TREBINJE, SUTJESKA y FOČA, la herzegovina serbia
Una ciudadela de impronta serbia en la herzegovina bosnia
La parte sureste de Bosnia y Herzegovina, pegada a la frontera con Serbia, es la parte de Herzegovina que está incluida dentro de la Republika Srpska, la entidad serbobosnia del país. Trebinje es su ciudad más importante, la cual se encuentra a tan solo 10 km en línea recta del mar, que ya pertenece a Croacia, y a 30 de Dubrovnik. Además, cercano se encuentra el Parque Nacional de Sutjeska, un espacio boscoso con un monumento muy característico, o la localidad de Foča, con una controvertida historia reciente de la Guerra de Bosnia.
Trebinje, conocida como Travunia o Tribunia fue un asentamiento romano que posteriormente sería posesión serbia desde el siglo IX, y continuó como tal hasta el siglo XIV, cuando fue conquistada por el incipiente reino bosnio del rey Tvrtko. A finales de siglo XV fue capturada por los otomanos junto al resto de Herzegovina, y fue sobre todo en el siglo XVIII cuando los otomanos construyeron los principales edificios de la ciudad, cuando se vivió un periodo más calmado. El malestar de la población serbia bajo el dominio otomano hizo que muchas rebeliones tuvieran lugar, y el centro de todas ellas fue el monasterio de Tvrdoš, situado en las afueras de Trebinje. A pesar de ello, y de otros intentos de conquista por parte de venecianos, austríacos y saqueos de bandoleros, la ciudad permeneció bajo control otomano hasta 1878.
Fue entonces cuando el Imperio austrohúngaro se anexionó la totalidad de Bosnia y Herzegovina, y durante la I Guerra Mundial, una gran cantidad de tropas se estacionó en Trebinje por su alto valor estratégico. Se cuenta que los croatas y bosníacos aprovecharon para asesinar y expulsar a decenas de serbios, con lo que gran parte de esta población huyó a Serbia. Tras la I y II Guerras Mundiales, la ciudad fue incluida dentro de la RSS yugoslava de Bosnia y Herzegovina, y la ciudad comenzó a industrializarse echando mano sobre todo de su potencial hidroeléctrico. Era la ciudad serbia más grande de Herzegovina y la situada más al sur.
Durante la desintegración yugoslava, desde el mismo inicio de la guerra sirvió como base de operaciones para el ejército yugoslavo: desde aquí fue bombardeada Dubrovnik y fue nombrada capital de la Región Autónoma Serbia de Herzegovina. Se obligó también a los bosníacos a alistarse en el ejército o serían ejecutados, por lo que muchos huyeron, y la mayoría de mezquitas fueron destruidas. La ciudad tiene actualmente unos 30 000 habitantes de los cuales el 94 % son serbios. Además, la cercanía a Dubrovnik ha hecho que el gobierno serbobosnio aprobara el proyecto de construcción de un aeropuerto, con la idea de que volaran aquí las compañías lowcost, aunque todavía no está en funcionamiento.
Trebinje me pareció un pueblo bastante bonito, muy tranquilo y sosegado. Parecía que se notaba en el aire la cercanía al mar, como si estuviéramos en un balcón en la altiplanicie sobre Dubrovnik. Pero con un sabor más de interior, con un bello río que circundaba una ciudadela, que me recordaba a algo más centroeuropeo, o dentro de los Balcanes a Maribor. Sí que noté el contraste con Montenegro, pues al entrar a Bosnia y Herzegovina todo se había vuelto más humilde y algo más destartalado. En Trebinje nos alojamos en el Motel Konak Mosko, y fue una maravilla: limpio, con buen gusto y con un restaurante exquisito.
Qué ver en Trebinje y alrededores
1.-Monasterio Hercegovačka Gračanica
Conocida como la Gračanica de Herzegovina, es una copia del monasterio de Gračanica que hay en Kosovo. Fue completado en el 2000 y se nota que es muy nuevo, pero eso no le quita lo bonito, sobre todo por su ubicación. Se sitúa sobre la colina de Crkvina, que domina toda la ciudad con unas vistas impresionantes, y está dedicado a la Virgen María. Cerca de este monasterio se encuentra también la torre Brankovica kula, un elemento defensivo del siglo XVI.
2.-Puente Arslanagić
También llamado de Perović, fue construido en el siglo XVI por el gran visir otomano Mehmed Pasha Sokolović, en la aldea del mismo nombre, que por aquel entonces estaba a unos 5 km de Trebinje. Uno de los más bonitos de Bosnia, junto al puente de Visegrad. El río que lo surca es el Trebišnjica y tenía una transparencia sublime.
3.-Murallas de la ciudad y río Trebišnjica
Lo que más me gustó de Trebinje fue recorrer la Obala Luke Vukajlovića, el paseo que hay junto al río y desde donde se ve la ciudadela de Trebinje. Aquí también está la estatua de Luka Vukalovic, el líder de la revuelta serbia contra los otomanos a mitad de siglo XIX.
4.-Calle Jovana Dučića y Trg Slobode
La calle Jovana Ducica es peatonal y el corazón de Trebinje, con una arquitectura que recuerda a las ciudades típicas croatas de la costa, y puedes encontrar fuentes, terrazas… Además pasa por delante de la Trg Slobode, donde está la columna a los héroes que lucharon por la libertad. También está aquí la catedral católica del nacimiento de la Virgen María, que data de 1884.
