Los recuerdos de QUÉBEC: la ciudad más bonita de Canadá
Un pedazo de la Francia europea en América… Québec se acuerda de sus raíces
Ciudad de Québec es la capital de Québec (al contrario de lo que creen muchos que piensan que es Montréal, su ciudad más grande). La ciudad es casi totalmente francófona y seguidora de sus tradiciones, como una gran extensión del catolicismo. Considerada una de las ciudades más bonitas de toda América, su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad desde 1985 y eso le vale ser una de las más turísticas y que recibe muchos turistas al año, sobre todo de cruceros.
Kebec era el nombre que los nativos hurones le dieron a la ciudad, significando “donde se estrecha el río”. Este es el San Lorenzo, que desemboca justo aquí. Jacques Cartier fue el primer explorador francés en llegar en 1535, y fue en este momento cuando surgió el nombre de Canadá, pues los hurones utilizaban Kanata para referirse a pueblo, y Cartier creyó que era el nombre del territorio. En 1608, otro explorador, Champlain, fundó la ciudad y se convirtió en el corazón de Nueva Francia, el Canadá francés.
Después de varias guerras entre franceses e ingleses por su dominio, Francia perdió su control en el siglo XVIII pero Québec siempre conservó su alma afrancesada. Dentro de Canadá es la mejor representativa del nacionalismo quebequés, cuyo lema provincial es Je me souviens (Me acuerdo), en referencia a su pasado francés. Este nacionalismo es incluso más fuerte en otros pueblos de la provincia como Saguenay, que reciben menos influencia del exterior.
Actualmente, la ciudad tiene medio millón de habitantes y, además de su importancia histórica y turística, se resalta su gran industria de la seguridad y la defensa. Québec es famosa por ser una de las ciudades donde la Navidad es más bonita, ya que está todo muy decorado, a diferencia de lo que ocurre en el resto de Canadá. Personalmente, me pareció lo mejor que pude ver en este país. Es, sin duda, un enclave de Europa en América, de casitas de piedra, calles peatonales, pequeñas plazas, y un sabor muy francés. Aunque la ciudad es pequeña, reserva un par de días para pasar aquí, ya que también hay varios lugares de interés en sus inmediaciones.
Qué ver en Québec
1.-Pasear por las calles de la Haute Ville
La ciudad alta o Haute Ville es la parte más histórica de Québec, su emplazamiento original. Fue a partir de la ciudadela que se amuralló el núcleo cívico, y en la actualidad se conserva gran parte de esta muralla, torres y puertas. Destacan dos calles: la Rue St Jean y la Rue St Louis, con sus respectivas puertas al inicio de las mismas, que fueron construidas en 1693. Te recomiendo que pasees tranquilamente por todas las calles de la ciudad alta y que visites el ayuntamiento, las tiendas, restaurantes… También te recomiendo visitar la Place d’Youville, donde se encuentra el Palacio Montcalm, teatro de 1932 en Art Déco y donde había una pista de hielo para patinar.
2.-Basílica-catedral de Notre-Dame de Québec
Este es el centro de la ciudad alta, la plaza que hay entre el ayuntamiento y la catedral. Esta es del siglo XVII, y se trata de la catedral más antigua de Canadá y los EEUU. De culto católico, fue renovada en el siglo XIX en un estilo neoclásico. Su interior es muy bonito, y cuando fuimos (28-29 de diciembre) había misas con bastante gente y decorados de los Reyes Magos, camellos…
3.-Castillo Frontenac
El castillo Frontenac es realmente un hotel, y así fue desde su construcción en 1892. Fue la compañía Canadian Pacific Railway, la ferroviaria canadiense que construyó la línea férrea hasta Vancouver, la que erigió este imponente hotel de lujo en un estilo historicista, que ahora es de la cadena Fairmont (al igual que sucede en Ottawa con el castillo Laurier). Esto se hizo para fomentar en la sociedad los viajes y el uso del ferrocarril. Sin duda parece sacado de un cuento. En las inmediaciones del castillo se abre la Terrase Dufferin, donde ver unas bonitas vistas del resto de la ciudad y del San Lorenzo. También está al lado de la Place d’Armes, en dirección a la basílica de Notre Dame.
4.-Côte de la Montagne y Cassecou
La calle llamada Côte de la Montagne conecta la ciudad alta con la ciudad baja, y como está empinada ofrece unas vistas muy bonitas (mirando hacia arriba). Aquí al lado, si vas bajando por Côte de la Montagne hacia abajo, a la derecha está también la escalera Cassecou, que lleva desde el castillo Frontenac hasta la ciudad baja. Ambas están muy cerquita y vale la pena recorrerlas y subirlas y bajarlas para ver desde todos los ángulos estas postales tan bonitas.
5.-Petit Champlain
Esta parte se corresponde con la Basse Ville (ciudad baja), donde se formó un barrio en cuadrícula que se llamó Petit Champlain. Se trata de la zona más comercial de Québec, a rebosar de tiendas de souvenirs y de establecimientos de palomitas de todos los sabores (se ve que son muy típicas), de colas de castor (Queues de castor, el postre típico de Canadá que consiste en una especie de masa de churro aplastada, como un gofre, al que se le añaden todo tipo de toppings)… La calle principal es Rue du Petit Champlain, y una de las más bonitas es la Rue Cul du Sac, que hace una curvita. Desde la Rue Sous-le-fort verás el funicular que te puede llevar hasta el castillo Frontenac.
