Qué ver en AMBERES, la ciudad de los diamantes
Amberes llegó a ser el centro de la economía mundial gracias al comercio de azúcar, especias, diamantes y productos textiles
El río Escalda, que discurre por Amberes antes de alcanzar el Mar del Norte, dio origen al nombre de la ciudad. La leyenda cuenta que en él vivía un gigante llamado Antigoon, quien cobraba un peaje a todos los barcos que quisieran cruzarlo. A quienes no lo pagaban, les cortaba una mano y la arrojaba al río. El joven Silvio Brabón consiguió asesinar al gigante, al que le cortó la mano, lanzándola también al Escalda. Antwerpen, el nombre de la ciudad en flamenco, vendría de la frase “arrojar la mano“. El origen de Amberes parece remontarse a un asentamiento germánico del siglo IV, cuando se menciona por primera vez. Tras el dominio merovingio, en el siglo X se incluyó dentro del Sacro Imperio Romano Germánico. En todo este tiempo, Amberes fue un lugar destacado donde numerosos santos establecieron sus monasterios y fue incluida en la provincia de Brabante.
Por aquel entonces, era Brujas la que monopolizaba el comercio de toda la región. Sin embargo, sufrió una colmatación de su río, y el comercio hubo de desplazarse a Amberes, que se alzó como la gran urbe mercantil del norte de Europa. En el siglo XV se trasladaron las casas de comercio de Brujas a Amberes, y también vinieron cuantiosos prestamistas y banqueros, que incluso llegaron a financiar al gobierno inglés. Amberes era considerada la ciudad más rica de Europa, y considerada el centro de la economía mundial, con la bolsa más antigua del mundo, de 1531, abierta a “los mercaderes de todas las naciones”.
En efecto, el siglo XVI fue auténticamente el esplendor de Amberes, asociado a los descubrimientos del nuevo mundo. La ciudad se encontraba bajo dominio español, al casarse su gobernante Felipe el Hermoso (de la casa de los Habsburgo) con Juana I, la hija de los Reyes Católicos. Amberes se especializó en el comercio de azúcar, canela, pimienta y también del intercambio de productos textiles, y se dice que aportaba siete veces más ingresos a la corona española que las minas de Potosí. Floreció la arquitectura, la cultura y la tecnología: aquí Ortelius imprimió los primeros mapas del mundo en las planchetas de cobre.
El ajetreo de barcos y carros era constante, con destacada influencia de mercaderes españoles, portugueses, venecianos, ragusanos y judíos, que hacían de Amberes una ciudad cosmopolita y tolerante. Sin embargo, a finales de siglo, las crisis económicas motivadas por la inflación de precios y el descenso en el nivel de vida acabó con el pujante comercio amberino, y el nuevo centro mercantil se trasladó a Ámsterdam. Este pesar se juntó con los problemas religiosos (la declaración del protestantismo de las provincias del norte), y la consiguiente sublevación contra la corona española, que se saldó con la llamada “furia española“, en la que los españoles saquearon la ciudad.
Ello motivó que la ciudad se uniera decididamente a la Unión de Utrecht y se declarara rebelde junto a los neerlandeses. En este término, Francia intentó tomar la ciudad, fracasando en el intento, y finalmente fue Alejandro Farnesio quien, en nombre de la corona española, retomó la ciudad y estableció una moratoria de dos años, tras los cuales los protestantes debían abandonar la ciudad y marcharse a las Provincias Unidas del norte (actual Países Bajos), ya que estos habían conseguido la independencia, pero los llamados Países Bajos del sur, católicos, seguían siendo españoles.
Tras la guerra de sucesión española, Amberes fue otorgada a Austria, en el nuevo Sacro Imperio Romano Germánico por el Tratado de Utrecht. En el siglo XIX fue tomada por Napoleón, y después perteneció al Reino de los Países Bajos. Posteriormente, fue tomada por los rebeldes belgas, integrándose en la recién creada Bélgica. Consolidar la ciudad dentro del joven Estado belga era primordial, y Amberes se promocionó enseguida como una ciudad moderna y rica, en la gran feria mundial que se celebró en 1894. Eso no impidió que fuera tomada por Alemania durante la I y II Guerra Mundial, cuando los nazis intentaron destruir su puerto.
Desde entonces, Amberes ha vuelto a resurgir como una de las ciudades más exclusivas de Europa y de todo el mundo. Su rica clase empresarial, incluyendo la tradicional burguesía mercantil y la comunidad judía, especializada en las finanzas, ha hecho que sea una de las capitales de la moda, junto con Milán, Nueva York o París. También le ayuda el hecho de que tradicionalmente haya sido el lugar donde se ha efectuado el mayor comercio de diamantes del mundo, motivado principalmente porque durante la era colonial, Bélgica poseía el llamado “Congo belga”, el mayor productor de diamantes del mundo. En Amberes se desembarcaban y se tallaban para su posterior venta.