5.-Gradski park y catedral ortodoxa
En el gran parque de la ciudad está el letrero de Trebinje, un monumento dedicado a los que lucharon en la II Guerra Mundial, y también la Saborna Crkva o Catedral de la Transfiguración del Señor, ortodoxa, que fue construida en 1908.
6.-Piscina en río Trebisnjica
Continuando hacia el sur de la ciudad llegamos hasta Bazen Bregovi, una piscina formada en el río Trebisnjica que me gustó un montón, pues da alegría al pueblo sobre todo en el verano cuando hay un calor terrible. Parecía muy bien acondicionada y con unas terrazas de relax.
7.-Mezquita Osman-Paša Resulbegović
Dentro de la ciudadela de Trebinje lo más famoso es visitar esta mezquita, originalmente construida en el siglo XVIII y renovada en 2005. Pero también piérdete por las pequeñas plazoletas, repletas de terrazas, y ver sus murallas, balcones, alguna torre…
8.-Monasterio de Tvrdoš
En las afueras de Trebinje está este monasterio del siglo XV, que fue clave en instigar las revueltas serbias contra los otomanos, y que actualmente también es famoso por su producción de vino. No tuve tiempo de ir.
9.-Excursión a Sutjeska
El Parque Nacional de Sutjeska es el más antiguo de toda Bosnia y Herzegovina, y es famoso por varias razones. La primera por su propia naturaleza: el bosque primario de Perućica, compuesto por hayas y pinos, especies antiquísimas de las que apenas quedan en algunos lugares muy señalados de Europa; además de cascadas, el cañón originado por el río Sutjeska, y la presencia de osos y lobos. También por la Batalla de Sutjeska, donde los partisanos yugoslavos vencieron en 1943 a los nazis en la II Guerra Mundial, y la presencia del monumento de Tjentište, de gran renombre entre los monumentos brutalistas yugoslavos (otros los puedes ver en Ulcinj, Uzice, Nis, Krusevac o Kragujevac). El monumento conmemora a los caídos en esta batalla, en el llamado Valle de los Héroes, y fue construido en 1971. Por último, este área también es famosa por el Monte Maglić, que es actualmente el pico más alto de Bosnia y Herzegovina. En principio pertenecía a Montenegro, pero durante la época de Tito se hizo un trueque: pasó a manos bosnias, y a cambio, el puerto de Herceg Novi que era bosnio pasaba a Montenegro.
10.-Excursión a Foča
Conocida como Hvoča durante la Edad Media, era un asentamiento comercial que estaba en manos de serbios en primer momento, y de bosnios algo después. Fue conquistada como el resto de la región en el siglo XV por los otomanos, que establecieron aquí la sede del Sanjacato de Herzegovina, hasta que poco después se movió a Pljevlja. La notoriedad de Foča (pronunciado Focha) vino a raíz de la Guerra de Bosnia en los noventa. La ciudad fue controlada en 1992 por los serbios, y los bosníacos (que componían la mitad de la población) fueron expulsados, teniendo lugar numerosos asesinatos y violaciones en masa. Además se volaron las mezquitas y la ciudad quedó en su práctica totalidad poblada por serbios, hasta el punto que se le cambió el nombre a Srbinje (lo serbio), aunque en 2004 los jueces decidieron que era inconstitucional y volvió a llamarse Foča.
La ciudad sufrió mucho, pasando de tener casi 50 000 habitantes en los setenta a tener actualmente poco más de 12 000, casi todos ellos serbios. La ciudad sigue siendo lugar de tensiones: por ejemplo, la asociación de mujeres víctimas de guerra pretendía colocar una placa para conmemorar los crímenes y fue impedido por la asociación de los prisioneros de guerra de la Republika Sprska; y en la ciudad y sus alrededores abundan los murales en honor a Ratko Mladic, general serbobosnio que cometió todas estas atrocidades. Te recomiendo también que visites este artículo sobre Gorazde, una ciudad muy cercana a Foča y que corrió una suerte parecida, y que se salvó de ser la siguiente Srebrenica.
Foča me pareció un lugar lúgubre, además el día no acompañaba y estaba húmedo, gris, triste. Lo primero que vimos al entrar fue el monumento a los serbios que lucharon por la Republika Srpska, y algo más adelante, en la plaza Kralja Petra I, aparcamos nuestro coche. Comenzamos a recorrer la parte alta de la ciudad, de calles empinadas, con lugares como la torre del reloj, un símbolo otomano del siglo XVIII, y otras mezquitas como la Careva, en mitad del bazar. También está el museo de Foča. Desde aquí cruzamos el río Cehotina para visitar la mezquita Aladza, de gran importancia y conocida como “la mezquita colorida”. Fue construida en 1549, demolida en 1992 y reconstruida en 2018 y se dice que era una de las más bonitas de los Balcanes. Y es que Foča era un lugar muy importante para los bosníacos, por ejemplo aquí también estaba la Madrassa de Mehmed Paša Sokolović, una de las instituciones educativas islámicas más importantes de Bosnia hasta 1992. Por último, visitamos la gran catedral de San Sava, que es la más grande del país y la tercera iglesia ortodoxa más grande de todos los Balcanes.
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