Qué ver en TESALÓNICA, magna y masiva macedónica

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Tesalónica pesa en lo histórico y en su configuración urbana actual

Emplazada en el golfo Termaico, al final de la desembocadura del río Vardar y otros dos ríos más, se encuentra la histórica ciudad de Tesalónica, en la fértil región de Macedonia y a muy poca distancia de la península Calcídica, de la que es su centro organizador. Esta península es el tridente de las penínsulas montañosas Cassandra, Sitonia y el Monte Athos, epicentro de la religiosidad ortodoxa griega y que incluso actúa como un Estado independiente. La bondad de esta región hizo que desde antaño fuera una de las cunas de la civilización griega, y lugar de nacimiento de personalidades históricas que influyeron extraordinariamente en la historia.

Tesalónica
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Los antiguos macedonios eran hombres muy altos, de donde viene su nombre, y fuertes guerreros. La dinastía argéada, cuyo símbolo es el sol de Vergina o la estrella argéada (y que es uno de los elementos de conflicto con Macedonia del Norte, presente en sus banderas), fue la reinante en Macedonia durante un extenso tiempo. De ella procedía Filipo II, quien nació en Pella, la antigua capital, en las cercanías de donde hoy está Tesalónica. En el territorio que hoy ocupa la ciudad de Tesalónica se encontraba la antigua ciudad de Terma, cuyo nombre deriva de fiebre que transmitían los mosquitos en esta área pantanosa. Fue sobre ella que el rey macedonio Casandro fundó Tesalónica en el siglo IV a.C., en honor a su mujer Thessalonike, quien era hija de Filipo II de Macedonia y hermana de Alejandro Magno.

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El nombre de Thessalonike viene de “la victoria (Niké) de Tesalia“, ya que justo nació el día de la victoria de su padre en la región de Tesalia. La ciudad se convirtió en la más importante de toda Macedonia, también como un centro cultural: Aristóteles formó aquí a Alejandro Magno. Aristóteles nació en Estagira, un pequeño pueblo cercano a Tesalónica. Fue discípulo de Platón y estudió en su escuela de Atenas, pero fue contrario a las ideas de este, pues sostenía que la experiencia era la fuente del conocimiento, por lo que se le considera el fundador de la lógica. Aristóteles se trasladó de vuelta a su hogar natal para servir como el instructor y tutor del que sería el heredero del Reino de Macedonia, el gran Alejandro Magno, y después volvió a Atenas donde fundó su escuela. Aristóteles es uno de los filosofos que más influencia ha ejercido históricamente en la toda la civilización.

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El Reino de Macedonia cayó en manos de los romanos en el siglo II a.C., pero Tesalónica siguió siendo la capital de la provincia romana de Macedonia, siendo designada una “ciudad libre”. La orografía y su pujante comercio hizo de Tesalónica un punto estratégico desde antaño, donde confluían los caminos que conectaban a Constantinopla con el Adriático (hasta Durrës), y las que llegan desde el interior de los Balcanes. Además, fue desde el siglo I uno de los principales y más tempranos centros de la cristiandad. Fue el apóstol San Pablo quien la cristianizó, asentántose una comunidad a la que dirigió dos epístolas que se pueden encontrar en la Biblia. 

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Cuando el Imperio romano se dividió en la tetrarquía, Tesalónica fue una de las capitales bajo el césar Galerio, quien la eligió como residencia imperial en el año 300. La ciudad se engrandeció con la construcción de un palacio imperial, arco triunfal, un nuevo hipódromo, mausoleos… Otra fecha importante fue el año 380, cuando el Edicto de Tesalónica designó al cristianismo como la religión oficial del Imperio romano. Cuando cayó Roma en el 476, Tesalónica era la segunda ciudad más importante del Imperio romano de oriente, tras Bizancio. Este fue la parte del Imperio romano que sobrevivió a las invasiones bárbaras, y que se conoció como Imperio bizantino.

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Los ávaros y eslavos intentaron conquistar la ciudad, llevando a cabo varios asedios sin éxito, como narran los Milagros de San Demetrio. Los hermanos santos Cirilo y Metodio (llamados en realidad Constantino y Miguel) nacieron aquí en el siglo IX, quienes se trasladaron a Ohrid (controlada por el Imperio búlgaro) y desarrollaron el alfabeto cirílico. Mientras tanto, Tesalónica era considerada la segunda ciudad del Imperio bizantino, en términos de población y riqueza, y era conocida como la “co-capital” ya que co-rreinó con Constantinopla. En el siglo XII su población sobrepasaba los 150 000 habitantes, lo que la situaba en una de las ciudades más pobladas de toda Europa.

