MEDJUGORJE, POČITELJ y STOLAC, joyas herzegovinas
Un recorrido por tres lugares de gran interés: el lugar santo de Medjugorje, el pintoresco pueblo de Pocitelj y Stolac, bastión bosníaco duramente afectado por la Guerra de Bosnia
En la región de Herzegovina, al sur del país, se encuentran estos tres lugares que son las mejores excursiones que hacer desde Mostar.
MEDJUGORJE
Međugorje, adaptado Medjugorje y pronunciado Meyugórie, significa “entre las montañas” y es un pequeño pueblo de poco más de 2000 personas, todos ellos croatas, cuya bandera se observa por todos los lugares. En este lugar hubo algunas matanzas, como la de serbios durante la II Guerra Mundial por parte de croatas, o la de frailes franciscanos católicos por parte de comunistas una vez esta había acabado. Además de las banderas croatas verás que siempre está presente la del Vaticano, y es que este es un lugar santo, un conocido lugar de peregrinaje desde 1981 tras las apariciones de la Virgen María.
Fue en 1981 cuando tuvieron lugar las primeras apariciones marianas de Nuestra Señora de Medjugorje a seis niños. En estas repetidas apariciones se presentó a sí misma como la Madre de Dios y Reina de la Paz. La peregrinación en estos tiempos comunistas fue reprimida, vista como un factor nacionalista y algunos de los monjes sentenciados a prisión, y los donativos confiscados. La situación cambió en los últimos años yugoslavos, cuando sí se permitía. Durante la desintegración, fue controlada toda esta parte por los croatas, quienes la incluyeron dentro de la República Croata de Herzeg-Bosna, y después de las hostilidades, integrada dentro de la Federación croato-bosníaca de Bosnia y Herzegovina.
Medjugorje ha crecido mucho turísticamente por su condición de sitio santo, convirtiéndose en el tercer lugar más visitado de peregrinación de Europa para los católicos, con más de un millón de visitas cada año. Desde 1989 se organiza el Festival de la Juventud Mladifest, un encuentro de oración internacional para jóvenes, que suele reunir a casi 80 000 cada año. El lugar principal es la Iglesia de Santiago, centro del complejo de Medjugorje y donde hay una estatua a la Virgen María, y otra a Jesucristo en la cruz. El entorno es bonito y recuerda al de otros sitios de peregrinaje como Fátima, con capacidad para muchas personas. En las calles inmediatas hay muchos comercios que venden recuerdos religiosos, así que puedes comprar muchos de ellos por aquí.
El pueblo en sí no tiene mucho más. Pero, sobre todo, es imprescindible que vayas hasta la colina de la aparición, Podbrdo, el lugar donde la virgen se aparecía. Por aquí puedes dejar tu coche aparcado en la carretera y comenzar a ascender por un terreno pedregoso y bastante difícil. Además, cuando fuimos estaba lloviendo y era casi impracticable y resbaladizo. Pero mereció la pena: por el camino hay varias cruces azules y estatuas de la virgen, lugares donde se apareció. El entorno me pareció mágico y me gustó mucho. Desde aquí se divisa también el Monte de la Cruz, Krizevac, donde en 1934 se levantó una gran cruz de 8,5 metros para conmemorar los 1900 años de la muerte de Jesús.
Cerca de Medjugorje visitamos las Cascadas Kravica, originadas por un relieve kárstico en el río Trebizat, con una altura de 25 metros y que son una maravilla. Se encuentran a unos 20 minutos, en dirección a la frontera con Croacia. Hay que pagar entrada y era bastante cara, pero una vez ahí dentro merece la pena: había mucha gente haciendo picnic, comiendo y pasando el día, y también te puedes bañar. Un paraje muy bonito y muy recomendado.
POČITELJ
Počitelj se emplaza sobre la ladera de un monte que domina el valle del Neretva, originando un paisaje de enorme belleza y uno de los pueblos más pintorescos de toda Bosnia y Herzegovina. El origen de Počitelj data de tiempos del Reino de Bosnia, sobre el siglo XIV, cuando el rey Tvrtko I convirtió a la villa en el centro organizativo de la región de Herzegovina. En el siglo XV fue fortificada con ayuda de los ragusanos, el rey húngaro y el papa, como un lugar estratégico que se defendía del avance otomano sobre los Balcanes. Finalmente, cayó bajo dominio otomano en el 1471 y perdió su utilidad estratégica, aunque la ciudad se volvió a amurallar y se construyeron importantes edificios como las mezquitas, madrasas, la torre del reloj… así fue configurándose como una ciudad con poder judicial.
