Qué ver en BULGARIA, el país de las rosas

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Bulgaria es una amalgama de culturas y riquezas que florecen en un medio natural y cultural excepcional

Aunque parezca que Bulgaria es un país más del este de Europa, y tenga una fama de país pobre o irrelevante, esto es totalmente injustificado y precisamente ha sido una de las naciones que han marcado el devenir de la península balcánica. Un país sumamente rico en historia, cuna de grandes imperios y con unos paisajes muy bonitos. Si eres un aficionado a los Balcanes, y de Europa en general, Bulgaria no debe faltar en tu lista. He estado dos veces en Bulgaria, la primera en 2016 en un viaje que me llevó también por Macedonia del Norte y Kosovo, y la segunda en 2022, que fui expresamente a recorrer cada rincón del país, porque sentía que no había visto todo lo que podía ofrecer.

Plovdiv
Balchik
Autovía entre Sofía y Plovdiv
Veliko Tarnovo

Bulgaria es un país puramente balcánico, de hecho la original cordillera de los Balcanes se encuentra en el centro de Bulgaria, y es la que dio nombre a toda la península. Su posición geográfica ha hecho que históricamente haya sido el paso de entrada a Europa desde Asia, en la conocida región de Tracia. La región de Tracia es el apéndice que sirve de puente entre uno y otro continente, y que actualmente es compartida entre Turquía y Bulgaria, y una pequeña parte de Grecia. Así pues, los montes Balcanes dividen al país en dos grandes llanuras: al sur, la llanura tracia que es un corredor natural que te lleva hasta Estambul, convirtiendo a la frontera búlgaro-turca en el punto con más tráfico de Europa; y la llanura del Danubio, al norte, que separa a Bulgaria de Rumanía. El oeste del país es montañoso y donde se alcanzan las mayores altitudes, que separan a Bulgaria de sus vecinos Serbia, Macedonia del Norte y Grecia. 

Paisaje de la región de los pomaks
Ruse
Sozopol
Sofía

Si algún país europeo puede presumir de una presencia humana dilatada, este es Bulgaria. Es el hogar de los tracios, uno de los pueblos más antiguos de Europa y que desde milenios atrás se asentaron aquí. Los tracios tenían costumbres raras, por ejemplo, lloraban cuando un niño nacía por el sufrimiento que le esperaba en este mundo, pero reían y festejaban cuando alguien moría porque se iba a un lugar mejor. Su civilización fue de las primeras que trabajó el oro y las joyas, y prueba de ello son los tesoros tracios que se han encontrado en el país, como el oro de Varna. Sobre el siglo VI a.C. los tracios se agruparon bajo el reino odrisio, el cual se cree que tenía su capital en Plovdiv. Los griegos, al mando de Filipo II de Macedonia conquistaron gran parte de estos territorios a partir del siglo IV a.C.

Ruinas tracias en Plovdiv
Museo Nacional de Historia, Sofía
Museo Nacional de Historia, Sofía
Sofía

La conquista griega marcaría gran parte de la historia del país, ya que trajo consigo a una población que se quedaría aquí hasta hace bien poco, y helenizó al país, haciendo que su cultura sea una mezcla en la que lo griego tiene gran peso (y que pervivió hasta el siglo XIX cuando con la independencia búlgara, muchos se exiliaron en Grecia). Los romanos sucedieron a los griegos y vertebrando el territorio con su excelente red de infraestructuras y organizándolo en provincias como Tracia, Dacia o Mesia. Con la escisión del Imperio en el de occidente y oriente, el papa trató de limar asperezas entre uno y otro en el Concilio de Sérdica (actual Sofía), sin éxito. Le sucedieron las invasiones de pueblos bárbaros, entre los que se encontraron los godos y los hunos, que arrasaron todo cuanto encontraron.

