Los reflejos de DURMITOR (y excursión a Pljevlja)

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Quizá los puntos más bello y más tenso de Montenegro

En las inmediaciones de Pljevlja se han encontrado ruinas romanas que se conservan en el museo de la ciudad. La región paso a ser poblada por los eslavos y fue uno de los primeros territorios serbios en la época medieval, aunque en el siglo XIV fue incorporada en el Reino de Bosnia al mando de Tvrtko I. Fue en el siglo XV cuando los otomanos conquistaron esta área y la mayoría de la población y sus comerciantes se refugiaron en tierras de la República de Venecia, de Ragusa, o incluso en tierras de Austria y Hungría. La ciudad pasó a llamarse Taslidja, que significaba “rocosa”, un asentamiento bastante poblado que, aunque no tenía una fortaleza defensiva, creció mucho cuando se trasladó aquí la sede del sanjacato de Herzegovina desde Foča.

Durmitor
Pljevlja
Pljevlja
Pljevlja

 

Pljevlja era considerada una ciudad muy bonita, llena de jardines y fuentes, mezquitas e iglesias y se había posicionado como la segunda ciudad más importante de la Herzegovina después de Mostar. Un gran incendio en el siglo XIX hizo que Pljevlja se quedara en ruinas y se trasladó la capitalidad hasta Mostar y muchas personas emigraron hacia la parte de Uzice. Tras el Congreso de Berlín de 1878, todos los territorios del Sanjacato fueron dados a Austria-Hungría, y Pljevlja creció con una importante industria de destilería. Tras la Primera Guerra Balcánica, los ejércitos de Montenegro y Serbia expulsaron a los otomanos que quedaban en el Sandzak y Pljevlja quedó bajo administración montenegrina.

Durmitor
Pljevlja
Pljevlja
Pljevlja

 

Pljevlja tiene hoy unos 20 000 habitantes y es importante desde el punto de vista de los recursos minerales y económicos. En Pljevlja se encuentra la única central térmica de Montenegro y la única mina de carbón del país, por lo que su importancia energética es muy alta. Dentro del Sandzak montenegrino, Pljevlja es reclamada por los bosníacos que buscan un Sandzak autónomo, con capital en Novi Pazar pero que aglutina a toda la parte norte de Montenegro. Con una población mezclada entre etnias y religiones, durante la desintegración de Yugoslavia se produjeron conflictos en Pljevlja que casi derivan en una guerra abierta como sucedió en Bosnia y Herzegovina. Aquí, la comunidad musulmana (identificada como bosníaca) fue objeto de intimidación lo que suscitó un intento de toma de la ciudad y posteriores promesas de desarme.

Sandzak llegando a Pljevlja
Pljevlja
Pljevlja
Pljevlja

 

Más de la mitad de la población se identifica como serbios, un cuarto montenegrinos y el resto está formado por diversas minorías entre las que destacan los bosníacos. Los reclamos serbios incluyen la totalidad de Montenegro como tierra serbia, siendo su salida al mar, pero sobre todo es especialmente incidente en su parte norte, unida geográficamente a Serbia y con mayor proporción de serbios. En 2008, cuando Montenegro reconoció la independencia de Kosovo, las autoridades de Pljevlja amenazaron con separarse de Montenegro e incluirse en Serbia. Recientemente, con la elección del presidente proserbio en Montenegro, hubo episodios de violencia y pintadas contra la comunidad bosníaca en Pljevlja, entre las que destacaban amenazas de que “Pljevlja será la nueva Srebrenica“.

Pintadas serbias en Pljevlja
Pintadas serbias en Pljevlja
Pljevlja
Pljevlja

 

Pljevlja me pareció una ciudad algo olvidada, y por todo esto que os he contado, algo oscura. Llegamos por la tarde y no había mucha gente, además de estar los edificios bastante deteriorados y sin demasiado atractivo. Paseamos por la calle principal, que es la Kralja Petra, donde había algunas cafeterías, aunque los edificios eran recientes y no históricos. Seguían las pintadas de “Krivokapic traidor” (quien es el presidente proserbio de Montenegro), supongo porque cuando llegó al gobierno templó sus reclamos. En esta calle se encuentra el principal monumento de Pljevlja: la mezquita de Husein Pasha, de 1594, con uno de los minaretes más altos de todos los Balcanes. En su jardín hay varios stećci, tumbas medievales propias del pasado otomano. La verdad es que este lugar era muy bonito.