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En 1202 se produjo la cuarta Cruzada, auspiciada por el papa Inocencio III, que aunque se proponía tomar Jerusalén y guerrear con Egipto, el resultado fue la disolución del Imperio bizantino: los cruzados tomaron Constantinopla y establecieron el llamado Imperio latino, a la vez que las otras partes que no pudieron controlar totalmente fueron designadas reinos vasallos, como el de Tesalónica, el mayor de ellos. Dos décadas más tarde, este reino fue absorbido por el Despotado de Epiro, un Estado relicto de exiliados bizantinos en el oeste de Grecia-sur de Albania. Thedore Komnenos se autocoronó emperador del llamado Imperio de Tesalónica, aunque su duración fue muy breve, pues pronto pasó a ser un Estado vasallo del incipiente segundo Imperio búlgaro.

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El Imperio latino hacía aguas porque necesitaba una desorbitada financiación para mantenerse a flote en un territorio hostil, con numerosos rivales a uno y otro lado. En 1261, el Reino de Nicea, uno de sus anteriores vasallos, tomó Constantinopla y reestableció el Imperio bizantino de nuevo. En el siglo XIV, los otomanos se alzaban poderosos y comenzaban su expansión por Asia Menor y pretendían los Balcanes. Ya habían vencido en la Batalla de Gallípoli y establecieron su nueva capital en la recién conquistada Adrianópolis. Tesalónica sufrió un asedio desde el 1383 al 1387, hasta que finalmente se rendió a las tropas de Murad I.

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En 1403, en mitad de una guerra de sucesión otomana, Tesalónica fue liberada por los bizantinos y el Tratado de Gallípoli hizo que Tesalónica y la Calcídica volvieran a manos bizantinas. Cuando los otomanos volvieron a estar unidos y sin distracciones internas, incrementaron su presión sobre la ciudad. En 1423, la única solución del déspota bizantino fue venderla a Venecia, para probar suerte a ver si estos podían defenderla mejor. Los venecianos la controlaron solamente por siete años, pues en 1430 fue conquistada finalmente por los otomanos. Al mando de Murad II, la ciudad fue saqueada y un quinto de su población esclavizada.

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El desastre no impidió que Selanik, su nombre en turco, fuera la ciudad con mayor comercio naval del Imperio tras la caída de Constantinopla en 1453. El comercio estaba dominado por los judíos que residían en la ciudad. La mayoría de la población seguía siendo cristiana ortodoxa, pero aumentó la llegada de musulmanes. Lo que cambió la demografía de la ciudad fue que recibió una ingente cantidad de judíos sefardíes después de que estos fueran expulsados de España en 1492. En 1519, los judíos ya eran la mayoría de la población. En el siglo XVI, Selanik fue la ciudad judía más grande del mundo, y la única donde estos eran mayoría, lo que atrajo a numerosos judíos perseguidos en todo el mundo que vinieron a vivir aquí. 

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En 1821, con el inicio de la Guerra de Independencia griega, algunos pueblos de la Calcídica empezaron a sublevarse, y el gobernador otomano mandó ejecutar a más de doscientos rehenes griegos. Grecia había logrado ser independiente en 1829, pero únicamente en la península del Peloponeso y en las regiones próximas a Atenas. La región de Macedonia y Tesalónica permanecían en manos otomanas, pero se vivió una época de terror y de represión por los temores a las revueltas. A la misma vez, el gobierno otomano intentó mejorar las infraestructuras de la ciudad, con la construcción de edificios públicos en estilo ecléctico, mostrando la cara más europea a sus habitantes. Fue también en estas décadas de 1869-1889 cuando se derribaron las murallas, llegó el tranvía y se iluminaron las calles con electricidad. La conexión por ferrocarril conectó a Selanik con Belgrado y Constantinopla.