Con la anexión de Bosnia y Herzegovina por parte del Imperio austrohúngaro en 1878, la ciudad casi se despobló pero también originó que quedara como un vestigio del pasado medieval y otomano. Sufrió daños causados por el ejército croata durante la Guerra de Bosnia, y la poca población que quedaba huyó. Ello le valió que fuera considerado como uno de los lugares patrimoniales más en peligro del mundo, por lo que se adoptó un programa de protección y revalorización del lugar. Počitelj hoy ni alcanza los 800 habitantes, bosníacos y croatas casi a partes iguales, pero su legado trasciende y es reconocido como un pueblo-museo al aire libre que atrae numerosos visitantes.
Aparcamos en la parte de arriba del pueblo, y desde aquí fuimos bajando por las empinadas callejuelas, protegidas por la kula, la muralla otomana. Las mejores vistas y la postal más típica se obtiene desde la fortaleza que hay arriba del todo. Pronto encontrarás la mezquita Hajji Alija o de Šišman Ibrahim-pašina, que se construyó en el siglo XVI y es uno de los principales lugares que ver en Počitelj. Al lado se encuentra el hamam y también verás la torre del reloj. Además, están el makteb y la madrasa, y un montón de casas otomanas muy típicas, entre aceras con higueras… un paseo muy autóctono, en un día que apenas había nadie.
Otro lugar de interés cercano a Počitelj es Mogorjelo. Se trata de unas ruinas de tiempos romanos, que es lo que queda de una antigua villa romana del siglo I y que fue arrasada en el siglo III y vuelta a construir en el IV. Esta villa era una explotación agrícola, con una mansión, un pórtico techado y tenía un extenso terreno para su agricultura. Con las invasiones visigodas fue destruida y se construyeron dos iglesias en su perímetro. La entrada es gratuita y me resultó interesante conocer este tipo de patrimonio no tan común en Bosnia y Herzegovina.
STOLAC
Stolac se encuentra bien comunicada por una carretera que conecta el interior de Bosnia y Herzegovina y las grandes ciudades de Sarajevo y Mostar con Dubrovnik, Montenegro y Trebinje, por lo que es un punto que puede pillarte bien de camino si estás haciendo un tour por Bosnia y Herzegovina. Stolac es considerado un emplazamiento cultural único, designado como Monumento Nacional de Bosnia y Herzegovina. Se dice que esta región es la que cuenta con una de las presencias más antiguas de la humanidad en los Balcanes, con restos prehistóricos de más de 16000 años. Como ciudad, la historia de Stolac puede retroceder hasta el asentamiento de Daorsoi, una ciudad iliria del siglo IV a.C., que derivó en el castro romano de Diluntum, que con las invasiones eslavas pasó a denominarse Stolac.
Su devenir siguió los mismos pasos que los anteriores Pocitelj y Medjugorje, cayendo Stolac ante los otomanos en el 1465, que significó su casi entera destrucción. Se comenzó a construir una ciudad otomana, con mezquitas y molinos, en una arquitectura que mezclaba elementos otomanos con mediterráneos. Stolac se describía como una ciudad bonita para los viajeros, con todo tipo de servicios, jardines y marcada importancia del río. En el siglo XVII, cuando el Imperio otomano comenzaba a perder poder, fortificó Stolac mediante la fortaleza de Vidoska, convirtiéndola en una de las más grandes de toda Herzegovina, con trece torres. Sobre todo, era Venecia la que desde sus posesiones marítimas atacaba Stolac con objetivo de tomarla, ya que se trataba de una ciudad de considerable riqueza.
