Qué ver en ROMA, la ciudad eterna
Durante siglos y siglos, Roma ha sido una de las ciudades más influyentes en el mundo. Y ese poder se manifiesta en sus atractivos, que siempre resultan interminables
La importancia de Roma es impresionante en nuestra cultura, por lo que visitarla es un deber. Roma fue el centro del imperio que dominó todo el Mediterráneo y gran parte de Europa durante siglos. De Roma heredamos las lenguas romances, los códigos civiles, nuestra civilización. Núcleo de la religión católica, en Roma estableció San Pedro la sede de la Iglesia, que representa el Papa en la actualidad.
Según la leyenda, Rómulo y Remo, hermanos que fueron amamantados por una loba salvaje (Luperca, conocida como la loba capitolina. Este símbolo adoptado por los romanos para extender su cultura puedes verlo en otras ciudades de pasado romano como Aosta o Timisoara) fundaron la ciudad de Roma sobre siete colinas, en la orilla del Río Tíber. Origen del Imperio Romano, su dominio se mantuvo hasta que en el siglo V d.C. diversas invasiones bárbaras acabaran con el ya decadente imperio. La caída de Roma marcó el inicio de la Edad Media.
Desde entonces, Roma estuvo gobernada por diversos pueblos, pero destacó el poder que ejerció la Iglesia. Habiendo proclamado el cristianismo como religión oficial en el siglo IV, Roma se erigió como una especie de ciudad sagrada que influía en la vida y la política de los Estados cristianos medievales, como por ejemplo, en el Imperio Carolingio. Roma fue así un territorio gobernado por los papas, que salvo la excepción del traslado de residencia a Aviñón en el siglo XIV, hasta que el Concilio de Trento en el siglo XVI, la confirmó como capital del Estado Pontificio. Ocupada por Napoleón en el siglo XIX, después se integró en la unificada Italia a finales de siglo (1870) , promovida desde Turín. No fue hasta 1929 cuando se firmó un pacto por el que la Ciudad del Vaticano se convertía en un Estado soberano, que con una superficie de 0,44 km2 es el país más pequeño del mundo. El país solo comprende la Plaza de San Pedro, la Basílica, los museos vaticanos y el perímetro amurallado. Como tal, emite sus propios sellos e incluso tiene un acuerdo para utilizar el euro y emitir sus propios euros, que son piezas de coleccionista.
He visitado Roma en 2007 y en 2013. Me parece una de las ciudades más bonitas que he visitado, y ya no solo por la cantidad de cosas que hay para visitar, sino por ese ambiente de sorpresa cotidiana que envuelve a la ciudad. Una mezcla de caos circulatorio, calles estrechas, edificios viejos que destilan decadencia junto a imperiosas construcciones en mármol, plazas pequeñas con encanto, grandes plazas monumentales… un aire que hace de Roma una ciudad de primer orden desde la Antigüedad hasta la actualidad, una ciudad eterna.
Es imposible describir y sintetizar de manera justa todo lo que ofrece Roma, así que mi consejo es que intentes visitar lo que más te atraiga según tus gustos personales, y que dejes al menos un día para descubrir tú solo algunas de las muchas cosas que la ciudad te ofrece. Como algunos de los puntos más destacables, se encuentran:
1.-Visitar la Ciudad del Vaticano
Roma es la ciudad con el mayor número de iglesias del mundo, y aunque en este artículo no hagamos mención más que a unas pocas, hay muchas por descubrir, auténticas joyas ocultas. Pero entre todas ellas, la Ciudad-Estado del Vaticano es imprescindible. Accediendo mediante la Via della Conciliazione, llegarás a la Plaza de San Pedro, proyectada por Bernini, con una balaustrada con 140 santos, dos fuentes y un obelisco egipcio en el centro. Te sentirás en uno de los sitios más emblemáticos del mundo y con mayor poder de influencia. Date cuenta de la Guardia Suiza, que protege a esta Santa Sede.
La Basílica de San Pedro está situada sobre la tumba de San Pedro, apóstol y primer papa de la cristiandad. Aquí están enterrados todos los papas. El actual edificio data del siglo XVII, y en él participaron los artistas más importantes del momento como Miguel Ángel, Bramante, Maderno o Bernini.
Hay largas colas para visitar el interior de la basílica, y sobre todo, sacar cita para los Museos Vaticanos y la (sin necesidad de adjetivos) Capilla Sixtina. Obviamente, ¡merece la pena!