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Sin embargo, el Imperio otomano estaba de capa caída. En este transcurso había empezado a perder sus territorios en los Balcanes, y tras perder la guerra con los rusos había accedido a la independencia de naciones como Bulgaria. A pesar de que conservaba lo que se llamó la región de Rumelia (donde estaba Selanik), diversos grupos radicales comenzaron a operar realizando atentados en la ciudad. En principio, estos eran grupos que buscaban la autonomía de la antigua región de Macedonia, pero pronto sirvieron a intereses búlgaros y griegos (ambos se disputaban el control por Macedonia), a pesar de que la mayoría de la ciudad eran judíos. También fue el centro de actividades de los Jóvenes Turcos, un movimiento reformista otomano que pretendía eliminar la monarquía absoluta y establecer un gobierno constitucional (de hecho, Ataturk, el fundador de la Turquía moderna y secular nació aquí). Como podéis ver, todos se disputaban Tesalónica.

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En la primera guerra balcánica de 1912, la coalición de los recién independizados Estados balcánicos declaró la guerra a sus antiguos gobernantes otomanos. Eleftherios Venizelos, primer ministro griego, expandió las fronteras griegas hasta Tesalónica, bajo el lema “Tesalónica, a toda costa”. Costara lo que costara, los griegos querían Tesalónica, y los otomanos, tras duras negociaciones, acordaron entregarla debido a su debilidad en el día de San Demetrio. Un día después, las tropas búlgaras llegaron a negociar con los otomanos, pero estos les dijeron “Solo tenemos una Tesalónica y la acabamos de entregar”. Bulgaria, que no quedó contenta con el reparto, salió más perjudicada tras la segunda guerra balcánica de 1913, cuando sus antiguos aliados se volvieron contra ella: todos querían controlar Macedonia. El Tratado de Bucarest ponía fin al litigio, y la mayor parte de esta región fue adjudicada a Grecia (que doblaba su extensión y su población), y la parte norte, a Serbia.

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En la I Guerra Mundial, Venizelos abogaba por entrar en la guerra en el bando de los aliados, algo que el rey griego Constantino no aprobaba. En vistas de las ansias búlgaras por Macedonia, se estableció en Tesalónica una base aliada. En esta parte se produjo un sublevamiento militar pro-aliado, apoyado por Venizelos, que se extendía por las “nuevas tierras” griegas y con una orientación republicana, contraria al monarquismo de la Grecia antigua, con epicentro en Atenas. En Tesalónica ya había sido asesinado en 1913 el anterior rey Jorge I de Grecia. Todo se saldó con la abdicación del rey griego Constantino en 1917. Este año también ocurrió un suceso de gran calado en la ciudad: un devastador incendio que destruyó la ciudad dejando a más del 25 % de personas sin hogar. Después de esto, la ciudad se reconstruyó en un estilo más europeo.

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La I Guerra Mundial hizo que el Imperio otomano perdiese, y que tuviera que firmar el Tratado de Sèvres en 1920 que suponía su partición, y que otorgaba casi toda la Tracia a Grecia, al igual que partes de Asia Menor como Esmirna. Pero, después, en 1922, los turcos vencían a los griegos en la llamada guerra griego-turca, en la que los griegos perdieron y tuvieron que retirarse de estas ganancias añadidas. Lo relevante es que supuso un trasvase de población a uno y otro lado: a Tesalónica llegaron griegos que tuvieron que exiliarse de Esmirna y de Tracia, y los turcos de Tesalónica fueron deportados a Turquía. Ello hizo que los griegos fueran finalmente mayoría, y la población judía se quedó en minoría por primera vez.

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En la II Guerra Mundial, Tesalónica fue bombardeada por los italianos y ocupada por los nazis, que deportaron en masa a todos los judíos a Auschwitz, la mayoría asesinados nada más llegar. El interés de Tesalónica era clave para evitar otro frente macedonio como pasó en la I Guerra Mundial, lo que llevó a los nazis a administrarla directamente, no bajo un Estado títere. La ciudad tuvo su propio campo de concentración para la resistencia antinazi, y finalmente fue liberada por el Frente de Liberación Nacional, la facción militar izquierdista, al mando de Markos Vafiadis, líder del Partido Comunista Griego. En el referéndum de 1946 sobre la monarquía, en Tesalónica ganó la república, al contrario que en el resto de Grecia. Grecia sería un reino hasta la llamada dictadura de los coroneles iniciada en 1967.

