Qué ver en PORTUGAL, capitán del mar
Un país de exploradores y que guarda grandes tesoros, entre ellos su hospitalidad
El paisaje portugués
Portugal ocupa la parte occidental de la península ibérica y está bañado completamente por el océano Atlántico. Esto, sumado a los vientos del oeste, hacen que Portugal sea un país de clima suavizado y fresco en comparación con el litoral oriental de la península. En el norte, predomina un paisaje de sucesiones de colinas, un paisaje montañés pero sin demasiada altitud. Aquí los paisajes son muy verdes, como en Galicia, y también lo es el poblamiento, agrupado en freguesías y con cierta semejanza a las parroquias gallegas. En el centro y sur el paisaje es más parecido al de la meseta española, una vegetación arbustiva y, dependiendo de los abrigos orográficos, más o menos seca. Es en estos lugares donde se alcanzan las mayores temperaturas de Portugal, que pueden llegar a propiciar veranos muy calurosos y numerosos incendios. En la costa portuguesa, tanto en el sur como en el norte, refresca bastante por las noches, así que tráete una chaquetita aunque sea verano. La costa no es muy recortada y las playas suelen ser bajas, arenosas y muy largas, pero bañadas por la corriente fría de Canarias hacen que estén como un cubito.
Los inicios de Portugal
Portugal vivió una historia parecida a la de España hasta la Reconquista. Hasta entonces, había estado ligado al resto de Iberia en tiempos romanos, donde una provincia, Lusitania, abarcaba la mayor parte del territorio actual portugués. También cayó con la dominación árabe, y fueron los reinos cristianos que resistieron en Asturias los que comenzaron la labor reconquistadora. Así pues, el reino asturleonés encomendó a caballeros como Vimara Pérez la conquista de amplios territorios y lo nombró Conde Portucalense, dentro del Reino de Galicia. Este sería el inicio de la independencia de Portugal, materializada posteriormente con un tratado que ponía fin a las guerras entre Portugal y León. Portugal, llamado así por la importancia de Porto Cale (el puerto de Cale, antigua denominación de Oporto), avanzó hacia el sur conquistando todo el terreno hasta llegar al Algarve.
Un país volcado al mar
Con el fin de la Reconquista, Portugal se lanzó al mar y comenzó la “Era de los descubrimientos”. Es conocido por ser un país de capitanes, exploradores marineros y descubrimientos. Los exploradores portugueses fueron los primeros en bordear toda África, doblar el Cabo de Buena Esperanza y llegar hasta la India y China, y por su camino fueron conquistando el litoral africano (Cabo Verde, Guinea Bissau, Angola, Mozambique, entre otros) y fundando asentamientos en el continente asiático como Goa o Macao. Además, con el descubrimiento europeo de América en 1492 por Colón, los reinos de Castilla y Portugal firmaron los tratados de Alcaçovas y Tordesillas por el que se repartían el nuevo mundo, y Portugal se quedó con lo que hoy corresponde a Brasil. Tras una crisis sucesoria, el rey español Felipe II asumió en su persona también el trono de Portugal, creando un gran imperio que se extendía por todo el planeta. Décadas después, Portugal inició su Restauración y volvió a separarse de España.
El Portugal reciente
La tradicional alianza portuguesa con Inglaterra le valió que Napoleón ocupara el país a principios del siglo XIX, y la monarquía fue exiliada en Brasil. En este siglo comenzó un declive en el que Portugal comenzó a perder sus colonias en detrimento de Inglaterra. El periodo de inestabilidad llegó al siglo XX con la proclamación de una república y la posterior dictadura de Salazar. El régimen autoritario, de corte fascista, y las guerras emprendidas en sus territorios coloniales fueron algunos de los detonantes de la revolución de los claveles de 1974, por el que se dio paso a una democracia. Portugal entró a la Unión Europea en 1986 junto con España, y desde entonces el país ha crecido a pasos agigantados.
Portugal hoy
Aunque históricamente ha estado más atrasado que el resto de países europeos (algo que se reflejaba en la gran emigración desde Portugal hacia países como Francia, Luxemburgo o Suiza), hoy Portugal es un país totalmente avanzado, y recientemente ha logrado posicionarse con cierto prestigio en cuanto a innovación, modernidad y progreso. Por ejemplo, el país ha sorteado bastante bien las crisis económicas, y en muchos ámbitos como la educación, la protección de derechos sociales, las nuevas tecnologías, el turismo o la protección de medio ambiente es un referente en el contexto europeo. La relación con España, vecinos que siempre se han mirado de espaldas sin tener mucha relación (y que con ello trajo que la Raya fronteriza fuera un espacio casi despoblado), es ahora muy fluida y son importantes aliados.
Viajar a Portugal
Portugal es aquel vecino que damos por sentado, que a veces se suele infravalorar, pero que tiene unos encantos dignos de ser descubiertos y ensalzados. Las playas del sur se cuentan entre las mejores de Europa, con aspecto paradisíaco; las ciudades de Lisboa y Oporto evaporan un aire bohemio, de grandeza de tiempos pasados, algo corroídas y a la misma vez modernas y vintage; los pueblos portugueses de interior siguen guardando unas tradiciones y un modo de vivir que parece perdido en España. Todavía se percibe que el nivel de vida es algo menor que en España, en algunos detalles (como la eliminación de barreras para personas con discapacidad, o mendicidad y venta de droga a plena vista en las principales ciudades), y aunque mantiene un espíritu más tradicional, de ámbito muy familiar y de abuelas de pueblo, de la típica saudade portuguesa (la tristeza mezclada con alegría de echar de menos tiempos pasados); Portugal es también un país muy liberal en temas sociales, y prueba de ello es la fuerte convicción antifascista y socioliberal del país.
