandonan sin más. En todas las ciudades hay edificios a mitad de hacer, algunos de los cuales están arreglados solo el primer o segundo piso y los superiores siguen en esqueleto. Incluso en pequeños pueblos puedes ver altos edificios inacabados, sin conexión alguna con el pueblo en el que están. También las gasolineras: cada pocos kilómetros hay una, aunque muchas de ellas están abandonadas o a mitad de hacer.
El Top 10 de sitios que ver en Albania
1.-Ksamil y Butrint
Una de las mejores playas del Mar Jónico y del Mediterráneo entero es la de Ksamil: arena blanca, aguas cristalinas y mirando hacia unas islas pobladas de vegetación. Este lugar de veraneo exclusivo en Albania está muy cerca de Butrint, una joya arqueológica donde puedes visitar restos griegos, romanos, bizantinos, venecianos…
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Butrint, Albania
2.-Alpes albaneses
La parte norte de Albania es la más remota y recóndita de Europa posiblemente. En los Alpes albaneses, fronterizos con Kosovo y Montenegro se siguen practicando costumbres medievales como la venganza de sangre, algo por lo que han luchado para erradicarlo cantantes famosos del país. Esta es una zona muy verde de montañas preciosas y ríos cristalinos a la que tengo muchas ganas de ir.
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3.-Berat
Conocida como la “ciudad de las mil ventanas”, Berat se encuentra en el centro de Albania y es una ciudad con un pasado otomano que se refleja en cada esquina. Sus típicas casas son solo lo primero que te ofrece esta ciudad, con varios barrios y un castillo impresionantes.
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4.-Riviera albanesa
La Riviera albanesa es quizá el último refugio del Mediterráneo a salvo de la especulación y el turismo masivo. Se trata de pequeños pueblos tranquilos encaramados en las montañas, playas de piedras con aguas sublimes y relax bajo las terrazas de parra.
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5.-Gjirokastër y el Ojo Azul
Gjirokastër es una típica ciudad otomana construida a la ladera de un histórico castillo y con unas construcciones emblemáticas como son los kule, casas-torre. Es un pueblo de empedradas cuestas en un valle encajado entre montañas. Cerca de esta ciudad está el Ojo Azul, el nacimiento de un río con una curiosa forma.
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6.-Tirana
Tirana es una ciudad caótica y agobiante, pero es conocer cómo viven los albaneses, es sentir el frenético ritmo de vida, el ocio, la novedad del país, ese renovamiento cultural y las nuevas tendencias urbanas.
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7.-Shkodër
Shkodër es la ciudad más al norte de Albania, que comparte lago con Montenegro. La puerta de entrada a Albania es un lugar interesante donde empezar a sentir la vida albanesa y disfrutar de su tolerancia: mezquitas, iglesias ortodoxas, católicas… de hecho es conocida por ser la más católica del país.
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8.-Durrës
Durrës es el principal puerto de Albania, donde se realiza la mayor parte del comercio y desde donde marchaban los inmigrantes. Pero además, es una ciudad con varios atractivos que tímidamente han visto la luz, y que se espera que se potencien. Mientras tanto, es el principal centro de verano albanés, concurrido, agobiante, masivo.
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9.-Krujë
Krujë destaca por ser el lugar donde Skanderbeg nació. El Castillo de Krujë es un reclamo turístico muy solicitado entre los albaneses, ya que marcó la rebelión albanesa contra los otomanos. Hoy en día, Krujë es símbolo de identidad y lugar de un bazar muy colorido.
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10.-Lezhë y Shëngjin
Lezhë es una ciudad desconocida pero de gran pasado: aquí Skanderbeg formó la Liga de Lezhë y fue el lugar donde murió, hoy lugar de su mausoleo. Shëngjin es el puerto más importante del norte de Albania y un lugar de incipiente turismo nacional.
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Bonus Track: El Lago Ohrid y Korçë
Compartido por Macedonia y Albania, puedes acercarte al Lago Ohrid para admirar su paisaje, sus aguas y sus montañas. Si bien la mayoría de sus atractivos recaen en el lago macedonio, en el litoral albanés la ciudad de Pogradec puede ser un buen retiro de vacaciones; o la aldea de Tushemisht, más turística y acondicionada. Korçë es una ciudad de alma griega y albanesa. Ubicada en una parte no muy bien comunicada de Albania, posee varias iglesias interesantes y fue uno de los centros intelectuales albaneses más destacados.
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Transporte en Albania
El transporte es muy deficitario en Albania. Las carreteras no son demasiado buenas y los tramos de autovía muy reducidos y concurridos. El tren es inexistente, y los minibuses o furgonetas tienen un horario muy variable. Sobre todo, se tarda mucho en llegar de un sitio a otro y suele haber retrasos. La mejor opción es alquilar un coche. Nosotros lo alquilamos con Albarent, recogida y dejada en Saranda. Lo más “característico” de los albaneses es su forma de conducir, muy temeraria. En un país tan montañoso, en el que no hay puentes, túneles y todo son carreteras de curvas con vacas y rebaños en el camino, adelantan en cualquier sitio, van muy deprisa… pero es que en las autovías tres carriles se convierten en cinco. El coche por estrella es el Mercedes, está todo plagado de ellos, y aparcados en algunos sitios que te preguntabas cómo habían llegado hasta allí. En los atascos, creíamos que nos rayaban el coche de cómo pasaban. Vimos algunos accidentes en la carretera, así que id con cuidado.
Precios y alojamiento en Albania
Albania utiliza el lek (plural: leke), aunque en todas partes aceptan el euro y el dólar, por pequeño que sea el comercio, aunque te harán un cambio peor. Los precios son muy baratos. Nosotros nos alojamos de media por unos 8 € por cabeza cada noche, y comer nos podía salir por unos 4-5 € y comíamos muy bien. Los helados suelen valer 0,40 € la bola, así que imaginad cuántos me pedí. Las entradas a los sitios suelen costar en torno a 1,60 €, con lo que también entramos a muchas cosas. La gasolina está al mismo precio que en España más o menos, pero mucho más barata que en Grecia.
Gastronomía en Albania
Reconozco que no soy muy fanático de la comida albanesa. Probamos algunas cosas y no nos gustaron mucho. Como entrantes suele haber bolas de arroz cocido frito, ensaladas con queso feta, u hojas de parra con arroz y col. De platos fuertes destacan los byrek (bollos rellenos de cosas variadas como queso, espinacas…), pan de pita con carne de kebab, guisos con cordero y verduras, pasticcio (pastel de espaguetis con leche y huevo)… y mucho queso de sabor muy fuerte. Los postres están más buenos, hay baklava, rollitos de miel y nueces…
Cómo llegar a Albania
El principal aeropuerto del país es el de Tirana (TIA), aunque este ofrece limitadas conexiones y suelen ser con escalas en Roma (Alitalia) y Estambul (Pegasus-Turkish). También puedes volar al Aeropuerto de Corfú (CFU), Grecia, y desde aquí tomar un ferry a tierras albanesas (solo 30 minutos). Hay otros aeropuertos cercanos como el de Ohrid, Podgorica o Ioannina, pero estos tampoco ofrecen demasiados vuelos a España. Otras opciones pueden ser volar a Skopje o a Dubrovnik, desde donde sí hay más oferta. Por barco puedes llegar también desde Italia, con conexiones frecuentes desde Bari y Brindisi a Durrës. O quizá tu crucero haga una parada en Saranda. Sea como sea, para los españoles solo es necesario el DNI.