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Actualmente, Tesalónica es la segunda ciudad más grande de Grecia con unos 325 000 habitantes, que llegan a más de un millón en su área metropolitana. Es un importante centro industrial, sobre todo de peteoquímica, importante por sus astilleros y fabricación de maquinaria. Tambiés es considerada la capital cultural de Grecia por sus festivales y vida urbana. Sigue habiendo rivalidad entre Atenas y Tesalónica, sobre todo porque esta es la capital de Macedonia y existen recelos de un potencial separatismo, una de las razones que más peso tuvieron para establecer un veto a la identidad de la ahora llamada Macedonia del Norte. Verás que la ciudad también se la llama Salónica, simplemente, una forma apocopada y coloquial del nombre oficial Tesalónica. Si quieres viajar aquí, es fácil hacerlo a través del Aeropuerto de Tesalónica-Macedonia (SKG), que ofrece buenas conexiones incluyendo compañías low-cost. En mi caso, yo la visité en coche como una de las excursiones que hice en mi viaje a Bulgaria.

Tesalónica
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Tesalónica es una ciudad que la describiría como magna, masiva y densa. Una incontestable historia que la erige como una de las ciudades más decisivas en la historia europea y mediterránea, es masiva porque actualmente es una aglomeración masificada, angosta y caótica, y es densa porque realmente “pesa mucho”: tanto en sus construcciones y ritmo de vida urbano, como en las joyas que hay salpicadas por los bloques de edificios. Me llamó la atención eso mismo: que tiene un patrimonio único, pero que ha sido muy maltratado y que está desparramado entre una ciudad masificada y moderna, que bien podría ser cualquier ciudad de vacaciones mediterránea. Recuerdo una sensación agridulce, pues me resultaba desolador, pero también era algo bonito y curioso la extrema mezcla y la huella humana.

Tesalónica
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Qué ver en Tesalónica

1.-Torre blanca

Situada justo en el paseo marítimo de Tesalónica, la torre blanca se ha convertido en el símbolo de la ciudad y es uno de los puntos de encuentro más habituales. Originalmente se trataba de una torre franca, de la época del Imperio latino, pero la actual fue construida por los otomanos como un lugar de vigilancia y prisión. También fue aquí donde se llevaron a cabo las matanzas de la época del terror otomano, cuando en 1826 se trataba de aplacar las ansias independentistas durante la guerra de liberación griega, por lo que se la conoció como la torre sangrienta. Formó parte de las murallas de la ciudad, pero cuando estas se derribaron, quedó exenta. Con la conquista griega, estos pintaron la torre de blanco como símbolo de purificación. También fue aquí donde asesinaron en 1913 al entonces rey de Grecia Jorge I. Hoy alberga en su interior el museo de la ciudad.

Torre Blanca de Tesalónica
Torre Blanca de Tesalónica
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2.-Estatua de Alejandro Magno

Detrás de la torre blanca se abre el jardín de Alejandro, donde verás la imponente estatua ecuestre de Alejandro Magno a lomos de su caballo Bicéfalo. Mide seis metros de altura, y fue inaugurada en 1913. También puedes ver otros monumentos como el de la Resistencia Nacional. En este jardín también verás el Museo arqueológico de Tesalónica, y detrás de este, el Museo Bizantino Politismou y el Museo de la Guerra. Si sigues andando por el paseo marítimo hacia el sur, llegarás hasta The Umbrellas, una obra de arte moderna; y se siguen sucediendo diversos jardines donde es muy bonito ver las puestas de sol, como el Garden of Afternoon sun o el Garden of Sand.

Estatua de Alejandro Magno, Tesalónica
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3.-Ladadika, Waterfront y Plaza de Aristóteles

Ladadika es el nombre del barrio que se encuentra próximo al puerto de Tesalónica, y que siempre fue un lugar de comercio (su nombre viene de las tiendas de aceite de oliva). Las murallas de Tesalónica cerraban la ciudad del mar, y cuando se derribaron se construyó el amplio paseo marítimo, hoy ocupado por bloques de edificios de aspecto muy veraniego y modernos, algo antiestéticos. Las principales calles que puedes visitar aquí son la Proxenou y Mitropoleos, hasta llegar a la Avenida Tsimiski. Situada en Ladadika, la Plaza de Aristóteles es la mayor de Tesalónica y fue construida en 1918, cuando la ciudad de estaba reconstruyendo. Aquí puedes ver la estatua de Artistóteles.

Plaza de Aristóteles, Tesalónica
Waterfront, Tesalónica
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4.-Mercados Modiano y Kapani

Los mercados Modiano y Kapani son los principales de Tesalónica y donde puedes pasar un buen rato mirando, comprando y probando sus productos de todo tipo. Sobre todo, quesos (feta) y todo tipo de aceitunas y encurtidos. Están uno al lado del otro, separados solo por un par de calles, así que puedes visitarlos en conjunto. También verás el Hamam del bazar, del siglo XVI, uno de los baños otomanos de Selanik.