Nesebar
Museo Nacional de Historia, Sofía
Plovdiv
Monasterio Rozhen, Melnik

Los búlgaros, llegados desde las estepas asiáticas y emparentados con los túrquicos, se asentaron en el Volga y dieron lugar al nombre de Bulgaria del Volga, que tenía su capital en Bolgar, cerca de la actual Kazan. Parte de ellos emigraron hacia Europa y el Danubio, asentándose en la actual Bulgaria, mezclándose con el resto de la población, incluyendo a eslavos, albaneses, griegos, y descendientes de romanos y tracios. En la época medieval, el Imperio bizantino y los búlgaros se disputaban el territorio, cambiando de manos una y otra vez… hasta que finalmente fue consolidado en el primer Imperio búlgaro en el siglo VII, con capital en Pliska y después en Preslav. Boris I adoptó la fe cristiana del rito griego, la lengua eslava y la tradición noble búlgara. Ello hizo que se convirtiera en una amalgama que sirvió como centro cultural eslavo de referencia para Europa.

Veliko Tarnovo
Plovdiv
Monasterio de Basarbovo, Ruse
Monasterio de Bachkovo

El imperio búlgaro se extendía por el sur de Rumanía, y casi la totalidad de Serbia, Kosovo y Macedonia. De hecho, fue en Ohrid, antigua ciudad búlgara y que también llegó a ser capital, donde los santos Cirilo y Metodio idearon su alfabeto cirílico, que se convirtió en la lengua franca y se expandió por todo el este de Europa. Tanto la Rus de Kiev como los bizantinos combatieron al Imperio búlgaro, que al final tuvo que ser destronado y convertido en un protectorado bizantino en el siglo X, en un territorio más reducido. Después, en el siglo XII, una subida de impuestos motivó la rebelión de Asen y Petr por búlgaros y valacos, que consiguieron reestablecer el segundo Imperio búlgaro, con capital en Veliko Tarnovo, y volviendo a extenderse hasta ciudades como Skopje, Nis o Belgrado. La dinastía Asen extendió el control hasta Albania incluso.

Monumento a Asen, Veliko Tarnovo
Monasterio de Basarbovo, Ruse
Plovdiv
Monasterio de Bachkovo

El declive del segundo Imperio búlgaro estuvo marcado por la inestabilidad y la multiplicación de señoríos y zaratos, así como las rivalidades con pueblos vecinos como los bizantinos, serbios, genoveses, venecianos… Ello ayudó al imparable avance otomano sobre los Balcanes, que en el siglo XIV conquistaron toda Bulgaria. El dominio otomano hizo que la cultura e identidad búlgara fueran sustituidas y oprimidas, alterando drásticamente el paisaje del país. Sin embargo, el pueblo búlgaro se organizó como bandoleros haciendo revueltas cada poco. La más relevante fue el Levantamiento de abril de 1876, que orquestado desde Koprivshtitsa y duramente reprimido, consiguió atraer la suficiente atención: un año después comenzaba la guerra ruso-turca. El Imperio ruso comenzó una guerra contra los otomanos para liberar a los pueblos eslavos balcánicos, por lo que fueron vistos como liberadores.

Plovdiv
Plovdiv
Veliko Tarnovo
Sede del patriarcado ortodoxo búlgaro en Sofía

Ello resultó en que en 1878 se erigiera el Principado Autónomo de Bulgaria mediante los tratados de San Stefano y Berlín. Las buenas relaciones entre Bulgaria y Rusia hicieron que el país se inspirara en la misma bandera, cambiando el azul por el verde. El nuevo país tenía la capital en Sofía, alejada de la frontera otomana, a pesar de que por aquel entonces era una pequeña ciudad. El resto del país quedó en la llamada Rumelia Oriental, todavía bajo control otomano. Sin embargo, en 1885 se unificaron ambas partes, acordando que la región pomaca fuera devuelta a los otomanos, y en 1908 se proclamó el Reino de Bulgaria. Este reino comenzó a militarizarse y a organizar una guerra contra los otomanos para conseguir su retirada de la península balcánica, en coalición con sus vecinos serbios, griegos y montenegrinos.