6.-Place Royale y la fresque des Quebecois
La Place Royale, o Plaza Real, me pareció el lugar más bonito y pintoresco de Québec. Parece que estés en un pueblito perdido, muy típico, y más todavía siendo Navidad con su árbol en mitad de la plaza y el suelo con hielo. Aquí está la Iglesia Notre Dame des Victoires, terminada en 1723 en un estilo colonial francés; y el busto de Luis XIV, rey francés que propició la conquista de Nueva Francia. Si sigues un poquito hacia delante, verás el fresco de los quebequeses, que representa la vida tradicional de la ciudad y los bombardeos de 1759 por el ejército inglés.
7.-Parlamento de Québec y Fuente Tourny
El edificio del parlamento data del 1886, en un estilo imperial francés. Este es el epicentro del independentismo de Québec, pues es la capital de la provincia y reconocida nación. Delante de él se encuentra la Fuente Tourny, que me recordó a la de Christchurch, Nueva Zelanda. En la parte de la ciudad nueva de Québec, que se sitúa detrás de este parlamento, tienes otras cosas que ver como el Museo de Bellas artes de Québec, o subir hasta el observatorio de la capital (15 $) para ver unas vistas panorámicas.
8.-Battlefields Park y ciudadela de Québec 16 $
La ciudadela de Québec es un complejo militar que se encuentra en lo alto del promontorio conocido como Cap Diamant. Este fue el inicio de la ciudad, y por lo tanto es uno de los edificios más antiguos de Canadá. Al lado de ella podrás ver una extensa zona verde. En estos parques, también llamados Campos de Abraham, se produjo en 1759 la batalla que ganaron los ingleses y que significó la pérdida de Nueva Francia. En invierno están llenos de nieve y la gente aprovecha aquí para tirarse en trineo. Las vistas hacia la ciudad y hacia el río son muy bonitas, de las que más me gustaron de Québec.
9.-Montmorency Falls
Las cascadas Montmorency se encuentran muy cerquita de la ciudad de Québec y puedes ir en autobús urbano hasta ellas. El autobús te deja en la parte superior, y solo tienes que bajar un poquito hasta llegar a la entrada y pagar los 7 $ que vale la entrada (si no recuerdo mal), pero merece la pena. Estas cascadas situadas en el río Montmorency tienen 83 metros de altura, lo que quiere decir que son 20 metros más altas que las del Niágara. Además de contemplarlas desde abajo, donde hay un parque (aunque en invierno está impracticable), puedes subir hasta arriba el todo y cruzar el puente colgante… ¡una experiencia única!
10.-Reserva indígena de Wendake
Aunque se encuentra algo alejado del centro, me pareció una visita muy interesante y que recomiendo. Quería visitar una reserva de los indios nativos hurones, y solo encontré información confusa sobre este sitio. Además de que había muy poca, y me parecía el único sitio donde conocer de primera mano el legado nativo, algunos decían que era como un parque temático y que era muy decepcionante. Quizá fue porque llevaba las expectativas bajas, pero a mí sí me gustó. Es cierto que no es una reserva auténtica, como la que pude visitar en Santa Bárbara, California, con los indios chumash; o como la de los Navajo entre Utah y Arizona; pero me pareció muy bonito y una especie de museo al aire libre.
La reserva hurona se encuentra en Wendake, un pueblo adyacente a Québec al que puedes llegar en autobús (aunque hay que hacer varios transbordos). Por cierto, en este pueblo todos los letreros estaban tanto en idioma hurón como en francés. Su horario es de 10 a 16, y el precio creo recordar que estaba alrededor de 20-25 $, si vas por tu cuenta (también ofrecen espectáculos, etc.). Dentro del sitio puedes ver la cabaña principal con pieles de oso y demás objetos de cocina; otras tiendas con diferentes usos (mágicos, para secar el pescado, para los enfermos…), canoas, trineos… En general me gustó mucho y recomiendo ir para conocer este pueblo que pasa desapercibido y que es el originario de Québec.
Excursiones desde Québec
Otras excursiones desde Québec que puedes realizar son: visitar Sainte-Anne-de-Beaupré, a unos 30 km al este de Québec. Conserva una reliquia de Santa Ana y es un sitio destacado de peregrinación, pues se le atribuyen milagros y curaciones. Sin duda, el sitio que me quedé con más ganas de ir en Québec. También puedes recorrer la Île d’Orléans, la isla que hay justo enfrente de Québec, pero necesitarás tu propio coche. Aquí se supone que hay un ambiente más rural, con sus plantaciones, campos… Otro sitio cercano es la Universidad Laval, la universidad francófona más antigua de América. Por último, me hubiera gustado hacer la travesía a Lévis, la localidad que hay al otro lado del río San Lorenzo frente a Québec. Los barcos salen cada media hora desde el Vieux Port, y recomiendan ir hasta la Terrase de Lévis para tener unas buenas vistas panorámicas.
Cómo llegar a Québec, dónde dormir y cómo moverse
Québec está servida por el Aeropuerto de Jean Lesage de Québec (YQB), el cual casi siempre conecta con otras ciudades haciendo escala en Toronto. Nosotros vinimos desde Montréal en tren (www.viarail.ca), un transporte muy cómodo. Además, la estación de trenes de Québec es bastante bonita y está justo en el centro. Para salir de Québec lo hicimos en avión, haciendo escala en Toronto hasta llegar a Nueva York para pasar fin de año. En cuanto al alojamiento, nos resultó una ciudad más cara y por eso elegimos quedarnos en un Airbnb, en la parte de Limoilou (aunque parece algo alejado del centro, andando se hace ameno). Por último, para moverte por Québec puedes utilizar el bus que te deja en casi todos los sitios, No aceptan efectivo, y tienes que comprar una tarjeta en una tiendas de estas 24 horas.