Mercado Kapani, Tesalónica
Hammam del Pazar, Tesalónica
Mercado Kapani, Tesalónica

5.-Iglesia Virgen María Chalkeon y Estatua Eleftherios Venizelos

Siguiendo hacia el norte, cruzarás la famosa Via Egnatia y llegarás hasta una gran plaza (Dikastirion) donde destaca la Iglesia de la Virgen María Chalkeon. Su nombre hace referencia a la virgen de los artesanos del cobre, ya que en esta parte de la ciudad se encontraba este gremio. Es una iglesia bizantina del siglo XI, que después fue una mezquita y luego reconvertida en iglesia. Está rodeada por unos jardines muy bonitos, que contrastan con el ruido y tráfico de las avenidas circundantes. También verás, a su lado, la estatua de Eleftherios Venizelos, muy querido en la ciudad por la defensa que hizo de Tesalónica. Y en la esquina de la plaza, el Hamam Bey, los más importantes de Selanik, de 1444.

Iglesia Virgen María Chalkeon, Tesalónica
Estatua Eleftherios Venizelos, Tesalónica
Hamam Bey, Tesalónica

6.-Foro romano

En la misma plaza, amplísima, en la parte norte, encontrarás un extenso espacio en ruinas. Este es el foro romano, que data del siglo II, situado donde antes se encontraba el ágora griega. En una de sus esquinas también se conservan unos baños del periodo helenístico, además de diversas hileras de columnas con capiteles corintios. Como es característico de la ciudad, choca el ver restos tan antiguos (e importantes) con bloques de edificios tan anodinos.

Foro romano, Tesalónica
Foro romano, Tesalónica
Foro romano, Tesalónica

7.-Iglesia de San Demetrio y Panagia Acheiropoietos

A poca distancia del foro romano, puedes visitar la iglesia del que es santo patrón de Tesalónica desde el siglo IV, cuando este se trasladó desde Sirmia (actual Sremska Mitrovica) hasta aquí. Fue el emperador Galerio quien lo ordenó matar. La iglesia es del siglo V y es muy querida por los tesalonicenses. Cerquita puedes visitar también la mezquita Alaca, del siglo XV. Y algo más al sur, cerca de la Plaza Dikastirion, la Iglesia Panagia Acheiropoietos, una basílica paleocristiana del siglo V.

Iglesia de San Demetrio, Tesalónica
Iglesia de San Demetrio, Tesalónica
Panagia Acheiropoietos, Tesalónica

8.-Iglesia de San David e Iglesia del profeta Elías

Subiendo por las empinadas y congestionadas calles de esta parte de la ciudad, llegarás hasta un barrio de calles peatonales y estrechas, laberínticas, que te llevarán hasta la Iglesia de San David (Ossios David), del siglo V. Durante tiempos bizantinos, fue parte del Monasterio de Latomos (también verás letreros con ese nombre), cuando se enriqueció su interior con mosaicos y frescos muy bonitos. Con los otomanos fue transformado en la mezquita Suluca, y vuelto a iglesia en 1921. Además, las vistas desde aquí de la ciudad de Tesalónica son muy bonitas. También puedes visitar la cercana Iglesia del Profeta Elías, en un estilo bizantino muy bonito.

Iglesia de San David, Tesalónica
Iglesia de San David, Tesalónica
Tesalónica

9.-Monasterio de Vlatadon y murallas de la ciudad

El Monasterio de Vlatades o de Vlatadon es el único monasterio activo de la ciudad. Dedicado originalmente a Cristo Pantocrátor, fue fundado en el siglo XIV. Aunque poco después llegarían los otomanos y estos le garantizaron privilegios, fue ocupado y vandalizados sus frescos. De aquí surge una leyenda, que decía que un turco que se llamaba Çavuş comenzó a destruir el monasterio y pronto cayó enfermo. En un sueño, tuvo la revelación de que sanaría si restauraba el monasterio, lo que hizo en cuanto pudo. Por ello, durante época otomana fue conocido como Manastir Çavuş, que también estaba protegido por una guarnición de soldados. En toda esta parte norte de la ciudad, podrás ver las bonitas y famosas murallas de Tesalónica, en un amplio y bonito paseo ajardinado.