Monumento a la unificación búlgara, Plovdiv
Museo Nacional de Historia, Sofía
Plovdiv
Sofía

En la llamada primera guerra de los Balcanes (1912), la coalición balcánica consiguió la retirada otomana de los territorios de Macedonia, Albania y otras partes, y Bulgaria recuperó la región pomaca. Sin embargo, después sobrevino una guerra entre los antiguos aliados motivada por el control de estas nuevas tierras, sobre todo de Macedonia. Esta segunda guerra de los Balcanes (1913) enfrentó a Bulgaria con una alianza entre serbios, griegos, rumanos, montenegrinos y otomanos, en la que Bulgaria perdió estrepitosamente. A pesar de querer controlar a toda costa su antigua ciudad de Ohrid, esta fue administrada por los serbios y Macedonia repartida entre estos y los griegos. Perdió territorios de la Dobruja en favor de Rumanía, y apenas pudo aumentar sus territorios, únicamente la salida al mar Egeo sirviendo como búfer entre Grecia y el Imperio otomano.

Plovdiv
Sofía
Sofía
Tryavna

Este sentimiento de traición y revisador de fronteras hizo que el Reino de Bulgaria se situara junto a las potencias centrales durante la I Guerra Mundial, sobre todo, para ser rivales de Serbia y recuperar sus territorios. Al perder la guerra, Bulgaria perdió su salida al Mar Egeo, que fue dada a Grecia. El descontento motivó que en 1925 se produjera un intento de asesinato contra el rey Boris III, que fue fallido, pero causó numerosos muertos y la destrucción de la Catedral de Sveta Nedelya de Sofía. En la II Guerra Mundial, Bulgaria apoyó nuevamente a las potencias del Eje, aunque no declaró la guerra a la URSS (ya que históricamente fueron sus liberadores) y evitó la deportación de judíos. En 1944 fue ocupada por el Ejército Rojo, cambió al bando aliado y se estableció un régimen comunista en la República Popular de Bulgaria.

Plovdiv
Nesebar
Sofía
Sofía

Bulgaria se convirtió en un Estado satélite de la URSS, comunista y con una economía planificada, que se industrializó y que coincidó con la masificación de las ciudades. Zhivkov fue su líder, y Bulgaria era considerada un régimen muy puro y fiel a los soviéticos. Desde la caída del comunismo en 1989, la República de Bulgaria hizo esfuerzos en democratizar el país y superar el lastre económico, aunque el país ha sufrido la gran lacra de la corrupción que lo marcó con mala fama. En 2007 se unió a la Unión Europea, algo que fue visto por algunos como incluir a un topo ruso en el seno europeo, ya que Bulgaria tradicionalmente fue su más acérrimo aliado; y por otros, un error y una traición a Rusia. La sociedad está algo dividida entre sus simpatías hacia unos y otros.

Sofía
Casa con las banderas búlgara y rusa en Shipka
Plovdiv
Nesebar

La pertenencia a la UE ha hecho que el país crezca económicamente muchísimo. Se ha configurado como uno de los centros clave de expansión de las empresas, motivado por su nivel de vida más económico, y es que Bulgaria es el país más barato de la Unión Europea. Ello también ha traído un problema que se ha convertido en el principal del país: la despoblación. Bulgaria ha perdido casi el 25 % de su población desde 1990, pues la mayoría ha emigrado a otras partes de Europa (sobre todo, a Alemania, Italia y España), y pueblos enteros se han quedado vacíos, regiones extensas con un declive que es desolador. Además, los jóvenes son los que emigran, y el envejecimiento de los pueblos es una constante: se pueden ver casas vacías, tapiadas, abandonadas… Todo ello ha generado una reacción en el país que propugna que son un país rico, pero que la UE los está empobreciendo porque se llevan su capital humano.

Sofía
Shipka
Nesebar
Melnik

Bulgaria está creciendo mucho dentro del turismo europeo porque, además de ofrecer precios baratos (la moneda es el leva, aunque en el futuro deberá adoptar el euro), tiene unas buenas conexiones y un montón de cosas que ofrecer. Un medio natural muy diverso, con opciones para las montañas en invierno y las playas del Mar Negro en verano, historia y cultura en sus ciudades, un pueblo muy vinculado a sus tradiciones y folclore, y una gastronomía muy variada. Cuando te animes a viajar a Bulgaria, te recomiendo como mínimo una semana en el país, porque hay muchas cosas que ver además de lo más típico. En ambas ocasiones llegué al Aeropuerto de Sofía (SOF), que ofrece muy buenas conexiones a bajo precio. Y ambas ocasiones también tomé un coche de alquiler desde la capital búlgara. La última vez con EasyRent (IsiRent en búlgaro) y no os la recomiendo, lo siento.