2.-Coliseo
El Coliseo (en realidad llamado Anfiteatro Flavio) el anfiteatro más grande del Imperio romano, una de las siete maravillas del mundo moderno. Fue construido en el siglo I por Vespasiano y Tito. Tenía una capacidad de 65.000 personas y estuvo en funcionamiento hasta el siglo VI, incluso después de la caída del Imperio Romano. Aquí tenían lugar las luchas de gladiadores, luchas contra leones, representaciones de batallas de barcos y muchos más espectáculos. Sin duda, es una de las imágenes y nombres que más ha exportado la cultura romana e italiana.
3.-Panteón de Agripa
Es un templo construido en el siglo II en honor a todos los dioses romanos. Fue el único edificio que sobrevivió intacto de la época romana. Con su forma circular, la rotonda inspiró a las construcciones posteriores, y su cúpula, una maravilla arquitectónica. En su interior fueron enterrados grandes personajes de la historia.
4.-Foro Romano
En las cercanías del Coliseo encontrarás un extenso parque con montones de ruinas… se trata de un compendio de edificios romanos de todo tipo, entre los que se incluyen el Foro Romano, el Circo Máximo, infinidad de templos, mercados, arcos… es el centro de la antigua ciudad romana, (también te recomendamos este artículo sobre Pompeya) donde encontrarás un poco de cada emperador. Un deleite de historia y arte.
5.-Fontana di Trevi
La Fontana di Trevi se encuentra entre angostas calles, creando una sensación se sorpresa, de tal obra de arte en medio de unas callejuelas. Está en el lugar donde acababa uno de los acueductos que traían agua a la ciudad de Roma. La costumbre romana de construir una fuente al final de los acueductos fue reimpulsada en el Barroco, cuando se construyeron fuentes monumentales. Esta fue realizada por Nicola Salvi en el siglo XVIII, aunque su fama mundial quizá se deba al cine, a la película La dolce vita, donde Anita Ekberg se da un baño en esta fuente. Es costumbre arrojar monedas para volver a la ciudad, algo que genera ingresos a la ciudad en torno al medio millón de euros al año.
6.-Piazza Navona
Una de las plazas más bonitas de Roma, en ella se encuentra otra fuente imperdible: la Fuente de los Cuatro Ríos, del siglo XVII de Bernini. Representa los cuatro ríos más importantes del mundo en aquel entonces: Danubio, Nilo, Ganges y Río de la Plata, a la sombra de un obelisco egipcio. Conforme se va girando, se descubren animales que se hallan escondidos en la fuente. En esta plaza hay dos fuentes más en los extremos: la de Neptuno y la Fontana del Moro. Preside la plaza la Iglesia de Santa Inés en Agonía.
7.-Trastevere
El Trastevere es el barrio que hay “detrás del Tíber”, el río de Roma. Es un barrio muy típico, de estrechas callejuelas, famoso en la tradición literaria, donde podrás sentir la esencia más castiza de Roma. La bienvenida te la da el Castillo de Sant’Angelo, o mauselo de Adriano, del siglo II, posteriormente fue utilizado como castillo militar y que fue el bastión en el que se refugió el papa en el siglo XVI cuando resistía el asedio español de Carlos I.
8.-Piazza di Spagna
La Plaza de España toma su nombre de la Embajada de España ante la Santa Sede y la Orden de Malta. En esta bella plaza está la Fuente de la Barcaza, del siglo XVII y las escalinatas de la Trinidad dei Monti. Es uno de los sitios más fotogénicos y con más ambiente de Roma: sus escalones llenos de gente y tal bullicio hacen una estampa preciosa.
9.-Piazza Venezia
La Plaza Venecia es más moderna, presidida por el Palacio Venecia y con la estampa conmemorativa del monumento a Víctor Manuel II, artífice de la unificación italiana. Es un lugar con intenso tráfico, pero testigo de la historia reciente de Italia.
10.-Perderte por las calles
Como te avanzamos, en Roma siempre encontrarás algo que ver y algo que te has dejado por ver. Es una ciudad llena de palacios, villas, ruinas romanas (además de las ya nombradas anteriormente, el mercado de Trajano, catacumbas de la Via Appia, termas de Caracalla, Diocleciano y Tito; Arcos de Tito, Septimio Severo, Constantino; restos de las murallas; obeliscos), de plazas acogedoras como la Piazza Poppolo o Plaza del Pueblo, con las iglesias gemelas y las calles Via Babuino y Via del Corso… También de pequeñas plazas como la Piazza Colonna, donde se encuentra la columna de Marco Aurelio del siglo II, para celebrar las victorias al norte del Danubio, con unos relieves que narran todas estas batallas… y mientras te pierdes por las calles y subes en vespa, no olvides probar las pizzas, pastas y helados italianos… ¡aumentarán tus impresiones positivas de la ciudad eterna!