Con más de un millón de habitantes, Amberes es la segunda más poblada de Bélgica después de la capital Bruselas. La ciudad sigue siendo vital para el comercio europeo, ya que su puerto es el segundo más importante de toda Europa tras el Europuerto de Rotterdam. También destaca por el turismo de lujo, vinculado a la moda y a los diamantes, donde muchos magnates realizan sus compras. Igualmente, su arquitectura típica gótica flamígera atrae a numerosos visitantes, que buscan recorrer algunas de las calles más elegantes de Europa. Nosotros visitamos la ciudad en 2022, y verdaderamente nos gustó mucho. Tiene ese aire de grandeza de tiempos pasados, que ahora se mezcla con una vida desenfadada, agradable y cómoda, que hacen de Amberes una de las mejores ciudades en cuanto a la calidad de vida.
20 lugares que ver en Amberes
1.-Estación de tren Amberes Central
La llegada a Amberes no puede ser más presuntuosa: el mismo edificio de la estación de tren es en sí uno de los atractivos de la ciudad. Fue construido en 1905 y tiene una cúpula en hierro y vidrio. En su alrededor hay una plaza bastante bonita y se abre el paseo De Keyserlei que lleva hasta el centro de la ciudad.
2.-Ópera de Amberes
Continuamos el paseo hasta la ópera de Amberes, donde pasan numerosos tranvías y cogimos el nuestro hasta el Airbnb que habíamos alquilado. La ópera flamenca fue inaugurada en 1907 en un estilo neobarroco.
3.-Vrijdagmarkt y Museo Plantin-Moretus
En la plaza Vrijdagmarkt se encuentra uno de los museos más famosos de Amberes: el Plantin-Moretus. Se trata de una mansión donde puedes ver las imprentas más antiguas del mundo, libros, antigüedades, tapices y obras de arte.
4.-Grote Markt
La plaza Grote Markt es la principal de Amberes y su punto más fotogénico. Está rodeada de bellas fachadas de casas de los comerciantes y de gremios, la mayoría datan del siglo XVI. En mitad de la plaza se encuentra la fuente de Brabo, realizada en 1887, que representa la leyenda de fundación y nombre de la ciudad. Además, podrás ver el edificio del Ayuntamiento de Amberes, que data de mitad de siglo XVI en un estilo manierista.
Desde la Grote Markt partimos hacia el castillo de Steen, pasando por la calle Suikerrui, desde donde hay unas vistas fabulosas hacia la catedral de Amberes. Por aquí llegamos hasta el río Escalda, donde también hay bonitos miradores hacia el río, y pudimos comprobar la intensa actividad de transporte y comercial que se realiza.
5.-Castillo de Steen
A orillas del Escalda, el castillo de Steen (llamada “la roca”, en flamenco) fue el origen de la ciudad de Amberes y su edificio más antiguo. En una época de incursiones vikingas, esta fortaleza defendía el paso a la ciudad y al río. A su entrada se puede ver una estatua al gigante de la ciudad. Este fue el lugar de la residencia del margrave de Amberes, de la época del Sacro Imperio Romano Germánico. El emperador Carlos V de Alemania y I de España la amplió y construyó una capilla donde se lee el lema español de Plus Ultra. Posteriormente fue utilizado como una prisión.
6.-Catedral de Nuestra Señora
La catedral de Amberes la verás casi desde todos los lados de la ciudad, ya que su campanario es altísimo, el más alto de todo el Benelux (123 metros). Es la más grande de Bélgica y una de las más importantes de Europa. Fue terminada en el 1521 y representa un magnífico ejemplo del arte gótico brabantino. Dentro se pueden ver algunas de las pinturas más importantes barrocas, de Rubens, como el Descendimiento de la cruz. En la puerta de la entrada a la catedral podrás ver la estatua de Nello y Patrache, basada en la historia de la escritora Marie Louise de la Rameé, en la que Nello y su perro Patrache mueren por el frío ya que estaban en la calle. También está aquí el monumento de Pieter Appelmans, el arquitecto de la catedral.
7.-Callejón Vlaeykensgang
Este callejón se ha preservado como una de las calles típicas del Amberes medieval, con un pequeño patio y uno de los lugares más coquetos de la ciudad. Suele estar a rebosar de turistas y de los tours que hacen esta parada.
8.-Groenplaats
Esta plaza está en un costado de la catedral, hacia el sur, y es uno de los lugares más bonitos de Amberes. Las vistas hacia la catedral son fabulosas, y sobre todo, está la estatua del gran Rubens, el pintor barroco de la escuela flamenca más famoso de todos los tiempos, originario de esta ciudad.
9.-Iglesia de San Carlos Borromeo
En las calles que hay alrededor de la catedral, sobre todo en la parte que hay entre esta y la Iglesia de San Carlos Borromeo, es donde están la mayoría de terrazas y gente tomando algo tranquilamente. Por aquí nos dimos un paseo hasta llegar a esta iglesia, católica del siglo XVII, la iglesia barroca más grande y antigua de la región de Flandes. También fue decorada y pintada en su interior por Rubens. Frente a ella se encuentra la biblioteca de Hendrik Conscience, escritor flamenco.