Plovdiv
Vitosha, Sofía
Sunny Beach desde Nesebar
Sozopol

Los búlgaros utilizan el cirílico, así que sería bueno que al menos aprendieras a leer las letras para orientarte con los nombres. Son ortodoxos y muy tradicionales, de hecho, es un país bastante conservador. Unido a esto, tengo la sensación de que hay un sentimiento de desconfianza, tanto en las instituciones y el gobierno, como en sus vecinos. Por ejemplo, muy pocos están vacunados contra el covid, y sus relaciones exteriores con sus vecinos son tensas, es conocido que Bulgaria no tiene muchos amigos, se llevan mal con casi todos. Ello es fruto de la historia, en la que han ido perdiendo territorios, y ciertamente percibí un sentimiento de superioridad y chauvinismo que no me gustó. Sobre todo, la tienen tomada con Macedonia del Norte, que reclaman como parte de Bulgaria e intentan boicotear el intento de este país por integrarse en la UE.

Celebración del Lazarovden en Veliko Tarnovo
Plovdiv
Manifestación con el lema “Macedonia es búlgara” en Veliko Tarnovo
Playa de Burgas

Ante todo, Bulgaria me pareció un país muy seguro y que disfruté muchísimo. Me encantó recorrer el país y conocer sus sitios no tan turísticos, era como adentrarse en un lugar auténtico, refugio de tradiciones y alejado de los excursionistas. Verás que el souvenir más típico son las rosas y todo lo derivado de ellas: aceites, perfumes, jabones, productos para el baño, cremas… Y es que Bulgaria es el principal productor de aceite de rosa del mundo, sobre todo, crecen en un valle conocido como Rozova Dolina. Por ello, es conocido como el país de las rosas, ya que es su seña de identidad. También tiene gran cantidad de productos artesanales: mieles, vino, quesos… y una gastronomía muy rica. Aquí te cuento mi selección de sitios más bonitos que ver en Bulgaria.

Museo Nacional de Historia, Sofía
Productos típicos en Bachkovo
Veliko Tarnovo
Veliko Tarnovo

Qué ver en Bulgaria

1.-Monasterio de Rila

El Monasterio de Rila es el emblema de Bulgaria: un lugar escondido en las montañas que sobrevivió a siglos de asedios. Solo por venir aquí ya merece la pena el viaje a Bulgaria, porque es un lugar excelso.

Visita este artículo sobre el Monasterio de Rila aquí

El impresionante Monasterio de Rila

2.-Plovdiv

Con un extenso conjunto renacentista búlgaro, Plovdiv es el centro de la cultura búlgara, una ciudad antiquísima y con un montón de patrimonio digno de ser visitado. Para mí, es la ciudad clave y más bonita de Bulgaria.

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Plovdiv

3.-Nesebar

Nesebar es la perla del Mar Negro, y no se puede definir de otra manera: chiquitita pero una joya arquitectónica, con patrimonio bizantino y legado descomunal. Uno de los centros más turísticos de Bulgaria.

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Nesebar

4.-Varna

La tercera ciudad más grande de Bulgaria se encuentra a orillas del Mar y es denominada “la capital del Mar Negro”. Una ciudad muy viva, alegre y con un montón de cosas que ofrecer: es la mítica Odessos. Además, tienes que visitar Balchik y otros puntos de interés que están a poca distancia.

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Varna
Balchik

5.-Sofía

Sofía es imprescindible porque reúne toda la historia de la Bulgaria moderna: arquitectura, museos, ocio… Una ciudad bastante grande y que tiene un montón de atractivos.

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Sofía
Catedral de Alexander Nevski, Sofía

6.-Veliko Tarnovo

Veliko Tarnovo es conocida como la capital de los zares, ya que fue capital tanto en el primer como en el segundo Imperio búlgaro. Una ciudad de renombre para la cultura y el imaginario búlgaro.