En el siglo XIX se produjo en Stolac el levantamiento bosnio de 1832, en el que la nobleza bosnia se puso en armas contra el Imperio otomano, buscando mayor autonomía y en contra de las reformas militarizadoras que desde Estambul se adoptaron. También hubo revueltas por parte de los croatas que habitaban la ciudad, y cuando en 1878 el Imperio austrohúngaro se anexionó Bosnia y Herzegovina, Stolac era el lugar con mayor adversidad a este control. En esta etapa se mejoró la infraestructura de la ciudad, se promovió el cultivo del tabaco y se modernizó lo que hasta entonces era una ciudad bastante atrasada. Se trataba de una ciudad donde convivían tres pueblos y así lo atestiguaba el que hubiera tres bancos nacionales y tres sociedades culturales y artísticas: la croata Napredak, la musulmana Gajret y la sociedad serbia Prosvjeta.
La II Guerra Mundial hizo que la convivencia en Stolac se deteriorase, ya que de repente eran enemigos un pueblo del otro, lo que llevó a que la ciudad fuera duramente destruida. También se llevó a cabo una dura represión contra los croatas debido a la actuación de su Estado durante esta contienda. Después de que llegara la época de Yugoslavia y su posterior desintegración, en Stolac había un sentimiento yugoslavo por parte de la población bosníaca, lo que originó unas batallas singulares entre serbios, croatas y bosníacos. Finalmente, fue tomado por el Consejo de Defensa Croata (HVO por sus siglas en croata), que era el ejército de los croatas de Bosnia y Herzegovina, y que luchó por establecer la República Croata de Herzeg-Bosna. Stolac fue duramente dañado en la Guerra de Bosnia, cuando destruyeron gran parte del pueblo y del patrimonio, incluyendo las cuatro mezquitas y la iglesia ortodoxa serbia; y gran parte de la población bosníaca fue expulsada.
Hoy Stolac tiene algo más de 15 000 habitantes y está gobernado por los croatas, que son mayoría en el municipio frente a los bosníacos (59 % y 38 %, respectivamente), aunque en el núcleo propio de Stolac los bosníacos son mayoría (más del 69 %). Tampoco se han paliado las tensiones entre los grupos étnicos, y es que Stolac es visto como un bastión bosníaco, de importancia histórica por su identidad y rebeliones, que ha ocasionado conflictos políticos como en 2016, cuando los bosníacos luchaban por tener el control desde Stolac hasta Neum y así asegurar su salida al mar. La ciudad me pareció que representaba esta tensión: con banderas croatas en las farolas, monumentos del HVO conmemorativos, pero la mayoría de edificios en muy mal estado, con cristales rotos, intercalados con murales espontáneos que glorificaban a los bosníacos.
En Stolac fuimos paseando por la orilla del río entre casas abandonadas, en un paraje que me recordaba a uno de los lugares más pobres de Bosnia y Herzegovina, estando vigilados por la imponente fortaleza de Stolac. Llegamos hasta la mezquita Hadži Saliha Bure, de 1733. Por esta parte había alguna casa más restaurada, así como algunos murales que querían representar la histórica convivencia entre los tres pueblos. Me llamó la atención también que las banderas estatales de Bosnia y Herzegovina estaban colgadas del revés, mientras que las banderas de los croatas bosnios estaban bien puestas.
La parte más moderna y bonita de Stolac es donde se encuentra la Mezquita Sultan Selimova o mezquita de la Çarshiha, de 1519, en el centro de la antigua ciudad otomana de Stolac. A su alrededor se encuentra la torre del reloj, el hamam, la madrasa y una multitud de tiendas que componían el barrio comercial. Fue destruida en 1993 por los croatas y arrojados sus materiales a ríos cercanos. En el lugar se pueden ver banderas en apoyo a la armada bosníaca, y en el otro lado de la plaza, una moderna iglesia católica croata. Este es un buen lugar para tomar algo, nosotros comimos aquí y se estaba bastante bien.
Por último, siguiendo el río Bregava aguas arriba hacia el norte se encuentra una extensión de Stolac muy bella, que tiene al puente Inat Cuprija como su símbolo. Más adelante hay varios molinos de agua con terrazas muy bien cuidadas, donde tomar un té o un café, a la orilla del río. También había gente bañándose en el río, puede ser un buen plan. La cascada Provalije se encuentra muy cerquita de aquí. Y para acabar, mencionar que a tan solo 3 km al oeste de Stolac se encuentra la necrópolis de Radimlja, que contiene 133 tumbas medievales bosnias conocidas como stećci de los siglos XV y XVI, con unos relieves muy llamativos.
¿Qué te han parecido estos lugares?