10.-Iglesia de San Pablo
De camino hacia el norte, paramos en esta iglesia de 1571, cuyo edificio es gótico pero su interior es barroco. Una iglesia que albergó obras de Caravaggio (antes de ser transferidas a Viena), y el mismo Mozart tocó en su interior.
11.-Barrio de Eilandje
Este barrio se encuentra al norte de la ciudad y es una zona más moderna, lugar de puerto y donde se encuentran varios museos, como el Museo MAS aan de Stroom, el del Red Star Line, o el Havenhuis, el edificio de la Autoridad Portuaria de Amberes, diseñado por la afamada arquitecta Zaha Hadid. Es un barrio bastante bonito, con plazas y locales donde tomar algo y contemplar los barcos amarrados a puerto.
12.-Beguinaje
El beguinaje o Begijnhof es otro de los puntos más interesantes de Amberes. Estos eran espacios de las beguinas, comunidades de mujeres cristianas que en los siglos XIII y XIV se dedicaban a copiar manuscritos, tejer, educar, cuidar a los mendigos… trataban de restaurar una fe perdida en la Iglesia, y fueron auténticas emprendedoras que formaron estos complejos como una especie de ciudad cerrada dentro de la misma ciudad.
13.-Iglesia de San Jacob o Santiago
Esta iglesia construida en 1656 en etilo gótico era el lugar de los peregrinos que iban a Santiago de Compostela. Aquí se encuentra el sepulcro de Rubens.
14.-De Keyserlei y Van Dyck
Al final del día volvimos a pasar por aquí más tranquilamente, y es que el paseo De Keyserlei es también uno de los sitios más bulliciosos de Amberes, y también muy bello, al estar flanqueado por edificios barrocos muy imponentes. En mitad de la plaza se encuentra la estatua a Van Dyck, otro de los pintores barrocos flamencos más famosos junto a Rubens.
15.-Barrio de los diamantes
Alrededor de la estación de trenes se encuentra el llamado “barrio de los diamantes”. En las calles Rijfstraat, Schupstraat, Pelikaanstraat… podrás ver numerosas tiendas dedicadas a este tipo de comercio, además de alguna sinagoga como la que hay en Hoveniersstraat.
16.-Barrio chino
Al norte de la estación central, paseamos por la calle Van Wesenbekestraat donde comienza el barrio chino, un lugar de precios más baratos donde intentamos tomar algo. Intentamos… porque en ningún lugar pudimos pagar con tarjeta, solo efectivo.
17.-Banco Nacional de Bélgica e Iglesia de San Jorge
A la mañana siguiente fuimos paseando, desde nuestro apartamento en Zuid, viendo algunos de sus edificios más imponentes como el Museo de Bellas Artes o los juzgados, hasta llegar al edificio del Banco Nacional de Bélgica. Aquí está la estatua de Leopoldo I, el primer rey de Bélgica en 1831. Cerca se encuentra la Iglesia de San Jorge, neogótica de 1853.
18.-Museo Van den Bergh
Desde aquí continuamos hasta el Museo Van den Bergh, donde hay obras de Brueghel que fueron coleccionadas por Van den Bergh en el siglo XIX. Como curiosidad, al lado se encuentra una estatua de un hombre enseñando el culo, que es fruto de una canción popular en la que se dice que es familia del Manneken Pis, y que la gente le pide deseos.
19.-Palacio real y Calle Meir
La calle Meir es la principal de Amberes ya que es su calle comercial por excelencia, conecta la estación de trenes con la plaza Grote Markt. Peatonal y llena de comercios, es un lugar muy bonito por el que pasear. Además, aquí podrás ver la torre Boerentoren, el primer rascacielos de Europa. Pero otros de los lugares que no debes dejar escapar es la residencia real, construida en 1745 y que sirvió de residencia a los reyes de Bélgica.
20.-Rubenshuis
Esta era la casa de Rubens, lugar de su taller y de su fallecimiento. Ahora es un museo y es muy bonito de ver, tanto su fachada como su interior.
Bonus Track: Cómics en Amberes
Bélgica es muy famosa por sus cómics, y en Amberes puedes también palpar su importancia. Ve mirando cada pared de las calles, ya que en el sitio más insospechado puedes encontrar un mural. Por ejemplo, en la calle Kloosterstraat, frente al monumento de Peter de Grotte, o en la calle Grote Goddaard… es muy divertido encontrártelos. Además de callejear sin rumbo, prueba las patatas fritas (dicen los belgas que la inventaron ellos, y al menos, tienen un montón de variedades), así como sus bombones de chocolate, gofres… ¡No se puede estar a dieta en Bélgica!
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