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Veliko Tarnovo

7.-Monasterio de Bachkovo

El monasterio de Bachkovo se encuentra a unos 25 km de Plovdiv, pero no debes perdértelo. Junto con el de Rila, me pareció el mejor del país, con unas pinturas muy bonitas.

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Monasterio de Bachkovo
Monasterio de Bachkovo

8.-Koprivshtitsa

Con un conjunto de casas de madera único, Koprivshtitsa está escondida entre las montañas y ha sabido preservar su folclore. No te puedes perder la visita al pueblo más pintoresco de Bulgaria.

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Museo etnográfico de Koprivshtitsa

9.-Ruse

Ruse me sorprendió porque esperaba poco y es muy desconocida, pero es una bellísima ciudad muy elegante a orillas del Danubio, que tuvo el nombre de ser “una pequeña Viena”.

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Ruse

10.-Melnik

Con unos vinos de gran fama y un conjunto arquitectónico que es una reserva, Melnik compite por ser el pueblo más bonito de Bulgaria. Su entorno está enmarcado por las pirámides de Melnik, formaciones de arcilla que provocan un paisaje único.

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Melnik

11.-Kazanlak y Rozova Dolina

Rozova Dolina es el valle de las rosas, donde se cultivan extensamente. Kazanlak, el centro organizador de este espacio y que cuenta con gran tradición en esta industria. Además, aquí está la tumba tracia de Kazanlak, la mejor del país.

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Tumba tracia de Kazanlak

12.-Zlatograd

Casi en la frontera con Grecia, en un recóndito paraje, se encuentra la “ciudad dorada”, con un complejo arquitectónico muy bonito. Además, enclavada en una región con abundantes santuarios tracios.

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Zlatograd

13.-Sozopol

La antigua Apolonia fue una colonia griega que competía por poder con Nesebar. Hoy en día las dos suelen ir en un pack para visitarlas conjuntas. En Sozopol es muy característico sus casas de madera negras, uno de los paisajes veraniegos de Bulgaria.

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Sozopol
Sozopol

14.-Tryavna y Etarat

Estos dos pueblos, en las faldas de los montes Balcanes, son muy típicos y compiten por ser los más bonitos de Bulgaria. También están cerca el monumento Budludzha, o el paso Shipka, que cruza esta cordillera.

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Tryavna
Etarat

15.-Kardzhali

Kardzhali es la ciudad más importante de la región de los pomaks, la región de mayoría turca de Bulgaria. Su identidad es bastante compleja, pero muy interesante de conocer. Además, puedes visitar Perperikon, una antigua ciudad tracia.

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Carretera entre Kardzhali y Zlatograd
Perperikon

16.-Caballo de Madara

El caballo de Madara es un relieve en roca que representa una escena medieval búlgara, y que se ha convertido en un símbolo nacional. En sus alrededores puedes visitar los pueblos de Pliska y Preslav, antiguas capitales búlgaras; o la tumba tracia de Sveshtari.

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Caballo de Madara

17.-Stara Zagora

Stara Zagora es hoy en día una ciudad gris y de aspecto comunista, pero en el pasado fue una rica ciudad y de las más importantes de Bulgaria. Sus restos arqueológicos así lo atestiguan.

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Stara Zagora

18.-Burgas

En el Mar Negro, Burgas es el puerto más importante del país y una ciudad eminentemente industrial. Puede ser tu base perfecta para visitar las cercanas Nesebar y Sozopol, aunque Burgas también reúne ciertos atractivos.

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Burgas
Puerto de Burgas

19.-Haskovo

Haskovo es la ciudad más grande cerca de la frontera con Turquía, donde hay una impresionante estatua de la Virgen María. Desde aquí organicé mi excursión a Edirne, Turquía.

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Haskovo

20.-Belogradchik

Belogradchik es uno de los sitios interesantes de Bulgaria que me dejé por visitar. Sobre todo, es interesante conocer su fortaleza, y se puede completar el viaje con una excursión a Vidin, famosa por sus vinos a la orilla del Danubio. Otra de las partes que no pude visitar es Pleven, y la cueva Devetashka y las cascadas Krushuna.

Plovdiv

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