Monasterio de Vlatadon, Tesalónica
Monasterio de Vlatadon, Tesalónica
Murallas de Tesalónica

10.-Heptapirgirón y Trigonion

El Heptapirgirón es la fortaleza bizantina situada en la acrópolis de Tesalónica. Su nombre hace referencia a siete torres, aunque en realidad tiene diez. En la época otomana fue conocido como Yedi Kule. Una de las torres más impresionantes es la llamada Trigonion, construida en el siglo XV y usada como armería. Puedes pasar a ella mediante la Portara, la puerta principal de las murallas de Tesalónica.

Portara, Tesalónica
Trigonion, Tesalónica
Murallas de Tesalónica

11.-Jardines Pasha, Iglesia de San Pablo y Casa de Atatürk

Los jardines Pasha se encuentran bajo la torre Trigonion, y son el espacio verde más bonito de Tesalónica, con unas vistas muy chulas hacia el puerto. Fueron diseñados en 1904 y recuerdan a una estructura como los de Gaudí. Aquí hay una pequeña capilla y, más adelante, la Iglesia de San Pablo. Saliendo de los jardines y ya de vuelta a la ciudad, puedes visitar la Iglesia de Nikolaios Orfanos, y más adelante, la casa-museo de Atatürk, quien nació aquí en 1881.

Jardines Pasha, Tesalónica
Jardines Pasha, Tesalónica
Casa de Ataturk, Tesalónica

12.-Rotonda de Galerio e Iglesia de San Panteleimon

Llamada Agios Giorgos, la Iglesia de San Jorge, es comúnmente conocida como la Rotonda de Galerio, ya que fue construida en el 306 por orden de este emperador romano. Fue convertida en mezquita en el siglo XVI y se le añadió el minarete, que es el único que se conserva en pie en toda la ciudad. Lo mejor son sus impresionantes mosaicos, alucinantes. Por su parte, la Iglesia de San Panteleimon está al lado, es una iglesia bizantina del siglo XIV, muy bonita.

Rotonda de Galerio, Tesalónica
Rotonda de Galerio, Tesalónica
Iglesia de San Panteleimon, Tesalónica

13.-Arco de Galerio

Bajado por el jardín de Dimitriou Gounari, llegarás al llamado comúnmente Kamara, que me pareció uno de los lugares de la ciudad más chulos. Este podría haber sido la entrada monumental al palacio de Galerio, situado algo más al sur. Esta podría haber tenido ocho pilares formando un triple arco, construido en ladrillo con relieves escultóricos. Fue construido a finales del siglo III, y conmemoraba la victoria de Galerio sobre los persas sasánidas. A su lado podrás ver la Iglesia de Panagia Dexia, de 1956.

Arco de Galerio, Tesalónica
Iglesia de Panagia Dexia, Tesalónica
Arco de Galerio, Tesalónica

14.-Palacio de Galerio

Construido entre los siglos III y IV, era el palacio imperial y la “capital” efectiva del Imperio romano de oriente. Probablemente fue destruido por un terremoto, y no fue hasta 1917 cuando se redescubrió por arquitectos y arqueológos. Hoy funciona como un museo al aire libre, donde se pueden ver restos de edificios, con pórticos, ninfeo, baños, basílica… y el famoso es el llamado “octógono”, que luego fue convertido en un templo cristiano. Además, mosaicos, mármoles y restos de frescos que se pueden adivinar entre las ruinas. El parque llama la atención, más si cabe, porque está rodeado de bloques de edificios coloridos, en la Plaza Navarinou, mostrando el carácter masivo de la ciudad con tropezones de joyas históricas. Por aquí, las calles Issavron y Zefxidos también son bonitas de ver.

Palacio de Galerio, Tesalónica
Palacio de Galerio, Tesalónica
Palacio de Galerio, Tesalónica

15.-Iglesia de Santa Sofía

Por último, dejé para el final la Iglesia de Santa Sofía, que se encuentra en el centro. La actual data del siglo VIII, aunque se edificó sobre otra anterior del siglo III. Durante la cuarta cruzada fue la catedral de Tesalónica. Es uno de los mejores ejemplos del arte bizantino, y semejante a otras construcciones famosas de Estambul. En sus inmediaciones podrás recorrer las famosas calles Ermou y Agios Theodoras, que reúnen gran parte de la vibrante vida de Tesalónica.

Iglesia de Santa Sofía, Tesalónica
Iglesia de Santa Sofía, Tesalónica
Iglesia de Santa Sofía, Tesalónica

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