He estado varias veces en Portugal: en 2006 haciendo un tour de arriba a abajo; en 2017 en el sur; en 2019 en el centro; y en 2020 en el norte y centro. Para viajar desde España lo mejor es que vayas en coche, no está lejos y así tienes más libertad de movimiento. Las carreteras son bastante buenas y es fácil conducir por el país. Si entras por el sur, en la frontera te piden meter la tarjeta de crédito y según vas pasando por peajes electrónicos luego te cobran la tarifa (aparecen en los carteles los importes). En otros lados del país, el peaje funciona tradicional, cogiendo el ticket. Si decides viajar por avión, los aeropuertos más importantes son el de Lisboa (LIS) y Oporto (OPO); también el de Faro (FAO) aunque este sobre todo conecta con países del norte. En Portugal se utiliza el euro y los precios suelen ser algo más baratos que en España: sobre todo en la comida (se nota bastante la diferencia, incluso en restaurantes), aunque la gasolina es bastante más cara (así que llena el depósito antes de entrar en Portugal). En cuanto a la comida, en Portugal hay un triángulo formado por: bacalhau, pasteis y natas. Pasteis de nata, pasteis de bacalhau, bacalhau con nata. Además, claro está, de los exquisitos vinos de Oporto.
Qué ver en Portugal
1.-Algarve
Reconozco que amo la parte sur de Portugal: un paraíso de calas de paisajes asombrosos, con columnas rocosas, islotes, cuevas… Es un entorno perfecto para la práctica de deportes acuáticos, para ver puestas de sol y para pasear por la noche por pueblecitos típicos, aprovechando para probar su gastronomía. ¡Una de las mejores opciones para el verano!
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2.-Lisboa
Lisboa tiene un aire que mezcla la melancolía, el romanticismo, la picaresca y la diversión. Una ciudad perfecta para contemplar desde sus miradores y apreciar la que era capital de un vasto imperio.
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3.-Oporto
La segunda ciudad de Portugal compite con Lisboa en cuanto a belleza. Una ciudad de aire más europeo, más marítima, que quizá guarda la esencia del Portugal que todos tenemos en mente. Y, claro está, el mejor lugar para probar sus vinos.
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4.-Guimaraes
La ciudad de Guimaraes ostenta la fama de ser el punto “donde nació Portugal”, la primera capital del país en tiempos de Reconquista. Hoy es un lugar animado, con mucho ambiente, plazas, y bonitos edificios que ver. ¡Totalmente recomendable!
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5.-Sintra y Cascais
La periferia de Lisboa tiene un montón de cosas por ver: el palacio multicolor de Sintra; las playas de renombre de Cascais; el lujoso casino de Estoril; el bonito Cabo da Roca; o pueblos como Azenhas do Mar.
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6.-Coimbra
Coimbra es conocida por su universidad, la más importante del mundo lusófono. La ciudad está apiñada y tiene unas callejuelas medievales muy bonitas. Además, a poca distancia se encuentra Figueira da Foz, uno de los lugares de veraneo más importantes de Portugal, y que tiene la playa más grande del país.
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7.-Braga
Braga es la tercera ciudad en importancia de Portugal y considerada la capital religiosa del país. Su patrimonio barroco es de los más importantes de Portugal, y entre ellos destaca al Santuario del Bom Jesus do Monte, con sus largas y bonitas escaleras.
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8.-Piódao y alrededores
La región de Castelo Branco es una de las grandes desconocidas de Portugal, y donde hay pueblos de marcada importancia y belleza como Idanha o Monsanto. En las estribaciones de la Serra da Estrela, donde están las mayores altitudes del país, hay bonitos pueblos de montaña como Piódao.
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9.-Valle do Douro y Braganza
El valle del Duero forma en Portugal una sucesión de terrazas llenas de vides, que forman un paisaje ribereño muy bonito. La cercana Braganza posee uno de los castillos más bonitos de Portugal.
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10.-Aveiro
El pueblo de Aveiro es conocido como “la Venecia de Portugal” por tener unos canales que rodean el casco histórico, y numerosas barquitas de colores que pasean a los turistas. Aunque resulta algo de postureo, no está mal la visita a este lugar por lo pintoresco, sobre todo si se combina con algunas de las excelentes playas que hay en los alrededores como San Jacinto o Costa Nova.
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11.-Óbidos y Fátima
En el centro de Portugal hay varios atractivos que ver: el más visitado, el Santuario de Fátima, célebre por los milagros que tuvieron lugar aquí y centro de peregrinación. Pero, además, el Monasterio de Batalha es una joya del nacionalismo portugués; el pueblo de Peniche, típico y surfero; o visitar Óbidos, para mí el pueblo más bonito de Portugal.
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12.-Évora
Évora es una ciudad de importante legado romano. Próxima a la frontera extremeña, es muy buen plan para un fin de semana. ¡Tendré que ir!
Bonus Track: Madeira y Azores
Por último, Portugal cuenta con el archipiélago de Azores y la isla de Madeira como sus regiones, situadas en pleno Atlántico. Sin duda, bien merecen una visita, ¡así que espero contároslo dentro de poco!
¿Qué rincón de Portugal es tu favorito?
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