Mezquita de Husein Pasha, Pljevlja
Mezquita de Husein Pasha, Pljevlja
Pintadas proserbias en Pljevlja
Pljevlja
Pljevlja

 

De aquí fuimos a visitar la Iglesia serbia de San Jorge, situada un poco a las afueras de la ciudad sobre una colina. Parece de muy reciente construcción, aunque el lugar es muy bonito. Seguían las pintadas con la cruz serbia y las cuatro C, que significan “Само слога Србина спасава” (Samo sloga Srbina spasava, Sólo la unidad salvará a los serbios). Desde aquí nos fuimos al punto más bonito de Pljevlja: el Manastir Sveta Trojica. Este monasterio de la Sagrada Trinidad data de 1573, y era un importante centro de copia de manuscritos. Se encuentra como en un refugio que hacen las montañas, y me encantó descubrir este sitio tan alejado y bello, estaba muy bien conservado.

Iglesia de San Jorge, Pljevlja
Monasterio de la Sagrada Trinidad de Pljevlja
Monasterio de la Sagrada Trinidad de Pljevlja
Pljevlja
Pljevlja

 

El resto de la ciudad de Pljevlja no tenía demasiado interés. Hay algunas mezquitas bonitas, como la de Hadzi Zekerija o la de Haji Aliya Penda, además del monumento a los soldados caídos, el museo JU Zavicajni, o el jardín municipal Milet Basta. En los alrededores, me apunté visitar el meandro Cehotine, pero no tuve tiempo. Por las fotos parecía un bello lugar, al estilo de lo que vi en la Reserva Uvac en el Sandzak serbio. Desde aquí pusimos rumbo a Žabljak, la localidad que sirve de base para realizar las visitas al Durmitor y que es un pueblo alpino: está situado a 1500 metros de altitud y es uno de los más altos de los Balcanes.

Pljevlja
Haji Aliya Penda, Pljevlja
Pljevlja
Pljevlja

 

Žabljak fue llamada en primer momento Varezina voda y después Hanovi, que recuerdan su pasado como aposadero de mercadentes con abundancia de fuentes para su consumo. El pueblo comenzó a crecer de manera reciente, a finales de siglo XIX era un lugar de comercio, mercado y cafés, en un entorno alpino, que hizo que en las primeras décadas del siglo XX fuera estableciéndose como un lugar turístico para las élites de Yugoslavia e incluso de Italia. Actualmente es el lugar más famoso de Montenegro para el turismo de montaña y los deportes de invierno, como el esquí, ráfting, y otros tantos. Su mayor atractivo reside en el Parque Nacional de Durmitor, con 18 lagos glaciares.

Crno jezero, Durmitor
Zabljak
Camino al Crno jezero, Durmitor

 

Nos alojamos en una casa del centro de Žabljak, aunque la ciudad tiene poco que ver y sirve como base para visitar el Durmitor. La entrada al parque es fácil, hay un pequeño aparcamiento a la entrada donde hay que pagar. Desde ahí se puede ir andando por una pequeña carretera que discurre entre el bosque (y donde hay muchos puestos artesanos) hasta llegar al Crno jezero, el punto más fotogénico del Durmitor. Este es el “lago negro”, el cual en realidad se encuentra casi dividido en dos (gran lago y pequeño lago) por una especie de estrecho, y puede recorrerse en su perímetro por los caminos que hay por la orilla, totalmente recomendable. Fue muy muy bonito contemplar este entorno de buena mañana, casi amaneciendo, donde los reflejos del Durmitor hacían que fuera prácticamente un espejo.

Durmitor
Durmitor
Durmitor

 

Al fondo se encontraba el Durmitor, con su cumbre más alta el Bobotov Kuk, de 2500 metros. El nombre de Durmitor hace referencia al durmiente, que siempre me ha hecho pensar en lo oscuro del tapiz de sus bosques, como oculto, misterioso, en el corazón de Montenegro. Su Parque Nacional es el más extenso de Montenegro y fue creado en 1952, además de estar protegido por la UNESCO. Además de contemplar este lago, que es de fácil acceso, se pueden emprender otras rutas que llevan a otros a mayor altitud, como al Lago Zminje o al lago Barno.

Durmitor
Durmitor
Durmitor

 

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Durmitor

 

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